viernes, agosto 27, 2010

De las peores 20 canciones en Español: Número 19...

Seven Readers!!..

!Y es viernes¡ Y es momento de seguir con el peor listado musical de todos los tiempos, aquel que nunca verás en VH1, MTV o el Canal de las Estrellas. Así que sin más preámbulo, continuemos con la lista que nadie quiere leer.

Número 19:
Sopa de Caracol de Banda Blanca...

"Toma un ritmo guapachoso, escribe una letra sin sentido y taladrante y serás seguramente el éxito en todas las bodas, bautizos, XV años y similares de Latinoamérica". Eso fue quizá lo que le dijeron a los integrantes de Banda Blanca antes de iniciar a escribir una de las canciones más estúpidas de la historia de la música: Sopa de Caracol.
!Santos Moluscos¡ Sopa de Caracol es una de esas canciones que por más que uno trate de entenderla resulta inexplicable. Está compuesta por una serie de galimatías e insensatas rimas que llevan al escucha a preguntarse si en realidad la música puede llegar a suplir a cualquier enervante, pues el cerebro queda absolutamente destrozado cuando el "cantante" de Banda Blanca repite 8 veces el sesudo y poético verso "ricki ticki".
En realidad no estaba muy seguro de incluir esta canción en la lista, por que no estoy realmente convencido de que su letra sea en español. Parecería que Sopa de Caracol fue compuesta por un balbuceante bebé de cuatro años cuyo futuro estaba apuntando para ser o terrorista o cantante de música tropical. Su lírica es uno de los mayores misterios del universo, es que ¿quién puede realmente bailar una "Sopa de Caracol"?, ¿En que momento se supone que uno puede mover a la sopa bailable con las caderas? ¿Qué carajos quiere decir: Wul Wani Wanaga? Es un tema realmente inexplicable, imposible de entender ni siquiera con trece grados de alcohol encima.
Pero esta canción produjo en los noventa un fenómeno de orden antropológico que tendría que haber sido estudiado. Sin importar lo mala que era, todos - y aquí recalco TODOS - los grupos que tocaban en fiestas sociales en algún momento del jolgorio iniciaban con la mentada sopa. Lo que sucedía entonces era increíble: la gente se despojaba de corbatas, sacos y zapatos; los peinados no importaban, las novias tiraban el velo a un lado, las tías gordas se ponían de pie y comenzaban a aporrear el piso de manera arrítmica. Si la mayoría bailaba, sudaba, quemaba grasa de manera hipnótica al ritmo de esta canción perpetrada por la Banda Blanca, mientras que unos cuantos, corríamos a escondernos y luchábamos con no subirnos al escenario y asesinar al cantante que repetía y repetía: ricki ticki, ricki ticki, rickci ticki, ricki ticki, ricki ticki, ricki ticki, ricki ticki...!!!HELP!!!!...




Así que aquí la tienen, la número 19 de en la lista de las peores canciones en español de todos los tiempos. Taladren a sus oídos o a su paciencia De Banda Blanca: Sopa de Caracol.




La Peor Línea:

Watanegui Consup Iupipati Iupipati Wuli Wani Wanaga Iupe! Iupe!

Así las cosas hoy viernes!!

Salud Pues…....

jueves, agosto 26, 2010

De las peores 20 canciones en Español: Número 20...

Seven Readers!!...

Año con año este su blog de confianza les ha traído a ustedes - leales Seven Readers - una serie de listados musicales y/o cinematográficos que son extraídos desde lo más profundo de mi subconsciente. Así hemos tenido geniales aportaciones que no le importan a nadie como los 10 Momentos Climáticos de la Historia del Cine, El Top 25 personal de Canciones en Inglés, El Top 25 de Canciones de los 80 y la última: El Top 25 de Canciones en Español.
Este año no será la excepción y este su popero, reflexivo e insensato blog de confianza presenta a continuación un nuevo e intrascendente listado. La diferencia es que en esta ocasión no hablaremos de canciones que ocupan los primeros lugares en las listas de popularidad de mis neuronas, sino que por el contrario, en esta ocasión presentaré una listado de bodrios insufribles que solamente confirman que en muchas ocasiones el idioma de Cervantes ha sido masacrado por supuestos "talentos" musicales.
Dos cosas antes de presentar la lista: primero que esta ha surgido después de sesudas y largas madrugadas de desvelo y que como todas las listas que antes he presentado es producto única y exclusivamente de mi subjetividad, por ende si algún reader siente que en algún momento sus gustos musicales son violentados siéntase en plena libertad de irse a sitios con cosas más trascendentes.
Y le dedico este listado a mi gran amiga Claudia, cuya complicidad fue indispensable para la realización de este trabajo. De hecho, pueden consultar la lista de Clau aquí. ¿Tendremos coincidencias? Es posible solo que, a diferencia de ella, para seguir la tradición de este blog aquí será un post por canción hasta descubrir todos juntos cual es la peor canción en Español de todos los tiempos.
Así que aquí vamos. Sean todos bienvenidos a las peores 20 canciones en Español.

Número 20:
Experiencia Religiosa - Enrique Iglesias...

