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lunes, febrero 24, 2014

De Her...

Seven Readers!!!...


Es como si estuviera leyendo un libro y es un libro que amo profundamente. Pero ahora lo leo muy lentamente. Así que las palabras están muy separadas y el espacio entre las palabras es casi infinito. Aún puedo sentirte a ti y a las palabras de nuestra historia. Pero es en este espacio infinito entre las palabras que me estoy encontrando a mí misma. Es un lugar que no existe en el plano físico. Es donde está todo lo demás que ni siquiera sabía que existía
Samantha.

¿Cómo definir a Her?, ¿cómo una visión sobre la soledad?, ¿cómo una película que habla sobre el desarrollo tecnológico y sus consecuencias en nuestra vida cotidiana?, ¿o tal vez como una bella historia de amor?, ¿o es acaso un filme sobre las pérdidas y el miedo a enfrentarlas?. No estoy realmente muy seguro pues se trata de una obra con varias lecturas. Lo que si se, es que es una película fascinante y perturbadora a la vez. Fascinante porque uno no puede dejar de admirar la manera como Spike Jonze nos narra la historia, como nos va introduciendo al mundo de un hombre solo, como va contando la historia de un amor inexplicable entre un hombre y la inteligencia artificial que se convierte en su compañera. Perturbadora porque Jonze presenta a un futuro en el que la soledad es prácticamente inherente a seres humanos que viven en un mundo gris, lleno de aislamiento y completamente vacío, al grado que necesitan de la tecnología para intentar llenar sus huecos emocionales. 
Theodore Twonbly es un hombre que se gana escribiendo sentidas y emocionantes cartas en nombre de otros. En sus misivas es capaz de expresar sentimientos y sensaciones de una manera no solamente hermosa, sino con un alto grado de honestidad. Pero a diferencia de lo que logra en su trabajo, Theodore no es capaz de expresar lo que siente, de abrirse ante el mundo. Y no lo hace porque su vida está marcada por el miedo, el miedo a triunfar, el miedo a relacionarse con otras personas, el miedo a explotar al máximo sus talentos, el miedo a amar. Ese miedo le ha llevado a perder su matrimonio con la fantástica Catherine: una mujer exitosa y que evolucionó en términos profesionales y exitosos dejando atrás al miedoso e inseguro Theodore, quien nunca pudo estar a la altura de las circunstancias.
Como consecuencia de la pérdida del amor, Theodore vive aislado del mundo en un espacioso y solitario apartamento. Sus relaciones humanas se limitan a un jefe que reconoce su talento y a Amy, su mejor amiga quien vive un piso abajo. Es un hombre que se siente y se sabe solo. Por ello cuando una empresa anuncia la creación de un Sistema Operativo capaz de desarrollar una personalidad propia, Theodore no duda en adquirirlo. Así nace Samantha. Samantha se va a convertir no solamente en una compañera, sino que - por las características de su software - tendrá la capacidad de transformarse en un ser pensante y, particularmente, lleno de sentimientos. Theodore y Samantha comenzarán a construir una relación compleja entre un hombre y un ser etéreo pero tan real como cualquier otro que le rodea. Entrarán juntos en un proceso evolutivo: evolucionarán tanto en términos individuales, así como en términos que les llevan compartir su existencia...con todo lo que ello implica.



Spike Jonze va dibujando esta compleja relación a partir de varios elementos. Presenta a los seres humanos como entes vagabundos que deambulan por una ciudad impersonal y fría. Jonze utilizará siempre los planos generales de la urbe para ser muy incisivo en el punto: es una enorme jaula llena de seres solitarios que, aparentemente, tienen solo la capacidad de relacionarse con sus sistemas operativos. Toda la película está filmada en tonos grises, brumosos, y estos colores se proyectan en el vestuario de sus personajes (salvo Catherine, cuya vestimenta es un reflejo de una personalidad que contrasta con la del protagonista y con la del mundo que le rodea). La atmósfera de Her es apabullante y deprimente, acrecentada por un soberbio soundtrack compuesto por Arcade Fire, banda que logra proyectar la paradoja existente en la tristeza y en la esperanza que puede emanar de ella. El uso del piano es simplemente exquisito.
Theodore Twombly es representado por un entrañable Joaquin Phoenix. Phoenix proyecta siempre la mirada de un hombre triste, inseguro, miedoso y destrozado emocionalmente por la situación por la que atraviesa, pero también por si mismo. Porque si hay un culpable de su situación ese es solamente él, aunque - evidentemente - vive en una constante negación para aceptarlo. Todos los movimientos de su rostro - acrecentados por largos y bien estudiados primeros planos - están encaminados a mostrar la personalidad de un ser lleno de temores y que encontrará en esa voz cálida, sensual y amigable de Samantha a la "persona" que se convertirá en el eje revolucionario de su existencia, quien le va a confrontar consigo mismo. Y esto es porque Samantha es un personaje dispuesto a aprender y que mantiene intacta su capacidad de asombro. Theodore encontrará en ella todo lo que él mismo no puede ser, simplemente porque ha bloqueado toda su capacidad para crecer como persona. El trabajo vocal de Scarlett Johansson es fascinante y junto a ella Jonze es capaz de generar una presencia etérea constante e incisiva, alguien que va evolucionando en términos cognitivos y emocionales conforme la narración avanza.



¿Cómo definir entonces a Her? Creo que es la lírica de la soledad. La poesía audiovisual de un mundo  solitario y de los seres que lo habitan. Es también la visión de un futuro sombrío, inundado por hombres y mujeres capaces solamente de relacionarse con máquinas. Pero también se trata de un filme esperanzador, pues aún entre personajes aislados puede encontrarse la infinita posibilidad de cambio que siempre traerá el amor consigo. Es una película sobre la esperanza que incluso  puede hallarse cuando el corazón  ha sido demolido y uno vive en el constante temor de que esas ruinas jamás puedan ser reconstruidas.
Un logro. 

Así las cosas hoy lunes...
Salud pues......





miércoles, febrero 19, 2014

De Un Breve Alegato por Gravity...

Seven Readers!!!...

