lunes, diciembre 19, 2005

De un burocrático y cansado fin de semana...

Seven Readers!!!
Os saludo con gusto. Nunca pensé decir esto pero afortunadamente es Lunes. Ya quería que llegara este día. El fin de semana ha sido agotador y nada como el cómodo escritorio de mi oficina para descansar un rato. No por que no tenga trabajo, sino porque prefiero estar aqui y en la cabina, que caminando por plazas comerciales, recogiendo gente en el aeropuerto y haciendo trámites legales...todo eso ha traído un fin de semana...realmente agotador...
Tramitología con Benedetti...
Una de las características de nuestro fantástico país son los trámites. Nadie se salva de ellos y por lo menos una o dos veces al año, casi todos tenemos que hacer una larga cola en alguna oficina de gobierno para lograr obtener uno o dos documentos.
Lo curioso es que todas las oficinas de gobierno parecen iguales. Y en ellas habita esa maravillosa especie mexicana conocida como los burócratas. Todos y cada uno de ellos, cortados con la misma tijera y con una especie de aura poderosa a su alrededor que brilla con mayor intensidad cuando se encuentran destrás de un mostrador o de un escritorio. Yo le llamo el "poder de las pilas de papeles" Recuerdo que hace algunos años, el gobierno se ufanaba de tener un programa al que le llamaron "la Simplificación Administrativa" con el cuál buscaban reducir el número de trámites que uno tenía que hacer en las diversas oficinas gubernamentales y de igual manera, reducir el número de papeles y documentos que se necesitan para obtener uno nuevo que termina por engrosar nuestra oprobiosa carpeta oficial.
El sábado, tuve que pasar por un tramíte de actualización de la tarjeta de circulación del megavolcho. Sabedor de que eso era sinónimo de una excursión decidí levantarme muy temprano para terminar lo más rápido posible con el engorroso procedimiento. Así que a las 7 am, estaba yo llegando a las oficinas de la Secretaría de Protección y Vialidad en las que iba a efectuar el mentando proceso. Para mi sorpresa a esa hora ya había unas cuarenta personas formadas en la fila. Tomé mi lugar, y me dispuse a esperar que abrieran las puertas del paraíso burocrático. Fue entonces cuando Don Mario comenzó a hacerme compañía. Sabedor de que el paseíto oficinistico podía durar algo de tiempo, tuve el tino de tomar un libro para acompañarme: La Tregua, de Benedetti, uno de tantos que tenía en lista de espera para ser leídos y que ahora, gracias a la SPV, podía tomar entre mis manos y comenzar a escudriñar. Durante la hora que transcurrió entre mi llegada y la apertura de puertas en la oficina, logré comenzar a interesarme por la vida de Martín Santomé, el protagonista de la novela y su romance con la juvenil contadora Laura Avellaneda. Me interrumpió un policía quien presto me invitó a circular para avanzar hacía la oficina.
Todas las oficinas gubernamentales son igualitas. Tienen varias filas de sillas uniformes, una iluminación exageradamente blanca y grandes televisores en la pared en cuyas silenciosas pantallas está sintonizado El Canal de las Estrellas. La de Registro y Control vehícular de la SPV Yucateca, no es la exepción. Y Claro ahí están sus maravillosos habitantes que cumplen plenamente con los estereotipos del burocráta maravillosamente descritos por Marco A. Almazán hace ya varios años.
El policía que me apuró para avanzar hacia la oficina, ahora me apuraba a moverme de una silla a otra. Resulta que al ingresar a uno lo sientan en la hilera de sillas en estricto orden. Me sentí como en esas películas en las que los personajes entran a una prisión y los van moviendo para en fila para luego ser rociados con un polvo blanco y mucha agua. Bueno, aquí no nos quitaron la ropa, pero si una chica revisaba minuciosamente las carpetas en las que debíamos llevar la documetación requerida para hacer nuestros tramítes. Varias veces tuvieron que pedirme que me moviera, pues mi libro comenzaba a absorverme. La aparantemente ordinaria vida de Santomé me atrapaba con cada vuelta de hoja.