No conforme con haber torturado toda una generación de mujeres setenteras con su poca entonación y su personalidad de alcornoque, Julio Iglesias tuvo la simpática ocurrencia de dejar herencia. Por alguna razón la mayoría de sus hijos - como una tal Chabeli - se dedicaron solamente a llenar las páginas de las revistas del corazón en la sección de escándalos. Lamentablemente cuando parecía que el mundo se salvaría de otro Iglesias que pasara por cantante a uno de los retoños del Ibérico le dio por seguir los pasos de su padre. Y fue entonces cuando el mundo conoció a Enrique Iglesias, otro pedazo de madera que ha intentado hacernos creer durante casi una década que en realidad es un cantante.




Uno de sus primeros "éxitos" fue una canción realmente inexplicable. Para entenderla quizá habría que recurrir a dos cosas: un sacerdote pedarasta y/o una lobotomía. Como toparse con ambas debe ser espeluznante vamos a tratar de construir una explicación en torno a la mentada canción titulada Experiencia Religiosa.
Creo que se trata de una conspiración atea para restarle credibilidad a todas las religiones del mundo: Cuando la insufrible voz de Iglesias canta algo así como "Besar la boca tuya, merece un Aleluya" uno inmediatamente adquiere la seguridad de que ese asunto de la religión es en realidad una broma. Inexplicablemente la canción de Iglesias intenta relacionar al infinito, con besos, amores y regresos que terminarán por callar a los demonios que lleva dentro. Quizá al final el tema sea una apología de una posesión satánica en el que Iglesias parece advertirnos que de existir el infierno uno estaría condenado a ser torturado por demonios que cantarán igualito a Enriquito y que repitieran incansablemente y eternamente a este auténtico bodrio (¡¡Yawk!! hasta me dolió pensar en eso)...
Bueno basta, como escribir sobre Iglesias y experiencias religiosas me ha revuelto el estómago requiero de enfermiza solidaridad. Aquí la tienen, la número 20 de las peores canciones en Español, de Enrique Iglesias Experiencia Religiosa..




La peor Línea:

Y es casi una experiencia religiosa,
Contigo en cada instante en cada cosa...


Así las cosas hoy jueves...

Salud pues.....



sábado, agosto 21, 2010

De un Sábado de Varios Temas...

Seven Readers!!...

Ando de guardia en la oficina y como en Yucatán hoy parece no pasar nada (salvo unas elecciones en el FJR del PRI, es decir entre los desmemoriados jóvenes que ignoran la historia de este país, o la conocen perfectamente y se apuntan desde muy temprana edad para agarrar "hueso") así que me da tiempo para regresar al blog y escribir uno de esos posts que tanto me gustaban y que eran como una especie de resumen las instrascendencias que suelen despertar mi curiosidad.
Así que aquí vamos...

Sandoval...

Lo más sorprendente de Sandoval Íñiguez es que el domingo tendrá el descaro de pararse en un púlpito y decir que uno debe "Amar a su prójimo como a uno mismo". Muchos dirían que eso es doble moral, yo tengo la impresión de que es cinismo puro.
En realidad creo que la jerarquía católica se opone al aborto, al matrimonio homosexual o a la adopción homoparental, por una cuestión de orden político y que se traduce en la pérdida de influencia entre la gente y por ende en la pérdida de poder. Es decir, mientras más gente ejercite su capacidad crítica y su libertad de pensamiento mientras se libera de dogmas arcaicos, menos asistirá a las iglesias que a su vez dejarán de recibir limosnas. Al alto clero le preocupa que en un futuro sus feligreses disminuyan pues es casi seguro que la mayoría de los niños adoptados por parejas gays, serán niños que - por la discriminación promovida desde los púlpitos - no tendrán la necesidad de asistir a ningún tipo de Iglesia...a menos que las Iglesias cambien (e incluyo a las evangélicas que son a veces mucho más intolerantes que la Católica, pero que reciben menos atención medíatica).
Pero si nos remitimos a los tiempos eclesiásticos, es posible que lo hagan en unos...200 años. Para entonces es muy probable que la sociedad haya dejado atrás a las Iglesias y estemos en una sociedad sin religión.
Verán nuestros mega bisnietos que sucede.

Modern Family...

Durante toda la semana estuve recomendando en Twitter que vean el estreno que Fox tuvo el pasado martes. Lo hacía porque me parece que hace mucho tiempo que una serie de televisión no se estrenaba en un momento tan oportuno. Y es que con toda la discusión que hemos tenido acerca de la familia en los últimos días, el que llegue a nuestro país un programa de televisión que de manera inteligente y divertida revise a los nuevos modelos familiares y los confronte con los tradicionales es algo muy significativo.
¿Porqué? Porque en Modern Family están retratados altos conceptos de orden moral como el amor, la fidelidad, el respeto, la verdad, etc. Algo que - según las mentes más conservadoras - solamente puede presentarse en las familias de "mami, papi e hijos" pero que en realidad están presentes en cualquier tipo de familia si existe el elemento más importante que es el amor.