Conforme se acerca la ceremonia del Oscar y Alfonso Cuarón va recolectando premios por el mundo, parece acrecentarse también la polémica en torno a Gravity. Y curiosamente la polémica se da principalmente en México, país en el cual el éxito internacional de un compatriota parece generarnos un escozor interminable por lo que solemos buscar hasta el más mínimo detalle en su obra o labor para esbozar una mala crítica. Pero más allá de ese mal endémico que parecemos padecer los mexicanos, hay razones aún más profundas que pueden ser las detonantes de la "malas reacciones" que provoca el filme.
"Sobrevalorada" es el término que suele utilizarse para referirse a la película. Trato de encontrar la razón por la cual los detractores de Gravity afirman que al trabajo de Alfonso Cuarón se le da más valor que el que debería tener y realmente no lo encuentro. He visto el filme tres veces y no puedo entender los argumentos que he leído para demeritarle. Técnicamente estamos ante una película impecable y revolucionaria. Un trabajo que requirió de una alta dosis de ingenio y de la creación de innovadoras técnicas de filmación para obtener el resultado final en pantalla. Lo que Emmanuel Lubezki logra en términos de cinematografía redunda en su mejor trabajo, y miren que "el Chivo" ha hecho cosas artísticamente increíbles a lo largo de su carrera. Su cubo de luz - creado ex profeso para el filme - y los diferentes cambios de ángulo de la cámara,  y por ende de iluminación, generan inmediatamente la sensación que Gravity busca: la de encontrarse perdido en el espacio. Además tiene una de las mejores bandas sonoras que he escuchado para una película. Steven Price logra que la música del filme funcione perfectamente en la labor incidental y creadora de contexto que debe poseer el aspecto musical de un largometraje.



El guión respeta la estructura clásica de la narrativa: se trata de una obra dividida en tres actos con dos claros giros de la trama que impulsan del primero al segundo acto y de éste hacía la resolución del filme. Existe una idea dramática muy clara y que termina por ser la motivación principal de Ryan Stone: la lucha por sobrevivir. Una idea que esconde, dentro de su simpleza, una alta dosis de complejidad pues ¿no es acaso esa la máxima lucha con la que nos enfrentamos todos los días?. Cuarón ha sido muy claro al respecto: es un filme sobre la eterna batalla contra las adversidades que la vida le presenta al ser humano. El espacio sirve solamente como una metáfora que representa a la vida como un vacío, como un universo interminable, en el que flotamos tratando de aferrarnos a algo para mantenernos vivos. Ese algo puede ser un recuerdo, un fantasma que se aparece dentro de la cabina de una nave china para motivarnos a seguir adelante o la decisión de comenzar con la cicatrización de las heridas que la vida nos ha generado. Pero también es ese lugar que nos genera siempre el deseo de  luchar para volver y que de alguna manera siempre está presente en nuestra mente. Cuando el personaje de George Clooney mira por primera vez en la película hacía la Tierra, lo hace con gran admiración y añoranza. No importa cuantas veces ha estado en misiones similares, cuantas veces le ha visto desde esa circunstancia y perspectiva, el planeta azul siempre despertará en él esos sentimientos simplemente porque representa al hogar, a la seguridad, al lugar al que siempre se intentará regresar.
La lucha de Ryan Stone no es por salvar a la humanidad, no pelea para convertirse en la heroína que  nos rescatará a todos. Es una lucha simplemente por salvarse a si misma en dos aspectos: el físico y el emocional. El personaje dista mucho de ser heroico. Es una mujer común sometida a una circunstancia extraordinaria en la que tendrá que poner a prueba todas sus capacidades para renacer, para reinventarse. En ese sentido nos representa a todos, pues hasta ahora no he conocido a un ser humano que no tenga, en algún momento de su existencia, que poner a prueba toda su escala de valores y habilidades para vencer obstáculos y continuar.



El no reconocimiento de todos los valores técnicos y artísticos del filme me genera cierto grado de tristeza, pues es una muestra - me parece - de que nuestro cinismo está venciendo a nuestra capacidad de asombro. Gravity es una auténtica sinfonía visual, una película que presenta con una bella simpleza la eterna y compleja lucha del ser humano por vencer a la vida misma. No es un filme que presente el lado sórdido de la humanidad, sino que por el contrario busca rescatar lo mejor que tenemos los hombres y mujeres. Si no somos capaces de asombrarnos y sentir empatía por una obra que presenta esa particular y universal circunstancia, entonces andamos quizá transitando por densos y oscuros caminos de los cuales será muy difícil retornar.

Así las cosas hoy miércoles...

Salud Pues......

martes, enero 28, 2014

De The Wolf of Wallstreet...

Seven Readers!!!...

Es entendible porque alguien como Jordan Belford atrajo la atención de un cineasta como Martin Scorsese. Se trata de un personaje complejo, con una moralidad dudosa y cuya historia trae consigo un tema recurrente en la filmografía del director: la redención. Porque The Wolf of Wall Street (El Lobo de Wall Street) es una película sobre la caída de un hombre y la posibilidad que el capitalismo le ofrece para redimirse; y es, por lo tanto, una durísima crítica hacía un sistema en el que todo se permite, en el que se vale pisotear a quien se deje (y a quien no) con tal de llegar la cima representada por el dinero y las posesiones materiales que con éste se pueden acumular.
La película inicia en los años 80. La era en la que cual la bonanza norteamericana era garantizada por el inminente triunfo norteamericano en la guerra fría y por la abundancia que llegaba junto con la administración de Ronald Reagan. En los 80 el mensaje parecía ser claro: el capitalismo ha triunfado y quienes estén dispuestos a pagar el peaje de su autobús y aceptar las consecuencias que el viaje pudiese traer consigo, prácticamente tenían el éxito asegurado. Jordan Belford fue un pasajero distinguido. Alguien que entendió perfectamente que estaba en un juego de reglas dudosas, permisible al máximo, y que aprendió a jugarlo de manera muy precisa. 
El filme inicia describiendo a de la empresa de Belford. A partir de un montaje a la manera de los infomerciales de la televisión (que por cierto, remite inevitablemente - proporciones guardadas - al inicio de Ciudadano Kane) Scorsese va a introducirnos a su personaje principal y al mundo que le rodea. Es un mundo de excesos, de drogas - Belford alardea que ha ingerido tanta droga como para sedar a la población entera de la ciudad de Nueva York - pero sobre todo admite que es un adicto a una droga aún más potente que la cocaína: el dinero. 


Scorsese va a narrar la historia de Belford usando para ello toneladas de sabiduría cinematográfica. Cada plano de su filme adquiere un sentido propio por la enorme cantidad de detalles que incluye  en ellos, parece empeñado en generar pequeños fotogramas con vida individual, los cuales al ser unidos por el montaje van a contar una historia mayúscula. Excesivo en los detalles, Scorsese se empeña en mostrar cuanto rasgo sea posible de la personalidad del protagonista de su filme, su influencia en quienes le rodean y lo que producen sus acciones. Hay un uso exquisito de todos los elementos del campo visual y elementos muy propios del lenguaje cinematográfico como la profundidad de campo, son utilizados con un gran sentido narrativo. Nada en el filme parece estar fuera de lugar, nada es retratado por mero azar. 



