En la era post septiembre 11, existen dos temáticas que, si seguimos a la lógica más elemental, fracasarían inmediatamente al momento de plantearse en un argumento para algún medio audiovisual: Una serían los accidentes aéreos y la otra los ataques terroristas. Paradójico resulta que dos los éxitos más grandes en la televisión del año (por lo menos en los Estados Unidos) tratan precisamente sobre hechos relacionados con los temas descritos anteriormente. Estas series son Lost y 24.
24
Los gringos podrán tener muchos defectos, pero cuando se deciden a hacer algo, lo hacen lo mejor posible. Su televisión está llena de basura, pero también tiene series de magnífica manufactura. Series inteligentes y que, por sobre todo, respetan la inteligencia del televidente. Asumen que quien las ve, es un ser pensante a quien hay que plantearle las situaciones con la mejor calidad posible.
Soy fanático de 24 desde su primera temporada. Me atrapó su presentación en tiempo real. Es decir, un minuto en la vida de los personajes es realmente un minuto de tiempo. Toda la acción transcurre en 24 capítulos todos de una hora de duración, por lo tanto se trata de 24 horas en la vida de los personajes representados en la trama. 24 siempre ha sido impactante. Impacta su exacto manejo del tiempo, su riqueza de recursos narrativos y la constante renovación temática y del formato presentado. Pero por sobre todo, 24 es una serie con una poderosa fuerza dramática. Anteponiendose a todo lo visual de su propuesta, está un extraordinario reparto encabezado magistralmente por Kiefer Sutherland en el papel del agente Jack Bauer.
Pero lo más fantástico es que una serie que por su temática podría enviar un tremendo discurso ideológico pro norteamericano, tiene entretelones una fuerte crítica a las políticas contraterroristas y al mismo sistema que actualmente gobierna a la nación más poderosa del mundo. Aunque Bauer ha enfrentado amenazas árabes, narco mexicanas y del oriente de Europa, uno siempre tiene la sensación de que el peor enemigo se encuentra en casa: en los grupos que luchan internamente por el poder en los Estados Unidos y en la enorme burocracia que existe en las diversas agencias encargadas de la seguridad interna de nuestro vecino del norte.
La cuarta temporada ha iniciado sus transmisiones en latinoamérica y presenta una particularidad: todo es nuevo. Desaparecieron casi todos los personajes de las temporadas anteriores (permaneciendo solamente Bauer) y las situaciones se han reinventado. Esto es un movimiento interesante, por un lado resulta refrescante para quienes seguimos la serie, y por el otro, quien nunca la ha visto sentirá como si se tratara de algo completamente nuevo. A eso hay que añadir, que la serie mezcla lo mejor de las temporadas anteriores y que nuevamente Jack Bauer tendrá que defender a la mujer que ama por sobre todas las cosas.
El capítulo de estreno de ayer lunes (que por cierto si tuvo cortes comerciales) ha sido todo un viaje. Un reencuentro con esa sensación de tener la adrenalina en ebullición al final de la hora que ha transcurrido, algo que realmente pocas series pueden lograr. No se pierdan 24 (el sábado por la noche repiten la premiere de temporada) es de esas series que te marcan para siempre.
Lost
Lost ha sido un gran éxito en los Estados Unidos. Trata de los sobrevivientes de un desastre aéreo, que se encuentran en una isla cuyos secretos agrandarán la pesadilla. No me he adentrado tanto en la trama (obviamente, solo he visto el piloto) pero por lo observado en la premiere augura una gran aventura. Cuerpos mutilados, seres humanos llevados a situaciones extremas, un lugar misterioso, romance y hasta un hobbit. Tiene elementos de Robinson Crusoe, Gilligan y la Isla Misteriosa y por lo que vimos el lunes los combina con inteligencia y aparentemente construye una nueva mitología con ellos. Matthew Fox siempre me dió una flojera enorme en Party of Five, pero me ha sorprendido la manera como se presentó el lunes en Lost. Tiene un personaje fuerte, un líder nato. Si persevera en el tono y en los matices alcanzados en los primeros 2 capítulos, su personaje seguramente será memorable en la televisión mundial. Dominic Monaghan, pasa de la inocencia hobbit a un personaje complejo, que guarda un terrible secreto y que se lleva las palmas en cada aparición en pantalla.
Lost pinta, bien...hay que seguirla con atención.
Lo cierto es que las noches de lunes ya no serán las mismas. Serán emocionantes y cargadas de adrenalina. I can`t wait....
Lost...lunes 20 horas por AXN.
24........lunes 21 horas por FOX.
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