Filmada como Mockumentary o falso documental, la serie sigue a tres familias diferentes: la de Jay Pritchett (Ed O'Neill...Yes...Al Bundy is BACK!!) un patriarca que ha contraído matrimonio con una mujer más jóven y latina llamada Gloria (una soberbia Sofía Vergara, si, leyeron bien una soberbia Sofía Vergara) que a su vez tiene un hijo adolescente llamado Manny (Rico Rodríguez). Jay tiene que batallar con el choque cultural y generacional que representa el estar casado con Gloria, al mismo tiempo que tiene que convivir, a su edad, con un pre adolescente que no parece estar muy interesado en respetarle.
Jay tiene dos hijos: Claire (te amo Julie Bowen) una mujer que tiene a la familia más "tradicional" de las tres mostradas en la serie. Casada con un eterno adolescente llamado Phil Dunphy (quizá el personaje más divertido de la serie interpretado por el versátil Ty Burrell) quien parece estar más preocupado por parecer "cool" ante sus tres hijos, que por ser un verdadero padre. Claire tendrá que lidiar con sus tres hijos y con un marido que no tiene realmente la intención de cambiar de enfoque lo que evidentemente dificulta la educación que ella pretende darle a sus vástagos.
Por último está el segundo hijo de Jay: Mitchell (Jesee Tyler Ferguson) quien forma una pareja con el sensacional Cameron (Eric Stonestreet). Ambos acaban de adoptar a una bebé vietnamita llamada Lilly. Jay tiene muchas reticencias aún a mostrar libremente su homosexualidad (pues incluso su padre no termina por aceptarla) mientras que Cameron la muestra literalmente cual pluma al viento. Ambos tendrán que superar sus miedos y prejuicios no solamente para salir adelante como pareja sino también para poder educar con amor a la pequeña a la que acaban de adoptar.




Me parece que ahí están los elementos para poder disfrutar de una serie que demuestra que la inteligencia puede ser divertida. Y que viene a reforzar la idea de que hoy la Televisión - especialmente la de habla inglesa - ha dejado de ser una caja idiota, para presentar series con guiones inteligentes, con elementos que nos acercan más a la realidad que vivimos hoy en día.
No se pierdan Modern Family, los martes a las 22 horas por FOX.

Estatuas...

En un debate un poco más local, en nuestra ciudad hay revuelo por la colocación de dos un par de estatuas que honran a los conquistadores de Yucatán: Francisco de Montejo "El adelantado" y Francisco de Montejo hijo, conocido también como "el mozo". Yo no sé si existe en algún otro lugar de México una estatua dedicada a algún conquistador, pero si las hay no deben pasar de dos o tres.
Vale la pena aclarar que las estatuas fueron colocadas en el Paseo de Montejo, una de las principales avenidas de Mérida, en los últimos días de la administración panista que recientemente entregó el poder a el nuevo ayuntamiento de extracción tricolor. Existen dos posturas en torno a las estatuas: por un lado están los que dicen que es necesario reconocer a quienes dieron origen a Yucatán con su llegada a estas tierras; y por el otro lado están aquellos que afirman que las estatuas son una ofensa a la tierra del mayab.
Quienes defienden la estatua pertenecen a sectores identificados con la derecha y con ese sector de la sociedad yucateca que sigue creyendo en la existencia de una "casta divina". Su posición está cimentada en el desprecio que historicamente han sentido por la cultura indígena (aunque hablen muchas veces, especialmente en el extranjero, de lo importante que esta es) y en la negación de la misma para privilegiar a su parte española.
Quienes pretenden que la estatua sea removida argumentan que es increíble que se dignifique a personajes que realizaron un etnocidio en contra de de la población original de Yucatán. Afirman que el comportamiento de los Montejo no puede ni deberá ser nunca un modelo a seguir para las sociedades contemporáneas. Pero también, tengo la impresión que ha aparecido un falso indigenismo cimentado en la idea de que la "nueva mayoría" que hoy gobierna al estado está más identificada con las causas mayas, lo que también lleva tras de si a la doble moral, pues el PRI historicamente ha sido un partido que ha contribuido al rezago de los pueblos indígenas.





Aún así yo estoy porque las estatuas sean retiradas. Y no me mal interpreten, yo soy un gran admirador de la cultura española, de su deporte, de su cine, de su literatura, pero no por ello voy a negar que la conquista fue un acto de exterminio cultural; y si bien me parece necesario reconocer que ese acto dio pie a una nueva cultura, la mestiza, ello no significa que debamos honrar a personas que llegaron a estas tierras y destruyeron a culturas milenarias.

Así las cosas hoy sábado...

Salud pues......

jueves, agosto 19, 2010

De la Canción del Bicentenario...

Seven Readers!!..

El día de hoy por la tarde uno de los TT en Twitter era Aleks Syntek. No, no se trataba de una señal del fin de los tiempos, sino que el músico de origen yucateco decidió retirarse de la red social por la avalancha de críticas que recibió por el lanzamiento de la canción El Futuro es Milenario (¿alguién puede explicarme la metáfora?) , que ha sido elegida como el tema oficial del Bicentenario. El tema fue escrito en coautoría con Jaime López quien sorprendentemente colaboró con Syntek en la lírica de la canción. La música es completamente de Syntek.
El enojo de Syntek puede resumirse en las primeras líneas de lo que escribió en su Tweet de despedida:

Me retiro por un tiempo del Twitter, la razón es por la controversia que en esta red social se ha generado con el tema musical del Bicentenario que se usara en los festejos del 15 y por la actitud de algunos que están decididos a armar su gran campaña de desprestigio y que de paso se han tomado esto, como algo personal conmigo ,por desgracia aunque creo que cualquiera que hubiese estado en mis zapatos le hubiese ocurrido algo similar.