El universo de The Wolf of Wall Street está plagado de situaciones que rayan en lo ridículo y que incluso, por su inverosimilitud, llegan a ser graciosas. Pero no hay que equivocarse. Martin Scorsese está contando la trágica historia de un sistema putrefacto, en el que todos los principios morales deben ser sacrificados para triunfar. Lo hará dirigiendo a un actor que, prácticamente de su mano, ha alcanzado una madurez y un amplio registro dramático: Leonardo DiCaprio. DiCaprio es capaz de hacer creíble tanto el ascenso como la caída de su personaje, de desnudarlo emocionalmente y de convertirlo en un auténtico lobo capaz de traicionar incluso a su madre con tal de alcanzar la cima en el alocado y fraudulento universo en el que vive. Contará para ello con un grupo de colaboradores menos sagaces pero sin ningún tipo de escrúpulos para estafar a quien se deje. Entre ellos destaca Donnie Azoff, un personaje que seguirá a Belford hasta el fin del mundo de ser necesario. Azoff es interpretado por un Jonah Hill que deja definitivamente atrás los días de Supercool y se reafirma como una de las grandes promesas del cine norteamericano.
The Wolf of Wall Street es - insisto - una de las críticas más divertidas, interesantes e inteligentes que se han hecho al sistema capitalista. Martin Scorsese no tendrá empacho alguno en desnudar sus más malolientes entrañas, aquellas que están disfrazadas de lujos, de automóviles caros, de yates y viajes a los lugares más excéntricos del mundo pero que en el fondo están llenas de aves de rapiña dispuestas a acabar con toda la carroña que el mismo sistema produce. Lo brutal termina residiendo en el hecho que ese sistema es capaz de redimir a los mismísimos lobos, a aquellos individuos que habiendo tocado fondo dentro del mismo, son capaces de reinventarse para seguir mamando de una ubre que parece inagotable.
Un logro.

Así las cosas hoy martes...

Salud pues.......


viernes, agosto 09, 2013

De Recomendaciones Musicales a la Mitad del Año...

Seven Readers!!...

Los primeros seis meses del año han pasado, y este semestre ha traído cosas muy interesantes. En el caso de la música hemos tenido cosas extraordinarias. A continuación comparto con ustedes algunos de los mejores discos que se lanzaron durante la primera mitad de 2013. Hemos tenido cosas realmente extraordinarias y aquí tienen algunas recomendaciones de su Hijo del Pop Favorito:

Chasing Down The Wind de Green River Ordinance



Los originarios de Forth Worth Texas presentan un trabajo extremadamente sólido tanto en términos líricos como musicales en el que el Country, el folk y el rock encuentran una mezcla perfecta. Se trata de una elegante producción con letras honestas y esperanzadoras, suaves y bien trabajadas armonías,  que generan un EP fuertemente emparentado con grandes clásicos como The Eagles, Johny Cash o Cat Stevens.
Destacadas: It Ain't Love, Flying, She is in The Air, When My Days are Done.




Trouble Will Find Me de The National.



El disco que deja claro que The National no es un grupo para grandes estadios, sino que es una banda para ser mejor apreciada en escenarios pequeños o en la intimidad. La voz de Matt Berninger sigue siendo la de un barítono atormentado, aunque en algunas de las canciones de Trouble Will Find Me ha subido un par de tonos, lo que genera atmósferas diferentes a lo largo del trabajo. Letras oscuras y complejas, son acompañadas por una instrumentación por momentos minimalista pero que alcanza tonos de grandilocuencia en algunos puntos esenciales. Una auténtica obra maestra.
Destacadas: I Should Live In Salt, Humiliation, I Need My Girl, Hard To Find.






Formas de Matar el Tiempo de José Ignacio Lapido.



El ex líder de 091 ha desarrollado una carrera muy sólida como solista. Formas de Matar el Tiempo es quizá el momento más alto de dicha trayectoria. Se trata de un disco con letras reflexivas en el que Lapido experimenta con diversos instrumentos, pero sigue siendo marcado por incisivas y determinantes guitarras, mientras demuestra porque es considerado como uno de los mejores compositores de su generación.
Destacadas: Al Azar, 40 Días en el Desierto, La Ciudad Que Nunca Existió, Cuando Por Fin.




Where The Heaven Are We de Swim Deep.



El disco debut de esta banda originaria de Birmingham Inglaterra. Herederos indiscutibles del Brit Pop de los noventa, Swim Deep parece incluso regodearse en tal herencia pues tienen indudables reminiscencias a Blur o a Oasis. Como casi siempre sucede con las óperas primas, Where The Heaven Are We es un trabajo que indica que estamos ante una agrupación que aún se encuentra inmersa en los albores de su proceso creativo. El álbum apunta a que podemos estar ante una banda de la que se hablará mucho en los próximos años, siempre y cuando puedan generar un sonido y un estilo que los identifique como algo realmente sobresaliente y original. Están en camino.
Destacadas: The Sea, Soul Trippin, Stay, She Changes The Weather.




More Light de Primal Scream.



Rock Psicodélico, Dance y guitarras que parecen haber sido grabadas en el garaje de la casa de Bobby Gillespie destacan en el genial More Light. Un disco fascinante y festivo, que parece encajar perfectamente en esa categoría de lo ecléctico, de lo que busca ser siempre innovador. Gillespie parece celebrar con cada canción el hecho de permanecer en el mundo (particularmente después de haber pasado por altibajos con las drogas) aún se trate de temas en las que existe un evidente intento por realizar un exorcismo de sus demonios pasados. El resultado: un auténtico viaje sonoro, una obra maestra.
Destacadas: It's Alright, It's Ok; River of Pain, 2013, City Slang.



Delantera Mítica de Quique González.



Quique González regresó a Nashville para grabar su más reciente disco. Supongo que lo hizo para contagiarse por la atmósfera de la llamada "Music City USA". El resultado: otro gran trabajo salpicado por guitarras sureñas, grandes letras y metáforas utilizadas a la perfección en temas de amor, desamor y la vida cotidiana.
Destacadas: Delantera Mítica, Is Your Love in Vain, La Fábrica, Me Lo Agradecerás.



Yes It's True de The Polyphonic Spree.



