De lágrimas televisivas...

Seven Readers!!

Os saludo con gran gusto en este día. Es viernes y eso siempre trae noticias. Inicio del fin de semana y comienzo del maratón de compras navideño. Estrenos en el cine: pocos, pero llega el 9º Tour de Cine Francés y habrá que ser selectivos para ver algunas de las cintas que se proyectarán en la semana. Ojalá y el tiempo lo permita, pues durante los próximos días habrán muchas actividades y mucho trabajo. Antes de las próximas vacaciones que con motivo del fin de año me tomaré, debo redoblar esfuerzos laborales para dejar todo listo y así poder partir unos días a celebrar el inicio del 2006. Aún así, espero ver algo del tour que llega alto tarde a Mérida. También se estrena La Bestia, con Jet Li. Me gustan las movies de artes marciales y Li tiene un estilo muy particular de realizarlas. Sigue la última de Cronenberg que aún no he visto y Hermandad de Guerra una película Coreana que ha sido sumamente alabada por la crítica…ZAZ…si por mi fuera creo que me la pasaría todo el fin de semana metido en el cine…pero por lo menos debo alguna de todas estas cintas….

Nuestra Lacrimógena televisión…
Entre hoy y mañana Televisa estará realizando su gran evento “altruista” conocido como el Teletón. Ahí estarán presentes como todos los años una gran cantidad de actores y conductores, principalmente del Consorcio de San Ángel, y grandes corporativos que se preparan para desfilar por la pasarela televisiva mientras todo el público que se sintoniza con el programa observa las exhorbitantes cantidades de dinero que van directamente a las arcas de dicho evento.
El Teletón puede ser visto desde varias perspectivas. Pero me parece que viene a inscribirse en una corriente que domina en estos momentos a las grandes cadenas televisivas y cuyos objetivos no son del todo claros: se trata del melodrama real. Este es un ejercicio de producción desarrollado con mucha inteligencia por parte de las dos televisoras más importantes de México y en el cual intervienen muchos factores, pero siendo uno siempre el dominante. Lo que hacen es narrar la vida de personas que por una u otra razón han tenido que enfrentarse a circunstancias extraordinarias. La narración suele editarse de tal manera que el montaje funcione como un elemento de completa manipulación que busque generar una simpatía por los protagonistas de las diversas historias y posteriormente llevar al televidente a convertir esa simpatía en un apoyo de carácter económico. Es inexistente en nuestro país un programa de variedades musicales en horario Triple A, en el que no se practiquen este tipo de ejercicios. Desde las Historias lacrimógenas de los participantes de La Academia, pasando por las complicaciones de los concursantes de Bailando por Un Sueño (o por un Riñón) o Te Regalo Mi Canción, hasta llegar a eventos más grandes como los llamados Movimientos Azteca y por supuesto el Teletón. Las televisoras se han encargado de convertir a programas que debían ser festivos y alegres, en nuevos melodramas, con el objetivo de recolectar dinero en pro de llevar a un participante a “cumplir sus más anhelados sueños” o para contribuir en la construcción de un centro de rehabilitación para personas con discapacidad.

Por supuesto que existe una importante vertiente altruista en estos eventos que tal vez sea hasta cierto punto sincera. Pero también es evidente que el objetivo de programas de esta naturaleza es la generación de rating y por lo tanto llevan de manera implícita y como fin último el lucro.
Pero existe otro grave problema que puede comenzar a cobrar una factura mucho más trascendente en términos sociales en un futuro quizá no muy lejano. Por el momento la fórmula funciona: mucha gente responde, toma el teléfono o acude a un banco a hacer un donativo. La pregunta es ¿hasta cuando? La regla general indica que todo producto televisivo tiene un ciclo, y que por lo tanto terminan por agotarse. El problema es que aquí se corre el riesgo de que la sociedad en general, termine también por perder la sensibilidad ante problemas como la discapacidad motora o el retraso mental. Transformaremos a estas grandes tragedias en parte de nuestra cotidianidad y problemáticas que aún requieren de un esfuerzo extraordinario por parte de todos los actores sociales, terminarán por olvidarse como los miles de productos televisivos que año con año pasan a alimentar a los archivos de diversas videotecas. Además, por recurrir a una estrategia con tintes melodramáticos, el Teletón y otro tipo de programas no hacen hincapié en los severos problemas de discriminación que sufren las personas con discapacidad en los ámbitos laboral y social. Por el contrario la exagerada señalización de las diferencias y de los padecimientos físicos que se muestran hasta el cansancio en este tipo de programas, contribuyen a que continúen acrecentándose las brechas existentes entre quienes padecen defectos físicos y mentales, y las personas que no los tienen.
Me parece que estamos en un buen momento para hacer un alto y reflexionar sobre lo que estamos viendo en estos días en las pantallas televisivas mexicanas y considerar si realmente nuestra lacrimógena televisión está coadyuvando a hacer de esta una mejor sociedad o si por el contrario, con paliativos temporales está solamente tratando de mejorar la imagen pública, de por sí bastante maltrecha, que poseen muchos de ellos.

Viernes de Programita…
Estas y otras reflexiones hoy en el Magazine…en las frecuencias que ustedes ya conocen….

Buen fin de semana a todos…