sábado, septiembre 25, 2004

The Trevi Affaire

El periodismo de entretenimiento en México se encuentra en una severa crisis, crisis que se debe a la proliferación de pseudo periodistas que se han encargado de denigrar a la profesión, a través del privilegio del escándalo por sobre la crítica seria, el análisis del espectáculo y la difusión de la cultura. Gracias a los comunicadores de la televisión, y de algunos periódicos y revistas, hoy el espectáculo en México es sinónimo de Chisme del corazón, de escándalos protagonizados por los involucrados en la llamada farándula y en general por ser algo de lo que solo se puede hablar con un tinte amarillista. Los periodistas de espectáculos son solamente la punta del iceberg de un sistema mediático que pretende ser parte, pero sobre todo juez, de lo que sucede en nuestro país.
Esta semana, fuimos testigos de cómo un proceso judicial entre particulares, se convierte en asunto de interés nacional, gracias a un reality show montado por las dos cadenas de televisión más importantes de la República. Televisa y TV Azteca, no tuvieron empacho en tomar partido en el llamado Trevi Affaire y en montar en el Cereso de Chihuahua, un espectáculo mediático que se prolongó a lo largo de la tarde del pasado martes.
Lo que sucedió en las pantallas televisivas no tiene precedentes. Dos televisoras actuando como ministerios públicos. TV Azteca intentando hacernos creer que su “investigación periodística” en el caso Trevi había aportado las pruebas suficientes como para condenar para siempre a la cantante. Televisa, tratando de mantener una falsa mesura, cuando era evidente que se encontraban listos y emocionados para aprovechar al máximo la salida de Trevi de la prisión, y darle rienda suelta a un negocio cuyas proporciones aún estamos por ver. Negocio que comenzó cuando uno de sus programas se extendió por espacio de 6 horas para transmitir en vivo los sucesos y las reacciones de los involucrados en el asunto de Gloria Trevi. Aquello fue digno de una final de Reality Show. Solo faltó la frase “Oggi Jeans, trajo para ti la liberación de Gloria Trevi” Pero aunque esta no estuvo presente, si lo estuvieron infinidad de cortes a comerciales que solo demuestran la poca seriedad del asunto y que las billeteras ya se están moviendo para sacarle jugo a todo lo que se relacione con la Trevi.
Mientras tanto, los personajes de Azteca demostraban su parcialidad y su pobre oficio editorial. Frases como la de Daniel Bisoño convocando a Todos los mexicanos a protestar contra la impunidad, o la de Patricia Chapoy justificando todos los ataques que su programa y su televisora le atinaron a la cliente favorita del Dr. Psiquiatra durante cinco años, quedan grabadas como una muestra de ignorancia y del privilegio del rencor por la utópica objetividad periodística. La división de espectáculos de Azteca, ha salido mal parada de todo este affaire, y su ya de por sí pobre credibilidad ha tocado fondo.
También es una muestra de lo poco preparados que se encuentran los reporteros de espectáculos en México. No puedo dejar de preguntarme, ¿ Sí ya estaban decidos a transmitir con lujo de detalles la lectura de la sentencia de la Trevi y compañía, por que no enviar a algún experto en cuestiones judiciales acompañando para comentar con verdadero conocimiento lo que sucedía en la rejilla de practicas desde donde la Trevi esperaba su liberación? Si de por sí es complicado hablar de procesos judiciales, más lo es, cuando no existe ni siquiera una investigación y un conocimiento de cuales son los procedimientos de impartición de justicia en nuestro país. Tanto Laura Suárez de Azteca, como Flor Rubio de Televisa demostraron el pobre nivel y el poco interés que tienen los medios de comunicación por la investigación y el estudio para poder sustentar un buen trabajo periodístico.
De todo esto puedo concluir dos reflexiones. La primera es el enorme daño que los medios de comunicación en general, y la televisión en particular, le han hecho al espectáculo en México. Privilegiar a gente de dudoso talento como la Trevi por sobre quien realmente si tiene una propuesta auténtica y que va más allá de lo comercial, ha creado espectadores que se conforman con espectáculos de una pobreza temática y estética impresionantes, y que se preocupan más de la vida privada de los involucrados en cine o televisión, que por lo que realmente puedan aportar artísticamente a la comunidad.
En segunda instancia, me parece que una vez más se demuestra que los asuntos entre particulares no deben hacerse públicos a través de los medios de comunicación. Por más que los medios insistan en que por momentos se trata de cuestiones de interés general, esto no es ni será nunca así. Ningún medio que se diga serio y profesional, puede o debe tomar partido por algún particular en un asunto de índole judicial. Poner en duda la labor de jueces, (cómo lo hizo la reportera de Azteca Laura Suárez al preguntarle al juez del caso Trevi si había sido sobornado) sin sustento alguno, con un móvil intestinal por sobre uno con verdaderos cimientos jurídicos, solo acrecienta el ambiente de desconfianza que el ciudadano común tiene para con los órganos de impartición de justicia en nuestro país.
Y ahora, seremos testigos de la resurrección de la Trevi. Vendrán conciertos, discos y seguramente muchas presentaciones, por lo menos, hasta que la mina de oro que ahora representa termine por agotarse. Yo, mientras tanto, estoy de acuerdo con Jairo Calixto Albarrán de Milenio, quien parafraseando a León Gieco dijo: “Solo le pido a Dios, que la Trevi me sea indiferente”


lunes, septiembre 20, 2004

Farenheit 9/11

Saludos a todos. La semana pasada hablábamos de la importancia de que se exhiba en el mundo una película como Fahrenheit 9/11 de Michael Moore. Moore ha revitalizado un género cinematográfico importantísimo como registro de acontecimientos históricos: El Documental. Que un documental llegue a las salas comerciales es de aplaudirse , pero que un documental como Fahrenheit 9/11 lo haga lo es aún más.
En su ensayo titulado “Cine Documental e Historia: la experiencia británica” el historiador español José Enrique Monterde apunta lo siguiente: “Al tratar desde la historia, una toma de la realidad se está generando un discurso histórico específico. Pero si nos paramos en pensar que esa función empieza por decidir que se filma, un acontecimiento u otro y cómo se filma, comprenderemos que hasta el punto de vista histórico lleva implícita un postura cargada de ideología que como tal, es susceptible de una interpretación histórica”.
Partiendo de lo anterior, puedo decir que Fahrenheit 9/11 contiene un discurso histórico cargado de ideología, en este caso la de Michael Moore, que recibe la interpretación histórica que cada quien, de acuerdo a su propia especificidad, le pueda o le quiera dar. Y he ahí su primera gran virtud: uno no puede salir de la sala de cine sin tomar partido.
Moore Manipula, a través de un soberbio ejercicio de montaje, una serie de documentos originales para construir una película, que con un valioso discurso cinematográfico, expone a quienes ocupan actualmente cargos importantes en la presidencia de los Estados Unidos.
Desde el principio del filme Moore se muestra como un crítico acérrimo de la administración del presidente George W. Bush. Cuestiona, a través de una brillante investigación de carácter periodístico, las relaciones entre la familia Bush y los miembros del Clan Bin Laden; la tardía reacción del gobierno federal luego de los atentados del 11 de septiembre y las razones por las cuales nuestro vecino del norte, se ha embarcado en una guerra en el medio oriente son expuestas por Moore de manera casi incuestionable con hilarantes momentos de un humor lúcido y salpicado de ironía. Ahí la segunda gran virtud del filme: una lección de cómo hacer periodismo militante. Un periodismo que trata de no dejar cabos sueltos y que tiene como sustento a la investigación.
La semana pasada comentaba que me parece que estábamos ante una película coyuntural. Ahora estoy más seguro de ello. Sin embargo creo que la película pasará a ser un documento histórico importante. Se trata de la visión de un período que ha resultado álgido para los Estados Unidos en particular, y por lo consiguiente para el mundo en general. Volviendo con Monterde, a quien citaba en un principio. Dice el español. “El cine produce historia de una forma casi ontológica; por el mero hecho de ser filmado, cualquier acontecimiento se convierte en hecho histórico, es percibido por el espectador como perteneciente al pasado, aunque revivido en presente por él. Por tanto la historicidad de un material cinematográfico no vendrá dada por voluntad, sino por la esencia del medio. De ahí que sea impropio hablar de materiales documentales históricos: todo fragmento es susceptible de convertirse en fuente histórica” Fahrenheit 9/11 lo será, cuando en el futuro se trate de revisar el proceso electoral que en 2000 llevó al poder a George Bush. Lo será también cuando se quiera estudiar la psicosis que la guerra despierta entre los soldados que la protagonizan y las víctimas inocentes que sufren sus horrores. Pero también lo será, cuando se trate de investigar de que manera los medios de comunicación en general, y en este caso particularmente el cine, puede influir en la decisión política que tomen los ciudadanos de un país. Fahrenheit 9/11 pretende, y Michael Moore no lo oculta, que los norteamericanos no reelijan a George Bush como su presidente. Y he ahí la tercera gran virtud de esta película: se trata de un documento, cargado de un gran valor fílmico, para que las generaciones futuras revisen la historia occidental de estos albores del siglo XXI. Digna de verse, y sobre todo, digna de comentarse ampliamente.

martes, septiembre 14, 2004

SOL

...Y después de una noche de lluvia...el sol sale sobre Mérida...Iván ha pasado de largo. Felicidad total..aunque creo que a los chicos de la Radio y la TV privadas, les hubiese encantado que el Ciclón pase sobre Yucatán, quizá así se crean héroes.

It's a wonderful Sunny Day!:

Sunny days keepin' the clouds awayI think we're coming to a clearing and a brighter day
So far away. Still I think they say
The wait will make the heart grow stronger or fonderI can't quite remember anyway
So if you're waitin' for love
Well it's a promise I'll keep
If you don't mind believing that it changes everything
Then time will never matter
Winter, Spring..is what love can truly bring
Ice turns to water, water flows to everything
You can lose your mind, maybe then your heart you'll find
I hope you won't give up what's movin' you inside
So if you're waitin' for love
Well it's a promise I'll keep
If you don't mind believing that it changes everything
Then time will never matter
So if you're waitin' for love
Well it's a promise I'll keep
If you don't mind believing that it changes everything
Then time will never matter
If the car won't start, when you turn the key
When the music comes on, all your cold, cold heart can do is skip a beat
It's a promise I'll keep
When you're waitin' for love
If you don't mind believing that it changes everything
Then time will never matter
So if you're waitin' for loveI
t's a promise
I'll keepIf you don't mind believing that it changes everything
Then time will never matter.

I'm HAPPY¡¡¡¡¡¡

lunes, septiembre 13, 2004

IVAN

Bueno y aquí estamos. 13 de septiembre y ando de guardia en la estación. Esperamos noticias del huracán Iván que parece alejarse lentamente de las costas yucatecas. Pocas veces he visto tanta psicosis como la que se desató en las pasadas 72 horas. Compras de Pánico, gente haciendo cola en gasolineras y miles y miles de especulaciones sobre la "inminente" llegada del Huracán a tierras yucatecas. Estoy de acuerdo que un fenómeno natural como lo es un Ciclón de las proporciones de Iván es para tomarse en serio, pero realmente es soprendente el nivel de alarma en el que se vive actualmente. Definitivamente, estamos instalados en una cultura del miedo y del temor que pueden llevar a acciones exageradas.
Claro, que los medios de comunicación no son precisamente una gran ayuda. Cuando se pide que se recurra a ellos, caen en el alarmismo y el amarillismo más ruin. Los medios yucatecos, principalmente la televisión, han caído en la especulación, y el desconocimiento de sus merólicos sobre el tema ha coadyuvado a crear el loco ambiente que se vivió ayer domingo en nuestro Estado.
En fin..esperamos que todo mejore...
Seguiré informando..

sábado, septiembre 04, 2004

Placer Culpable

Fin de semana finalmente...

El día de ayer un placer culpable: me gustó Dodgeball. Es una estupenda parodia de esas películas de deportes en donde siempre triunfa el bien sobre el mal. La película es endiabladamente divertida: por un lado un Vince Vaugh estupendo como el típico huevón con pocas metas, pero con un sentido del humor muy interesante y por supuesto lo suficientemente inteligente como para terminar bien sin hacer demasiado esfuerzo. Ben Stiller genial en su papel de un narcisista en exceso con muchas características setenteras. En general, Dodgeball se burla de los deportes y de todo lo que suele rodearlos: los comentaristas estúpidos, las estadísticas que a nadie le importan, y la admiración por ídolos de papel ( hay que ver a los alemanes entrenados por David Hasselhoff) Además la aparición de gente como Lance Amstrong (que tiene un estupendo díalogo con el personaje de Vaughn) y Chuck Norris en cameos verdaderamente divertidos (Thanks, Chuck Norris). Me siento mal de haberme reído con esta movie, pero caray...es brillantemente estúpida.