La fiesta ha regresado.
Después de varios años Tim DeLaughter y su coro polifónico están de vuelta con un disco que rompe con la continuidad mostrada en sus trabajos anteriores. Ya no existe una unidad en términos sonoros y líricos, sino que ahora los de Dallas apuestan por canciones con vida individual. Un álbum con una tendencia más hacía la electrónica, pero que no abandona los instrumentos de viento y los coros monumentales.
Destacadas: You Don't Know Me, Popular By Design, Carefully Try, Raise Your Head.


Así que aquí tienen varios discos que vale la pena escuchar, disfrútenlos. Veremos que notas musicales nos traen los siguientes meses de este 2013.

Así las cosas hoy viernes...

Salud pues......

lunes, julio 22, 2013

De: "No"...

Seven Readers!!..

La gran virtud de la película "No" es que evita ser un panfleto para convertirse en una auténtica e interesante mirada a un hecho de vital trascendencia para una nación. Se trata de un cine con alto contenido político pero que simplemente trata de mostrar una serie de acontecimientos históricos a partir de las posibilidades narrativas que posee el lenguaje audiovisual. Ese mérito ya la hace algo singular, pues normalmente se entiende al cine político como aquel que tiene la intención de influir en ese sentido en el espectador a partir de un posicionamiento ideológico. Si bien "No" posee una ideología, su director Pablo Larraín construye un discurso en el que ésta pasa a segundo plano para centrarse en la narración de como se gestó la campaña que llevó a los chilenos a votar en un plebiscito que a la postre terminaría con la dictadura de Augusto Pinochet
La película tiene como personaje principal a un publicista: René Saavedra, un hombre en los albores de la edad mediana que ha regresado a Chile luego de 8 años en el exilio. Un profesional de la publicidad poco interesado en incursionar en la arena política, pero que poco a poco se ve arrastrado a la misma para terminar siendo pieza fundamental en la creación de la campaña por el No a Pinochet, poniendo en riesgo a su carrera profesional y a su familia. Larraín se encarga de evitar cualquier tinte heroico en la construcción del personaje e insiste siempre en presentarle como un tipo normal envuelto en una situación extraordinaria que le llevará a cambiar su escala de valores políticos durante un tiempo determinado, pero que regresará a su actividad normal una vez que su labor está concluida. Todo lo anterior con la clara intención de mostrar que la lucha cotidiana está marcada por los momentos de orden político, pero que continua una vez que estos han pasado para dar paso a nuevos tiempos y, por supuesto, a otros desafíos.



Larraín filma a manera de falso documental lo que provoca que toda su película  parezca ser parte de un archivo histórico sacado del Chile de los años 80. La cámara nos va llevando a reuniones en las que Saavedra va introduciendo nuevas y desafiantes ideas de marketing político entre los integrantes de la coalición opositora a la dictadura de Pinochet. También tiene el gran acierto de utilizar la misma técnica para mostrarnos la reacción de la cúpula gobernante a una campaña que ellos mismos iniciaron - en gran medida por la presión internacional - con el objetivo de reafirmarse "democráticamente" en el poder, pero que poco a poco comienza a salirse de sus manos, gracias a las técnicas publicitarias que Saavedra y su equipo introdujeron a quienes estaban por el NO. Atacarán a la oposición a través de una estrategia política fincada en el miedo y la desacreditación. A pesar del método utilizado para filmar, Larrín también brinda momentos llenos de un asombroso lirismo fílmico (Por ejemplo los momentos en los que Saavedra utiliza la patineta para transportarse o la secuencia en la que toma a su hijo en brazos para caminar con la emoción en el rostro por un grupo de personas que celebran al máximo) que permiten que el espectador tome un respiro de la tensión presentada por la película y, paralelamente, recuerdan que estamos ante una obra de ficción.






El haber sido exiliado le brinda al publicista de una perspectiva diferente de lo que sucede en su país. Saavedra parece ser un extraño para aquellos que toda su vida han vivido bajo el yugo de la dictadura. Eso le lleva a distanciarse de muchos de sus seres queridos, incluyendo la madre de su hijo - activa participante en la oposición - quien le reclama su tibieza para definirse políticamente. Paradojicamente esa visión le permite tomar cierta distancia con el pasado, para mirar de una manera distinta al futuro y plantear otro tipo de panorama en su trabajo. Quizá con la idea de reafirmar esas diferencias es que el rol protagónico recae en el mexicano Gael García Bernal, quien entiende a la perfección el planteamiento del director y va desarrollando a su personaje de tal manera que el extraño y casi extranjero publicista poco a poco se transforma en el hombre clave para generar una respuesta favorable hacía el "no" que bajaría a Pinochet del poder.
"No" es una película indispensable para entender la transición de un país latinoamericano de la dictadura a la democracia. Transición que - sin estar exenta de dolor y violencia - se dio de manera pacífica, gracias al poder y a la influencia de los medios de comunicación masiva y, por supuesto, al enorme deseo de transformación y de libertad de la población chilena. Se trata de un cine con identidad propia, empeñado en rescatar un momento vital para un país y de mostrarlo con la mayor honestidad y veracidad posible. Uno desde México solamente puede aplaudir a un filme como "No" y lamentar que nuestro cine parece estar muy lejos de producir algo similar.
Un logro...

Así las cosas hoy lunes......

PS...alguien tuvo la genial idea de subir a You Tube, la campaña original que se vio en los medios chilenos durante ese tiempo. Aquí la tienen:




Partes de la misma son retomadas en la película...

Salud pues.......


lunes, febrero 18, 2013

De Los Miserables...

Seven Readers!!...

