viernes, mayo 24, 2013

De Talleres Para Júniors Políticos...

Seven Readers!!...

Los casos de Lady Profeco o el affaire de Murillo Karam - Imaz,  son una muestra de que algo anda mal en el actual régimen. Los hijos de la clase política mexicana parecen no estar conscientes de los tiempos en los que vivimos. Parece ser que las lecciones de Pau Peña no fueron del todo aprendidas y los chicos y chicas que suelen pasar sus fines de semana en las lujosas calles de Rodeo Drive o La Quinta Avenida (la de NY no la de Playa del Carmen, obvio) siguen realizando una serie de actos que ponen en peligro las carreras de sus padres, tíos y abuelos. 
Algo está sucediendo en el fabuloso mundo de los "mirreyes" y las "lobukis" del sistema, pues los jovenazos parecen más atados a los viejos tiempos del presidencialismo-monárquico, que sus propios progenitores. Es como si el espíritu de López Portillo se manifestara en ellos provocando que  todos se sientan al unísono  el "orgullo del nepotismo" de los funcionarios que les han engendrado. Claro, hoy no se puede actuar tan visiblemente, pues existe un ejército de proletarios en esas cosas llamadas redes sociales que están dispuestos a ventilar cualquier acción típica de un júnior político, pero que a nosotros - bola de nacos - nos puede parecer una arbitrariedad o un uso indebido de las influencias. Pero claro, ¿qué podemos saber cuando pertenecemos a esa parte de la población que tiene que trabajar para ganar dinero? Ignorantes que somos.
En realidad creo que tendríamos que ser un poco más solidarios con los júniors políticos, pues aunque muchos gastaron carretadas de dinero en universidades de esas que llaman de "elite", no han terminado de comprender al mundo que los rodea. Algo mal han hecho en la Anáhuac, digo además de ser refugio amigos de Maciel. Pero no perdamos el tiempo en nimiedades legionarias, regresemos al punto: los júniors políticos necesitan nuestra ayuda y comprensión, y es nuestro patriótico deber el proporcionárselas, no sea que se vaya a perder el patrimonio que todos tenemos: la impunidad nacional.






Por ello - solidarios Seven Readers - propongo desde este olvidado rincón de la blogósfera, iniciar una campaña aún más poderosa que el Juguetón y el Teletón juntos, de mayor impacto que la Cruzada Nacional contra el Hambre; se trata de un proyecto para la protección del júnior político nacional: su objetivo es ayudar a estos seres a ser mejores en sus personalísimos proyectos para vivir por siempre de las dietas o salarios de sus saltimbanquis padres de familia.
La idea sería generar una serie de talleres en los que participarían distinguidos intelectuales mexicanos, cuyas aportaciones permitirían que los júniors políticos aprendan a comportarse impunemente, pero sin ser detectados por la población. Evidentemente el dinero para una empresa de esta envergadura sería importante por lo que requiere la colaboración de todos (es en beneficio de la nación, en serio) Las clases serían nocturnas ya que un júnior que se preste de serlo jamás, pero JAMÁS, se levanta después de las once de la mañana.
La serie de talleres sería la siguiente:

Automotivación personal

Catedrático: Miguel Ángel Cornejo.
Duración: 32 horas.
Objetivo: Mejorar la tan vapuleada autoestima de mirreyes y lobukis a través de motivadoras y ganadoras pláticas del gurú del autoconocimiento, la autoayuda y todo lo auto que pueda existir. Incluye una interesante bibliografía con laureadas obras digitalizadas de Carlos Cuauhtémoc Sánchez y Jorge Bucay.

Entendiendo a la Prole

Catedrático: Carmen Salinas.
Duración: 345 capítulos.
Objetivo: La comprensión de la psicología y los gustos proletarios. El material didáctico está redactado por Emilio Larrosa y Juan Osorio. Como actividades extramuros se contemplan una visita al set de Laura Bozzo y al Teatro Blanquita. Si se demuestra el 80% de asistencias los participantes serán premiados con un concierto de Luis Miguel al finalizar las actividades del taller. 

C.S.I para principiantes

Catedrático: Jorge Emilio González (a.k.a "El Niño Verde").
Duración: 17 noches de fiesta.
Objetivo: El entendimiento de una guía básica para actuar con impunidad total. Incluye subtemas tales como "evitando investigaciones sobre tráfico de influencias", "como salir limpio de un crimen cometido en tu depa de Cancún" y "principios básicos para entender al fuero constitucional". En caso de aprobar el júnior será invitado a ser parte del negocio  conocido como Partido Verde y así poder poner en práctica lo aprendido en el taller. 

Boxeo 1.1.

Catedrático: Jorge Kawaghi.
Duración: 12 Rounds.
Objetivo: Participar en un curso de defensa personal para agredir a molestos paparazzis, a twitteros molones y policías que intenten pasarlos por el alcoholímetro. Como material adicional el instructor dará una lección gratuita en la que disputará un encarnizado combate contra alguna de sus novias. 


¿Y si Mamá Faltara?

Catedrático: Mónica Arriola Gordillo.
Duración: Dos Juicios Orales.
Objetivo: Ayudar al júnior en caso de que Mami o Papi sean arrestados de manera injusta. Incluye una importante sesión de transacciones bancarias, la formación de un partido político y fundamentos del sindicalismo básico. Se incluye como material didáctico una Guía Roji con las principales rutas para abandonar el país , así como los puntos en los que será difícil ser encontrado. 


Actuación

Catedrático: Jaime Camil.
Duración: Dos Telenovelas.
Objetivo: Se preparará al júnior como actor o actriz de melodramas nacionales; carrera que puede seguir para provocar todos los escándalos que quiera sin que éstos sean mal vistos. Incluye sesiones de fotos en Quien, Caras y TvyNovelas


Como ven, estos talleres serán de gran ayuda para la nación pues nos ayudarán a seguir viendo la final del futbolito mexicano sin tener que preocuparnos por la siguiente hazaña de alguno de los hijos de la clase política. Ya bastantes vergüenzas tenemos con los padres, para además tener que aguantar a los retoños. Por el bien de ellos, por el bien de todos, ayudemos. 



Así las cosas hoy viernes...

Salud pues…...




miércoles, mayo 15, 2013

De Una Breve Reflexión Acerca de Escribir Sobre Cine...

Seven Readers!!..

