miércoles, enero 21, 2009

De la Resaca de Obama...

Seven Readers!!...

(ATENCIÓN: este es un largo, largo, post…si se quedan hasta el final, mis gracias son…totales)…

Pasada la euforia mundial que se desató por la inauguración presidencial de Barack Obama, viene ahora el momento de Reflexionar sobre lo que sucedió en ese día. En términos generales me parece que si fuimos testigos de un momento histórico enmarcado por todas las expresiones y representaciones de la cultura norteamericana: Fue un reconocimiento a la diversidad cultural que históricamente ha forjado a los Estados Unidos, y al mismo tiempo estuvo llena de simbolismos propios de cualquier imperio (los grandes estandartes, el simbólico desfile de bandas de guerra y/o los cañonazos y demostraciones militares) eso sin contar a toda la parafernalia del espectáculo y del deporte que también son parte intrínseca de la sociedad estadounidense.
Haciendo a un lado todo lo anterior, habría que concentrarse en la pieza discursiva esgrimida por el Presidente Obama: un discurso brillante. Emotivo sí, pero también inteligentemente estructurado para marcar una distancia con la administración saliente en más de un sentido (el reconocimiento de la diversidad como baluarte de la sociedad estadounidense, el mencionar que a la ciencia se le debe de dar el lugar que se merece y sobre todo el llamado a construir un mundo mejor con el aprovechamiento de nuevas fuentes de energía y una nueva cultura universal fomentada en la paz y el entendimiento entre las naciones) pero sin perder los lazos con el pasado y con los principios tradicionales que los Estados Unidos han mantenido a lo largo de su historia, con el objetivo de tender lazos incluso con los tradicionalistas norteamericanos quienes le miran con recelo. En resumen fue una pieza realmente incluyente.
En términos de Política Exterior, Obama hizo algo que me pareció significativo: hubo un llamado a erradicar a la pobreza y a fomentar el desarrollo de los pueblos más desfavorecidos. Ahí existe un discurso renovado, y si el Presidente Norteamericano logra contribuir a generar una globalidad mucho más justa, habrá sentado las bases para que el mundo sea un lugar un tanto mejor. Y para ello, según dijo, las naciones desarrolladas tienen que cambiar sus políticas para con las naciones menos favorecidas. Si esto sucede en los próximos cuatro u ocho años, Barack Obama habrá dejado un precedente histórico y su presidencia irá más allá de la anécdota de haber sido el primer afro –americano en ser mandatario de la nación más poderosa del planeta.
He aquí el discurso completo y algunos fragmentos que, insisto, son los más destacables del mismo…




Hoy estamos reunidos aquí porque hemos escogido la esperanza por encima del miedo, el propósito común por encima del conflicto y la discordia. Hoy venimos a proclamar el fin de las disputas mezquinas y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas gastados que durante tanto tiempo han sofocado nuestra política.

El estado de la economía exige actuar con audacia y rapidez, y vamos a actuar; no sólo para crear nuevos puestos de trabajo, sino para sentar nuevas bases de crecimiento. Construiremos las carreteras y los puentes, las redes eléctricas y las líneas digitales que nutren nuestro comercio y nos unen a todos. Volveremos a situar la ciencia en el lugar que le corresponde y utilizaremos las maravillas de la tecnología para elevar la calidad de la atención sanitaria y rebajar sus costes. Aprovecharemos el sol, los vientos y la tierra para hacer funcionar nuestros coches y nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y nuestras universidades para que respondan a las necesidades de una nueva era. Podemos hacer todo eso. Y todo lo vamos a hacer.

Tampoco nos planteamos si el mercado es una fuerza positiva o negativa. Su capacidad de generar riqueza y extender la libertad no tiene igual, pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede descontrolarse, y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando sólo favorece a los que ya son prósperos.

Por eso, a todos los demás pueblos y gobiernos que hoy nos contemplan, desde las mayores capitales hasta la pequeña aldea en la que nació mi padre, os digo: sabed que Estados Unidos es amigo de todas las naciones y todos los hombres, mujeres y niños que buscan paz y dignidad, y que estamos dispuestos a asumir de nuevo el liderazgo.

Trabajaremos sin descanso con viejos amigos y antiguos enemigos para disminuir la amenaza nuclear y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta.

Al mundo musulmán: buscamos un nuevo camino hacia adelante, basado en intereses mutuos y mutuo respeto.

A los habitantes de los países pobres: nos comprometemos a trabajar a vuestro lado para conseguir que vuestras granjas florezcan y que fluyan aguas potables; para dar de comer a los cuerpos desnutridos y saciar las mentes sedientas. Y a esas naciones que, como la nuestra, disfrutan de una relativa riqueza, les decimos que no podemos seguir mostrando indiferencia ante el sufrimiento que existe más allá de nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta las consecuencias. Porque el mundo ha cambiado, y nosotros debemos cambiar con él.

Con esperanza y virtud, afrontemos una vez más las corrientes heladas y soportemos las tormentas que puedan venir. Que los hijos de nuestros hijos puedan decir que, cuando se nos puso a prueba, nos negamos a permitir que se interrumpiera este viaje, no nos dimos la vuelta ni flaqueamos; y que, con la mirada puesta en el horizonte y la gracia de Dios con nosotros, seguimos llevando hacia adelante el gran don de la libertad y lo entregamos a salvo a las generaciones futuras.


Y ahora hay que decir que la luna de miel entre el mundo y Obama terminó hoy miércoles. A partir de este momento, nuestra mirada tiene cambiar y ver a la nueva administración de los Estados Unidos bajo la óptica de la crítica. Reconocer sus aciertos y sobre todo señalar sus yerros. Ahora Barack Obama tendrá que demostrar que es capaz de transformar al país al que ahora gobierna y al mismo tiempo coadyuvar a que los procesos globales en los que se encuentra el planeta generen a una sociedad global mucho más equitativa en todos los sentidos. ¿Podrá? Al tiempo…

Así las cosas hoy miércoles..

