De V...

Seven Readers!!

No es un secreto para ustedes que soy fanático del cine. De hecho este blog tiene mucho de cinematográfico aunque no es necesariamente el tópico principal del mismo. El cine me gusta por muchas razones: me divierte, me enseña, me motiva y me produce miles de sensaciones y emociones. Ayer realmente me sentía abatido por todo el asunto de la Ley de Radio y Televisión (finalmente fue aprobada en comisiones y es casi seguro que será ratificada en el pleno del Senado) y justo el cine funciona para decirme que no todo está perdido. Es probable que en la reseña que leerán a continuación, esté impregnada por un sentimiento de esperanza. Finalmente ayer el cine me ha dado eso…

V

Behind this mask is a man, and behind this man is an idea. And ideas are bulletproof…

El mundo parece encaminarse a un totalitarismo apabullante. Vivimos divididos entre “malos” y “buenos” Los poderosos son los que tienen la sartén por el mango y son quienes toman decisiones que terminan afectando a la gran mayoría de la población. Parece que estamos en camino a un mundo en el que las grandes corporaciones se convierten en Estados por si mismas. Hoy los enconos y los extremismos están presentes en prácticamente todo el planeta. Los poderosos están invitándonos a tomar partido: a estar con ellos; y si no lo hacemos entonces somos el enemigo al que hay exterminar. ¿Qué tan lejos estamos de vivir bajo regímenes autoritarios y fascistas?
En V for Vendetta, el director James McTeigue, plantea con base en un sorprendente guión de Larry y Andy Wachowski (que tiene como base a la novela gráfica del mismo título escrita por Alan Moore y David Lloyd que ahora muero por leer) la posibilidad de que en un futuro no muy lejano occidente se encuentre sumido en una crisis social (producto de las guerras que hoy vivimos) y en la cual Los Estados Unidos se debaten en una Guerra Civil e Inglaterra vive bajo un régimen totalitario en el que las garantías individuales han sido suprimidas en aras de la “seguridad nacional” El régimen es mediático y el Canciller Supremo Adam Sutler (una mezcla de George W. Bush y Adolf Hitler) controla a la nación a través del mecanismo de control más eficaz del fascismo: el miedo.
Surge entonces un personaje misterioso, un revolucionario capaz de poner de cabeza al régimen y transformar a la sociedad (algo que también es una constante histórica: siempre en todo totalitarismo surgen líderes que con ideas revolucionarias tratan de cambiar el Status de terror establecido) En este caso es un héroe enmascarado llamado V, el cual comienza una cruzada en la que se aprovecha de la tecnología mediática para motivar a la población a levantarse contra el régimen dominante y apabullante.
Llena de secuencias emotivas, estamos ante una película que mezcla elementos del cine de aventuras, el thriller y el cine militante. Se trata de una cinta en el que el factor político de su historia resulta en el predominante y en el cual están presentes elementos que tejen interesantes analogías con la tendencia conservadora que actualmente pernea con fuerza en occidente. La lucha de V es contra un gobierno que no tiene mayor empacho en planear un atentado terrorista en contra de sus propios ciudadanos con el objetivo de legitimarse (esto es una clara referencia al 11 de septiembre) Es una batalla contra la intolerancia, contra la discriminación hacía las minorías y contra el terrorismo de Estado.

Si bien los métodos de V pueden ser cuestionables por violentos, estos son solamente una respuesta a una violencia mayor ejercida con toda la fuerza del estado. El mismo es una víctima (es recluido en una cárcel tipo Guantánamo en donde se le tortura al máximo). Es una lucha llena de altos ideales y que invita a todo aquel que se sume a ella a practicar la libertad de pensamiento por sobre cualquier otra.
Pero, además de todo lo anterior, estamos ante una película que tiene un excelente ritmo y que está contada con gran habilidad. A pesar de tratarse de una historia futurista, el personaje principal toma mucho del cine de aventuras de los años 40. Es una especie de Errol Flynn moderno, que prefiere la nobleza de la espada por sobre las armas de fuego. Hugo Weaving (Elrond en TLOTR) es quien se roba la cámara. No importa que su personaje siempre se encuentre enmascarado. Las diversas intenciones con las que Weaving recita sus diálogos y la capacidad que tiene para brindar a su personaje de una riqueza y personalidad pocas veces vista en un personaje enmascarado. La narrativa plasmada en el guión de los Wachowski es sorprendente (sobre todo si tomamos en cuenta que son los responsables de las babosadas conocidas como Matrix) sus referencias shakesperianas le brindan a la película elegancia que Weaving termina por vestir con poderosa sutileza.
Natalie Portman, Stephen Fry, Stephen Rea y John Hurt, completan un reparto dirigido con habilidad por McTeigue. Portman destaca como la primera recipientaria del mensaje de V. Termina por amarlo en cierta medida, aunque la historia de amor entre es una subtrama manejada con inteligencia para no permitir que termine por imponerse a la historia principal.
Estamos ante una película importante, por que con su combinación de elementos visuales (atractivos sin duda para audiencias jóvenes) puede presentar un tema relevante y actual. V for Vendetta es un híbrido cinematográfico muy bien logrado. Un filme anti neoliberal y que alerta de los peligros a los que podemos llegar si permitimos que las grandes corporaciones y los neoliberales, se apoderen del Estado. ¿Cómo vencerlos? Con el poder de una idea multiplicada al máximo.

Así las cosas hoy miércoles…


Salud pues a todos…