Cuando salimos del cine todos tenemos una opinión sobre lo que acabamos de ver, incluso si hemos visto la película con compañía, solemos compartir una impresión inmediata acerca de lo visto. Tal opinión tiene ante todo la base empírica de haber nacido en una cultura completa y totalmente audiovisual, la cual nos rodea y nos bombardea de manera constante. Sin darnos cuenta, la mayoría de quienes vivimos en ciudades y tenemos contacto con el lenguaje de los medios podemos identificar algunos puntos que hacen coherente al discurso fílmico, pero ello no significa que automáticamente todos somos críticos cinematográficos. 
Lamentablemente muchos piensan lo contrario. 
La libertad de generar contenidos en Internet ha traído consigo un fenómeno muy interesante: la abundancia de "críticos" y "reseñistas" de cine. Gente apasionada por las películas (particularmente por las norteamericanas) y que, tal vez con la mejor de las intenciones, redacta opiniones sobre los filmes con los que se encuentra. Son personas autoformadas en la cultura audiovisual y que se dejan llevar por esa pasión que suele generar el séptimo arte pero que en sus reseñas denotan una falta total de conocimiento por los conceptos más básicos del lenguaje cinematográfico.
Dos ejemplos a continuación: 
En este blog puede encontrarse esa genuina pasión por el cine, pero su aportación en términos críticos es nula. La estructura de los escritos está llena de lugares comunes y sigue una fórmula bastante simple: Sinopsis - actuaciones - aspectos técnicos - guión, todo reflejado en un lenguaje muy básico. Una frase en la reseña de Olimpo Bajo Fuego me parece maneja un concepto inexplicable: grado actoral. 

Como esta película es de acción y no tiene otro propósito más que el de entretener, las actuaciones no requieren un gran grado actoral.

El segundo ejemplo por lo menos provoca una reacción: el humor involuntario. Es un caso particular porque el reseñista publicaba en un medio impreso, es decir, no son simplemente las elucubraciones de un apasionado del cine en un blog personal, sino que están respaldadas por una casa editorial que - supongo - debe de tener a alguien encargado de la corrección de estilo y la redacción, alguien cuya ausencia en este caso es notable. 
Estas reseñas no solamente son un monumento a la mala redacción sino que son el típico ejemplo de como un "conversador sobre cine" siente que tiene la capacidad para convertirse en "crítico de cine" a partir solamente de lo que ha visto en las carteleras comerciales. En el caso de la reseña cuya liga he copiado, no solamente aspira a eso sino que genera toda una nueva teoría de géneros cinematográficos en el párrafo siguiente:

La película puede ser considerada entre un triple género drama-misterio-romance, ya que tiene un poco de cada una,  por eso sorprende al espectador al mostrarnos estas facetas que nunca imaginamos fueran a ocurrir en una cinta que pensábamos iba ser romántica.



Opinar sobre cine es fácil y todos podemos hacerlo. Escribir sobre cine requiere algo más: conocimiento sobre el lenguaje cinematográfico, mucho trabajo para desarrollar un estilo, respeto por las más mínimas reglas de ortografía y redacción, y, evidentemente, un gran amor por el séptimo arte. 
Para mi una buena crítica es aquella que puede generar una nueva obra a partir de la escrita, es decir aquella que es capaz de generar un efecto de sentido diferente al que se puede crear a partir de la mera contemplación fílmica. Quien logra eso hace algo más que reseñar películas: hace literatura. 
Creo esa debe ser la máxima aspiración de todos aquellos que en algún momento tenemos la pretensión de generar lectores a partir de nuestras opiniones sobre una película, aunque - como en muchas de las reseñas que éste su bloguero ha escrito - se falle en el intento.


Así las cosas hoy miércoles...

Salud pues......

lunes, mayo 06, 2013

De Cinco de Mayo, La Batalla, La Película...la Propaganda...

Seven Readers!!...

Uno sabe que Cinco de Mayo: La Batalla puede tener serios problemas cuando Santi Muñiz, el ex protagonista de la lamentable trilogía Goal, encarna a Ignacio Zaragoza. Lo es más cuando se hace evidente que para Kuno Becker el interpretar al único general de la historia de México que ha vencido en una batalla importante a un ejército extranjero, es similar a interpretar a un entrenador de la selección nacional de fútbol. A partir de entonces se sabe que está ante un desastre absoluto, lleno de humor involuntario y que termina por convertir a uno de los hechos históricos más importantes del país, en una arenga patriotera cuyo principal objetivo parece ser el mismo que la Televisión utiliza cuando se trata de vender al Tri futbolero: expandir la idea de un país ganador.
A continuación - con la venia de ustedes, estimados Seven Readers - 7 puntos que convierten a ésta, la película más cara en la historia del país: 80 millones de pesos, en una lamentable arenga patriotera.




1- No solamente sabes que algo anda mal si Kuno Becker es el protagonista, también resulta cinematográficamente sospechoso el hecho de que los productores sean Emilio Azcárraga Jean y Bernardo Gómez. La linea ideológica de la película se hace más clara si las manos de Televisa están metidas en el proyecto.
2- Los guionistas de la película parecen haber sustentado toda su investigación histórica en el artículo de Wikipedia sobre la Batalla de Puebla, pues la linea narrativa de la película concuerda de manera espeluznante con lo escrito en la popular y cuestionada enciclopedia virtual.
3- Desde Saving Private Ryan parece que todas las películas de Guerra tienen la enorme tendencia a copiar el estilo para filmar las batallas creado por Steven Spielberg y Januz Kaminski, es decir la cámara en constante movimiento, corriendo entre las tropas y tratando de mostrar el caos que se vive en una confrontación bélica. El problema es que evidentemente Rafa Lara no es Spielberg, ni Germán Lammers es Kamiski. Después de cinco minutos de combate el espectador ya no sabe quienes son los franceses y quienes los mexicanos (salvo por los combatientes vestidos a la usanza indígena) y todo se pierde en un mamotreto de colores grises, con una iluminación lamentable y con una constante ruptura en la continuidad del filme.
4- Un consejo para los que piensen filmar algo similar: si vas a contratar extras para pasar como parte del ejército francés, al menos asegúrate que parezcan europeos y no galos nacidos en Tlalpan.
5- Entiendo que por cuestiones ideológicas los mexicanos deben parecer "buenos, buenos" y los franceses "malos, malos", pero la credibilidad cae por los suelos si conviertes a un filme sobre un hecho histórico, en una alegoría sobre la lucha entre el bien y el mal.
6- La pareja romántica de la película es tan inocente que hasta su acento indígena suena de tal forma. Me parece que Christian Vázquez y Liz Gallardo son buenos actores, pero no hay química entre ellos y carecen de la dirección adecuada. A la mitad de la película lo que le suceda a los personajes termina valiéndole un pepino al espectador.
7- ¿Música con tintes electrónicos para ambientar una película situada en el siglo XIX?, ¿En serio?.