Si, suena a un berrinche. La molestia de Syntek puede resumirse a que la masa crítica de Twitter no decidió recibir al tema con loas, sino que hubo críticas muy duras al hecho de que las autoridades culturales del país decidieran elegir un tema realmente chabacano para la celebración Bicentenaria. Aparentemente a Syntek le molesta el hecho de que su canción haya generado un debate que me parece es solamente parte de uno mucho más amplio y que tiene que ver con el oropel, el ridículo dispendio de recursos y el hecho de que la celebración bicentenaria parece estar diseñada bajo esos parámetros estéticos y discursivos propios del Canal de las Estrellas. La canción oficial y la elección del autor de la misma, viene a ser simplemente la gota que parece derramar el vaso del hartazgo que el tema del Bicentenario ha producido sobre todo entre los sectores más críticos y que, aparentemente, se encuentran muy bien representados en las redes sociales particularmente en Twitter.
En realidad Syntek parece ser una víctima de las circunstancias generadas por la miopía de las autoridades culturales del país, al pretender vendernos la idea de una celebración bicentenaria en la que se nos ha tratado de pintar a un país maravilloso y sin problemas, un país de banderitas de colores y de bellezas naturales en el que no pasa nada y que necesita solo del "espíritu" de sus habitantes para salir adelante. Un país lejano del pensamiento crítico en donde éste parece ser un mal al que hay que exterminar. El México de las celebraciones oficiales del Bicentenario es un México hermoso, un méxico de un "shalala" festivo.
Nada más lejano a la realidad.
Y lo de hoy de Syntek me parece sintómatico. Porque tal vez sin quererlo con su renuncia a Twitter, con su reticencia a debatir sobre su obra, Syntek tomó partido por ese México que prefiere aceptar a exigir, ese México que no ha privilegiado al arte no solamente como una forma de expresión sino también como una forma de exposición de la realidad y los problemas nacionales. Volvamos a su Tweet de Despedida:

Ya sé que diga lo que diga los inconformes seguirán twiteando una infinidad de agresiones, pero seguimos siendo más los que aun tenemos fe y esperanza, los hombres de buena voluntad.

¿Les suena esto familiar? ¿No es acaso el mismo discurso de los buenos contra los malos? ¿De los peligros para México contra los que quieren un México de Cuento de Hadas? Para Syntek la inconformidad es una agresión, la crítica una ofensa. Rehuye al debate y no entiende que este es absolutamente necesario en todas las áreas de la vida nacional, incluyendo por supuesto al arte y a la música. Otra vez aparece ese discurso en el que quienes no estamos de acuerdo con la manera como se celebra el Bicentenario, somos malos, no tenemos buena voluntad.
El problema de Syntek, y de los que piensan como él, es que no entienden que la buena voluntad no consiste en cantar "Shalala, que bonito país tenemos". La buena voluntad reside en el ejercicio de la crítica, en el reconocimiento de los problemas, en la búsqueda de la igualdad y en el respeto de los derechos de todos quienes habitamos México; reside en la necesidad de dejar a un lado las celebraciones de oropel y exigir que se resuelvan de raíz los graves problemas de nuestra sociedad para entonces si tener razones de peso para celebrar.
"México es puro amor" dice la letra de la canción. No, México es hoy ante todo dolor, un dolor producto de la violencia, de la desigualdad. Por eso es por lo que el círculo rojo twittero se ha manifestado en contra de esta canción, porque en realidad el tema representa a una mentira repetida a lo largo de 200 años: somos "completamente" libres.
Pero también por que la canción en lugar de celebrar a nuestra diversidad, busca convertirnos en una masa uniforme que celebre al son que nos estén marcando el gobierno, las autoridades culturales, las televisoras y los poderes fácticos. Y ese es realmente el problema que parece o no quiere entender Aleks Syntek.
Yo por mi parte creo que la canción del Bicentenario fue escrita ya hace unos años por el excelente compositor mexicano Enrique Quezadas. Se llama Dentro de Mí, y me parece que podríamos adoptarla quienes estamos hartos de la manera como se está planteando la celebración bicentenaria. Dentro de Mí habla de un profundo amor por México, pero también de la necesidad de cambiar, de transformar a este país para poder celebrar.
Aquí se las pongo:





La secundaria nunca había pisado,

Pero ostentaba el título de licenciado,
Un gran anillo de oro lo reafirmó.


Al tiempo que a sus güeras regalaba alhajas,
Organizó la cola para las migajas,
Mientras con unas chelas yo veía el futbol.


Siempre choreando a sus representados,
Logró ignorantes votos para diputado,
Hasta lo apoyaba la televisión.


Y aunque su tirada era ser regente,
Eso no ocultaba su vibra de agente,
Escudo tricolor, zapatos de charol.


Siempre se sintió bastante inteligente,
Pero solo se reía cuando reía su jefe,
Y así mirando el solo, al suelo gobernó...
Lo vi pasar por aquí.

Sentado en su monologo se había ocupado,
De roer la rama en que estaba parado,
Callaron los mariachis nadie preguntó.


Yo tengo un México dentro de mí,
Y tu tienes otro yo ya te lo vi,
Tu soledad me mira en esta calle,
No voy a seguirte así.