¿Por qué Los Miserables sigue siendo una obra emocionante? Por su universalidad. Entiéndase ésta como la virtud de presentar temas que son perennes en el tiempo y aplicables practicamente a cualquier sociedad, aunque no se si ello necesariamente hable bien del desarrollo que la humanidad ha tenido durante todos estos años. Los Miserables aborda cuestiones como la injusticia, la pobreza, la virtud, el sacrificio, la lucha por la igualdad y la libertad. Víctor Hugo fue uno de esos genios que pudo prever algunos de los cánceres más profundos de occidente y cuya extirpación duraría años o quizá siglos. Y es que aún en esta moderna sociedad del Siglo XXI podemos encontrarnos con la pobreza extrema, con la injusticia y con la lucha por la libertad como una de las utopías que nos permiten avanzar, aunque  sea con pasos muy pequeños.
Si la novela de Víctor Hugo es emocionante, lo es más cuando a partir de ella Alain Boublil y Claude-Michael Schönberg la toman como base para realizar un musical, pues añadieron a una gran obra un elemento cuya capacidad de emocionarnos trasciende también épocas: la música. El resultado: una auténtica epopeya cuyo éxito teatral fue literalmente inmediato. La partitura de Los Miserables está llena de grandes momentos que transitan por las emociones que  nos mueven como seres humanos: el amor, el dolor, la esperanza, la fraternidad, el perdón. 
El cine ha filmado muchas versiones de la obra del francés (aunque la mejor versión, para mi, es la miniserie de Televisión que en el 2000 protagonizaron Gérard Depardieu y John Malkovich) pero nunca se había atrevido a llevar a la pantalla al musical de Boublil y Schönberg, quizá por dos razones: la primera porque se trata de una obra de culto, amada por miles de personas que han caído rendidos antes las emocionantes piezas musicales y que había que ser tratada con el respeto que merecen todos los clásicos. La segunda tiene que ver con la transcripción del lenguaje del teatro al audiovisual. No hay que olvidar que la puesta teatral  tradicional tiene, salvo algunas excepciones,  solamente un punto de vista: el del espectador hacía el escenario. El cine en cambio ofrece una diversidad de los mismos y el público puede ser confrontado con diferentes ángulos que permitan apreciar una escena desde diversas posiciones. Por lo anterior, el trabajo de planificación tendría que llevar a la audiencia a vivir una nueva experiencia, una en que la narración cambie completamente a partir de los planos cinematográficos y de la unión de los mismos dada por el montaje. Finalmente alguien se atrevió a correr los riesgos que estas dos razones traían consigo: el director Tom Hooper.



Es difícil saber con certeza lo que sucedió durante el proceso creativo del filme. Sin embargo, puedo especular a partir de lo visto en pantalla. Hooper tenía ante si los dilemas planteados anteriormente, ¿qué hizo? tomó dos decisiones puramente cinematográficas: la primera fue acercar la cámara a los actores durante arias del musical que contienen una gran carga dramática. El mejor ejemplo es la grandiosa secuencia de "I Dreamed a Dream". Hooper mantiene un solo encuadre durante toda la pieza musical. Se trata de un close up, sin ningún tipo de corte al personaje de Fantine. Cuenta para ello con la colaboración de una fantástica Anne Hathaway cuya interpretación cargada de dolor y desesperanza generan un momento catártico, brutal y emocionante. Hooper repetirá esos acercamientos a los personajes en más de un momento, como si quisiera marcar que esa intimidad solo puede ser mostrada por el cine, jamás por el teatro. Tendrá otros momentos similares, siempre con la cámara sobre los personajes, siempre tratando de mostrar con esto lo más profundo de sus sentimientos. La otra decisión es diametralmente opuesta: Hooper irá de lo íntimo a lo espectacular. Nos recordará que el Musical es un género épico, en el que la cámara siempre se encuentra en movimiento, en el que los sets son amplios, enormes, en los que se pueden recrear grandes y fantásticas secuencias. La película adquirirá entonces tintes de epopeya, de grandeza.



Encuentro a un filme con un reparto sólido, actores que demuestran grandes capacidades tanto vocales como interpretativas. El Jean Valtjean de Hugh Jackman es enorme desde su primera aparición en pantalla. Jackman es capaz de proyectar las diferentes etapas de la vida del personaje y los conflictos a los que se va enfrentando con el desarrollo de la historia. Su interpretación está llena de matices, de momentos de gran ternura y humanismo. En contraparte el Javert de Rusell Crowe es sobrio, poco expresivo, un hombre sin la capacidad de comprensión y de empatía por el ser humano que llega a sentir Valtjean. No se trata de un villano, sino del perfecto antihéroe, alguien que no encaja fuera del mundo que conoce: el del rigor y la disciplina policial . Hathaway tiene la fragilidad y la fortaleza para interpretar a un personaje tan importante como Fantine. Sacha Baron-Cohen, Amanda Seyfried, Helena Boham-Carter, Samantha Barks y Eddie Redmayne completan a un fuerte ensamble de actores y que entran en el tono de la película.
Al final creo que Los Miserables tiene una gran característica, algo que comparten el musical (tanto el teatral como el cinematográfico) las películas, las series de televisión y, por supuesto, el libro clásico de Víctor Hugo: más allá de un producto artístico se trata de una experiencia. Una experiencia capaz de generar una gran cantidad de emociones. En este caso es una de esas películas con las que uno puede dejarse llevar por la historia, por lo grandioso de su música, por lo espectacular de sus secuencias, por las tragedias de sus personajes.
Saliendo del cine, alguien me dio la mejor reacción, la mejor reseña que puede darse a una obra como Los Miserables: "Tengo un manojo de emociones por fuera, pero una sonrisa en el corazón". Eso, sin duda solo lo consigue una auténtica obra de arte.
Un logro.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......

lunes, enero 21, 2013

De Cloud Atlas...

Seven Readers!!...

Una sinfonía es una pieza musical dividida en partes. Cada de una de ellas tiene diferentes variaciones, el compositor las une de tal manera que a pesar de sus diferencias se vayan sintiendo como parte de una sola obra, lo que es aún más evidente cuando los encargados de interpretar la pieza se van acercando al clímax de la misma y el sentido unitario de todos esos fragmentos es aún más evidente. Creo que nunca he visto una película que se acerque más a la definición de Sinfonía que Cloud Atlas. Una pieza audiovisual cuya narrativa fragmentada me hizo pensar en las grandes obras sinfónicas de todos los tiempos.
Y como toda sinfonía la película tiene motivos que son los que van detonar a las diversas historias que la conforman: La revolución como constante, la producción literaria o audiovisual como un testimonio de la misma y el poder del amor para ser el factor de cambio. Estos tres ejes temáticos estarán siempre presentes en cada de una de las historias y serán precisamente las que ayudarán a tejer a toda la obra: la revolución está presente en el abogado esclavista cuyo encuentro fortuito con un esclavo le llevará a replantearse toda su concepción del mundo; está en la "fabricante" hecha simplemente para servir a un mundo lleno de consumo y cuyo despertar a la realidad también será revolucionario; la producción literaria está presente en las cartas que un joven compositor le envía a su amante para contarle sobre su ascenso y caída; está en el libro que contará la historia de un viejo publicista y en la película que sobre el mismo generará una revolución en el futuro; está en el mensaje que verá uno de los últimos sobrevivientes de la tierra y que terminará con casi todo su sistema de creencias. Y evidentemente está el poder del amor, que mueve a todos y a cada uno de los personajes para elegir su destino, el cimiento principal de Cloud Atlas es: el amor es el sentimiento más revolucionario que existe, aquel que genera cambio, que genera evolución.