Al final uno sale de la sala entre divertido por el humor involuntario de la película y decepcionado porque se ha desperdiciado un excelente material para hacer un gran filme épico y bélico. Por otra parte, no deja de ser interesante que esta película sea una de las primeras del sexenio priista. El gobierno actual le ha pedido a los medios de comunicación no utilizar el lenguaje del narco en sus notas como parte de su estrategia política contra el crimen organizado, no sería una sorpresa que el cine entrara en la misma línea. Esta película pudiera ser el inicio de otras - hechas por encargo - en la que la realidad y la historia nacionales sean vistas a partir de una óptica vencedora y positiva. No es nada nuevo que el séptimo arte sea utilizado como un instrumento de propaganda ideológica, pero lo lamentable sería que proyectos más cercanos a retratar con verosimilitud al México histórico y al de hoy, carezcan de los apoyos gubernamentales por ser ideológicamente distantes a lo que se pretende contar hoy sobre nuestro país desde los círculos del poder político.
Mientras tanto, para contar la historia de la intervención francesa sigue siendo más emocionante "Mexicanos al Grito de Guerra" de 1943, al menos ahí por su honestidad e ingenuidad, los personajes si terminaban importándote.



¿o no?...

Así las cosas hoy lunes...

Salud Pues......






martes, abril 30, 2013

De Libros Para los Niños Que Somos....

Seven Readers!!...

Hoy es día del niño y más allá de cambiar el avatar del Facebook o Twitter  por una foto de la infancia, a mi me resulta más interesante recordar algunos aspectos de lo que fue mi niñez. ¿Y Saben? la mía fue fantástica y una de las cosas por las que fue así es porque siempre estuvo rodeada de libros. Mi padre - un gran lector - fue quien me motivó para hacer de la lectura un hábito. En aquellos días de tanto tiempo libre y pocas preocupaciones, descubrí que para viajar el mejor transporte es un libro. Y si, ya se que eso suena a cliché, pero me parece que es uno de los que nunca dejará de funcionar.
Con el tiempo los libros se fueron convirtiendo en lecturas más complejas, pero al final los buenos, los que se quedan para siempre con uno, mantienen una característica en común con los que nos emocionaron desde niños: son capaces de asombrarnos. Por eso, el lúdico acto de leer, es quizá el único que nos conecta directamente a los primeros años, a los años de las primeras aventuras, de los primeros errores.
He aquí algunos libros que aún me siguen asombrando, que me siguen conectando con el niño que alguna vez fui:

Colmillo Blanco 
de Jack London



El libro favorito de mi infancia. Las espectacular odisea de Colmillo Blanco - un impresionante animal cruza de perro con lobo - su lucha por sobrevivir en un circuito clandestino de peleas de perros y su descubrimiento de la bondad del hombre junto a Weedon Scott. Aún recuerdo el sufrimiento que pude sentir cuando Colmillo Blanco está a punto de morir en una brutal pelea de perros, la brillante y desgarradora descripción que hace London del momento agónico en el que el animal se debate entre la vida y la muerte es una de las narraciones más desgarradoras que he leído en mi vida.

...Colmillo Blanco no cejó hasta que no pudo más. Estaba rendido y no llegaba a comprender aún lo que le estaba pasando, pues no tenía precedente en ninguna de sus luchas. No era así como peleaban los otros perros. Con los otros no tenía más que morder y escaparse, y luego vuelta a empezar. Ahora estaba medio tendido en el suelo, casi sin aliento y esforzándose en recobrarlo. Cherokee, aferrados aún los dientes a su cuerpo, en el mismo sitio, procuraba tenderlo de lado. El caído se resistió y entretanto sentía que las quijadas que lo tenían apresado se aflojaban algo, como si fueran a soltarlo, para apretar más después de una especie de masticación. Y a cada uno de estos movimientos, los dientes penetraban más hondamente en la garganta. El método seguido por el perro de presa consistía en conservar lo que ya tenía y esperar una oportunidad para alcanzar más. Ese momento oportuno podía llegar cuando Colmillo Blanco permaneciera quieto. Mientras luchaba, Cherokee se contentaba con no soltar la presa...



La Vuelta al Mundo en 80 días
de Julio Verne



El primer libro con el grité de emoción. Y es que cuando Phileas Fogg cruza la puerta de su exclusivo club en Londres, uno - que ha viajado con él en una loca carrera contra el reloj - es ya parte de su extraordinaria y maravillosa aventura. 



Phileas Fogg, era inglés de pura cepa; pero quizás no había nacido en Londres. Jamás se le había visto en la Bolsa ni en el Banco, ni en ninguno de los despachos mercantiles de la City. Ni las dársenas ni los docks de Londres recibieron nunca un navío cuyo armador fuese Phileas Fogg. Este caballero no figuraba en ningún comité de administración. Su nombre nunca se había oído en un colegio de abogados, ni de en Gray's Inn. Nunca informó en la Audiencia del canciller, ni en el Banco de la Reina, ni en el Echequer, ni en los Tribunales Eclesiásticos. No era ni industrial, ni negociante, ni mercader, ni agricultor. No formaba parte ni del Instituto Real de la Gran Bretaña ni del Instituto de Londres, ni del Instituto de los Artistas, ni del Instituto Russel, ni del Instituto Literario del Oeste, ni del Instituto de Derecho, ni de ese Instituto de las Ciencias y las Artes Reunidas que está colocado bajo la protección de Su Graciosa Majestad. En fin, no pertenecía a ninguna de las numerosas Sociedades que pueblan la capital de Inglaterra, desde la Sociedad de la Armónica hasta la Sociedad Entomológica, fundada principalmente con el fin de destruir los insectos nocivos.
Phileas Fogg era miembro del Reform-Club, y nada más. 




Rebelión en Milagro
de John Nichols



Cuenta la leyenda que en el quinto trimestre de la Universidad yo llevaba la materia de diseño. La historia también dice que la maestra que impartía dicha asignatura, de apellido Castellanos, tenía una particular animadversión por mi persona, era entendible: ambos nos parecíamos bastante aburridos. En lugar de tomar sus clases yo me la pasaba leyendo alguna otra cosa más interesante y una de ellas fue esta fantástica novela de John Nichols ambientada en un pequeño pueblo de Nuevo México. La historia de un campesino llamado Joe Mondragón y su rebelión al decidirse a plantar frijoles en un campo sobre el cual se planeaba construir una zona turística, se convirtió en una de mis narraciones favoritas de aquellos años. La novela es rica en personajes entrañables y es una deliciosa fábula llena de realismo mágico. Al final, por algún tipo de milagro, yo pasé la materia de diseño, nunca volví a ver a aquella maestra y lo único que recuerdo de esos tres meses fue este bellísimo libro y a los fantasmas con los que conversaba el gran Amarante Córdova.
Tristemente, en uno de los cambios de departamento en el DF, el libro desapareció y hasta ahora no ha sucedido el milagro de encontrarle de nuevo. Lo que queda ahora en una repisa es la película que, con base en el libro, filmó Robert Redford.





