viernes, noviembre 30, 2012

De Hasta Nunca Calderón...

Seven Readers!!...

Escribo el siguiente post desde la perspectiva de un ciudadano mexicano. No me considero politólogo, ni mucho menos un intelectual estudioso de la política nacional. Soy simplemente uno más de los millones de mexicanos que tienen que trabajar muchas horas para poder tener un sueldo que más o menos alcance para vivir. Y desde esa perspectiva, tengo que decir que hemos tenido un sexenio lamentable y que no puedo más que sentir cierto alivio de que se termine. Seis años que han transcurrido entre miles de muertos, gasolinazos, desempleo, salarios raquíticos, "catarritos" económicos"y un largo etcétera. Se va Felipe Calderón y uno tiene la impresión de que lo hará por donde entró: por la puerta trasera.
Hace unos días hice un ejercicio: tratar de buscarle puntos positivos a la segunda (y quizá última) administración panista. Después de varias horas simplemente renuncié. No hubo una gran obra pública, tampoco reformas que realmente se traduzcan en beneficio de la población, los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres; y quienes nos encontramos en el rubro de la clase media vimos decrecer enormemente nuestro poder adquisitivo. Quizá se salva el manejo de crisis provocada por la epidemia de la Influenza A1H1N1, la cual fue manejada con gran profesionalismo y oportunidad por el Dr. José Córdoba Villalobos, entonces Secretario de Salud. De hecho salvo por decesos o enfermedades, es difícil recordar a otro integrante del gabinete que se haya destacado por haber realizado una labor destacada. Las Secretarías de Estado fueron un reflejo del gobierno federal: grises y sin grandes logros.
La aventura panista en Los Pinos, termina de una manera triste y con un país ensangrentado, sin esperanza y que se aventuró a cambiar sus votos por espejitos y tarjetas de tiendas comerciales y así regresar a la silla presidencial al malo conocido, al simpático truhán que por 70 años propició el atraso, fomentó la corrupción y no tuvo empacho en masacrar a quien se oponía a él: el PRI.


Calderón será recordado como el Presidente de los 100 mil muertos. El pequeño michoacano que llegó a Los Pinos tras la elección más cuestionada en la historia del país y que buscó la legitimidad con la metralleta en la mano. El Presidente que causó la tragedia humanitaria más grande en la historia reciente de México y que nunca tuvo (ni tendrá) el valor para hacer una autocrítica y reconocer que la estrategia utilizada para luchar en contra del crimen organizado fue equivocada, el hombre cuya obstinación no le permitió realizar un viraje y aceptar que había sido rebasado por sus propios errores. El ex gobernante que difícilmente podrá regresar a México una vez que abandone la residencia oficial para buscar en el exilio universitario un decoroso refugio que le permita terminar con sus días en paz, algo que muchos mexicanos muertos por causas de la guerra emprendida por el presidente ya no tendrán la oportunidad de hacer.
Se terminan 12 años de un panismo que con Fox llevó a la Presidencia a grados de frivolidad nunca antes vistos y que con Calderón terminó por mostrarse como incapaz de frenar a la corrupción, de reducir las brechas de desigualdad y de rescatar de la tragedia a millones de mexicanos que se encuentran en situación de pobreza extrema. Han sido 12 años de una pesadilla para los ciudadanos de éste país. Lo lamentable es que todo parece indicar que no despertaremos hacía una mejor realidad, sino que todo indica que cuando lo hagamos volveremos en el tiempo a 1988, a esos años en los que el voraz salinismo se apoderó del país. Los dos sexenios panistas fueron simplemente un sangriento impasse detenido en el tiempo.
Se va hoy Felipe Calderón de Los Pinos. Se despidió con un spot televisivo que parece ser una muestra más de que el poder causa ceguera. Lleno de frases sentimentales y con la visión de un hombre que interpreta al repudio como un acto de reconocimiento y de un profundo cariño. Se va Felipe Calderón y lo único que como ciudadano mexicano puedo decirle es un poco cordial "hasta nunca".
El país vive hoy su historia más triste.

Así las cosas hoy viernes...

Salud Pues......


sábado, noviembre 24, 2012

De Argo...

Seven Readers!!...


Ben Affleck había demostrado desde su ópera prima The Town, un buen sentido cinematográfico para generar películas con alta tensión dramática. En su debut como director, Affleck contó con gran corrección la historia de un grupo de ladrones cuya lealtad y compromiso con el grupo será fundamental para fracasar o triunfar en un espectacular robo. La película era rica en esos momentos de alto impacto dramático, pero también generaba que el espectador sintiera una particular empatía por los personajes del filme, por sus luchas, por sus intentos de salir victoriosos y con vida de su empresa. Esa misma capacidad para generar tensión y empatía por los personajes, está presente en el segundo esfuerzo como director de Affleck: Argo.
Sin embargo Affleck comienza a despuntar como un buen conocedor del oficio de narrar historias a través del lente de una cámara, pues esos elementos presentados en su primer largometraje se muestran ahora aún más matizados, demostrando que las lecciones de la ópera prima han sido bien aprendidas. Y una de esas lecciones consiste en contar la historia de un grupo de personajes que viven un momento coyuntural que los lleva a una encrucijada en la que sus propias vidas estarán en riesgo. El resultado: gran tensión y la generación de un alto nivel de empatía por parte del público hacía estos seres ordinarios que tienen que sobrevivir a una situación inhóspita y casi catastrófica.