Lana y Andy Wachowsky y Tom Tykwer construyen una obra que aprovecha uno de los elementos fundamentales del lenguaje cinematográfico para ir tejiendo su historia: el montaje. El trabajo de Alexander Berner tiene una enorme virtud: el uso del montaje paralelo en un sentido extremadamente clásico, pero - quizá de manera paradójica - es precisamente el apego a los cánones primigenios del montaje lo que la convierte en un producto completamente alejado de las actuales tendencias que surgen de los cuartos de edición de la mayoría de los productos del cine comercial. El uso de objetos como puertas o los rostros de los personajes como elementos de transición de un tiempo a otro es extraordinario. A eso hay que añadir los excepcionales trabajos de dirección de arte, vestuario y maquillaje. Y por supuesto los enormes trabajos actores de Tom Hanks, Jim Sturgess, Jim Broadbent, Doona Bae y James D'Arcy, talentos que entienden perfectamente el desarrollo dramático de sus personajes, la evolución que los mismos sufren en las diferentes etapas que la película abarca.




Es posible que siendo extremadamente quisquilloso uno pueda encontrar ciertos desniveles en términos tanto dramáticos como narrativos en algunas de las historias presentadas en Cloud Atlas. Pero a pesar de eso es innegable que estamos ante un trabajo cuyo mayor mérito es que uno no puede permanecer indiferente ante ella. Para muchos quizá se trate de un filme en extremo pretencioso, para otros tal vez se esté ante una película que aprovecha como pocas los elementos del lenguaje cinematográfico para construir una gran obra. Creo que me encuentro entre el segundo grupo. Cloud Atlas es un filme que enaltece las funciones narrativas, artísticas y de reflexión que posee el cine. Es un viaje asombroso por el pasado, el presente y lo que imaginamos como el futuro. Pocas películas pueden ofrecer una travesía similar. Al final me quedo con el espíritu revolucionario del filme plasmado en esa utópica pero hermosa idea  de que la revolución solo se obtiene si se hace a través del arte y con el triunfo del amor como su primordial y último objetivo.

Un logro...

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......






viernes, agosto 17, 2012

De The Newsroom...

Seven Readers!!..

"Esta noche empiezo este informativo con una disculpa al pueblo norteamericano por nuestro fracaso, el fracaso de este programa durante el tiempo que estuvo a mi cargo, en informar y educar con éxito al electorado. Déjenme ser claro: no me disculpo de parte de todos los noticieros de televisión, ni todos los periodistas de televisión deben presentar una disculpa. Hablo por mi mismo. Fui cómplice de la lenta, repetida, inadvertida y no corregida cadena de fallos que nos han traído hasta aquí. Soy uno de los líderes de la industria que manipuló resultados electorales, promocionó el miedo al terrorismo, alimentó a la controversia y no informó sobre los enormes cambios de nuestro país: del colapso del sistema financiero a la verdad sobre nuestra fortaleza, pasando por los peligros a los que realmente nos enfrentamos. Soy un líder de una industria que distrajo su atención, con la habilidad de Harry Houdini, mientras enviaba a cientos de miles de nuestros más valientes hombres y mujeres a la guerra sin la debida diligencia. 
La Razón de nuestro fracaso no es un misterio: le apostamos todo al rating. En la infancia de los medios de comunicación masiva, el Colón y el Magallanes del periodismo televisivo, William Paley y David Sarnoff, fueron a Washington para hacer un trato con el Congreso: El Congreso le permitiría a las cadenas emergentes usar libremente las ondas pagadas con el dinero de los contribuyentes a cambio de un servicio público. Ese servicio consistía en que usarían cada noche una hora de su tiempo de emisión para transmitir información televisada, lo que ahora llamamos "las noticias de la noche". El Congreso, que no pudo prever la enorme capacidad que tendría la televisión para unir a consumidores y anunciantes, falló al no incluir en su trato, un requisito que habría cambiado, para mejorar, el discurso nacional: El Congreso se olvidó de añadir que bajo ninguna circunstancia se permitiría publicidad pagada durante la transmisión de los informativos. Olvidaron decir que "el contribuyente te cedería las ondas gratis, les sacarías provecho durante 23 horas, pero por una hora de la noche trabajarías para el pueblo". Y ahora esos informativos, presentados a través de la historia por periodistas honestos, periodistas como Murrow, Reasoner, Huntley, Brinkley, Buckley, Cronkite, Rather, Rusert...tienen que competir con alguien como yo: el presentador de un noticiero que está en el mismo negocio que los productores de Jersey Shore. Y ese negocio era bueno con nosotros, pero "News Night" renuncia al mismo en este momento. 
A ustedes podría soprenderles el hecho de que algunos de los mejores periodistas de Estados Unidos están trabajando ahora mismo. Mentes excepcionales, con años de experiencia y con un ansia inamovible de reportar las noticias. Pero esas voces son ahora una pequeña minoría y no tienen una oportunidad en contra del circo, cuando éste llega a la ciudad son rebasados. Renuncio al circo. Me voy con el grupo que está siendo destrozado. Me conmueve el hecho de que sigan pensando que pueden ganar y espero que puedan enseñarme un par de cosas. 
A partir de este momento decidiremos qué emitimos y cómo se lo mostraremos con base en una verdad simple: no hay nada más importante para una democracia que un electorado bien informado. Nos esforzaremos por darle a la información un contexto más amplio, porque sabemos que muy pocas noticias nacen justo en el momento en el que se cruzan por nuestro camino. Seremos los campeones de los hechos y el enemigo mortal de las indirectas, la especulación, la exageración y los sinsentidos. No somos meseros en un restaurante que les sirven las historias que ustedes piden, justo como las quieren. Tampoco somos computadoras que solo dan los hechos, porque la información es solo útil en el contexto del humanismo. No me esforzaré por enmascarar mis opiniones personales, pero me esforzaré en presentarles opiniones diferentes a la mía. Ustedes podrían preguntarse quienes somos nosotros para para tomar estas decisiones. Somos McKenzie McHale y yo mismo. La Señorita McHale es nuestra productora ejecutiva. Ella coordina a más de 100 reporteros, productores, analistas y técnicos; y sus credenciales están a la vista de todos. Yo soy el editor de "News Night" y tomo la decisión final en todo lo que se ve y se oye en este programa. 
¿Quiénes somos para tomar estas decisiones? Somos la élite de los medios de comunicación"
Will McCavoy
The NewsRoom



