martes, febrero 07, 2006

De un filme sobre nosotros...

Seven Readers!!

Os saludo después de un largo puente. Creo que no ha sido mala la idea de cambiar la celebración de ciertos días festivos. Ayer todos entramos en otro tipo de rutina y poder hacerlo siempre se agradece. Fin de semana lleno de actividades sociales: desde bautizos de pobres infantes que no tienen ni la más remota de idea de lo que les acaba de suceder, hasta reuniones familiares, series de televisión y una que otra vigorizante siesta. Pero, sin duda que el “highlight” de este fin de semana ha venido con el cine. Un cine inteligente y bien planteado que sin duda resulta terriblemente aleccionador ante los acontecimientos vividos en los últimos días en una buena parte del planeta.

Munich…

...Mas si hubiera muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Éxodo 21: 23-25


Cuando un comando palestino del grupo conocido como Septiembre Negro, irrumpió en la Villa Olímpica de los juegos de Munich en 1972, el mundo enteró se convulsionó. Los Palestinos conocían perfectamente las implicaciones del violento golpe que daban ante la opinión pública. Solamente el hecho de que un grupo de judíos estuviese cautivo en Alemania, tenía ya un significado emocional y moral muy importante. De alguna manera los Alemanes tenían la obligación de intentar un rescate y así tratar de evitar que muchas heridas aún no del todo suturadas volvieran a abrirse. Lo intentaron, fracasaron. En una oscura noche de septiembre, los atletas israelíes fueron violentamente asesinados en territorio alemán y las viejas heridas se hicieron aún más grandes. Israel era una nación relativamente joven y gobernada por la polémica (y para muchos intransigente) Golda Meier. Meir, tenía que implementar una respuesta inmediata ante dichos ataques. Dentro de su lógica, pensaba que no hacerlo era un sinónimo de debilidad que la joven nación no podía permitirse, buscar la paz en lugar de la venganza no era admisible dentro de la lógica de la entonces Primer Ministro Israelí. Por lo tanto, lo importante era vengarse a toda costa y enviar un claro mensaje al mundo árabe en particular y al resto del planeta en general.
Es a partir de la decisión tomada por Meir de asesinar, vía el terrorismo de Estado, a los autores intelectuales de la matanza de Munich, de donde parte la película que bajo el mismo título ha filmado Steven Spielberg, con un guión de Tony Kushner, Eric Roth y el propio Spielberg (con base en la novela “Vengeance” de George Jonas). Spielberg cuenta la historia del comando judío encargado de ejecutar el asesinato de once palestinos a quienes el gobierno de Meir había señalado como los autores intelectuales de la masacre de Munich.
Una vez que el comando está integrado, se desata una nueva carnicería, que a su vez da lugar a muchas otras. Planeando una serie de atentados por toda Europa, los israelíes van asesinando a mansalva a quienes consideran como sus enemigos. La demostración de “fuerza” del estado israelí, se convierte en una serie de actos terroristas que comienzan a ser cuestionados por sus perpetradores. Y he ahí el gran acierto de la película de Spielberg: en términos ideológicos, estamos ante el primer cuestionamiento serio hecho en un filme norteamericano de la supuesta “autoridad moral” del Estado de Israel. Conforme van asesinando a los palestinos, los integrantes del comando, que trabaja de forma paralela al Mossad (cosa que es por demás significativa: la acción, por su dudosa moralidad, es vergonzosa para el gobierno israelí. Los agentes deben renunciar al Mossad y trabajar “de manera independiente” No se les puede relacionar con la inteligencia israelí en ningún sentido) van dudando de la supuesta legitimidad del acto de venganza. Su perspectiva de la resolución tomada por su gobierno se va transformando, al mismo tiempo que lo hacen ellos, y cuestionan si la venganza traerá consigo la paz. No será así, por cada palestino que maten, surgirán seis más dispuestos a morir y a matar por su causa. Al final, y eso le queda claro a Avner, el líder del comando, siempre habrán muchos otros (en ambos bandos) dispuestos a morir y a matar por tener el derecho a tener un hogar y una nación propia.

Spielberg demuestra su gran capacidad narrativa. Tiene un extraordinario manejo del suspenso. Sabe exactamente como colocar la cámara para que esta se convierta en el narrador omnisciente y maneja con gran acierto tanto el montaje de la película, como la dirección de arte (la recreación de la Europa de los setenta es impecable) para involucrar al espectador en el tiempo y lugar de su historia. Tiene momentos cinematográficos que rayan en lo poético (la escena de Avner haciendo el amor con su esposa editada junto al asesinato de los atletas en Munich, es un ejemplo de ello) y diálogos escritos con gran sentido. Eric Bana tiene un desempeño histriónico lleno de matices. Su personaje se va desarrollando junto a la trama y termina por volverse completamente crítico de las acciones que le fueron encargadas y que realizó en nombre de la intención de un Estado por prevalecer por sobre los demás con los que comparte una región sobre la que todos parecen tener derecho.
Munich se convierte en un documento fílmico que muestra la sinrazón de la violencia. Es un filme sobre la falibilidad del ser humano, sobre su soberbia y su propia intransigencia. Es una película sobre un grupo de individuos, pero al mismo tiempo es una cinta que trata sobre todos los seres humanos que vivimos en este planeta. Es una durísima crítica a las políticas israelíes y al terrorismo de Estado. Y sobre todo, es un filme que evita caer en juicios moraloides y sentimentalistas en torno a un problema que ha derivado hasta nuestros días en actos violentos y que no parecen tener fin.

"Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No repliquéis al malvado; por el contrario, si alguien te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también la capa. A quien te fuerce a andar una milla, ve con él dos. A quien te pida, dale; y no rehuyas al que quiera de ti algo prestado" (Mt. 5: 38 – 42)


Así las cosas hoy martes….

2 comentarios:

Kix dijo...

Lo malo es que yo soy depresiva. Tengo muchas ganas de ver la movie, pero conociéndome, saldré con el ánimo por el suelo.

David Moreno dijo...

mmmm...no estoy tan seguro de eso...tal vez salgas con muchas ideas en la cabeza, pero creo que es muy importante verla...


saludos Kika...