La película narra la historia de Tony Méndez, un agente de la CIA cuya especialidad es el rescate de personas en situaciones de conflicto. Durante la crisis de los rehenes norteamericanos en Irán - ocurrida entre 1979 y 1980 - Méndez tendrá la responsabilidad de sacar con vida a 6 funcionarios de la embajada estadounidense que se ocultan de los iraníes en la residencia del embajador de Canadá en aquella nación asiática. Para ello tendrá que urdir un astuto plan: hará pasar a los trabajadores gubernamentales por un equipo de producción de cine. Méndez montará una compleja trama - involucrando para ello a productores y gente de Hollywood - que le permita perpetrar un hábil engaño y así poder sacar de la convulsionada nación islámica al grupo de estadounidenses.
Affleck tiene la capacidad de ir construyendo una narración hábil, inteligente e interesante. Sin renunciar a las pretensiones artísticas de su relato, convierte a la película - gracias a la habilidad de su narrativa - en un producto altamente comercial. Producto filmado en un contexto que recrea perfectamente, no solo a la época en la que la película está ambientada, sino particularmente a una nación como lo era el Irán de aquellos días, sin olvidar los sentimientos anti islámicos que comenzaron a surgir en varias ciudades y poblados de la Unión Americana. Para todo lo anterior contará con un interesante trabajo de dirección de arte realizado por Peter Borck y Deniz Göktürk, y con la cinematografía del mexicano Rodrigo Prieto.




He leído en los últimos días algunos comentarios que colocan a Argo como una de las mejores películas del año (alguien incluso la ha declarado como la "película que inaugura la carrera al Oscar"). Si bien el filme de Affleck tiene una muy buena manufactura, me parece aventurado catalogarlo como una obra maestra digna de reconocimientos importantes (claro: existen muchas posibilidades de que La Academia actué en sentido contrario). El actor ha demostrado - insisto - ser un buen artesano cinematográfico, pero aún está lejos de ser considerado como un autor. Sin embargo con Argo resulta evidente que Ben Affleck puede llegar a alturas que muchos considerábamos lejanas para él.

Así las cosas hoy sábado...

Salud pues......

lunes, noviembre 05, 2012

De Skyfall...

Seven Readers!!...

Sam Mendes es un gran director de cine que cuenta entre su filmografía películas como Road To Perdition, American Beauty o Revolutionary Road. Sus filmes son alabados por la crítica sobre todo por su gran contenido temático. ¿Qué hace entonces un tipo como Mendes dirigiendo un filme sobre James Bond? Supongo que para algunos realizadores el filmar una película de aventura, y que forma parte de una franquicia, supone un reto que trae consigo la posibilidad de divertirse mucho; además de que siempre será interesante poner algo de su particular sello como realizador en un filme del que quizá se esperen muchas explosiones, pero poca profundidad temática. Pero si algo han tenido los últimos filmes sobre el famoso 007 es que tratan de realizar una combinación de ambas cosas para alcanzar un producto de gran valor comercial, pero que a su vez tenga algunos valores artísticos que permitan realizar una exploración interesante de los personajes. Y es ahí en donde Mendes encaja perfectamente pues es capaz de llevar a cabo un trabajo que eleva a la franquicia a niveles tal vez nunca antes vistos, pero sin perder la esencia del personaje. Skyfall tal vez sea el primer filme de James Bond que coquetea con la definición de "cine de autor".



Porque en él encontramos elementos que comienzan a ser reconocibles en toda la filmografía de Mendes: relaciones fallidas en las que el perdón y la aceptación son una necesidad, villanos que buscan desesperadamente la notoriedad de sus acciones (hay una gran relación entre Hal Maguire de Road to Perdition y Silva) cuya moral es inexistente, y una transformación psicológica de los personajes que los lleva de profundos abismos a alcanzar el éxito, no sin antes enfrentarse a fantasmas que los han atormentado a lo largo de su vida; es decir temas recurrentes en los trabajos del cineasta británico.
Y por supuesto esta presente esa enorme capacidad de Mendes para dirigir a los actores de sus filmes y para sacar lo mejor de ellos. Nunca antes habíamos visto a un Bond tan atormentado y tan vulnerable como el que extrae de la actuación de Daniel Craig, nunca un villano había tenido tanto matices como el Silva de Javier Bardem, y nunca personajes anteriormente secundarios como M habían sido tan atormentados por sus decisiones e interpretados con tanta pasión como la que desborda Judi Dench. Todo lo anterior sin hacer a un lado características propias de los filmes sobre 007: chicas hermosas, vibrantes escenas de acción, sofisticados autos y un ritmo trepidante. 



James Bond ha celebrado con Skyfall sus 50 años de vida fílmica. No puedo imaginar una mejor celebración. Lo interesante será ver que pasará después con el personaje y sobre todo quien será el director que continúe con lo que ha logrado Sam Mendes con este filme. Los estándares que ahora se tienen son demasiado altos y la franquicia - quizá sin proponérselo - ha entrado a una fase crítica en la que tendrán que mantenerlos si es que se pretende continuar con el saludable rumbo que ha tomado. Veremos.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues......