Tal y como se veía venir, el encuentro del Alcázar del Castillo de Chapultepec entre Felipe Calderón, parte de su gabinete y los integrantes de la Caravana del Consuelo, encabezados por Javier Sicilia, resultó en un ejercicio en el que ambos bandos fijaron y mantuvieron sus posturas en torno a la estrategia de seguridad que el gobierno federal ha implementado para hacer frente al crimen organizado.
Fue un intercambio de opiniones (no creo que llamarle diálogo sea lo correcto) en el que por un lado Calderón se mantuvo firme en que hizo lo correcto al desplegar al ejército en las calles, mientras que por el otro lado Sicilia reclamó al gobierno su ineficacia en las labores de protección del ciudadano común.
Algunos afines al gobierno aseguran que Calderón salió avante del encuentro, que logró sortear el vendaval de críticas que le arrojaron las víctimas de la guerra que él ha emprendido. No fue así. El presidente nunca logró convencer a sus interlocutores (ni a los muchos que le veíamos a través de internet o los pocos canales de Televisión que transmitieron en vivo el encuentro) de que él era inocente y de que se lanzó a una guerra con la seguridad de que esa salida era la única que existía para frenar al crimen organizado. Nunca ha entendido que el problema no está en que haya actuado sino en el cómo lo hizo: fue a una guerra con cuerpos de seguridad poco confiables y corruptos (él mismo reconoció ayer la existencia de esa corrupción) que han sido fácilmente infiltrados por el narco por sus débiles niveles de confianza. Nunca hizo mención de lo que se ha hecho para atacar a las estructuras financieras del crimen organizado y fue notoria la debilidad argumentativa de los encargados de la seguridad nacional dentro de su gabinete, al momento de tratar de apuntalar a lo expresado por Calderón.
Por su parte el movimiento encabezado por Sicilia hizo serios y duros cuestionamientos al Presidente de la República, pero al final queda la sensación de que se quedaron solamente en el reclamo y que la estrategia alterna que le fue planteada al presidente se perdió entre los dolorosos testimonios y la poca capacidad mediática que tuvieron los participantes en el encuentro para manejar el mismo, quedando al final la sensación de que fueron absorbidos por la puesta en escena. Terminaron planteando una comisión de seguimiento que trabajará junto a presidencia, pero se corre el riesgo de perderse en la maraña burocrática oficial que tiene la enorme capacidad de hacer desaparecer entre sus fauces a cualquier tipo de movimiento alternativo que trabaje con ellos.
Aún así el ejercicio es importante por una razón: por primera vez un grupo de ciudadanos sin ningún tipo de filiación política logran tener una interlocución directa con el gobierno federal sin la mediación - o "representación" - de los partidos políticos. Es quizá el primer triunfo de aquellos que abogan por el empoderamiento de la ciudadanía y por su participación directa en las discusiones que son de trascendencia para la nación.
Es el primero de los pasos - que ha venido a darse luego de 40000 muertes - para la reconstrucción del deteriorado tejido social que hoy se tiene el país. Este no podrá reconstruirse con el actual gobierno y dudosamente lo haga con el que vendrá en 2012 (sea del partido que sea) Es tarea de los ciudadanos el comenzar con esa reconstrucción, desde abajo, desde los cimientos. No veo por el momento otra salida para el país, esa puede ser la mejor lección que deja el encuentro de Chapultepec.
Así las cosas hoy viernes...
PS1...Mañana se juega el único partido que vale la pena de la Copa de Oro. México está obligado a ganar, a pesar de que Estados Unidos arranca como favorito. El no asistir a la Copa Confederaciones sería un fracaso que debería costarle la cabeza a los mediocres federativos que tenemos....en ese escenario, el perder tal vez no sea tan malo...
Salud pues...…………
2 comentarios:
"Por su parte el movimiento encabezado por Sicilia hizo serios y duros cuestionamientos al Presidente de la República, pero al final queda la sensación de que se quedaron solamente en el reclamo y que la estrategia alterna que le fue planteada al presidente se perdió entre los dolorosos testimonios y la poca capacidad mediática que tuvieron los participantes en el encuentro para manejar el mismo, quedando al final la sensación de que fueron absorbidos por la puesta en escena"
David, con esta frase das en el clavo.
Si la situación actual de nuestro país tiene una característica que la distingue es precisamente que, aunque casi todos sabemos con exactitud cuales son los problemas, nadie tiene una propuesta realmente viable de solución ni en el corto ni en el largo plazo.
A ese respecto, creo que la respuesta de Calderón tenía cierta lógica, aunque desafortunadamente Calderón no es un buen polemista y eso es parte del problema: puede hablar y decidir pero no convencer.
Un abrazo.
Pues yo creo que el sólo hecho de que Calderón se haya visto orillado a aceptar dialogar con el poeta ya es una victoria moral. Demuestra que la sociead civil puede ejercer coherción sobre este gobierno, y coño!, de eso se trata la democracia. Démosle tiempo al tiempo y con suerte se dejará atrás el llanto y se procederán a las propuestas.
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