Del Señor Lopez...

Seven Readers!!


La temperatura meridana no ha bajado de los 40 grados en la última semana. Ayer me enteré de un dato durísimo: cuando uno llega al auto, que tiene varias horas de haber estado estacionado bajo el solo, y le abre, la temperatura al interior del mismo está alcanzando los 52 grados centígrados. Para quien no tiene aire acondicionado en su auto, como es el caso de quien esto escribe, manejar por la ciudad entre las 3 y las 5 de la tarde es realmente un suplicio. El megavolcho hace su mejor esfuerzo por hacer de mi viaje algo cómodo, pero realmente eso es imposible ante la ola de calor. En gran medida, el calor se debe a que la ciudad está prácticamente cercada por una serie de incendios forestales que están sin control. Las humaredas pueden ser vistas desde varios puntos meridanos e incluso en algunas zonas de la ciudad, la lluvia de ceniza ha hecho su aparición. No sé que tan importantes sean las quemas agrícolas para el buen desarrollo de la siembra y cosecha, pero me parece que ya sería tiempo de que las autoridades agropecuarias comiencen a desarrollar nuevos métodos para preparar la tierra para la estas dos actividades, las quemas se salen de control y ocasionan lo que ahora estamos viviendo en nuestra ciudad. A eso, por supuesto, hay que añadirle a los irresponsables que tiran colillas en la carretera, que también están provocando muchos de estos incendios. Las tardes meridanas han sido grises, el sol se oculta tras una densa capa de humo. Hoy, por primera vez en muchos días, dice el meteorológico que hay probabilidades de lluvia. El deseo de muchos de nosotros es que estas probabilidades se cumplan. Veremos…esperemos….

¿Quién es el Señor López?...

Luis Mandoki es un director acostumbrado a hacer grandes melodramas. Tiene una tendencia a abusar de las escenas fáciles, que tratan de mover los sentimientos del espectador. Para ello se vale casi siempre de dos cosas: un abuso del big close up y la utilización de elementos como la música y la dirección de arte para tratar de crear efectos de sentido en el espectador. En el primer volumen de ¿Quién es el Señor López? Estos sellos de Mandoki aparecen desde el principio. ¿Cómo? Con la narración de los padres, ya difuntos, de Andrés Manuel López Obrador de las dificultades que rodearon el nacimiento del político tabasqueño. A partir de entonces comienza un trabajo realmente extraño y que no termina de sentirse como una unidad, sino como una serie de pegostes en video, destinados a tratar de construir una imagen positiva del candidato del PRD a la presidencia de la República.

Después de la presentación de los padres del candidato, aparece un intento por construir una biografía de López Obrador. Biografía incompleta, pues esta se remite a presentar la relación de Andrés Manuel con un maestro de secundaria, quien tuvo gran influencia en su formación. Es evidente que no hubo la intención, o el tiempo, para realizar una investigación a fondo y presentar un cuadro completo de la infancia y la juventud, y de todos esos detalles que llevaron a conformar a la personalidad del hoy candidato de la Alianza por el Bien de Todos. De esta parte, Mandoki decide saltarse varios años que a mi me parece fueron fundamentales para conocer la obra política de López Obrador (principalmente los años en los que encabezó importantes movimientos políticos y sociales en Tabasco; así como la victoria electoral que le llevaría a encabezar al Gobierno del Distrito Federal y los logros obtenidos en el mismo) para centrarse en el asunto del paraje San Juan y los Video escándalos de Ponce y Bejarano. Con una escasa imaginería visual, Mandoki presenta una serie de entrevistas con destacados juristas, políticos e intelectuales (Lorenzo Meyer, José Agustín Ortiz Pinchetti y José María Pérez Gay; entre otros) y con el propio López Obrador, las que mezcla por momentos con intercortes en los que aparecen titulares de periódicos que buscan contextualizar, de manera muy floja, los momentos históricos en los que se dieron ambos hechos. La carencia de imaginación de Mandoki se hace evidente, y el documental se convierte en un pesado ladrillo que será muy difícil de digerir por el espectador promedio de televisión o cine a quien supuestamente está dirigido.
Curiosamente lo rescatable del trabajo se encuentra en la sección de extras del DVD. Ahí se muestran los entretelones del día del desafuero, el nerviosismo de López Obrador, sus reacciones ante la gran cantidad de gente que se reunió aquel día en el Zócalo, su emoción…es decir, vemos entonces por momentos una faceta desconocida del político, aparece el ser humano y es entonces cuando por momentos puede desarrollarse una empatía entre el personaje principal del trabajo y quien decide verlo. El problema es que es el único momento en el que el documental puede funcionar en términos de propaganda, por que es cuando se le habla a la gente en un lenguaje visual accesible y evidentemente tomado del formato de los reality shows, a los que el público está muy acostumbrado.
Fuera de ello, el trabajo no funciona. Su semilento ritmo, el lenguaje excesivamente técnico utilizado por los entrevistados y la carencia de un sentido unitario, operan en contra de un trabajo francamente mediocre y que nunca responde de manera completa a la pregunta que se plantea en su mismo título. En otras palabras nunca sabemos quien es realmente el Señor López.

Así las cosas en este jueves…


PS1…Hoy Chivas contra Pachuca…ojalá y saquen un buen resultado….

Salud pues a todos…