Y aunque no quisiera parecerme a ti,
He sido educado como tu aprendiz,
Preciso un corazón para curarme,

No voy a seguirte así.

A ti te digo hermano mexicano,
Que toda tu pobreza aprietas con la mano,
Estás en tu papel de carne de cañón.

¿A donde está tu orgullo, tu revolución?,
Porque a todo el mundo le dices: patrón!
Te acostumbraste a pedir perdón.


La flauta de carrizo llora en una esquina,
Con tu penacho azteca pidiendo propina,
Nunca permitiste tanta humillación.


Y mientras el país siente que se marchita,
Lloraba la chorreada abrazando a Chachita,
También del sufrimiento hiciste una adicción.

Pa’ pronto que el problema no es de ideología,
Ni de odiar a los ricos por su buena vida,
Quien tendrá la culpa de tu situación...

Te vi pasar por aquí.


Se que tengo un México dentro de mí,
Tú tienes otro ya te lo vi,
No trates de engañarme así,
Que fue ayer cuando te creí.

Que te voy a sacar de mí...

Por último: alguien me decía hoy en Twitter respecto a este tema que hemos perdido nuestra capacidad de Tolerancia. Es posible y creo que si nos estamos volviendo intolerantes hacía ciertas cosas es por que estamos hartos de que nuestras autoridades traten de tapar el sol con un dedo. No se puede ser tolerante ante la incapacidad de todos los niveles de gobierno. No se puede ser tolerante con el excesivo dispendio de recursos para la celebración calderonista del Bicentenario, pues estos recursos (3 mil millones de pesos) hacen muchísima falta en otros rubros. No se puede ser tolerante con la corrupción, la injusticia, la desigualdad y el crecimiento de los poderes fácticos (ahí está el regalito de COFETEL a Televisa y Nextel como ejemplo).
Si, en 200 años lo que han logrado es que nos volvamos intolerantes ante ellos y tal vez es en esa intolerancia en donde reside el futuro para este país. Es en ella en donde está la esperanza de un México que despierte, que exija, que cambie. No se ustedes pero "yo tengo un México dentro Mí" y es muy diferente al de Aleks Syntek.

Así las cosas hoy jueves....

Salud pues......

martes, agosto 17, 2010

De las Crónicas Chiapanecas (IV y final)...

Seven Readers!!...

Esta es la única crónica chiapaneca que no fue escrita a puño y letra durante los días de aquel viaje. De hecho la estoy escribiendo como una válvula de escape a un lunes que ha sido particularmente malo, uno de esos días en los que uno necesita acudir a la memoria para tratar de solventar los problemas.
Si, debería estar haciendo otras cosas pero mi mente ha preferido emprender un viaje para recordar aquellas últimas horas en ese lugar fantástico que es San Cristóbal de Las Casas. Un lugar en el que todos los problemas que uno tiene parecen desaparecer. Hubo dos cosas realmente trascendentes en aquellas últimas caminatas por las empedradas calles coletas: la compra de unos tenis PANAM y uno de los mejores chiles en nogada que mi paladar ha degustado en sus 30 y tantos años.

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Hoy en este complicado lunes recuerdo esas últimas horas caminando por San Cristóbal de Las Casas. Mi mente se transporta al Múseo del Ámbar, a los comercios llenos de artesanías, a todos esos lugares en los que presente y pasado parecen mezclarse dando paso a una cultura que por un lado es tradicional y por otro entra poco a poco a la modernidad. Un ejemplo: en varios puestos de venta atendidos por miembros de comunidades indígenas, practicamente todos los dependientes de los mismos poseen un teléfono celular. Resulta para el viajero, algo espectacular escucharles hablar por esos aparatos en su propio lenguaje. Es la modernidad abriéndose paso entre lo tradicional. Muchos se ofenderían, a mi me parece inevitable. Habría que fomentar el uso de la tecnología entre todas las comunidades tradicionales del país, pero ponerla al servicio no solamente de la globalidad, sino también de la preservación de la cultura misma. Siempre aplaudiré la posibilidad del intercambio cultural.
La última caminata por San Cristóbal me lleva de los mercados a los cafés. Mi mente se traslada el día de hoy a esos colores, esos aromas, esos rostros. Saboreo en mis neuronas de la memoria al aire de diversidad que se respira en ese lugar. Esa convivencia entre los otros. Esa oportunidad de ser parte de un pequeño y ecléctico universo.

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Y fue en ese día. La caminata nos llevaba por las empedradas calles coletas cuando una de mis compañeras de viaje los vio. Yo tenía muchos años de no verlos, de no recordarlos. Fueron fieles y leales compañeros en los días de colegio, duraderos, únicos. Entramos a la tienda donde estaban y señalaron hacía unos azules, tales como los que llevaba en los días de primaria. Algo interesante sucedió y también en ese momento se activaron las neuronas de la memoria: yo tuve unos durante toda la primaria y los amaba, creo que solamente me los quitaba para dormir y al día siguiente los tenía de nuevo conmigo. Hacía años que no nos encontrábamos y quien iría a decir que volveríamos a vernos en una tienda en Chiapas. Si, ahí estaban y no habían cambiado: eran unos tenis PANAM.





