Seven Readers!!
Resulta más que evidente que el tema de hoy en varios blogs mexicanos, sea el numerito representado ayer en el Senado por los concesionarios de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión y varios de sus empleados. Pudimos ver, en algo que la misma Cámara denominó como “cadena nacional voluntaria”, cómo los representantes mediáticos decían defender a la libertad de expresión cuando lo único que pretenden es defender sus bolsillos,al perder, si la Reforma Electoral es aprobada por el pleno de la cámara, una gran cantidad de dinero proveniente de los Partidos Políticos en épocas electorales.
Creo que la Reforma Electoral no es perfecta, Tiene muchos errores especialmente por que si violenta la autonomía del IFE y por que prácticamente le cierra la puerta a los ciudadanos sin partido a ejercer su derecho constitucional de ser votado para cualquier puesto de elección popular. Sin embargo, dentro de sus puntos positivos está el de que ni los partidos, ni los particulares podrán contratar directamente espacios en los medios electrónicos para realizar propaganda electoral o para denostar a algún candidato en los días de campaña. Y eso es lo que le molesta a lo medios, pues no están dispuestos a perder la enorme tajada que ello les ha representado tanto en elecciones Federales como locales en los últimos tiempos.
A los medios no les interesa el público. Rogerio Azcárraga, concesionario de Radio Fórmula, no pudo expresarlo de mejor manera al sentenciar: “¡Nos van a quitar 30 por ciento del tiempo sin pagar un solo centavo, además de arruinar los ratings!” Es decir lo que le interesa es precisamente eso: el rating. Por que el rating es sinónimo de ingresos, es el arma que esgrimen a la hora de vender un espacio dentro de sus tiempo aire. Pero los concesionarios parecen olvidar algo: que son precisamente eso y que es el Estado Mexicano (o sea todos nosotros) el que le permite lucrar con un bien público. Por lo tanto tienen la obligación de utilizar ese bien de la nación de la mejor manera y en la búsqueda y la defensa del interés nacional, algo que evidentemente no hacen.
Lo que a mí me pareció más indignante del reality de ayer, fue que los conductores de los medios se asumieran a si mismos como la epítome de la democracia y como auténticos representantes de la ciudadanía. No, no lo son. Y eso es algo que debemos hacerles ver muy claramente: ni Alatorre, López Doriga o Ferriz de Con, representan al pueblo de México. EXA no es toda la música que escuchan los jóvenes o no todos en el país se desviven por babosadas como la Nueva Banda Timbiriche.
Ante el ataque de la mediocracia, tuve que recurrir rápidamente a los clásicos y me topé con un artículo de un Periodista de verdad: Ryszard Kapuscinski….copio algunos parráfos:
Antes, el periodismo era una misión practicada por unas pocas personas
con amplios conocimientos de cultura e historia. Lamentablemente ahora
ha pasado a ser una profesión de masas en la que no todos son
competentes. Hoy lo tratan como una carrera más que puede abandonarse mañana si no rinde los frutos económicos esperados.
Los reporteros significan un grupo especial entre los periodistas:
entregan tiempo, ambiciones, aspiraciones y energía para cumplir con
su oficio. Dedicación, concentración y reflexión permanentes
constituyen su savia. No obstante, algunos se duermen en sus laureles
por enfocarse más en el dinero a costa de la calidad. En ese sentido
conviene señalar que en los primeros pasos reporteriles es preferible
centrar las miras en la calidad aunque no pueda ganarse mucha plata.
Simultáneamente no se logran ambas cosas. Si al inicio se elige ganar
menos, al final el periodista sale ganador. Porque nuestro oficio no
arroja resultados inmediatos. Hay que trabajar años y años. Antes de
los 30 ó 35 todo es aprendizaje. No hay que desesperarse por ganar
reconocimientos. La paciencia debe ser una de nuestras virtudes.
Debemos aprender a ser humildes y nunca dejar de aprender. Si se apaga el entusiasmo por aprender, se seca el fuego interno. Y si no se
prepara uno, se marchita ese entusiasmo. La llama interna no puede
descuidarse. No conviene esperar tal sequedad. Mejor prepararse,
interesarse, involucrarse, y leer, leer, leer...
Hay mucha gente susceptible a la arrogancia. Y como reportero resulta
imprescindible una sincera humildad. Porque lo primero ha de ser el
entendimiento frente al otro: el ser humano con todas sus inquietudes
y su propio mundo. Como entrevistador no es recomendable la dureza.
Mejor crear una atmósfera de confianza. Y la primera señal para
encauzar la confianza está en la sonrisa. Lo ideal es abrirse al
diálogo pese al tipo de gente. Escuchar al entrevistado y poner de
nuestra parte para entenderlo.
Trabajar como reportero, con informaciones rápidas, era el precio por
hacer lo que me gustaba: conocer gente, sumergirme en culturas,
investigar sucesos, aprender del mundo, escribir mis libros, el ser
escritor... Resulta fundamental tener conciencia de ello para dominar
la situación y no afectarse por las circunstancias. En ese sentido es
preciso estar por encima de los hechos para dominarlos como un piloto
a la nave que conduce.
Preguntas: ¿Cuántos de los “periodistas” presentes ayer en la cámara podrán identificarse con los preceptos esgrimidos por Kapuscinski? ¿Qué le interesará más a los que allí estuvieron: el dinero o la calidad? ¿Cuántos estarán realmente dispuestos a enfrentarse y a entender al otro? ¿cuántos están interesados realmente en la cultura como un todo en el que se mezclan lo político, lo artístico, lo social?
Las respuestas seguramente las tienen ustedes. Hoy mientras comentábamos todo esto al aire recibimos una llamada de un radio escucha que decía: “Existe en México un choque entre la mediocracia y la partidocracia con pérdida para la democracia. En México no habrá democracia mientras haya analfabetas”. Respondí que tiene razón, pero ya los analfabetas no son solamente aquellos que no saben leer y escribir, sino también aquellos sumidos en la banalidad ofrecida por medios electrónicos. Analfabetas políticos, artísticos y sociales, a los que se les manipula con enorme facilidad para seguir viendo Ventaneando o escuchando La Papaya, en lugar de interesarse por todo aquello que realmente es importante.
Y los medios siguen interesados en mantenerlos así, mientras se asumen como sus representantes. ¿Existirá alguna contradicción más grande?...
ZAZ largo post….
Así las cosas hoy miércoles….
Salud pues……