Space: the final frontier. These are the voyages of the starship Enterprise. Her ongoing mission: to explore strange new worlds, to seek out new life-forms and new civilizations; to boldly go where no one has gone before.
Nunca fui Trekkie, sin embargo siempre he considerado que Star Trek tuvo muchas virtudes cuando fue lanzada como serial de televisión en los años 60. Especialmente fue interesante el desarrollo que el tema racial tuvo a lo largo de las transmisiones y de las películas que se han filmado tomando como base al programa televisivo.
Para mi olvidada tesis de Maestría, escribí hace algún tiempo el siguiente párrafo:
Una de las fortalezas de la Ciencia Ficción es que permite una compleja respuesta a las dinámicas de la diferencia, al mismo tiempo que trata estas temáticas en un idioma de índole popular (Roberts 2006: 94) y habla de estos encuentros con toda la belleza de sus posibilidades así como con toda la violencia que también puede emanar de ellas.
Y quizá el mejor ejemplo del tratamiento de esa belleza y de la violencia que trae consigo el contacto con el Otro, en el campo de la Ciencia Ficción, ha sido precisamente Star Trek. Por que desde un principio, la serie se planteó un problema de carácter cultural inherente a la historia propia de la cultura humana: el viaje como forma de contacto, el viaje como descubrimiento de la otredad. El tema raza: se manifiesta como fundamental en la serie. Permítanme copiarles otro párrafo de mi tesis:
La serie parece manifestar un deseo de representar un futuro en el que la discriminación que tiene como base al género, a la raza, sea un asunto del pasado y mostraba orgullosa a lo étnicamente integrado que era su reparto, especialmente en cuanto a la tripulación del puente de mando del USS (United Space Ship) Enterprise, la cual estaba formada por un capitán blanco, oficiales rusos y japoneses, una mujer negra encargada de las comunicaciones, etc. Pero la aparente diversidad de la tripulación, estaba siempre subordinada a los ideales blancos, representados por el liderazgo del Capitán Kirk.
Había entonces una raza dominante, que sin embargo necesitaba de las otras para poder ejercer su liderazgo. En estos tiempos, en los que el concepto de raza ha evolucionado (también lo hizo en la serie: los Klingon, enemigos de la Federación, aparecieron a la postre como alíados. Uno de ellos incluso llegó al puente de mando del Enterprise) era evidente que un nuevo filme sobre Star Trek, tenía que presentar al tema como parte importante del mismo. La pregunta era: ¿cómo mostrar en estos tiempos en los que la diversidad cultural - por ende racial - es una virtud de la sociedad globalizada, los típicos conflictos raciales que son una marca inherente a la franquicia de Star Trek? Había que tomar un camino: hablar de integración, pero siempre marcando que esa integración ha tenido un precio, un costo, y que la competencia entre entidades raciales diferentes está presente en más de un sentido en nuestra vida actual y en una probable vida futura.
Por ello no resulta extraño que alguien como JJ Abrams se sintiera atraído por un nuevo proyecto de Star Trek. Basta con mirar la obra maestra televisiva creada por Abrams para comprender su atracción por la diversidad y el contacto con el otro: Lost.
Pero el filme va más allá. Existe un gran relación entre Lost y esta película de Star Trek, especialmente por que otra de las obsesiones de Abrams está presente: la paradoja tiempo - espacio, la posibilidad de romperla gracias a la manipulación tecnológica y generar viajes en el tiempo para poder transformar a la realidad. Incluso, si uno es fanático de Lost, va a encontrarse con pistas sobre el final de la serie mirando Star Trek. Pero ello se los dejo de tarea.
Abrams moderniza entonces el conflicto racial. Lo presenta entre la raza de los Vulcanos. Spock (un excepcional Zachary Quinto) tiene una desventaja: es mitad Vulcano y mitad humano. Para ambas razas significa un ente extraño. Spock tendrá que entender cuales son las cualidades propias de su mestizaje para poder encajar en un mundo racialmente integrado. Pero, como en la serie, dependerá de ello de un personaje enraizado profundamente en la cultura humana (o será ¿en la norteamericana?) quien será el engranaje ideal - gracias, por cierto al mismo Spock...vean la movie... - para que el vulcano comprenda que su propia riqueza cultural recae en su diversidad. Obviamente ese personaje es James T. Kirk (interpretado con habilidad por Chris Pine) quien complementa a Spock invitándolo a salir de la zona de confort que su lógica vulcana le delimita de manera natural.
Lo deseable hubiese sido que la exploración y la búsqueda del contacto con el otro como formas de contacto cultural, se presentaran con mayor amplitud en el filme. Pero se entiende que éste busque la reactivación de una franquicia y por ende esta importante parte de la trama se presente solamente como una parte de la misma y no como el todo determinante de la película. Seguramente vendrán otros filmes una vez que gracias a la atinada dirección de Abrams, a la espectacularidad de sus secuencias y a los caminos abiertos por esta película la franquicia se ha renovado.
Star Trek es una prueba más de las posibilidades de reflexión de la ciencia ficción. Y al mismo tiempo es una gran película de Verano. Dudo que en lo que queda de esta temporada de blockbusters, veamos algo mejor. Un filme cuyo objetivo es una audiencia diversa a la que conquista haciendo siempre hincapié en la diversidad que engloba a su producción y a su temática.
Así las cosas hoy lunes....
Salud pues......
2 comentarios:
Mi querido Dave, muero por ver tu reseña de Up ¿la piensas ir a ver? Es de niños pero está buenérrima!
Gracias por el Link, Héctor...
Si Kix, si tengo ganas de verla...es Pixar y soy fan de su producción...
Saludos a ambos....
Publicar un comentario