Noticia de un Secuestro
de Gabriel García Márquez.



Es imposible pensar en el "Gabo" novelista sin antes hacerlo en el periodista. En ambas facetas el colombiano es uno de los grandes maestros, y quizá el libro en el que mejor ha combinado su grandeza narrativa con la periodística es Noticia de un Secuestro. Un alucinante y desgarrador relato situado en la turbulenta Colombia de finales de los 80 y principios de los noventa, que tiene como base la historia de Maruja Pachón y de otros ciudadanos colombianos que vivieron el infierno de ser secuestrado. El libro es un ejemplo de periodismo de investigación y de como construir la crónica de días terribles.


...La pandilla que lo acompañó en los últimos días lo sacó de la casa en un automóvil particular, y al cabo de muchas vueltas para despistar por los mejores barrios de Medellín lo dejaron con su equipaje a cuestas a media cuadra del periódico El Colombíano, con un comunicado en el cual los Extradítables hacían un reconocimiento a su lucha por la defensa de los derechos humanos en Colombia y en varios países de América Latina, y reiteraban la determinación de acogerse a la política de sometimiento sin más condiciones que las garantías judiciales de seguridad para ellos y sus familias - Periodista hasta el final, Hero Buss le dio su cámara al primer peatón que pasó y le pidió que le hiciera la foto de la liberación. 


La Guerra del Fin del Mundo.
Mario Vargas Llosa




Mario Vargas Llosa es un político lamentable, pero ello no le resta méritos a lo extraordinario que es como escritor. Leí La Guerra del Fin del Mundo cuando tenía unos 25 años y fue el primer libro que despertó en mi la idea de que algo estaba mal con aquello de creer en un ser supremo. La novela narra la historia de la Guerra de los Canudos - ocurrida en el nordeste de Brasil - y mezcla al fanatismo religioso con los intentos de dominar política y militarmente a una región, lo que genera finalmente una barbarie inimaginable.

...Cuando, siete meses después, el Consejero y sus seguidores regresaron -habían cambiado algunas caras, había aumentado el número, había entre ellos ahora un negro enorme y semidesnudo, pero su pobreza y la felicidad de sus ojos eran los de antes— volvieron a aparecer en Pombal, dentro de un remolino de polvo, el cilicio seguía en la cintura del Beatito, a la que había amoratado y, luego, abierto estrías y, más tarde, recubierto de costras parduzcas. No se lo había quitado un solo día y cada cierto tiempo volvía a ajustarse el alambre aflojado por el movimiento cotidiano del cuerpo. El padre Moraes había tratado de disuadirlo de que lo siguiera llevando, explicándole que una cierta dosis de dolor voluntario complacía a Dios, pero que, pasado cierto límite, aquel sacrificio podía volverse un morboso placer alentado por el Diablo y que él estaba en peligro de franquear en cualquier momento el límite. 

El Fútbol a Sol y Sombra
Eduardo Galeano 






Eduardo Galeano es un narrador extraordinario, con la enorme capacidad de convertir todo aquello que es cotidiano en una pieza literaria invaluable. Sus libros han retratado en más de una ocasión a la historia de la humanidad o a la realidad latinoamericana. Pero - uruguayo al fin y al cabo - es en este libro en el que retrata su enorme pasión por el fútbol convirtiendo al deporte en algo completamente entrañable. Un trabajo que logra que incluso el más ferviente detractor del balón termine reconociendo que el fútbol es algo más que 22 tipos corriendo tras un balón, pues por momentos puede ser un auténtica obra de arte.

...Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval.

Arcadia Todas Las Noches.
de Guillermo Cabrera Infante



Arrumbado en el enorme librero de la casa paterna yacía un libro de un escritor del que yo no había escuchado antes. Quizá lo que me llamó la atención fue su portada: Fred Astaire y Cyd Charise eran retratados en ella. Intuí que tal vez el libro tenía algo que ver con esa pasión tan mía que es el cine. No me equivoqué. A través de las páginas uno se va dando cuenta de que el cine puede llegar a ser material para hacer gran literatura. Cabrera nos cuenta sobre cinco enormes directores de la época dorada de Hollywood: Orson Welles, Howard Hawks, John Huston, Vincent Minelli y Alfred Hitchcok. Su prosa es tan deliciosa que uno termina por caer rendido ante el talento y la personalidad de estos monstruos del celuloide. Cerrando con la historia: bajé el libro de aquel estante y le hice mío. Creo que nadie le ha extrañado en casa y yo tengo un tesoro en mi baúl de libros como una Arcadia que se aparece de vez en cuando para recordarme que el cine es lo mejor del mundo.


Algunos pensarán que esto es excesivo, que ahí detrás, en la pantalla, no habrá más que una película bien hecha y divertida. A esos que no ven más allá de la pantalla puedo responderles con una frase inteligente de Paul Valéry, que dice que para Leonardo la pintura hacía las veces de la filosofía. Todavía puedo parafrasearla y decirles que lo mismo ocurre con Hawks y con Nicholas Ray y con Minelli: para ellos el cine hace las veces de literatura, del filosofar y de la poesía.


El Mundo y Sus Demonios
de Carl Sagan



Debo decir que siempre admiré a Carl Sagan como presentador de Televisión. Fui de esos niños que descubrieron lo maravilloso que es el universo a través de aquella serie llamada Cosmos (un ejemplo de que la televisión puede generar pensamiento crítico y de paso capacidad de asombro), pero nunca pensé que su escritura fuera no solamente divertida, sino capaz de generar esa catarsis tan personal que puede llegar a darse entre autor y lector. El Mundo y Sus Demonios no solamente es un trabajo que desenmascara a la pseudociencia y las creencias irracionales, sino que es por sobre todo una invitación a practicar el pensamiento crítico en cualquier contexto en el que nos desenvolvamos.


Sostengo que la ciencia es una herramienta absolutamente esencial para toda sociedad que tenga la esperanza de sobrevivir hasta el próximo siglo con sus valores fundamentales intactos... no sólo la ciencia abordada por sus practicantes, sino la ciencia entendida y abrazada por toda la comunidad humana. Y,  si eso no lo consiguen los científicos, ¿quién lo hará? 
...y son solo algunos. Al final, cuando sea más viejo, estoy seguro que habrá solo dos formas para seguir siendo niño: en una sala de cine y sentado, en un confortable sillón, con un libro entre las manos...

Así las cosas hoy martes...

Salud pues......

martes, abril 16, 2013

De un Breve Post Sobre Momentos Únicos...

Seven Readers!!...