No tardaron en convencerme para comprar unos. El problema era el color, pero finalmente terminé decidiéndome por unos rojos "mírame a huevo", los cuales lucí orgulloso al salir del lugar en el que los adquirí. Su comodidad es increíble, su suavidad tal vez sea única. Al calzarlos me remití nuevamente a esos días en los que no podía sacármelos de encima cosa que ha sucedido de nuevo. Pero creo que se trata de una cuestión mucho más "retro" es la idea de poseer algo que parecía perdido en el tiempo lo que me hace disfrutar más a mis tenis PANAM. Caminar con ellos, es dar pasos hacía el futuro pero sin perder conciencia del pasado. Son quizá, los zapatos más simbólicos que jamás me he comprado.

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Neuronas activadas hacía la última noche coleta.
Me visto con la camisa blanca que me he comprado en el mercado chiapaneco. Cómoda, fresca y con un aire entre hippie y pirata, o por lo menos así me siento enfundado en ella. Es muy extraño que la ropa me brinde seguridad, pero tengo la impresión de que el salir por las calles de San Cristóbal enfundado en ella me brinda la seguridad de que puedo mezclarme bien con el ambiente. "Vaya, me veo bien" - pienso - y eso lo corrobora una chica que hace algo que practicamente nunca sucede: me sonríe al pasar junto a ella. Si, este lugar me agrada.
Llegamos a un restaurante conocido como La Paloma. Un hermoso lugar con un servicio de primera y un menú que se antoja delicioso, especialmente porque en su menú servían uno de mis platos favoritos y que casi nunca tengo la oportunidad de comer: Chiles en Nogada.
Excelente elección. Déjenme ser muy claro en esto: si alguna vez van a San Cristóbal de las Casas tienen que ir a La Paloma y probar esta exquisitez. Era simple: cada bocado fue un orgasmo en mi boca. Pocas veces he probado algo tan delicioso, con una perfecta consistencia y balance en sus sabores. Era por mucho, la mejor comida que había probado en bastante tiempo, era por mucho un gran final culinario para uno de los mejores viajes de mi vida.

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Termino de escribir este post en un martes que ha sido quizá más loco y estresante que el lunes anterior. El recuerdo de los días chiapanecos permite que la mente se relaje un poco. Hace ya casi tres semanas de esa singular aventura y parecería que la memoria sigue empeñada en no olvidar. Sucede siempre con las cosas que valen la pena, y en esta ocasión son tantas que han quedado prendidas en el área cerebral dedicada a los recuerdos.
Ismael Serrano tiene una frase que me parece maravillosa: "Los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos" Esa es quizá la mejor frase que he leído para describir al viajero. Y digo viajero, no turista. Porque mientras que el turista va con la intención de viajar para seguir siendo el mismo, el viajero busca que la experiencia le transforme; y mientras el turista regresa al lugar de origen siendo el mismo, el viajero regresa impregnado de un intercambio cultural y emocional que evidentemente le ha transformado.
Es mi caso.
Hace muchos años estuve en Chiapas como un turista, hace tres semanas estuve en ese estado de la República mexicana como un viajero. Y otro regresó vistiendo a mi cuerpo. Porque tuve la oportunidad de entrar a un universo diferente, de contactar otra cultura, de saborear a la diversidad, de mirar a las maravillas de la naturaleza y constatar que mi capacidad de asombro aún sigue intacta dispuesta a absorber lo que el mundo le presenta.
Pero por sobre todo, tuve la enorme posibilidad de convivir con dos personas maravillosas y únicas, dos excelentes seres humanos cuya presencia en mi vida se debe a esa coincidencia que es generadora de las amistades más profundas, increíbles y duraderas. Esa convivencia la atesoraré por siempre.
Ahora miro a esos cinco días como una experiencia imborrable y perenne. Y lo es por una razón importante: fue una experiencia libertaria en más de un sentido. Hoy, sentado a esta hora en la soledad de una oficina, volteo hacía esa voz que también conocemos como memoria y practico el ejercicio de evocar, de recordar esos días que dieron pie a esta serie de Crónicas Chiapanecas, miro entonces hacía atrás y quedo maravillado.

Así las cosas hoy martes...

Salud pues......



sábado, agosto 14, 2010

De las Crónicas Chiapanecas (III)...

Seven Readers!!..

Fue un par de días antes de salir con destino a Chiapas, cuando me vi en una conocida plaza comercial de la ciudad de Mérida buscándole. Ya me habían hablado de él y de su utilidad, de lo cómodo que sería llevarle no solamente en un viaje, sino en mi recorrido diario. Así que me decidí a adquirirle para convertirlo en mi fiel acompañante. Creo que fue una de esas corazonadas cuando le vi en uno de los aparadores, lo tomé, lo revisé, comprobé cuantos compartimientos que poseía y finalmente me decidí a comprarlo.
Salí de la tienda con él en la mano y desde el primer momento quedé prendido de su utilidad. Adentro entraron los celulares, la blackberry, los lentes, el cuaderno de notas, el Ipod y hasta los chicles; lo fantástico del asunto es que aún le sobraba espacio. Comprendí entonces la pasión que las mujeres sienten por sus contrapartes femeninos, no en términos estéticos sino en cuanto a lo utilitario. Y fui feliz, porque por primera vez en mi vida mis bolsillos se liberaron de monedas, llaves y todo el peso que suelen llevar consigo.
La noche antes de la partida a Chiapas le llené con todo lo citado anteriormente más un par de cosas personales. Aún le sobró espacio. Lo miré y le dije que le cuidaría de cualquier cosa, siempre y cuando él estuviera dispuesto a facilitarme la vida como lo había hecho hasta ese momento. Yo fallé, él no.
La siguiente crónica chiapaneca tiene que ver con varias cosas: el quedarse colgado a 200 metros de altura, el mirar otra maravilla de la naturaleza, el subir 1000 metros , quedar hecho una auténtica sopa y el perder a mi fiel compañero de viaje: a mi Men's Purse.

