De una tarde mitines...

Seven Readers!!

El animador del cierre de campaña yucateca de los candidatos a puestos de elección popular del PRD, anuncia a las 19 15 horas del día de ayer: “Señoras y señores, ha llegado ya la CARROZA republicana que trae al Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador a este Parque de Santa Ana” Trato de divisar a dicho carruaje, pero me lo impide una nube de reporteros que inmediatamente rodea a López Obrador, a Héctor Herrera “Cholo”, candidato a gobernador; a su esposa Jazmín López “Tina Tuyub”, candidata a diputada local, y a algunos otros aspirantes a alcaldes y diputados. López Obrador sonríe y firma autógrafos mientras le gente le vitorea como “Presidente Legítimo” Es la estrella del Show Perredista, y el tabasqueño lo sabe. Voltea cuando un grupo de mestizas le llama y se toma fotos con algunos niños. Atrás viene Don Héctor Herrera asistido por un par de personas. Una mujer que se encuentra a mis espaldas no puede evitar exclamar: “ya ni puede caminar Cholo” Hay tristeza en su rostro y su lamento suena sincero. Aún así, el candidato perredista se las ingenia para seguir a López Obrador, lo queda claro entonces es que en esta película solo hay un actor principal; lo demás es un prácticamente inexistente reparto.

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A las seis de la tarde, hora en la que estaba programada el inicio del mitín, aún pueden verse sillas vacías frente al templete en el que pronto estarán los candidatos perredistas. Poco a poco van llegando camiones. El perredismo no puede sustraerse del síndrome del acarreo, aunque éste se da en menor medida que en las concentraciones de otros partidos. A un lado del parque de Santa Ana, se instala una mesa que recibe afiliaciones al gobierno legítimo, la cola para registrarse se encuentra casi siempre nutrida de gente que busca su credencial. No se reparten ni vasos, ni gorras, ni plumas o lapiceros. Un grupo de jóvenes que llevan una camisa con la leyenda “El Rock es Cultura” en la parte trasera, reparte paquetes de chochitos con la imagen de Rubén Coronado el candidato a la alcaldía meridana. Los vendedores ambulantes rodean a la zona del parque en la que se celebrará el mitín y son ellos los que terminan haciendo su agosto entre los participantes. Se reparten también gacetas en las que se habla de López Obrador y de las elecciones estatales y varias personas hacen “boteo” para hacerse de recursos para el “gobierno legítimo” Un animador trata de prender al público, pero no lo logra. No hay artistas de la televisión como invitados, y solo se anuncia la presencia de Judzil, un joven talento Dzemuleño, quien canta tres canciones de corte ranchero. Es un mitín austero y en el que la gente parece estar entre acalorada y adormilada. Y solamente reacciona cuando López Obrador y Cholo aparecen en escena casi una hora después. Los aplausos son nutridos, pero no ensordecedores. Supongo que el Tabasqueño se da cuenta de que está en una plaza en la que juega como visitante, en la que su proyecto nunca pegó de frente y en la que el PRD ha perdido la oportunidad de afianzarse como oposición.

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Héctor Herrera se dirige a las personas ahí reunidas. No hace un discurso triunfalista, e incluso hace alusiones al próximo gobernador o gobernadora, además de una serie de recomendaciones y advertencias para quien llegue a Palacio. Detrás de sus frases uno puede percibir que siempre se ha sentido derrotado, aunque al final dice que será un gobernador “con los pies en la tierra, y la mirada hacía el frente” Habla de estar en el mejor papel de su vida y a lo lejos puede percibirse que sus palabras son sinceras, pero ello no resulta suficiente para prender al auditorio. Atrás de él los candidatos a diputados no existen y a su izquierda Gerardo Fernández Noroña, le aplaude también con cierto desgano. Son tal vez más notables las ausencias del templete: no están el primero en la lista a diputados plurinominales por el PRD Erick Villanueva Mukul. ni el Líder Nacional del Partido Leonel Cota Montaño. El Perredismo se retira una vez que López Obrador finaliza su discurso. No hay punch en su pegada y sus aspiraciones en la próxima contienda son limitadas. El recuento de los daños vendrá después del próximo domingo, aunque queda en el aire la impresión de que éstos no son importantes y que la estrategia perredista para afianzarse en Yucatán es completa y totalmente inexistente.

