martes, marzo 07, 2006

De varios perdidos...

Seven Readers!!

Os Saludo en este martes ya con dos tazas de café encima. Buen día, soleado, caluroso, agradable. Buen día para conversar así que aquí vamos…

Lost…

AXN inició ayer la transmisión para Latinoamérica de la segunda temporada de Lost. Con ello regresa uno de los fenómenos televisivos más importantes de los últimos años. Los de ayer fue extraordinario por varios motivos. Primero, se respetaron las estructuras narrativas de la serie con el uso del flashback como elemento clave para el desarrollo de la historia. El diseño de producción mantiene esa atmósfera avasallante y claustrofóbica que se observó en la primera temporada.


Pero quizá lo más importante del estreno de ayer, fue la fidelidad que la historia promete mantener a la mitología que se ha creado alrededor de la serie. La Isla continúa siendo el personaje antagónico por excelencia y la inclusión de nuevos “habitantes” parece que estará encaminada a tender puentes determinantes entre el pasado de los sobrevivientes, quienes, especulo, terminarán por descubrir que existe una poderosa razón que justifiqué su llegada a la isla en donde lucharán por sobrevivir.
Valdrá la pena ver hacía donde se mueve la serie, pero todo parece indicar que volveré a enviciarme durante las próximas 24 semanas…

El otro perdido (que dice que regresó)…

Felipe Calderón apareció sonriente cuando Joaquín López Doriga lo presentó en El Noticiero de Televisa. “El niño perdido, el niño desobediente ¿está de regreso?” le espetó de sopetón el conductor al candidato panista. “Así es Joaquín” –respondió el michoacano – “estamos aquí para relanzar la campaña” Y entonces, Calderón comenzó, para sorpresa de muchos de los que veíamos ayer la televisión a tratar de deslindarse de si mismo. Trató de ocultar su dogmatismo panista al recordar que en ese mismo espacio se había manifestado “a favor de la de vida” pero también, dijo, “es importante recordarles que también estoy a favor de la libertad” Posteriormente, comenzó lo que seguramente será la nueva tónica de su campaña: tratar de mostrarse como un candidato con una mentalidad mucho más abierta en varios sentidos. ¿Qué busca con esto Felipe Calderón? Convencer a los indecisos de que él realmente puede ser el presidente de México.
Hace unos días, Denise Dresser escribió un artículo en el Reforma, en el que hacía un extraordinario diagnóstico de lo que había sido hasta entonces la campaña de Felipe Calderón. Escribía: “A Calderón la ha sucedido una cosa curiosa. Sigue haciendo campaña sólo para la base dura de su partido. Sigue hablándole sólo a los panistas de sangre azul y convicción católica. Sigue pensando en como unir y no cómo sumar. No ha entendido aún que el ala conservadora del PAN es un voto cautivo que no tiene a dónde ir; que no tiene a otro candidato que apoyar. Pero Felipe todavía lo trata con guantes blancos y todavía le dice lo que necesita oir. No al aborto, no a la píldora de emergencia, no al desmantelamiento del “púlpito virtual” que ha construido Carlos Abascal. Si a las definiciones en temas culturales y sociales que posicionan al PAN como un partido conservador cuando el electorado independiente – que definirá la elección – no lo es. Si a una estrategia electoral que aliena a Calderón de aquellos a quienes más necesita conquistar”.
Es posible que finalmente Calderón haya comprendido que necesita crear una base electoral entre quienes no necesariamente pertenecen al PAN. Muchos de ellos (gente de izquierda, intelectuales, amas de casa, académicos, empleados, etc…) fueron los responsables de llevar a Vicente Fox a la presidencia del país. Fox utilizó un discurso pragmático e incluyente que logró convencer a muchos mexicanos que históricamente han diferido de los dogmas panistas, de que era él único candidato que representaría a una sociedad mexicana plural (aunque como presidente, Fox haya fallado a estas y a muchas otras promesas) Ahora, Felipe Calderón pretende darle un giro a su campaña y al definirse ayer con López Doriga, como “un candidato de Centro” pretenderá convencer a los votantes independientes de que con él se tendrá a un gobierno incluyente que respete al estado Laico y que genere oportunidades para todos.
Los tiempos sin embargo están sumamente avanzados. Relanzar una campaña en estos momentos, tal vez no tenga gran efecto entre un electorado que ha identificado a Calderón como el candidato de los “valores”, el candidato conservador. Calderón ahora pretenderá predicar modernidad, apertura; pero es muy probable que sea demasiado tarde. Muchos estamos plenamente convencidos de que es un hombre de derecha, dogmático y que representará al apuntalamiento de las posiciones más conservadoras de algunos miembros del actual gobierno.
El problema es que la otra opción viable, la de López Obrador, tampoco termina por convencer de su modernidad. Suena caduca, aunque lo hace en otros términos. El abanico electoral pues se ha reducido a dos opciones con posibilidades. Tal vez sea un buen momento para pensar en una opción a futuro. En otorgarle el voto a un partido que sin posibilidades de alcanzar la presidencia, si garantice, al mantener el registro, la posibilidad de tener (tal vez en un mediano plazo) una alternativa política incluyente y moderna. ¿La habrá acaso?.
Ya veremos…

ZAZ…largo post…así las cosas hoy martes..

2 comentarios:

Kix dijo...

Efectivamente se tardó en reaccionar, probablemente sea muy tarde, el Peje va por la estratósfera. Y no solo tiene el tiempo en su contra, sino que ahora se le suma un escandalito por supuestas sumas millonarias que sus colaboradores han pedido a particulares como apoyo a su campaña. Probablemente legalmente no puedan probar nada, pero sabemos que en tiempos electorales la simple percepción ciudadana es vital.

David Moreno dijo...

Si, aunque hace un rato su equipo de campaña negó lo que Carmen Aristégui presentó por la mañana. No podían hacer otra cosa. Calderón es inteligente, lástima que sea tan de Derecha...

Saludos Kika...