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El teléfono de la habitación del hotel suena en punto de las 8 de la mañana. Contesto, de la recepción avisan que el guía del Tour que nos llevaría a Rancho Nuevo, el Chiflón y Lagos de Montebello, ha llegado por mi grupo. Me sorprendo, según nuestra documentación iba a estar presente hasta las nueve. Protesto pero no sirve de mucho. El que protesta más es mi estómago quien desde hace más de doce horas no ha probado bocado. El guía es un tío bastante grosero y que evidentemente no tiene ni la más remota idea de lo que es el trato con la gente. Hambrientos y aún somnolientos abordamos la camioneta con destino a las grutas de Rancho Nuevo.
Llegamos en 20 minutos. El guía anuncia que tenemos 40 minutos para visitar las grutas que se encuentran en ese lugar, le ignoramos. Mi estómago es el que se convierte en ese momento en el guía y es quien nos lleva directamente en sentido opuesto a la entrada de las grutas justo hacía el lugar en donde se instalan varios puestos de comida. En 10 minutos las encargadas de atendernos nos sirven las quesadillas más grandes y deliciosas del planeta, acompañadas de una deliciosa taza de humeante chocolate batido a mano. Es lo único que conocemos de Rancho Nuevo. Cuando pretendemos entrar a menos a mirar la entrada a las grutas, el guía nos para en seco. Hora de irnos. Supongo que alguien me contará más adelante de que va Rancho Nuevo, por lo pronto yo me llevo el recuerdo de una taza de chocolate y una quesadilla que provocan que finalmente termine por quitarme de encima el hambre y la modorra matutina. Y comenzamos a viajar directamente a nuestro siguiente destino: Las Cascadas del Chiflón.

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El Chiflón es uno de esos lugares que uno solo imagina que pueden encontrarse en tarjetas postales. Sus tres cascadas le convierten en un lugar único y que para acceder al mismo hay que subir aproximadamente 1.2 km. La ruta además está compuesta por una serie de escalones húmedos y lodosos. Pero subirlos vale la pena. La caída de agua que se encuentra en la cima es realmente espectacular y al mirarla uno nuevamente tiene la sensación de sentirse realmente pequeño.
Mi grupo llega a la cima después de unos 20 minutos de ascenso. No estoy cansado, parece que las horas invertidas en el Spinning han valido la pena y mis piernas han aguantado sin chistar la subida hasta la cima. Ahí nos quedamos un buen rato, tomando fotografías y admirando a la naturaleza.
Justo ahí se encuentra una "tirolesa" la cual atraviesa el río, su altura, según se lee en uno de los letreros que se encuentran junto al sitio de "lanzamiento" es de unos 200 metros de altura. Al llegar la miro con indiferencia, en ningún momento me pasa por la mente ni siquiera el intentar lanzarme ante tal locura. Ok, lo admito, no soy precisamente un Indiana Jones para ese tipo de aventuras. Supuse que mis compañeras de viaje serían como yo: conformes con admirar la maravillosa vista y emprender el camino de regreso. Estaba equivocado, de pronto alguien sugiere aventarse en ese pequeño y poco confiable cable que prende de dos endebles extremos y que cruza los 400 metros que dividen a las orillas del río.
Y heme ahí entre la disyuntiva de aventarme y "arriesgar" la vida, o ver simplemente como mis dos atrevidas compañeras de viaje decidían pender de un cable en el abismo. Al ver su decisión y al mirar como una señora sale disparada del cable hacía el desfiladero sin ningún problema, me decido: en contra toda mi elemental lógica y vértigo, me aventaré de la tirolesa.
Una vez tomada la decisión no hay vuelta atrás. Me veo entonces siendo preparado para la "proeza" de aventarme de la tirolesa. Me colocan el arnés que permitirá el deslizamiento por el cable y además me dan un casco. No deja de parecerme ridículo el hecho de que te proporcionen el casco, es como si te dijeran: "Si cae, no se preocupe, se romperá todos los huesos menos la cabeza", me parece idiota, pero ahí voy con la calva bien cubierta para que al menos mis ideas no se desparramen por el río si todo lo demás falla.
Total que ahí estaba yo listo para el despegue. En la cabina de madera que sirve como plataforma de lanzamiento pago 50 morlacos pensando en lo poco que el dinero importa en la vida, o por lo menos en ese momento de vida. Escucho las últimas instrucciones: "cuando esté por llegar mire a la gente que le espera del otro lado, cuando le hagan una seña con el brazo, eso significa que usted debe de accionar el freno" - dice el operador de lanzamientos - "¿Cuál freno?" - pregunto - El tío me dirije una mirada de "es usted un idiota" y vuelve a señalarme una especie de gancho que según él detendrá mi caída libre por el cable. Me indica que no me aviente, que simplemente me siente y me deje caer. Así lo hago.