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Al final del mitín camino sobre la calle 60 hasta el parque de Santa Lucía. Ahí me sorprende una columna de militantes de Nueva Alianza. Son integrantes de la rémora panista que se disponen a marchar hacía la Plaza Grande de la ciudad de Mérida. La policía municipal les abre el paso y caminan gritando consignas. Llegan a la plaza y no pueden avanzar más allá de la esquina de catedral en donde se encuentra instalado el templete desde donde la cúpula del PAN está apoyando en pleno a sus candidatos. Los de Nueva Alianza quedan a sus espaldas, tratan de gritar para llamar la atención pero nadie parece escucharlos. El Jefe Diego habla de la grandeza del gobernador del estado, pero ignora (o no escucha) los gritos de los militantes de Nueva Alianza. Trato de avanzar sobre la 60 pero es imposible.
Entonces tomo la decisión de dar la vuelta por la calle 59 y entrar a la plaza por la calle 62. Para mi sorpresa el acceso al parque por esa calle está despejado y es cuando me doy cuenta: los panistas no han podido llenar la plaza grande. Su acarreo, no ha sido tan efectivo y ello permite que se pueda caminar con libertad en los restaurantes ubicados en a un lado de los bajos del Palacio de Gobierno, entre las sillas ubicadas en la calle 61 y en prácticamente toda la zona del parque. Llena está la explanada de Catedral y la calle sesenta hasta la esquina del Macay. Diego Fernández trata de buscar culpables: afirma que a diferencia de otros, ellos no llenan plazas con grupos musicales famosos.

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Los Panistas apelan a sus héroes históricos. Menciones a Carlos Castillo Peraza, Víctor Manuel Correa Rachó y…Vicente Fox abundan en los discursos. En la zona del asta bandera vendedores ambulantes de tatuajes, dijes y trenzas rasta, permanecen completamente ajenos a lo que sucede a unos metros de ellos. Varios asistentes al mitín también lo hacen, niños juegan, señoras conversan. Un grupo de gente de evidente poder adquisitivo conversa animadamente en el centro de la Plaza, mientras en las pantallas Manuel Espino se dirige al panismo. Olvida sus diferencias con el Presidente Calderón y sentencia: “vamos a regalarle al Presidente, otro gobernador Panista” Antes César Bojórquez, el candidato a la alcadía meridana, ha pintado a una Mérida de ensueño: con un zoológico moderno y en el que las calles han dejado de inundarse cuando llueve. Una señora de clase media que se encuentra mi lado, voltea y me dice risueña: “como se ve que él no anda en camión en tiempo de lluvia” para luego reír de buena gana.

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La figura encorvada de Xavier Abreu toma el micrófono. Trata de bailar al ritmo de la música, mientras el jefe Diego le dedica una severa mirada. Las pantallas muestran a los ocupantes de la tarima. José Paoli Bolio, Jorge Kawaghi, y los dirigentes estatales panistas. Cuando la música termina, el panista se dirige a la multitud. Agradece a su equipo de campaña, a la dirigencia nacional y a su familia por el apoyo brindado en la campaña, su voz pinta lo que parece ser una despedida. Su discurso se torna en una repetición de lo dicho con anterioridad a lo largo de 90 días de proselitismo. Se jacta de haber sido el único candidato que visitó los 106 municipios del estado y llama a los panistas a acudir a las urnas, se le oye y se le mira cansado. Fuegos artificiales iluminan el cielo cuando su intervención termina. Sobre las sillas ubicadas en la calle 60, algunas jóvenes bailan, mientras otros toman fotos con teléfonos celulares. El éxodo de regreso comienza inmediatamente. Algunos campesinos caminan hacía sus camiones ubicados a unas esquinas de la plaza. Un grupo de jóvenes apresura el paso mientras hace una comparación de los artistas traídos por el PRI y el PAN. La muestra del músculo panista ha terminado, sin menciones a las campaña de “contraste” promovida por ellos, a la decisión del Tribunal Federal Electoral de ordenar al IPEPAC (la autoridad electoral estatal) de sancionarlos por los Spots tomada apenas unas horas antes. No, los panistas siguen pintando un cielo azul, sin mirar a las amenazas de tormenta que muchos pronostican que se ciernen sobre ellos, y a pesar que el cierre de su campaña está muy lejos de haber sido un demoledor gancho al hígado.

Así las cosas hoy jueves...

PS1...Gran canción...

Salud Pues......