Desde hace días en la ciudad de Mérida los habitantes discuten con vehemencia sobre la construcción de un "paso deprimido" en una de las avenidas principales de la ciudad: el Paseo de Montejo. Se trata de un túnel vehicular que cruzará a la vialidad y que se convertirá en el primero en su tipo en la ciudad de Mérida. Es un proyecto promovido por la alcaldesa Ángelica Araujo y que ha encontrado oposición de los vecinos de la zona, comerciantes y especialistas en temas urbanos y de la construcción.
Para quienes vivimos aquí no es un secreto que la ciudad comienza a ser rebasada por su carga vehicular. Tenemos demasiados automóviles para vialidades que en muchos casos ya resultan insuficientes para el número de automóviles y autobuses que circulan por ellas. Es evidente que se necesita un plan de mejoramiento y reordenamiento vial que garantice que en los próximos años que Mérida sea una ciudad en la que se pueda transitar sin problemas, garantizando al mismo tiempo el desarrollo comercial, social y ecológico de la ciudad.
En esto estamos todos de acuerdo. En el cómo es en donde vienen las diferencias.
La Alcaldesa asegura que su paso deprimido es la solución a un problema en una de las zonas de la ciudad. Dice que el túnel es la primera obra para mejorar en el futuro las vialidades meridanas y augura que las próximas administraciones municipales realizarán obras similares para el tránsito de los vehículos. Quienes se oponen a la medida afirman que esta es onerosa e innecesaria, que atentaría contra la ecología de al ciudad y que realmente agravará los problemas que pretende resolver.
Lo ideal sería buscar un consenso entre opositores a la medida y las autoridades, pero eso parece imposible por cuestiones propias de la cultura política del país:
Ángelica Araujo es la alcaldesa de Mérida. Ganó las elecciones municipales por un buen margen de la votación; en ese sentido los electores la pusieron ahí porque creyeron en la plataforma política que presentó durante su campaña y está en el Palacio Municipal para tomar decisiones por quienes votaron por ella (y por quienes no lo hicieron), para eso le pagamos (y le pagamos demasiado bien). El problema de la alcaldesa es que le sucede lo mismo que a todos los políticos mexicanos: una vez en el poder creen que la legitimidad que le han dado los electores a través de su voto, les da carta abierta para ejercer sus funciones como crean conveniente.
Existen obras - particularmente una como ésta que no fue planteada en la plataforma política que como candidata presentó la alcaldesa - que por sus implicaciones debería realizarse con el consenso de la sociedad en general. Pero la propia cultura política mexicana no está sustentada en el diálogo sino en la imposición. Los gobernantes creen siempre tener la razón y en contadas ocasiones están dispuestos a someter sus decisiones al escrutinio de la sociedad, algo que en esta ocasión resulta indispensable.
Supongamos que el paso es necesario y que la razón le asiste a la Alcaldesa. Aún en ese escenario, por la polémica que ha causado la obra, Ángelica Araujo debe permitir que sea la sociedad la que tome la decisión de si ésta se lleva a cabo o no. Debe recordar que la ciudadanía tiene el derecho a equivocarse y a rectificar. Si este es el caso, el túnel terminará haciéndose tarde o temprano.
Mérida, como cualquier otra urbe, necesita de una planeación estratégica que garantice que en el futuro sea una ciudad con un desarrollo sustentable. El transporte es fundamental para esto, pero quizá en lugar de crear obras onerosas y que aparentemente son paliativas, tal vez deberíamos todos - autoridades y sociedad - debatir sobre nuestra ciudad y el reordenamiento de su transporte público, en su modernización, con la idea de motivar al ciudadano a dejar el automóvil para mejorar las condiciones ecológicas de la ciudad. Pero para ello se necesita de un diálogo, de un plan a largo plazo, pero desafortunadamente estos están ausentes en las decisiones importantes que se toman al utilizar los recursos públicos, y todo gira en la búsqueda de la grandeza de la autoridad en turno. Así funciona en Mérida, así funciona en México.
Así las cosas hoy martes...
PS1...El caso Hank Rhon está resultando en una vergüenza más para el gobierno federal. Resulta cada vez más evidente que su captura corresponde a la confrontación electorera que Felipe Calderón ha iniciado en contra del PRI (el discurso de Stanford, ha sido la punta de lanza ideológica de la guerra contra el Tricolor) y no a un intento real por procurar justicia. Todo indica que el tiro le saldrá por la culata al presidente, y que en lugar de debilitar al PRI abrirá aún más su camino hacía Los Pinos.
Salud Pues......
1 comentario:
Muy de acuerdo con tu post y como bien dices al inicio se debe pensar en el futuro de nuestra situación vial que a decir verdad de unos años para acá ha empeorado por el aumento de habitantes. Ahora, recuerdo hace muchos años cuando se construía el muelle de progreso (por don Victor Cervera) se decía que se tiraban las piedras al mar, que era una pendejada, una estupidez y mira que al paso de los años ahora el muelle se está convirtiendo en un centro turístico de importancia sin mencionar la derrama económica que ha traído a la gente de Progreso. Eso fue tener una visión muy a futuro, lo mismo sucedió con el centro de convenciones siglo XXI, la ilumunación de la carretera a progreso y podría enumerar varias cosas.. todas criticadas y satanizadas..ahora la realidad ¿quiénes son los que se quejan? Empresario y gente de dinero de la vieja escuela que vive en la zona, traducción:en su mayoría PANISTAS y es una realidad que todos sabemos.
Yo estoy de acuerdo en que se haga la obra pensando en el desahogo del tráfico de aquí a ya no muchos años..Cualquier persona con dos centímetros de cerebro se daría cuenta de que es un beneficio, pero tal vez el gobierno de lo que se olvida es de hacerlo en el lugar correcto, aunque el sur ya no está tan olvidado igual y la idea es abordada con más sentido común de ese lado, ya que sabemos que por desgracia la razón ante la terquedad de quienes se alejaron del poder está en duda que pueda tomarse como algo objetivo que nos beneficie a todos los yucatecos.
Que se jodan y que no se los hagan, y listo. ¿Consulta ciudadana? adelante.. pero me temo que en el mismo lugar tendrá el mismo resultado.
(Y yo les mentaré la madre cada vez que me tarde más de cinco mins cruzando esa puta glorieta a las 6 de la tarde)
Saludos, ;)
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