La mayor parte de los días de nuestra existencia son (serán) completamente normales y rutinarios. Nuestras actividades son rutinarias, poco extraordinarias. La vida esta llena de horas comunes y los momentos que nos sacan de esa cotidianidad son realmente pocos. Quizá por ello los buscamos en demasía, quizá por eso nos pasamos gran parte de nuestro caminar por el planeta tratando de crear instantes memorables, mágicos, irrepetibles...





Estoy convencido de que por lo anterior se crearon los viajes, las conversaciones nocturnas, la amistad, los perros, las canciones, el cine, los libros; Quizá por eso encontrar al amor es una prioridad de muchos. El conjunto de todo lo anterior es lo que nos provee de esos momentos que decidimos almacenar en forma de recuerdos que a la postre se convertirán en tesoros metales que nos acompañarán durante toda la vida.
Lo paradójico es que reflexiono sobre lo anterior mientras me encuentro en el medio de un día común, tan cotidiano como el que puede pasarse tras un escritorio. Pero aún sentado en la misma silla que ocupa por 12 horas de lunes a sábado, aún en medio de la información que habla de un mundo quizá hoy un poco más triste que el que teníamos ayer, uno trata de encontrar ese momento único, fantástico, ese instante que te arranque por unos segundos de la apabullante rutina y te envíe a otro tiempo, a otro lugar.
Y lo encuentro en una frase quizá carente de sentido, que leo una y otra vez..
Sonrío interiormente..benditos auriculares que te dan la oportunidad de aislarte por unos minutos de todo...la vida entonces adquiere significado y durante tres minutos soy extraordinario...




Así es esto de evocar sonrisas...

Volvamos a la realidad...

Así las cosas hoy martes...

Salud pues......




miércoles, marzo 27, 2013

De porque México NO debe ir al Mundial...

Seven Readers!!...

En nuestro país el aficionado al fútbol está acostumbrado a vivir de los espejos que le receta la televisión cuando se trata de la Selección Nacional de Fútbol. Estupideces como "Aquí está el Tri", "El Equipo de Todos" o la "Selección Azteca" aún calan en fanáticos creados bajo la sombra de la pantalla de televisión. Medios y aficionados, han sobrevalorado tradicionalmente a un equipo que se cotiza como de "media tabla" en el concierto futbolístico internacional. Si bien es cierto que se han tenido buenos resultados en divisiones inferiores y que la medalla olímpica fue un extraordinario logro, el fútbol mexicano de selecciones, particularmente el de la selección mayor, es feliz porque se encuentra en una zona de confort conocida como CONCACAF que sin duda alguna es la confederación con el peor nivel deportivo de toda la FIFA. Lo anterior contribuye a aumentar el engaño del que son víctimas los seguidores del balompié en nuestro país, pues se vende a la selección como la gran "potencia" del área.
Los  tres primeros partidos jugados por México dentro del hexagonal que determinará a los 3 calificados de CONCACAF al Mundial de Brasil - sin contar al cuarto lugar que jugará una eliminatoria en contra de Nueva Zelanda -   debieron haber sido suficientes para despertar al aficionado a la realidad futbolística y darse cuenta de que la Selección Mexicana disfraza su endémica mediocridad bajo la protección de la televisión y de alguno que otro chispazo futbolístico. Pero no parece ser así. Todavía esta mañana me he encontrado con frases como "hay que seguir soñando", "si se puede" o "en el próximo goleamos", frases que aún demuestran que el aficionado mexicano sigue soñando con un producto que sostiene sus esperanzas mundialistas en una estructura creada por la televisión, y en las ganas de algunos seleccionados que aún poseen cierta vergüenza deportiva y se entregan en la cancha.



En los años que tengo de ver al fútbol mexicano de selección, solo me he encontrado con dos eventos que generaron algún tipo de cambio en el mismo: el castigo de FIFA por el tema de los "cachirules" que negó a México la posibilidad de jugar el mundial de Italia 90 y la llegada de César Luis Menotti a dirigir a la Selección. El primer caso provocó que México nunca volviera a hacer trampa en selecciones menores y, en cierta medida, los triunfos en años recientes son producto de que se comenzó a trabajar de manera seria para evitar cualquier tipo de corrupción que llévase a ser eliminados en el escritorio de las competencias. Con Menotti ocurrió algo de trascendencia: le brindó al jugador mexicano mentalidad y estilo. El argentino sentó bases muy importantes para que el futbolista nacional comenzara a creer que puede salir de la mediocridad, al mismo tiempo que entendió perfectamente las características físicas y técnicas de los mexicanos para generar una manera propia de jugar, algo que nunca había tenido la Selección. Desafortunadamente la televisión echó a Menotti antes de tiempo y aunque su estela fue aprovechada por Miguel Mejía Barón, ésta parece ser que ha terminado por diluirse.
Regresamos al presente, a un fútbol mexicano que se aferra a las posibilidades matemáticas para calificar al Mundial Carioca en lugar de hacerlo apostando a un estilo de juego, a la personalidad y talento de sus jugadores y a su supuesta estructura. Aunque los números indican que México aún tiene aspiraciones mundialistas, paradojicamente lo mejor que podría sucederle al fútbol mexicano es fracasar  en su intento de ir a la Copa del Mundo. El mal parece ser el remedio, porque solo de esa manera los directivos tendrían que renunciar (si es que tienen un mínimo de ética) dando paso a una profesionalización necesaria de quienes manejan al fútbol mexicano, los jugadores tendrían que salir de su zona de confort generada por sueldos millonarios y la vida de "rockstars" que le generan tanto los medios deportivos como la prensa del corazón, y los aficionados abrirían los ojos y dejarían de comprar los espejos que cada cuatro años le venden los dueños del balón y de la Televisión, quizá entonces nos olvidaríamos de "creer" para comenzar a exigir. 
No le veo en este momento otra salida al futbolito nacional. Es hora de generar un auténtico proyecto de crecimiento sustentado en cimientos reales y no en castillos de arena que son construidos cada cuatro años y que se caen estrepitosamente en el cuarto partido de la Copa del Mundo.

Así las cosas hoy miércoles...

Salud pues......


jueves, marzo 21, 2013

De Una Opinión Sobre la FILEY...

Seven Readers!!...