PS1…En días pasados el alto Clero ha vertido duras críticas hacía el Estado Laico. Envalentonados por la presencia de Felipe Calderón en un acto confesional (la inauguración del Encuentro Mundial de las Familias Católicas) los Obispos han puesto nuevamente en los medios a su agenda política, encaminada a reducir (aún más) a la sana distancia que debe existir entre el Estado y las Iglesias. El cardenal Tarciso Bertone enviado del Papa al evento católico, criticó duramente al laicismo mexicano calificándolo de decimonónico. Sorprende que quien se niega a dar pasos hacía la modernidad, manteniendo ideas que son dignas de la edad media, califique a una de las máximas de la república de pertenecer al siglo XIX. Bertone se equivoca, el laicismo garantiza por sobre todo equidad jurídica entre los individuos sin importar sus creencias o su origen. Por ende, el laicismo es la piedra angular de toda sociedad que pretenda continuar su camino a la modernidad. Es, sin duda, uno de los valores más altos de nuestra República.

PS2…En este sentido, en días pasados se ha discutido en la prensa local sobre la iniciativa que presentarán algunas organizaciones sociales al congreso yucateco, para que se reformen las leyes y se permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. La iniciativa – según la prensa – va más allá, pues no solo considerará válidas ante la ley a estas uniones, sino que también permitirá que estas parejas tengan derecho a adoptar niños. Por supuesto ya hay organizaciones ultra conservadoras que se oponen a la medida y que pretenden generar una iniciativa propia, en la que se garantice en la constitución local que el matrimonio solo pude darse entre personas de sexos diferentes, calificando a la primera iniciativa de un atentado en contra de “la familia”.
Por supuesto que para la segunda iniciativa, el modelo de familia que estos grupos defienden, es el mismo que defiende la iglesia católica y otras confesiones cristianas. Al respecto Martín Olvera apuntaba hoy en su columna en el Milenio:

El presidente del Pontificio Consejo de la Familia, Ennio Antonelli, dijo que la homosexualidad “es contraria a la identidad humana”, y argumentó que “nadie puede negarse a ser hombre o mujer”.
Por supuesto, una de las directivas del encuentro fue descalificar violentamente cualquier tipo de unión entre personas que se aparte del modelo tradicional de familia nuclear heterosexual con hijos (“los homosexuales constituyen una transgresión del sentido del amor”).
Lo que alarma no sólo es la ignorancia que tales ideas revelan, sino querer presentarlas como basadas en “leyes naturales” (impuestas por dios, claro).
Quizá si el Vaticano y el gobierno mexicano respetaran más la diversidad y los derechos individuales, y apreciaran más la ciencia, nuestro futuro sería más promisorio. Lástima que no sea así.


Por lo tanto, uno esperaría que los diputados locales escuchen ambas iniciativas y legislen con fundamento en el Estado Laico y no con base en posiciones ideológicas que no tienen nada que ver con los más altos valores de la República, sino con dogmas de índole religioso. Pero conociendo como son nuestros diputados…uno no puede esperar tal dejo de lucidez….veremos…

ZAZ ¡largo Post¡….

Salud Pues……



5 comentarios:

marichuy dijo...

David

De Obama, me quedo con tu última linea ¿podrá? Al tiempo.

Y de la sagrada familia católica apostólica romana... que gobierna el Estado Laico que es México. Puf, aún me sorprendo de mi capacidad de asombro. Ver para creer... a Felipin dictando clases de moral.

En cuanto a tu terruño. No sería la primera vez que las mentes conservadoras -yucatecas-, se rasgaran las vestiduras e hicieran todo por detener cualquier intento de legislar conforme a derecho, pero sobre todo, conforme a la realidad, en materia de homosexualismo. Ya nomás les falta declara prohibidos los besos, je para emular a los guanajuatenses.

Un saludo

Maik Civeira dijo...

Órale, muy buen post. Hay que estar muy pendientes de Obama por un lado, y vigilar muy de cerca a la ultraderecha por el otro.

Kix dijo...

Obama... ¿cuánto se habrá escrito de él en estos días? Yo creo fácilmente rompió algunos récords por ahí. Yo desde mi trinchera veo que se despertaron muchas cuestiones raciales, que anteriormente estaban simplemente dormidas, y así lo pongo en mi post el día de hoy.

Al respecto de la hipocresía de la iglesia, qué mas puedo decir... cada que toco el tema se me revuelven las entrañas. ¿Con qué pinche calidad moral hablan esos estúpidos? ¿Cómo pueden decir que la homosexualidad es contraria a la identidad humana? O sea de un plumazo están descalificando a todas aquellas civilizaciones antiguas en donde la homosexualidad era el pan de cada día, en donde grandes pensadores y filósofos la practicaban sin mayor problema. Están generalizando, además, asumiendo que los homosexuales no se profesan un verdadero amor. Y para acabarla, a mí también me dieron en la madre porque mi familia no es nuclear y por tanto no es familia. Ja. Pendejos.

Robin dijo...

El post no está tan largo.

¡Qué aprueben el matrimonio gay!

AndreaLP dijo...

Pues de Obama, me quedo con la idea de que el cuate al menos ha propuesto un mundo más parejo.

Respecto a la Iglesia... me reservo mi comentario porque sólo mentaría madres.

Y por último, qué mamada que sólo acepten como familia el concepto de 'papá-mamá-hijitos'!! Es una cerrazón ridícula en la sociedad actual.

Saludos, buen post.