miércoles, diciembre 14, 2005

De un buena forma de espantar rameros...

Seven Readers!!

La noche cae sobre mi colonia. Junto a mí se apilan una serie de ensayos que debo de calificar para poder darle a mis alumnos su calificación final. Debo decir que no he empezado. Lo haré cuando regrese del Spining y seguramente gran parte de la noche estaré leyendo ensayos sobre cine. Un par de niños pasa junto a mi ventana hace un rato. No se acercarán. Me he formado una estupenda reputación anti niños en la colonia. Reputación que se acrecentó hace un par de días cuando llegó a mi casa una banda de cantantes de la llamada Rama. Para los cuatro lectores que no son yucatecos, la Rama es una tradición que solamente he visto que se lleve a cabo por estos lares. Consiste en un grupo de niños que sale con una caja de zapatos en la que llevan una imagen de la Virgen y van pidiendo dinero casa por casa mientras cantan una tonada que realmente no tiene sentido (una de las frases dice: Topo Gigio tiene un diente, y la muerte tiene dos...¿what the hell?..).
Es curioso, por que aunque no provengo de una familia católica, cuando niño solía salir a cantar con La Rama. Tómabamos una caja de zapatos, cortábamos la imagen de cualquier Santo de algún viejo calendario (ignorábamos que teníamos que llevar la imagen de la Virgen) le prendíamos una veladora y salíamos a cantar por la cuadra a cambio de monedas. Fue en aquellos días cuando comencé a tomar conciencia de que la religión podía ser una extraordinaria fuente de ingresos económicos.
Con el paso del tiempo, uno comienza a odiar a los niños que se aparecen en la puerta de tu casa y te repiten una vez tras otra el mismo sonsonete. El asunto es que hace unos días, los chicos de la Rama se dejaban venir unos tras otros a la puerta de mi casa. Las primeras veces, me las arreglaba para salir a la calle y depositar una o dos monedas en las latas que para ello los infantes destinan, pero después de unos cuatro días realmente uno llega a aburrirse de los rameros (sin albur, ni ánimos pedófilos).
Así que hace un par de días cuando llegaron a la puerta de la casa decidí espantarlos para siempre. Una vez terminado el canto, salí decidido a torturarlos. Les encaré y les dije “no les voy a dar nada hasta que canten bien“...Se quedaron perplejos, y yo me quedé esperando un rato con los brazos cruzados. Se miraron entre si, y tuve que repetirles “cante bien...y les doy algo...“ para sentarme tranquilamente en el umbral de la casa. Después de algunos tensos segundos, los pequeños Carusos iniciaron otra vez con el taladrante canto “Me paro en la puerta y me quito el sombrero...bla, bla,bla...“ Cantaron a una velocidad fuera de serie. Al terminar se quedaron esperando. Debo decir que para ese momento el espíritu de Simon Cowell me había poseido.“Terrible“ - dije convencido - “no se merecen ni cincuenta centavos. Repítanlo de nuevo“ En sus rostros comenzó a dibujarse una mezcla de terror y odio. Yo no contaba que en ese momento mis tres pequeñas vecinas miraban boquiabiertas la escena.
(Paréntesis: En la casa de al lado vive una familia que es el resultado de una combinación entre el Eco Locoy Los Locos Adams: Amantes de la Basura y procreadores de pequeños y extraños monstruos. Tienen 3 y la naturaleza les ha permitido tener un cuarto. Se cierra el paréntesis)
Los Rameritos no estaban dispuestos a perder la moneda. Afinaron la garganta, se pararon con firmeza sobre la acera y emprendieron una vez más la canción. Al terminar pusieron caras de mini Erasmos Catarinos esperando la calificación final que les permitiese avanzar a la siguiente ronda (o en este caso a la siguiente casa). Para eso, otro grupo de cantantes de rama esperaba ya su turno para poder sangrarme algo de dinero. Los primeros intérpretes tuvieron que repetir una vez más el canto ante el azoro del reducido y nada selecto público que para ese momento ya se había formado en la acera de mi casa. Cuatro interpretaciones después, decidí que ya habían tenido suficiente. Puse ahora cara de Randy Jacksony dije...“No, ustedes no se merecen una moneda, se merecen algo más“...entré a la casa y les hice esperar un rato. Casí podía ver sus caras de expectación preguntándose que les daría después de tan sufrido y amplio concierto ¿Saldría con juguetes? ¿Dulces? ¿O de plano billetes? Supuse que se estaban relamiendo los bigotes cuales gatos en espera de un buen plato de pescado. No contaban con mi astucia. Salí con una gran sonrisa en el rostro, me paré junto a ellos escondiendo la mano derecha tras la espalda. El silencio fue brutal. Para ellos esos segundos eran eternos. El público igual estaba con el corazón en el pecho. Sonreí maquiavelicamente y deposité en sus manos una mandarina. Si, estimados seven ones, una mandarina. ¿Puede haber algo peor que fruta cuando se es niño? Por supuesto que no. Además era un grupo de seis chicos, por lo que sacando cuentas, cada uno comería gajo y medio de la dulce fruta (bueno...si es que estaba dulce) Acto seguido...les felicité, les sugerí dos o tres maneras de mejorar su canto y entre la casa. Al Cerrar la puerta me dedicaron el colofón del canto que suelen espetarle a quien no les da nada: “Ya se va la rama con una escalera por que en esta casa tienen cagalera“ Bueno es posible que la tuviera pero era producto de la carcajada que en ese momento simplemente me atacó.
Epílogo:
Días después del episodio ramero (de la rama...insisto..) me he dado cuenta que las pequeñas interplanetarias de al lado, no caminan por mi acera y evidentemente ninguna agrupación de Rama volvió a pararse en la puerta de mi casa. De hecho, cuando salgo...los niños se meten...felicidad total. Solo espero que este efecto no sea pasajero y que realmente mi reputación de ogro mandarinero dure por lo menos unos seis meses. Tiempo en el que podré leer, escuchar música o ver televisión sin gritos, ni carreras en la puerta de mi casa.


