Seven Readers!!..
En 1995 el gran reto de Nelson Mandela era el de construir a una nación. La reconciliación en Sudáfrica era una empresa realmente titánica. El odio producido por el Apartheid, había abierto heridas muy profundas y que tardarían años en cicatrizar. Pero Mandela no tenía tanto tiempo. El estadista africano estaba consciente de que sin reconciliación no iba a poder iniciar el proceso de construcción de una nación que amenazaba con escurrírsele entre las manos hacía el caos absoluto. Mandela necesitaba una oportunidad para cimentar a la enorme empresa que tenía enfrente, y esa oportunidad se la presentó el deporte.
La historia del equipo de Sudafricano de Rugby que participó en la Copa Mundial de la Especialidad en el 95, es la historia de como una nación se perdonó a si misma y comenzó a dejar atrás al espantoso fantasma del racismo. Es la historia de un hombre de Estado y del capitán de un equipo que comprendió que se encontraba en un momento único que cambiaría para siempre a una nación. Es la historia de dos hombres que tienen que enfrentar decisiones importantes y adaptar su visión del mundo a nuevas circunstancias, por ende es una historia que le interesa a un director de cine que ha hecho de lo anterior un sello en su filmografía. Y esta es la historia de Invictus, del gran Clint Eastwood.
Es entendible que el tema le interesara a Eastwood, porque se trata de una historia personal que adquiere tintes épicos. Invictus es una película sobre el triunfo de un hombre con un profundo sentido patriótico, pero al mismo tiempo es una película en la que los protagonistas tendrán que poner a prueba a sus propias concepciones de la moral y lo correcto para poder salir adelante en la empresa que tienen enfrente. Por ende, aparecerán los temas favoritos del director norteamericano: el perdón, la redención y el triunfo que de ellos emana.
Eastwood dibuja un retrato muy interesante de Nelson Mandela (ayudado por una magistral interpretación de Morgan Freeman) presentando a un personaje que entiende el enorme reto al que se enfrenta lo que lo convierte en un ser incansable, decidido y con un estándar moral que solamente poseen los grandes estadistas interesados en el bien común; pero a pesar de que Eastwood le presenta como un gran líder, siempre deja claro que se trata de un ser humano con fallas y debilidades lo que hace aún más creíble a su relato.
Y al mismo tiempo, Invictus es una gran película sobre el deporte. Sobre como un juego puede representar más que un triunfo, sobre como la identidad nacional puede generarse y volcarse en un terreno de juego, sobre como unos colores generan la pasión necesaria para unir a todos aquellos que antes estuvieron separados por un odio sin sentido. Eastwood nos lleva al interior de un deporte ajeno a nosotros como lo es el Rugby, pero que cobra vida y sentido a través de una cámara que se adentra en el terreno hasta llevarnos a la intimidad del juego, a sentir lo que siente en una tribuna que va encontrando una nueva sensación de nación con cada jugada.
Me atrevo a decir que estamos ante la mejor película de deportes de todos los tiempos. Y lo es porque está filmada por un gran maestro en el manejo del lenguaje del cine y quien lo utiliza para contarnos una historia de trascendencia universal, en la que los principios trascienden a lo meramente deportivo y se convierten en algo de orden universal.
Una obra producto de un gran maestro del cine, la Obra Maestra de las películas de deportes.
Así las cosas hoy domingo...
PS1...No hubo pasarela política, tampoco empresas que desfilaban para hacer alarde de sus donativos, no hubo imágenes lacrimógenas, ni un uso desmedido del close up telenovelero. Tampoco hubo un bombardeo constante de una cifra "meta", ni llamados a ser del bando de los donantes contra el de los malvados que no donaban. Hubo una producción sobria, discursos sin dramatismo y efectivos en su llamado a la ayuda. No hubo una empresa televisiva que se apropiara del evento, sino que se pudo ver una genuina preocupación por parte de famosos que utilizaban su posición para invitar a colaborar en una tragedia que requiere ayuda inmediata.
El Teletón Hope For Hait Now, organizado por George Clooney, fue una muestra de como debe de hacerse un evento benéfico en los medios de comunicación. Un acto sincero y que ojalá sirva realmente para aliviar un poco el drama del pueblo haitiano.
Salud pues......
1 comentario:
He escuchado excelentes críticas de Invictus. Morgan Freeman y Matt Damon son buenísimos actores. Comentaron que el mismo Mandela quería que Freeman hiciera su papel, y escuché que la calificación es de 8 ú 8.5 para dicho crítico de cine (pero él se caracteriza por destrozar pelis, por lo que debe estar maravillosa).
No seguí el evento ni de Clooney ni el mexicano. Soy super escéptica, pero me da gusto leerte que en efecto cumplieron su cometido.
Un abrazo!
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