Seven Readers!!
¡!!!CINE, CINE, CINE, CINE, CINE, CINE…!!!!
Las Memorias…
Hollywood tiene la tendencia de sentirse una industria internacional en todos los aspectos. Lo es en términos de distribución y exhibición de películas. Y no lo es tanto, cuando intenta darnos su visión de la historia de un país completamente lejano a las colinas de California. La regla general nos dice que cuando a Hollywood le da por meterse a filmar sobre otras culturas y sus momentos históricos suele tergiversar al máximo las cosas y alejarse por completo de lo que es en si, la cultura retratada. Para muchos, se trata de una falta de respeto. Y para otros, mucho más radicales, es una muestra de la soberbia norteamericana reflejada al máximo en su cinematografía.
Dicho todo lo anterior, Memorias de una Geisha es una película que busca romper con todo lo expuesto en el primer párrafo y que pretende mostrar, con mucho respeto, la vida de un grupo de legendarias y míticas mujeres japonesas.
En si, la cinta pretende ser una combinación de un cine costumbrista bañado de tintes épicos, sin hacer a un lado la apasionante historia de amor reflejada en la trama. El director Rob Marshall (responsable de la fantástica Chicago) utiliza con habilidad todos los recursos que el lenguaje cinematográfico posee para tratar de adentrarnos en veinte años de vida, de una chica llamada Chiyo cuyo destino quedará marcado por la tragedia de perder a sus padres. Siendo muy niña es vendida a una mujer dedicada a la preparación de las Geishas. A partir de ese momento comienza una odisea en la que el espectador será envuelto en un mundo lleno de pasiones, tradiciones y de una cultura que resulta fascinante en muchos aspectos.
Hago aquí una pausa para hacer una confesión: no he leído la novela de Arthur Golden, pero supongo que debe ser un trabajo literario lleno de detalles. Supongo esto, por que la adaptación de Robin Swicord está planteada en ese sentido, pues el resultado final en pantalla busca mostrar las pequeñas, y las grandes cosas, que le dan sentido a la tradición de las Geishas japonesas, y en general a la cultura del Sol Naciente. Marshall pretende ir a fondo en ese sentido y cuenta para ello con el artesanal trabajo de Dion Bebee, cuya colorida cinematografía (la escena del primer baile de Chiyo, convertida en la Geisha Sayuri, es de gran belleza visual) retrata con sutileza a los escenarios creados por Patrick M. Sullivan y Thomas Voth. A ello hay que añadirle la sutil belleza de la partitura escrita por John Williams quien cuenta con la colaboración y el talento de Yo Yo Ma, en el Cello, e Itzhak Perlman en el violín. Todos se conjugan para brindarle a Marshall los elementos que éste reúne con mucho oficio logrando un trabajo muy digno.
El último detalle son las actuaciones. Tanto Ziyi Shang como Michelle Yeoh iluminan la pantalla. Su actuación está inscrita perfectamente en el tono de la película y logran una compenetración espectacular. Ken Watanabe es una elección perfecta para el papel del “Director” el gran amor de la protagonista. Un hombre marcado por la tradición, el respeto y el sentido del honor. Pero me parece que es Suzuka Ogho quien en el papel de la niña Chiro, logra la actuación más enternecedora.
¡!!!CINE, CINE, CINE, CINE, CINE, CINE…!!!!
Las Memorias…
Hollywood tiene la tendencia de sentirse una industria internacional en todos los aspectos. Lo es en términos de distribución y exhibición de películas. Y no lo es tanto, cuando intenta darnos su visión de la historia de un país completamente lejano a las colinas de California. La regla general nos dice que cuando a Hollywood le da por meterse a filmar sobre otras culturas y sus momentos históricos suele tergiversar al máximo las cosas y alejarse por completo de lo que es en si, la cultura retratada. Para muchos, se trata de una falta de respeto. Y para otros, mucho más radicales, es una muestra de la soberbia norteamericana reflejada al máximo en su cinematografía.
Dicho todo lo anterior, Memorias de una Geisha es una película que busca romper con todo lo expuesto en el primer párrafo y que pretende mostrar, con mucho respeto, la vida de un grupo de legendarias y míticas mujeres japonesas.
En si, la cinta pretende ser una combinación de un cine costumbrista bañado de tintes épicos, sin hacer a un lado la apasionante historia de amor reflejada en la trama. El director Rob Marshall (responsable de la fantástica Chicago) utiliza con habilidad todos los recursos que el lenguaje cinematográfico posee para tratar de adentrarnos en veinte años de vida, de una chica llamada Chiyo cuyo destino quedará marcado por la tragedia de perder a sus padres. Siendo muy niña es vendida a una mujer dedicada a la preparación de las Geishas. A partir de ese momento comienza una odisea en la que el espectador será envuelto en un mundo lleno de pasiones, tradiciones y de una cultura que resulta fascinante en muchos aspectos.
Hago aquí una pausa para hacer una confesión: no he leído la novela de Arthur Golden, pero supongo que debe ser un trabajo literario lleno de detalles. Supongo esto, por que la adaptación de Robin Swicord está planteada en ese sentido, pues el resultado final en pantalla busca mostrar las pequeñas, y las grandes cosas, que le dan sentido a la tradición de las Geishas japonesas, y en general a la cultura del Sol Naciente. Marshall pretende ir a fondo en ese sentido y cuenta para ello con el artesanal trabajo de Dion Bebee, cuya colorida cinematografía (la escena del primer baile de Chiyo, convertida en la Geisha Sayuri, es de gran belleza visual) retrata con sutileza a los escenarios creados por Patrick M. Sullivan y Thomas Voth. A ello hay que añadirle la sutil belleza de la partitura escrita por John Williams quien cuenta con la colaboración y el talento de Yo Yo Ma, en el Cello, e Itzhak Perlman en el violín. Todos se conjugan para brindarle a Marshall los elementos que éste reúne con mucho oficio logrando un trabajo muy digno.