Terminó la segunda Feria Internacional de la Lectura de Yucatán y vale la pena hablar de lo sucedido durante la semana pasada. Si bien sigue siendo un esfuerzo importante para difundir a la lectura, me parece que habría que hacer señalamientos para evitar que algo que nació con el potencial para convertirse en el evento literario más importante del sureste, termine convirtiéndose en un evento de puros "cuates". Hay elementos para pensar que esto puede pasar e insisto es un buen momento para que los organizadores definan un mejor rumbo para la feria.
Voy a hablar de la FILEY desde las dos perspectivas desde las que pude observar a la feria: la primera es la de alguien que estuvo en la feria como gente de medios y la segunda desde el punto de vista de un visitante del evento.
Desde el primer punto de vista debo decir que la atención a los medios me pareció estupenda. Siempre se tuvo una llamada telefónica avisando de la presentación de un autor o de un libro y, salvo alguna excepción, autores y presentadores estuvieron en la mayor disposición para brindar entrevistas a los representantes de los medios. Hubo también acceso sin problemas a todos los rincones de la feria y la amabilidad de los encargados de prensa es destacarse. Pocas veces uno se encuentra con chicos de un departamento de atención a la prensa tan comprometidos y con ganas realmente de que su evento tenga difusión.
Lamentablemente esa difusión no se alcanza porque hubo un marcado desinterés por parte de los medios - principalmente los electrónicos - de darle cobertura a la feria. Durante los días que estuve en las actividades dedicadas a la prensa, solo vi a todos los canales de TV locales y a algunas  estaciones de radio - salvo la universitaria, por obvias razones - en la inauguración. Nunca los vi en entrevistas con autores, ni generando noticias que ayuden a difundir a la lectura - principal objetivo de la feria - entre la población. Ese endémico desinterés de los medios electrónicos locales por todo aquello que huela a cultura, habla mucho del nivel que tiene la mayoría de los opinadores, productores y lectores de noticias de la plaza.
Por otro lado, uno esperaba que siendo Francia el país invitado se tuviese más información que la que se tenía en un stand colocado en la entrada principal a la sala de venta y exposición de libros, que llamaba más la atención por los vinos que vendía y por los anuncios de cursos de francés de parte de la Alianza Francesa. Fuera de eso, el programa no incluía presentaciones de autores franceses contemporáneos, ni las editoriales francesas se destacaron por su presencia. En resumen: el tema de Francia como "Invitado de Honor" pareció ser solamente un eslogan para generar reflectores.



Como visitante la cosa se complica aún más. En primera instancia ya se sabe que en un evento de esta naturaleza, es imposible asistir a todos las actividades que se desean. Pero lo es más cuando se programan presentaciones de autores en días hábiles y en horarios laborales. Por ejemplo: yo tenía mucho interés en ver y escuchar a Juan Villoro presentando el libro "Un Montón de Piedras" de Jorge F. Hernández, pero en viernes a las 6 de la tarde me es imposible, lo mismo sucedió con otros escritores. El diagrama de planeación del programa parece haber estado hecho con la idea de dejar lugares vacíos en actos que realmente valían la pena. 
Por otra parte era evidente que la oferta de casas editoriales fue inferior a la del año pasado. Nada extraordinario, nada que no pudiera encontrarse en cualquier librería y - lo más lamentable - sin una oferta atractiva en términos de precios. Si ya sé, alguien me dirá que "rascándole" uno podía hacerse de una buena cantidad de libros, pero si el objetivo de la feria es promover la lectura se esperaría que no se espantase al posible lector con los precios de la mayoría de los ejemplares. La esperada "Venta Nocturna" del sábado 16 de marzo fue un auténtico fiasco: los descuentos eran de risa e incluso editoriales como Oceáno simplemente decidieron no sumarse a la supuesta noche de ofertas.
Existen actos en los que comenzamos a ver los mismos de siempre, a quienes son considerados por otros - y por ellos mismos claro - como los máximos representantes del quehacer literario en Yucatán y honestamente uno está cansado del protagonismo de los llamados "cronistas" de Mérida y de unos cuantos que suelen estar al acecho de este tipo de eventos para secuestrarlos a la primera oportunidad.



La FILEY sigue siendo una buena idea, un buen esfuerzo por tener una feria literaria importante en la región. Pero la edición que recién terminó demuestra que se necesita más profesionalismo entre los organizadores, pues se ha rebasado ya la etapa de los buenos deseos. A los directivos la feria les comienza a quedar grande y si se quiere posicionar a la FILEY al nivel de las de Guadalajara o Minería, falta mucho trabajo por hacer. Se necesita un director con experiencia en la organización de eventos culturales de gran envergadura (dato: la directora de la FIL de Guadalajara Nubia Macías, renunció hace unos días a su puesto, no sería mala idea contratarla al menos como asesora) y la formación de un consejo directivo en el que se incluyan a personas con nuevas ideas para el evento y en el que se excluya al amiguismo y a los grupos que pretenden marcar perennemente las directrices culturales de Yucatán.
La tercera edición de la Feria puede marcar su consolidación hacía ser una auténtica promotora de la diversidad cultural, de la lectura como herramienta fundamental para el avance de una sociedad como lo yucateca, o puede ser la que marque para terminar siendo un evento regionalista y hecho para el lucimiento de algunas personas. 
Veremos...

Así las cosas hoy jueves...

Salud pues.......

jueves, marzo 07, 2013

De Opinar Sobre Chávez...

Seven Readers!!...

¿Quién era Hugo Chávez? Esa pregunta tiene varias respuestas. En primera instancia está la respuesta que puedan dar los venezolanos, y en segundo lugar aquellas que daremos quienes vivimos en cualquier otra parte del mundo. En el segundo caso la respuesta dependerá de que medio de comunicación, que articulista o que canal de televisión se lea o se vea. Porque es evidente que quienes estamos fuera de la nación sudamericana conocimos al difunto admirador de Simón Bolívar a través de los medios de comunicación y por ende nuestra percepción de lo que su figura representó está moldeada por estos.
Vamos al caso de México: "¿Chávez? ¡Claro!" - responderán algunos mexicanos - aquel hombre con el que era comparado el "peligro para México" de 2006, el "dictador", dirán, "ese que quitaba la propiedades, que cercenaba libertades" y que había que impedir que influenciara a nuestro país. Chávez, para muchos, era una especie de demonio que les llevó a votar por todo aquello que - según también los medios - estaba completamente alejado de lo que el venezolano representaba. Por otro lado están aquellos que miraban en Chávez al libertador, al hombre que había logrado restaurar la democracia en Venezuela, que había llevado al pueblo finalmente al poder y que tenía los arrestos para enfrentarse al avasallador poder del imperio norteamericano. Para estos, el Presidente - Comandante era un importante factor de resistencia y por lo tanto su ejemplo tendría que haber cundido en el resto del continente.
Yo, por supuesto, también estoy influenciado por los medios. Nunca he estado en Venezuela y por lo tanto mi percepción sobre Hugo Chávez tiene que ver con lo que he leído, escuchado y visto tanto en prensa escrita como en la televisión. Y nada más. 
La cuestión es: ¿cuántos de los que hoy opinan sobre Hugo Chávez lo hacen con esa conciencia, con la de que su criterio respecto al fallecido ha sido mediaticamente formado? Estamos ante un buen ejemplo de que como los medios construyen a los personajes de acuerdo a sus propios intereses, a sus líneas editoriales o a las que les marcan los anunciantes. Por ende, a menos que tengamos un contacto más o menos directo con los actores de la noticia, nuestra interpretación de la realidad está, en la mayoría de las ocasiones, condicionada a lo que nos muestran los medios que consumimos.