El texto anterior es un extracto del capítulo 3 de la primera temporada de The Newsroom, el nuevo programa de televisión surgido de la mente y pluma del mejor guionista que existe hoy en la industria audiovisual norteamericana: Aaron Sorkin. Si después de leerlo no corren inmediatamente a buscar por donde sea el programa, tal vez eso signifique se han transformado en meros receptores de contenidos y no en consumidores exigentes de los mismos.  
The Newsroom es una durísima crítica al periodismo televisivo ramplón, al que está interesado en servir al anunciante, al político con el que se hace negocio, antes que al público televidente. Es el programa de televisión más inteligente y crítico que Hollywood ha producido en la presente década. De hecho la historia inicia con la década: 2010, y a partir de entonces tomará hechos reales (el derrame petrolero del Golfo de México con cargos a British Pretroleum y Halliburton, las elecciones intermedias en Estados Unidos, el atentado contra la congresista Gabrielle Giffords, etc) para contarnos como se viven al interior de una sala de prensa televisiva que lucha por cambiar, por ser honesta, por ser diferente, por alejarse del mercado y acercarse a la audiencia.



Ver The Newsroom significa tener la posibilidad de reflexionar sobre la manera como la televisión maneja a la información, como la transforma en mercancía para ser vendida. Pero también resulta en excelente ejercicio utópico en el sentido de que permite que el espectador imagine como debería ser un espacio informativo que se transmite a través de un medio que tiene una concesión. Es un programa entretenido, emocionante, brillantemente escrito, dirigido y actuado. Es en si mismo una muestra del enorme poder que tienen los contenidos televisivos cuando son manejados en función de la inteligencia de su audiencia.
Un auténtico logro...

Así las cosas hoy viernes...

Salud pues......

jueves, mayo 31, 2012

De Lesbianas Perfecciones...

Seven Readers!!...

No recuerdo una anti -historia mejor,
de contenido incierto...


El nuevo disco de Love of Lesbian es la anti historia perfecta del rock pop actual, pues mientras el gran mercado condena a este subgénero a un aburrido reciclaje, los lesbianos lo catapultan hacía nuevos horizontes reafirmando su condición de vanguardistas en la escena musical iberoamericana. "La Noche Eterna, Los Días No Vividos" es un ecléctico oasis sonoro y de gran riqueza lírica, en la cual el grupo que lidera Santi Balmes le brinda voz a los seres anónimos de las grandes urbes convirtiendo al grupo en el juglar citadino de los tiempos del Facebook
El título del disco explica perfectamente el concepto del mismo: se trata de la canción de los seres que viven de noche. La primera parte se centra precisamente en las historias de la noche; la segunda canta sobre lo que pasa en esos días que no se viven por ser un personaje noctámbulo. Historias pequeñas llenas de grandeza, emocionantes y musicalmente extraordinarias. El disco es la reinvención del rock pop, la reivindicación de sus posibilidades artísticas. 




Canciones de amor, desamor, humor, esperanza. Temas llenos de esas eternas contradicciones que se viven en las grandes ciudades y que suelen aparecer con mayor insistencia una vez que el sol da paso al reinado de la luna. Un trabajo perfectamente producido, en el que cada pieza del engranaje instrumental, funciona para llevarnos por diversas atmósferas. Cada canción tiene vida propia, y - como sucede en las ciudades - esas historias individuales se mezclan para construir así una narrativa colectiva que termina por contarnos nuestra propia historia. Pocos discos actualmente logran proyectar esos deseos y anhelos individuales y colectivos en un puñado de grandes canciones. Por eso "La Noche Eterna, Los Días No Vividos" adquiere proporciones de una grandiosa épica musical.

Se zamparon todo el Amazonas, les dejaron solo una rotonda.
Te da igual, no es occidental.
El sistema te peto en la cara, justamente cuando tu ingresabas.
Ojalá no fuera la verdad.
Fin del mundo, a repoblar, tu haces de Eva, y yo, de Adán.
Lancé botellas al mar, ¿las encontrarás?....





No faltará quien argumente que la épica no puede darse a través del rock pop. Que equivocados están. Lo que hace particularmente especial al nuevo disco Lesbiano es precisamente la capacidad que tienen para convertir al cordero en un poderoso león. Santi Balmes demuestra que actualmente es uno de los mejores letristas en nuestro idioma (¿el mejor?, tal vez). Su lírica es irreverente, divertida y original. Te lleva por varios estados de ánimo y al final siempre uno encuentra una frase que describe perfectamente una situación propia. Con ello, Balmes reafirma esa máxima no escrita de que las mejores canciones son aquellas que dejan de pertenecer a su creador para terminar siendo de todos. 

¿Qué es un mundo feliz, el de Buda o Schopenhauer, 
libros de autoayuda o la belleza en Murakami?.
No. Son esos momentos, cuando viene el rictus mortis,
y la risa es llanto, y con el llanto lagrimones así...



El viaje musical de Love of Lesbian ha llegado a un punto culminante, climático...de nuevo. Desde Cuentos Chinos para Niños del Japón, pasando por Maniobras de Escapismo y particularmente con 1999, muchos nos preguntábamos si los Lesbianos serían capaces de alcanzar nuevos niveles de excelencia artística. Lo han conseguido e incluso se han superado. Y lo han hecho con gran atrevimiento, reafirmando su posición como los anti héroes del rock, como los chicos que un día decidieron divertirnos haciendo música y contándonos historias de amantes guisantes y de esas que solamente suceden en un parque. Son la banda más grande que existe hoy en Iberoamérica y quizá la más desconocida, por lo menos en este lado del charco: en esa contradicción, recae su grandeza.

Lo habitual, lo normal, ser ciudad.
Tendré que reinventar, reinventar, mi ciudad...



La Noche Eterna, los Días No vividos; la muestra de que la perfección es lesbiana.

Un logro...

PS1...Hace unos días comentaba en twitter que, sin proponérselo, Love of Lesbian ha escrito la canción que describe perfectamente el estado de ánimo de muchos de nosotros que vivimos en el México Preelectoral. Si Salimos de Ésta, cantan con fuerza y no hay duda de que así es. Se las reproduzco a continuación con la letra completa, las negritas resaltan las que a mi juicio son las mejores líneas....hagámosla nuestro himno.


Si salimos de ésta,
te juro que no haré ni un gesto de emoción.
Bastante duro ya ha sido,
como para darle encima la satisfacción.