El último detalle son las actuaciones. Tanto Ziyi Shang como Michelle Yeoh iluminan la pantalla. Su actuación está inscrita perfectamente en el tono de la película y logran una compenetración espectacular. Ken Watanabe es una elección perfecta para el papel del “Director” el gran amor de la protagonista. Un hombre marcado por la tradición, el respeto y el sentido del honor. Pero me parece que es Suzuka Ogho quien en el papel de la niña Chiro, logra la actuación más enternecedora.
Mientras la cinta transcurría, no podía dejar de preguntarme ¿por qué no la filmaron en japonés? Eso le hubiese proporcionado a la película un mayor acercamiento con la cultura que pretende mostrar. Al no hacerlo, sigue sintiéndose como la visión occidental del Japón de principios y mediados del siglo XX.
En resumen, Memorias de una Geisha es una película entretenida, por momentos emocionante y enternecedora; filmada con gran talento, pero no que logra desmarcarse del todo de esa manera que Hollywood posee para contar historias que, finalmente, le son completamente ajenas.
Así las cosas luego del 2 x 1…
PS1…VH1 nos regaló ayer miércoles un gran programa: Uk Rock Hall of Fame 2005. La inducción de leyendas de la música al salón de la fama del Rock Británico. Si no pudieron verlo traten de hacerlo en su repetición. Se trata de un homenaje a puro grande. Desde Pink Floyd (Rick Wakeman de Yes, al hablar de Floyd utilizó una frase que me encantó y que utilizaré seguramente en algún momento. El gran tecladista dijo: “Si hubiese una Biblia del Rock, el libro del Génesis empezaría así: Y en el principio, Dios creó a Pink Floyd”) pasando por Jimmi Hendrix, The Kinks, Bob Dylan, Joy Division y Black Sabbath entre otros que fueron inducidos al recinto de la música británica. Super concierto. Los británicos reconocen su gran tradición roquera y las influencias que han recibido del otro lado del atlántico. Un verdadero paseo por algunos de los grupos más trascendentes del siglo pasado. Fantástica la interpretación de Sabbath de la clásica Paranoid al final del evento (hasta Ozzy despertó de su letargo).
Lo que me lleva a hacerme, y a hacerles, estimados seven Readers, una pregunta que seguramente alguna vez más de uno se ha hecho: ¿Rock Británico o Rock Norteamericano?...
PS2…Seven Readers...me despido por hoy. Estoy tratando de encontrar alguna cámara oculta bajo de mi escritorio. Cero… ninguna… esas cosas solo pasan en los canales públicos yucatecos que también están tocando fondo. Ni hablar, la visión gerencial de un medio público puede terminar en eso. Salud y café para todos…
En resumen, Memorias de una Geisha es una película entretenida, por momentos emocionante y enternecedora; filmada con gran talento, pero no que logra desmarcarse del todo de esa manera que Hollywood posee para contar historias que, finalmente, le son completamente ajenas.
Así las cosas luego del 2 x 1…
PS1…VH1 nos regaló ayer miércoles un gran programa: Uk Rock Hall of Fame 2005. La inducción de leyendas de la música al salón de la fama del Rock Británico. Si no pudieron verlo traten de hacerlo en su repetición. Se trata de un homenaje a puro grande. Desde Pink Floyd (Rick Wakeman de Yes, al hablar de Floyd utilizó una frase que me encantó y que utilizaré seguramente en algún momento. El gran tecladista dijo: “Si hubiese una Biblia del Rock, el libro del Génesis empezaría así: Y en el principio, Dios creó a Pink Floyd”) pasando por Jimmi Hendrix, The Kinks, Bob Dylan, Joy Division y Black Sabbath entre otros que fueron inducidos al recinto de la música británica. Super concierto. Los británicos reconocen su gran tradición roquera y las influencias que han recibido del otro lado del atlántico. Un verdadero paseo por algunos de los grupos más trascendentes del siglo pasado. Fantástica la interpretación de Sabbath de la clásica Paranoid al final del evento (hasta Ozzy despertó de su letargo).
Lo que me lleva a hacerme, y a hacerles, estimados seven Readers, una pregunta que seguramente alguna vez más de uno se ha hecho: ¿Rock Británico o Rock Norteamericano?...
PS2…Seven Readers...me despido por hoy. Estoy tratando de encontrar alguna cámara oculta bajo de mi escritorio. Cero… ninguna… esas cosas solo pasan en los canales públicos yucatecos que también están tocando fondo. Ni hablar, la visión gerencial de un medio público puede terminar en eso. Salud y café para todos…
5 comentarios:
Cada vez mas se me antoja ver Memorias de una Geisha y cada vez tengo menos tiempo! Creo que será más fácil esperar a que salga en video...
Respecto al rock gringo o inglés: Yo no puedo quedarme con uno solo, definitivamente, me gustan tanto de uno y del otro lado, aunque sí siento la balanza un poco más inclinada hacia el británico.
u_u .. Británico, definitivamente.
0 y van tres...o 2 y medio...
saludos a los tres..
Yo leí el libro, y efectivamente está lleno de detalles y es muy emotivo, la película me gustó mucho mucho, me pareció muy bien adapatada; aunque igual que tú me hubiera gustado más si la hubieran filmado en japonés y con actores japoneses, la mayoría eran chinos, en fin de cualquier modo, estuvo linda.
Si..tienes razón en lo de los actores....aunque yo creo que los chinos lo hicieron muy bien como japoneses, de cualquier modo, como dices, estuvo linda.
Saludos ;)
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