Al llegar con la chica de los tramítes, ésta, mientras masticaba un chicle, me informó: "Le falta la leyenda"..ZAZ..."¿La de Caspian o la del Simio de Oro?" - pregunté tratando de hacerme el chistoso y al mismo tiempo pretendiendo ocultar mi ignorancia. La muchacha no se inmutó y siguió mascando su chicle para luego recetarme "!No¡...la leyenda"..."Debí traer el Popol Vuh"- pensé...pero al ver mi expresión completamente perdida, la muchacha me respondió: "No...en la factura de su auto, como está endosada ahí tiene usted que poner la leyenda..en donde diga que le ceden los derechos del auto...no la tiene...póngala, saque una copia por los dos lados, y regrese a la fila" Adiós tiempo ganado por llegar temprano. Bueno...no importaba, eso me daba más minutos para seguir leyendo. Evidentemente en las copias también había una fila de personas que habían sido enviados por que les faltaba "x" duplicado de algún documento. Media hora después, regresé a la fila original y tuve que pasar por el mismo proceso de las sillas para llegar con la misma chica (cuyo chicle seguía paseando por su boca) quien finalmente me pasó a la siguiente ventanilla. Salté de ventanilla en ventanilla mientras mi libro se ponía muy bueno.
Curiosamente la gente me miraba raro. Debo decir que estoy acostumbrado a que eso suceda, pero en esta caso, eso fue más notorio. Era yo la única persona con un libro, el único que sonreía (la lectura siempre me hace tener expresiones) y el único vestido con bermudas, tenis y una mochila en la Espalda. No sé si exista un código de vestimenta para asistir a las oficinas de gobierno, pero de ser así, siempre suelo romperlo. Lo curioso, es que mientras todos mostraban cara de hastío, yo me la pasaba, luego de unas dos horas, bastante entretenido con mi libro. Benedetti es sensacional y me hablaba con mesura en medio de gente enojada, molesta y hastíada, ya sea por su trabajo o por tener que desperdiciar tanto tiempo en una fría dependencia de gobierno.
Al fin, luego de cuatro horas..logré llegar a la caja en la que iba a realizar el pago para el que había estado leyendo toda la mañana. Me recibió una prima de Jabba the Hutt, quien bufó algo que no entendí. "Maldito C3PO- dije para mis adentros- nunca está cuando lo necesito" Traté de recordar mis conocimientos linguistos de Bocce y puse atención en lo que la mujer me decía. Una vez que le dediqué toda mi concentración logré comprender: "usted nunca ha pagado tenencia" dijo mientras me miraba acusadoramente. ZAZ..."como que no - dije con serenidad - aquí tengo las copias de mi pagos" Mostré mis papeles. Ella sacó la lengua y juro que ahorcó a un Alien que se sentaba a un lado de su cola. "Debo verificarlo en el sistema, siéntese y yo le vuelvo a llamar" Bueno...regresé una vez más a la fila de los sentados. Pero no importaba, eso me daba la oportunidad de avanzar en la lectura. Llegué casi al final del libro y me encontraba en la mejor parte cuando The Female Jabba volvió a llamarme. "Está todo en regla - dijo con cara de aburrimiento - puede efectuar su pago" Habían pasado cinco horas desde que llegué a la SPV. Pero debo decir que me sentí algo frustrado, pues no iba a poder terminar La Tregua. Salí casi a las 12 30 horas. El sol invernal caía a plomo y el calor era sofocante. Pero aún así, y luego de cuatro horas iba realmente tranquilo. Cansado, si, pero muy tranquilo. Lo que debió ser una tortura burocrática, se había convertido en una muy buena sesión de lectura, con tiempo y con calma, como debe ser. Tristemente no pude ese día terminar el libro. El resto del sábado se perdió entre compras navideñas e histéricos consumidores. No hubo problema, afortunadamente llegó el domingo y con él una junta sindical. Ahí terminé La Tregua.
Así las cosas este fin de semana...
Ps1...Pumas, penales...lo de siempre
Ps2...Toluca Campeón, ganó el futbol de flojera...
Ps3...Tengo ya el DVD de Live 8...review later...
Ps4...Café para todos...buen inicio de semana...

4 comentarios:

Branch dijo...

Tuviste tu tregua personal :P

Saludotes!

David Moreno dijo...

jejeje....si, bueno...no estuvo tan mal...

Mi Tregua persona...esa es buena...

Saludos a Fuji y Control...

Leo dijo...

Mira que coincidencia.. postee algo sobre tramites burrocraticos tambien...

Solo que yo lei en la Palm..

Saludotes Desde Cancun!!!

http://leobardo.blogspot.com/2005/12/tramites-burocrticos-en-cancn-051219.html

luixzz dijo...

Impresionante.. tu post deberían leerlo las personas involucradas en estas áreas gubernamentales... ¿no lo crees?