Opinar en los tiempos de Twitter es muy sencillo. Las redes sociales nos han convertido en "opinólogos" profesionales y creemos que nuestra verdad es absoluta e impoluta, particularmente cuando se trata de situaciones o personajes polémicos. Sin embargo, parece ser que cada vez perdemos más la conciencia de que nuestra opinión está sesgada por el grado de información que tenemos y, por supuesto, por nuestras propias fobias y filias políticas (las cuales tenemos todos, incluso aquellos que se declaran como "apolíticos). Decir que Chávez fue un dictador es muy fácil, decir que fue un auténtico demócrata también, el sustento para cimentar tales opiniones es lo complejo pues habría que preguntarse qué elementos tenemos para hacer esas afirmaciones.
Se dice que quienes tienen la obligación de sustentar sus opiniones son solamente aquellos que viven de tal cosa, es decir los que trabajan en los medios de comunicación. Una de las claves del periodismo bien ejercido es el fundamentar con datos duros una afirmación. Recientemente leí un artículo y una crónica sobre Hugo Chávez que, me parece, hacen un gran trabajo. Una está a favor del Presidente Venezolano y el otro dibuja una visión menos optimista de la Venezuela Chavista. El gran mérito de ambas piezas reside en los datos que presentan pues hacen referencia a organismos internacionales que se dedican a medir cuestiones como el desarrollo, la violencia o la economía de las naciones. Eso se llama buen periodismo.
Claro, un Twittero o un bloguero aficionado no tiene la obligación de sustentar sus afirmaciones con datos duros...¿o sí?. Eso dependerá de la importancia que uno le de a su opinión y la conciencia del impacto que pueda o se quiera tener en las redes sociales, y, por supuesto, de lo que se quiera que nuestros lectores o seguidores piensen de nosotros. Pero me parece que es evidente que opiniones como la que se pueda tener en torno a personajes como Chávez dicen mucho de quienes somos y de nuestra formación, particularmente aquella que recibimos a través de los medios de comunicación masiva.
El post empezó con una pregunta tal vez planteada de manera errónea. Quizá lo que debió preguntarse al principio es ¿Quién creemos que era Hugo Chávez?. Esa pregunta si tiene oportunidades de ser respondida de acuerdo a nuestros filtros mediáticos y a nuestro conocimiento - mucho o poco - sobre lo que realmente hizo o no hizo en los años en los que gobernó a Venezuela. Lo visto en los últimos días, particularmente en redes sociales, son una muestra de nuestra enorme capacidad para teclear opiniones, pero también una muestra de que en términos de calidad de las mismas, el camino por recorrer es aún bastante largo.Y, por supuesto, me incluyo entre quienes aún estamos en el principio de tal brecha.

Así las cosas hoy jueves...

Salud pues.......

lunes, febrero 25, 2013

De la Resaca del Oscar 2013...

Seven Readers!!...

Cuando Michelle Obama apareció para nombrar al ganador de la categoría de mejor película en la ceremonia del Oscar 2013, algo quedó muy claro: el cine para los norteamericanos es una prioridad nacional, y lo es, porque entienden la importancia de una industria cultural como la hollywoodense en la expansión de sus ideales "democráticos", en su incrementar su dominio en términos económicos y, por supuesto, en los ideológicos. No es entonces un accidente que Argo, una película  bien filmada pero que dista mucho de ser considerada como una obra maestra, se haya impuesto en la categoría de mejor película. 
Se trataba de reivindicar al cine norteamericano luego de que el año pasado una cinta francesa terminó imponiéndose en la principal categoría. Y había que hacerlo a través de un filme que contara un acto heroico de un grupo de norteamericanos, que mejor si ese acto incluía a Hollywood. Esa me parece es la única razón por la que Argo ganó el Oscar. Lo que me resulta aún inexplicable es que - salvo los Independent Spirit Awards - haya ganado todo en esta temporada de premios: el Globo de Oro, el BAFTA, el SAG y un largo etcétera. Y no me puedo explicar esa razón porque una parte de mi se resiste a pensar que la sujeción económica e ideológica que ejerce la industria a través de la Academia haya sido tan contundente como para pernear en todas las entregas de premios previas a la noche del Oscar. Incluso, en este mismo blog, el inocente tecleador se atrevió a decir que los Globos buscaban marcar una diferencia con el Oscar y tratar de dejar de ser la llamada "antesala" de ese premio. Es lamentable que solo lo sean en términos meramente televisivos y no al momento de elegir a su ganadores en términos artísticos. 
Lo mismo ha sucedido el día de ayer: Los Miserables, Liconln, Django, Life of Pi, Silver Linnings Playbook y Amour eran, en más de un sentido, infinitamente superiores a Argo. Pero la Academia fue contundente al otorgar el Oscar en la principal categoría a la cinta de  Ben Affleck, como si tratara de decir lo siguiente: "todos los demás siguen el camino que yo les dicto", aún que ese camino esté salpicado de tintes patrioteros.



El triunfo de Argo era tan evidente que la Academia trató de mostrar una cara equitativa al repartir los premios entre todas las películas nominadas e incluso se dio el lujo de declarar un empate en la categoría de mejor edición de sonido (algo que no se daba desde 1968). No hubo entonces una película que ganara más de 4 estatuillas, no hubo una película dominante, no hubo una gran sorpresa. El triunfo de Ang Lee como mejor director fue muy merecido pues su película, Life of Pi, es una maravilla tanto en términos temáticos como artísticos. Los Oscares a Anne Hathaway, Christopher Waltz y Daniel Day Lewis, no sorprendieron a nadie. Quizá el único momento más o menos inesperado de la noche fue la victoria de Jennifer Lawrence cuando todos marcaban como la gran favorita a Jessica Chastain.
A pesar de lo anterior, creo que no fue una ceremonia aburrida, pero que pudo haber dado mucho más particularmente porque se homenajeaba al musical, el género hollywoodense por antonomasia. Si bien uno de los mejores momentos fue la interpretación del elenco de Los Miserables de un fragmento de su obra, creo que el homenaje a Chicago y a Dreamgirls fue muy precipitado, pues ambas cintas distan mucho de ser consideradas aún como grandes clásicos. En todo caso, si quería homenajear al musical ¿por qué no hacerlo a toda la historia del género?, ¿Por qué no presentar números alusivos a Cantando Bajo la Lluvia, West Side Story o Grease? Creo que hubiésemos tenido una ceremonia más espectacular,  más emotiva y más cinematográfica.



