De Cambios...

Seven Readers!!

Realmete no entiendo la manía que la gente tiene con los Teléfonos celulares. Es decir, es una realidad que estos aparatos han venido a solucionar en gran medida muchos problemas de comunicación, pero de ahí a desvivirse por ellos, existe una gran diferencia. Tengo amigos que cambian de celular, como lo hacen de camisa. Cada 6 meses traen uno nuevo, que si porque tiene cámara, reproduce mp3, graba vídeo, se conecta Internet, baña al perro, sale con tu novia y desvía las llamadas de tus jefes; entre otras muchas cosas. Según un amigo, que trae un teléfono que cuesta lo mismo que mi megavolcho, se trata de “aprovechar al máximo la experiencia multimedia que ahora nos ofrece la comunicación celular” (después de escuchar tal descripción, fui a ponerle un altar a los publicistas de Slim). En otras palabras, existe gente que ha desarrollado una especie de “celufilia” en la que el celular es una extensión de la vida misma.
Yo, en cierta forma la tengo, pues he tenido el mismo celular por tres años. Es un celular muy simple, cuya única gracia extra es la de tener una lámpara en la parte superior del teléfono. Yo le he sido fiel a mi celular y él a mí a pesar de mis malos tratos y de que lo he dejado olvidado muchas veces en la casa, la oficina, el auto y otros tantos lugares; siempre se las ha ingeniado para regresar conmigo.
Sin embargo, hace un par de meses comenzó a dar muestras de que algo no andaba bien con él. La situación fue empeorando poco a poco y presentó muestras de que estaba contagiándose de una enfermedad terminal. Los principales síntomas eran dos: no recibía ni llamadas, ni mensajes; dos de sus funciones primarias (o mejor dicho, aquellas para las que fue realmente creado un teléfono celular) que fallaban y comenzaban a convertirlo en un teléfono obsoleto. Le llevé al “hospital de celulares” (literalmente: así se llama el taller donde los reparan) y el médico de urgencias dijo que su reparación me costaría practicamente lo mismo que comprarme uno nuevo. Sufrí un poco, no solamente por mirar a mi desahuciado celular debatirse entre la vida y la muerte, sino por el hecho de que pronto iba a verme en la odisea de comprar un aparato nuevo (finalmente, por cuestiones de trabajo tener uno, es prácticamente indispensable).

Así que, después de varios días de búsqueda, encontré uno que satisfizo mis necesidades celulares, pero principalmente una: mi negativa a pagar más de mil pesos por un celular.
Tiene dos diferencias con el anterior: la pantalla es a colores (Wow) y se abre para hablar (es “flip top”, me dijo con media papa en la boca la chica que me lo vendió) fuera de ello sigue siendo sumamente simple. Se lo he mostrado hace unos momentos a la secretaria que trabaja conmigo. Cuando lo vio, me expresó que “!estaba padrísimo¡” Cuando le dije que no tenía cámara, su expresión cambió rotundamente. “Ah, no tiene cámara” dijo con cierto desdén al mismo tiempo que me lo devolvía como si el celular fuese un apestado.
Yo solo espero que este nuevo artefacto tecnológico, tenga la misma duración y fidelidad que su antecesor. Que comprenda que si le olvido sobre la mesa de algún restaurante, si lo pierdo por varios días bajo el asiento de mi auto, o si lo dejo en la casa cuando debía de acompañarme a la oficina; no es por que no le tenga cierto afecto, si no por que en realidad, mi dependencia hacía él es realmente mínima.
Mientras tanto, mi viejo celular hace sus últimos viajes conmigo. Su chip con mi número, lo convierte en indispensable (aún le entran algunas llamadas) y tengo que acabarme el crédito del chip nuevo, para entonces poder hacer un transplante de corazón celular. Viejo nuevo, yacen ahora en la bolsa de mi pantalón, como una muestra de decadencia y, paradójicamente, avance en tecnología de comunicación personal.


Militarización…


De acuerdo con George W. Bush, el envío de 6 mil integrantes de la Guardia Nacional Norteamericana a la frontera con México, no significa que ésta se esté militarizando. Tal vez para que el Texie Boy, considere que la frontera se encuentra bajo control militar, primero tendría que invadir Chihuahua o Tamaulipas, a la manera como lo ha hecho en sus excursiones bélicas en Irak y Afganistán. La tibieza mostrada en la respuesta del gobierno mexicano hacía la acción norteamericana, refuerza la idea de que Fox está al servicio de la Casa Blanca. El problema de la migración ilegal no se va a resolver con vigilancia militar. Por el contrario, aumentarán los abusos, las vejaciones y los asesinatos de mexicanos y centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos; quienes seguramente, movidos por la necesidad y el hambre, seguirán intentando cruzar el Río Bravo.

Así las cosas hoy martes…

PS1…Los nuevos Spots televisivos de AMLO, pueden funcionar. El tono épico que utiliza frases como “cuando un pueblo sigue a un hombre, es por que en sus manos el corazón lleva”, pueden calar bien el un público que gusta del melodrama. La mano de Mandoki, se siente detrás de los mismos.

PS1…Excélsior dio a conocer ayer, que detrás de la campaña mediática de Felipe Calderón, se encuentra un Español apellidado Solá. El fue el responsable de la propaganda del PP español y de su entonces dirigente José María Aznar. Ello explica el tono de los mismos y la idea de sembrar miedo entre los electores, tal y como lo hizo el ex aliado de Bush en la península Ibérica.

Ps3…Ayer la selección de Brasil dio a conocer su lista de jugadores que irán al mundial. Impresionante. Si fracasan en su búsqueda por el título mundial, eso si sería increíble…

PS4…Mientras tanto, Lavolpe se ha convertido en el único técnico en el mundo que ha logrado algo que ningún otro: aparecer al mismo tiempo en comerciales de Coca y Pepsi. Al menos ya ganó México en algo…

Salud pues…