Los 10 o 20 segundos que sucedieron a continuación son un flashazo en mi memoria. No miré a mi izquierda en donde estaba la cascada, si recuerdo haber dado un giro de 360 grados y ver a lo lejos a la gente que estaba parada en la plataforma de la que yo había despegado y al regresar a la posición en la que debería estar juro que vi a gente que me hacía señas con la mano por ende procedí a aplicar el freno. Error. Aparentemente aún faltaba un buen tramo para accionar el gancho - freno, pero sin lentes y con la adrenalina a tope no me doy cuenta de ello y comienzo a frenar. A lo lejos miro al lugar del aterrizaje y en lugar de irme acercando a él me voy deteniendo, el desastre sucede: me detengo a unos 20 metros del punto de arribo de la famosa "tirolesa".
Lo primero que pienso es en como vendrán a rescatarme. Pienso en varias series de Televisión y se me ocurre que The A -Team no llegará pronto. Evito mirar hacía el vacío y comienzo a dar vueltas sobre mi propio eje. A lo lejos escucho las voces de los encargados del aterrizaje, algo me gritan pero yo estoy más preocupado en tratar de escuchar el ruido del helicóptero que recoge a los tarados que accionan el freno con mucha anticipación y quedan suspendidos en el vacío. Poco a poco mis sentidos se van aclarando y mi fantasía decide cederle terreno a la realidad, comienzo a escuchar a los desesperados tíos que seguramente no piensan en mi pronto aterrizaje, sino en el dinero que están por perder al detenerse el constante flujo de pasajeros que se avientan de semejante cable.
"¡Tome una cuerda!" - gritan desesperadamente - "Qué cuerda" pienso al mismo tiempo que los guantes se enredan en el freno amenazando con caerse lo que se convierte en ese momento en mi principal preocupación. Pienso en que es muy malo que McGyver sea solamente un personaje de ficción, pues el si sabría como rescatarme. Más gritos pidiendo que tome la cuerda, que me aferre a ella. "De que pinche cuerda me hablan estos" - vuelvo a pensar, y entonces la miro justo sobre mi parece estar una cuerda, de donde salió es algo que ignoro, quizá siempre ha estado ahí para casos como el mío en el que uno frena sin importar que aún falte un buen trecho para hacerlo. Estiro la mano pero no la alcanzo, lo intento un par de veces más y fracaso rotundamente. Y entonces sucedió: inspirado quizá por Indiana Jones, Jack Bauer, Chuck Norris y Manila Gorila; giro y me pongo de espaldas subo las piernas atrapando al cable y entonces alcanzo la famosa cuerda. Con los brazos comienzo a jalar a mi cuerpo y logro avanzar los 20 metros que me separan del lugar de aterrizaje hasta que finalmente los hartos encargados terminan por jalarme hasta terminar sano y salvo.
Una vez en tierra y mientras me quitan el arnés y el inútil casco, el encargado me dice "Señor, me pareció ver que se rompió su bolsita". Entre el bajón de adrenalina y el ruido de la cascada parezco confundido, "Qué bolsita" pregunto y entonces el señala hacía mi costado. Sucede: tomo conciencia de que durante todo ese tiempo el men's purse me había acompañado. Lo tomo, lo levanto y aparentemente está bien hasta que trato de abrir uno de sus compartimientos. Y entonces me doy cuenta, se encuentra rasgado y destrozado en una de sus partes. No sé como, ni en que momento el men's purse se atoró con algo a 200 mts de altura y se rompió, aún así aguantó estoico y logró mantener en ese lugar a mi cámara y a mi Ipod que se salvaron de caer para perderse para siempre en las aguas del caudaloso río. La frustración me recorre, he perdido mi bolsa de viaje pero al final se ha portado con gran valentía, le agradezco ese último gesto. Yo fallé él no.





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El día termina con el descenso de la montaña. Estoy mojado y sudoroso, huelo a tres establos juntos y además he perdido a mi Men's Purse. Aún así ha sido una gran experiencia que tiene otro punto culminante con la visita a los Lagos de Montebello, otro de esos reductos de la naturaleza que te hacen pensar en lo pequeño que eres. Su belleza hace que olvide la perdida sufrida durante 10 segundos de tirolesa y de nuevo me pierdo en la majestuosidad de las tierras chiapanecas.

Volvemos a San Cristóbal con el ánimo hacía arriba y con el cansancio de todo un día reflejado en el cuerpo. Una vez instalados de nuevo en el hotel, miro con cariño a mi Men's Purse y le agradezco que haya salvado a mi Cámara y a mi Ipod. Lo deposito en la maleta y me despido de él con nostalgia. No le usaré más en lo que resta del viaje, yo le gané la batalla a mis propias fobias, pero él fue víctima de la guerra. Así pasa siempre en la vida.
Chiapas se sigue desplegando como un lugar impresionante, lugar para disfrutar y para maravillarse pero también para crecer un poco más como viajero y como persona....pero de esa será, la última de estas crónicas..

Así las cosas...hoy...

Salud pues......