Seth McFarlane hizo un trabajo más que aceptable como presentador de la Gala, pero aún está lejos de presentadores de la talla de Billy Cristal. Su gags fueron ocurrentes y lo mejor fueron la interacción con William Shatner y las canciones que interpretó. En resumen, estuvo a la altura.


Se termina la temporada de premios de este año. Creo que el Oscar  para Argo significa un grave retroceso para la Academia, pues más allá de afianzar el maridaje existente entre el cine norteamericano y la Casa Blanca, es un triunfo que demerita a quienes si están filmando grandes películas. En un año en las que tuvimos muchas, que un filme bastante promedio gane solo indica que siguen pesando más los intereses fuera de la pantalla, que lo que se mira finalmente a través de la misma.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues.......


lunes, febrero 18, 2013

De Los Miserables...

Seven Readers!!...

¿Por qué Los Miserables sigue siendo una obra emocionante? Por su universalidad. Entiéndase ésta como la virtud de presentar temas que son perennes en el tiempo y aplicables practicamente a cualquier sociedad, aunque no se si ello necesariamente hable bien del desarrollo que la humanidad ha tenido durante todos estos años. Los Miserables aborda cuestiones como la injusticia, la pobreza, la virtud, el sacrificio, la lucha por la igualdad y la libertad. Víctor Hugo fue uno de esos genios que pudo prever algunos de los cánceres más profundos de occidente y cuya extirpación duraría años o quizá siglos. Y es que aún en esta moderna sociedad del Siglo XXI podemos encontrarnos con la pobreza extrema, con la injusticia y con la lucha por la libertad como una de las utopías que nos permiten avanzar, aunque  sea con pasos muy pequeños.
Si la novela de Víctor Hugo es emocionante, lo es más cuando a partir de ella Alain Boublil y Claude-Michael Schönberg la toman como base para realizar un musical, pues añadieron a una gran obra un elemento cuya capacidad de emocionarnos trasciende también épocas: la música. El resultado: una auténtica epopeya cuyo éxito teatral fue literalmente inmediato. La partitura de Los Miserables está llena de grandes momentos que transitan por las emociones que  nos mueven como seres humanos: el amor, el dolor, la esperanza, la fraternidad, el perdón. 
El cine ha filmado muchas versiones de la obra del francés (aunque la mejor versión, para mi, es la miniserie de Televisión que en el 2000 protagonizaron Gérard Depardieu y John Malkovich) pero nunca se había atrevido a llevar a la pantalla al musical de Boublil y Schönberg, quizá por dos razones: la primera porque se trata de una obra de culto, amada por miles de personas que han caído rendidos antes las emocionantes piezas musicales y que había que ser tratada con el respeto que merecen todos los clásicos. La segunda tiene que ver con la transcripción del lenguaje del teatro al audiovisual. No hay que olvidar que la puesta teatral  tradicional tiene, salvo algunas excepciones,  solamente un punto de vista: el del espectador hacía el escenario. El cine en cambio ofrece una diversidad de los mismos y el público puede ser confrontado con diferentes ángulos que permitan apreciar una escena desde diversas posiciones. Por lo anterior, el trabajo de planificación tendría que llevar a la audiencia a vivir una nueva experiencia, una en que la narración cambie completamente a partir de los planos cinematográficos y de la unión de los mismos dada por el montaje. Finalmente alguien se atrevió a correr los riesgos que estas dos razones traían consigo: el director Tom Hooper.



Es difícil saber con certeza lo que sucedió durante el proceso creativo del filme. Sin embargo, puedo especular a partir de lo visto en pantalla. Hooper tenía ante si los dilemas planteados anteriormente, ¿qué hizo? tomó dos decisiones puramente cinematográficas: la primera fue acercar la cámara a los actores durante arias del musical que contienen una gran carga dramática. El mejor ejemplo es la grandiosa secuencia de "I Dreamed a Dream". Hooper mantiene un solo encuadre durante toda la pieza musical. Se trata de un close up, sin ningún tipo de corte al personaje de Fantine. Cuenta para ello con la colaboración de una fantástica Anne Hathaway cuya interpretación cargada de dolor y desesperanza generan un momento catártico, brutal y emocionante. Hooper repetirá esos acercamientos a los personajes en más de un momento, como si quisiera marcar que esa intimidad solo puede ser mostrada por el cine, jamás por el teatro. Tendrá otros momentos similares, siempre con la cámara sobre los personajes, siempre tratando de mostrar con esto lo más profundo de sus sentimientos. La otra decisión es diametralmente opuesta: Hooper irá de lo íntimo a lo espectacular. Nos recordará que el Musical es un género épico, en el que la cámara siempre se encuentra en movimiento, en el que los sets son amplios, enormes, en los que se pueden recrear grandes y fantásticas secuencias. La película adquirirá entonces tintes de epopeya, de grandeza.



Encuentro a un filme con un reparto sólido, actores que demuestran grandes capacidades tanto vocales como interpretativas. El Jean Valtjean de Hugh Jackman es enorme desde su primera aparición en pantalla. Jackman es capaz de proyectar las diferentes etapas de la vida del personaje y los conflictos a los que se va enfrentando con el desarrollo de la historia. Su interpretación está llena de matices, de momentos de gran ternura y humanismo. En contraparte el Javert de Rusell Crowe es sobrio, poco expresivo, un hombre sin la capacidad de comprensión y de empatía por el ser humano que llega a sentir Valtjean. No se trata de un villano, sino del perfecto antihéroe, alguien que no encaja fuera del mundo que conoce: el del rigor y la disciplina policial . Hathaway tiene la fragilidad y la fortaleza para interpretar a un personaje tan importante como Fantine. Sacha Baron-Cohen, Amanda Seyfried, Helena Boham-Carter, Samantha Barks y Eddie Redmayne completan a un fuerte ensamble de actores y que entran en el tono de la película.
Al final creo que Los Miserables tiene una gran característica, algo que comparten el musical (tanto el teatral como el cinematográfico) las películas, las series de televisión y, por supuesto, el libro clásico de Víctor Hugo: más allá de un producto artístico se trata de una experiencia. Una experiencia capaz de generar una gran cantidad de emociones. En este caso es una de esas películas con las que uno puede dejarse llevar por la historia, por lo grandioso de su música, por lo espectacular de sus secuencias, por las tragedias de sus personajes.
Saliendo del cine, alguien me dio la mejor reacción, la mejor reseña que puede darse a una obra como Los Miserables: "Tengo un manojo de emociones por fuera, pero una sonrisa en el corazón". Eso, sin duda solo lo consigue una auténtica obra de arte.
Un logro.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......