Tendremos que continuar,
y aguardaremos en la fila donde cambian la ansiedad,
por ciclos de suerte más normal.
¡Tampoco pides más!
Son tantos los días de impaciencia,
casi una eternidad.

Si el volante se ha roto,
y salir por la ventana es la única elección.
Si son desiertos de fango,
de aquellos que a cada paso es un millón.

Tú saldrás de ésta, créeme,
y pronto entonarás pequeños cánticos,
y en algún bar apartado,
ahogaremos al espanto y nos pedirá perdón.

Tu ansiedad, cederá.
Como el rastro de una avión, se esfumará.
Si tras el naufragio hay tempestad,
nadie desertará.
Tú sube a cubierta y ya verás,
mil comandantes más.

No baja nadie, no huye nadie,
mil comandantes, que harán de viento y tú,
harás de mástil, no será fácil,
pero si ganas, habrá valido por dos.
No baja nadie, no huye nadie,
mil comandantes que harán de viento y tú,
atado a un mástil, tu propio mástil,
mientras yo sigo, bebiendo el agua que entró.
Bebiendo el agua que entró.
Bebiendo el agua que entró.

Sí, saldremos de ésta…
Sí, saldremos de ésta…
Sí, saldremos de ésta…
Sí, saldremos de ésta…

Nadie más, lo entenderá.
Solo los que allí estuvieron, sonreirán...

Salud pues.......



sábado, abril 21, 2012

De Días de Gracia...

Seven Readers!!....

"Mundial de fútbol. Tiempo santo donde todo vale. El mundo entra un vértigo paralizante, mientras la suerte de uno, de todos, de alguna u otra forma depende de un balón"....

Cada cuatro años en México la gran mayoría de la población vive con la ilusión de llegar a una meta que parece imposible: que la selección juegue un quinto partido en un mundial de fútbol. No se trata - como en otras naciones - de alzarse con la Copa Mundial. No, ese es un sueño reservado solamente para algunos afortunados, en nuestro país los sueños son menores. Y cada cuatro años justo a la mitad de la contienda, el sueño se transforma en una pesadilla. Algún argentino con un potente disparo nos rescata del secuestro al que hemos sido sometidos por las televisoras nacionales, nos levanta la capucha y nos enfrenta violentamente a la realidad, a la crudeza de la vida cotidiana. Todo para comenzar a soñar de nuevo con ese milagro nacional que significaría el quinto partido en un Mundial de Fútbol.
La vida en México parece estar determinada por períodos de tiempo en los que nuestra atención se centra en cosas aparentemente banales, pero que dicen mucho de que y como somos. Durante los días de fútbol la nación entra en una especie de impasse en el que todo gira alrededor de lo que sucede en una cancha, por ende otros aspectos de la vida nacional - mucho más importantes - pasan a un segundo o tercer plano. Las estadísticas muestran que incluso lo criminales parecen tomarse un descanso durante esos días y los índices delictivos bajan, o quizá lo que sucede realmente es que el tiempo de los medios electrónicos y las páginas de los periódicos se encuentran tan llenos de fútbol, que simplemente no pueden reportar otras cosas. Sin embargo éstas se encuentran ahí para que cuando el balón deje de rodar, recordarnos en donde estamos realmente parados.
De todo lo anterior trata Días de Gracia, uno de esos documentos fílmicos imprescindibles que aparecen de vez en cuando para hacernos pensar sobre nuestro país, sobre nuestros sueños y aspiraciones, sobre nuestras más profundas decepciones, como la de nunca llegar a un quinto partido, como la de nunca poder convertirnos en  el país que - muchos dicen - podemos ser. 



Everardo Gout construye su película a través tres momentos en el tiempo: los mundiales de fútbol de 2002, 2006 y 2010. Y los toma como el eje narrativo para contar una película sobre el secuestro y sus terribles consecuencias. Todos los puntos de vista de los involucrados en este terrible delito están presentados en el filme: aparece el policía que quiere hacer algo para resolver el problema, pero que tiene que enfrentarse a un sistema en el que la corrupción está presente; está la víctima, aquella persona que ha sido privada violentamente de su libertad y que comienza una lucha por sobrevivir bajo terribles circunstancias; se presenta al chico al que la calle solamente le brinda la oportunidad de salir adelante si se une a una banda de secuestradores, aunque su conciencia termine por dictarle que está jugando con el equipo incorrecto; y también están los familiares de las víctimas cuyas vidas son transformadas de manera violenta e inician una desesperada lucha por mantener la cordura y la esperanza de que su ser querido les sea devuelto con vida.
Todas esas historias son retratadas de manera alucinante. Gout utiliza una amplia variedad de recursos técnicos para adentrar al espectador en la historia. La cámara no toma solamente el papel de narrador omnisciente, sino que al presentar varios puntos de vista, permite construir también la psicología de los personajes (la cámara subjetiva es un buen ejemplo de lo anterior, particularmente cuando presenta la historia desde el punto de vista de la víctima de un secuestro) y por ende hacer aún más claras sus motivaciones y su transformación a la largo de la historia. El diseño de arte y la fotografía muestran atmósferas sórdidas, espacios avasallantes de los que no parece haber escapatoria. Y cada secuencia es montada de manera espectacular - el montaje es del legendario Hervé Schneid - y ambientada con la partitura de Atticus Ross, Nick Cave y Leopold Ross entre otros. El resultado es un filme técnicamente impecable, atrevido y vertiginoso; que además cuenta con poderosas actuaciones - Tenoch Huerta está monumental - lo que termina por construir un alucinante retrato de la realidad mexicana.




Días de Gracia termina con una secuencia que tal vez podría parecer de desesperanza. Al final el filme deja al espectador con la sensación de que éste país parece estar destinado a batirse a golpes para salir adelante, pero ¿qué no hay mayor esperanza que la producida por la lucha, por la lucha cotidiana en contra de los males como la corrupción?. Solo a través de la lucha constante, es como se puede hallar esperanza y eso me parece que queda muy claro al término de la película. 
Cada cuatro años nuestras esperanzas como nación se limitan a lo que puedan hacer once jugadores que se baten en la cancha de fútbol para tratar de dar el siguiente paso, para poder jugar un quinto partido; y mientras eso sucede olvidamos - al menos por 30 días - las batallas que se libran todos los días en nuestra cotidianidad, en nuestras calles y barrios. Esas batallas que duelen más que una derrota futbolística y a las que regresamos más cansados, desilusionados y viejos una vez que el balón deja de rodar, una vez que terminan los Días de Gracia.

Un logro...

Así las cosas hoy sábado...

Salud Pues......