Así las cosas en este barrio mío..

Ps1...Ganó la sensatez en el Senado y Las Reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, se revisarán hasta el próximo mes de Febrero, mes en el que empieza el próximo período ordinario de sesiones. Ojalá y este tiempo sirva para reflexionar, escuchar a las voces que tengan algo o mucho que decir sobre la cuestión y tengamos finalmente una buena legislación en la materia.


Ps1...Ayer ví una fantástica película canadiense: Las Invasiones Bárbaras de Denis Arcaynd. Una gran reflexión sobre el socialismo, el capitalismo, el fin de las ideologías y la muerte. Uno de los guiones más cultos que he visto filmados en los últimos años. Este director también es el responsable de Jesús de Montreal otro filme indispensable para entender las concepciones modernas que sobre la figura de Cristo se tienen. Vean ambas..no se sentirán defraudados...

9 comentarios:

Branch dijo...

jajaja

Rameritos!

Que malo eres eh! :P naaaaa .. la verdad es que también suelo divertirme a costa de los rameritos ... solo les digo .. ey! no les escucho.. canten más lento ! pero siempre les doy algo, en realidad, me divierte ver que se esmeren.

Por otra parte... la única experiencia que tuve con la "ramada" fue a los 11 años en Pensiones cuando ya estaba en primero de sec. Estaba con otras dos amigas y contaba con hacerme de mis millones para tomar los dos buses correspondientes pa mi casa al dia siguiente y comprarme mis lujos de aquellas epocas...

a... que inocencia la mia -_-

Solo recuerdo la voz seca de un don que lo primero que nos preguntó al cantar ...

¿Que no están demasiado grandecitas para salir a las ramadas...?

Y también, por condicionamiento, el sonido de la moneda de los 20 nuevos centavos que muy "generosamente" nos dió...

.... Al día siguiente tuve que pedir prestado para mis camiones y solo pude reir ambivalentemente por la experiencia..

jajaja

Shales... cosas que le pasan a una eh!

Saludillos ;)

David Moreno dijo...

jajajaja...Fuji, eso estuvo divertido...a los once años salir a la rama...buena anécdota..


Crocuta:

Si, Gacho...pero muy divertido :P...finalmente no pasa nada ;D

Saludos a ambos...

Chel dijo...

Nah David, ya dinos la verdad. Se me hace que le inyectaste Xenical a esa mandarina. :D

De todas formas la maniobra fue excelente. Felicidades.

Un abrazo.

Leo dijo...

Muy bueno el metodo... :p aplicando a partir de hoy en casa :p

David Moreno dijo...

jajaja...Xenical...nel, no tenía..pero la idea no es mala...anotado para el próximo año...

Saludos Leo y Chel...

David Moreno dijo...

jAJAJAJAJA ...chance y hasta rico salgo de ahí...

Ra dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA ME ACABAS DE DAR UN EXCELENTE TIP!!!

Según sé, sólo Yucatán y Veracruz poseen esta extraña tradición de cantar la rama, aunque aquí lo que cantan es la tradicional "Naranjas y limas, limas y limones, mas linda la virgen que todas las flores..." pero en vez de la caja que mencionan decoran una rama (literal) con globos, papelitos, etc, y con cualquier cosa que haga ruido niños y grandes pasan casa por casa.

Tu táctica de la mandarina es algo que verdaderamente tomo en cuenta, porque juro por Dios que yo aborrezco a estos nenes que si les das cinco pesos casi casi te la mientan (yo jamás fui niña de la Rama); pero he encontrado otra técnica que me ha funcionado sin querer: dejar a mis escandalosos par de cocker en la cochera, y los he entrenado bien para que al primer acorde les ladren sin piedad alguna. jajajajaja hasta brincan!!!

Un saludo al ogro mandarinero, y no pasa de este año (hoy empezaron, así que tengo de aquí hasta el 24) para ponerlo en práctica.... Saludos!!!

Ernesto dijo...

Yo vi la de Jesús de Montreal y la verdad está buenísima, de hecho la vi como 3 veces y cada vez me volvió a sorprender. Habrá que ver las Invasiones Bárbaras... ¿estará en torrent?

David Moreno dijo...

jajaj Poshaca...bienvenida al Club de los que odiamos a la rama..utiliza la técnica mandarinera...es buena..

Ernesto: no conozco Torrent, pero puedes conseguirla sin problema en Blockbuster...

Saludos...