El Western siempre me ha parecido un género fascinante para explorar cuestiones de índole moral. Existen excelentes películas que han sido una buena muestra de ello. Piensen por ejemplo en la clásica 3 Godfathers (1948) del gran John Ford. Tres bandidos (John Wayne, Pedro Armendáriz y Harry Carey Jr.) se enfrentan a su propia decadencia moral cuando se encuentran a un bebé en el medio del desierto y deben salvarle. O en Los Imperdonables y el encontronazo que tiene William Munny (Clint Eastwood) con su propio pasado, con lo que le ha convertido en un ser despreciable y cuya moralidad está en tela de juicio.
Esto me lleva a otro punto: las reflexiones morales del Western suelen funcionar mejor cuando quien tiene que pasar por las mismas es un anti héroe, un bandido, un asesino o un tipo sin escrúpulos. ¿Por qué? Por que parecería ser que solamente cuando nos enfrentamos a nuestros lados oscuros es cuando realmente podemos comprender la naturaleza de nuestros actos. Por ello personajes como los citados anteriormente son extraordinarios para dibujar conflictos del orden moral. Por ello un personaje como Jesse James es tan atractivo. Por ello un tipo como Bob Ford lo es también, y esta es también una de las razones por las que un filme como El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford resulta en una joya imprescindible.
Claro, esa no es la única virtud de la cinta: ésta tiene una cinematografía exquisita, un gran diseño de producción y guión perfectamente escrito (que incluye diálogos antológicos) pero me parece que lo más importante de la película es el planteamiento que hace de los dilemas por los que atraviesan los personajes.
Jesse James es un bandido sin escrúpulos. Un tipo que alrededor de si mismo ha construido una leyenda, una reputación. Sobre él se escriben historias, algunas ciertas, otras exageradas al máximo. Pero la realidad es que James es un tipo enfermo, un hombre que se ha convertido en una celebridad a pesar de si mismo y que de alguna manera sabe que sus días como asesino y ladrón están contados. Su fama, terminará en convertirse en su perdición.
Junto a él aparece Robert Ford. Un Chico de 19 años, obsesionado con la figura de James y con su estatus de celebridad. De alguna forma quiere ser como Jesse, pero sus propias limitaciones le impiden llegar a serlo. Se convertirá en la antítesis del famoso matón. Ford representa a todos los seres humanos que viven obsesionados con la celebridad. Pero su obsesión se convertirá en algo enfermizo, hasta decidir que tiene que terminar con el objeto de su adoración para así poder aspirar a tener algo de lo que él tiene.
El director Andrew Dominik filma la historia con deliberada paciencia y una importante carga emocional. Cuenta para ello con la cinematografía de Richard Denkins quien recurre a elementos técnicos convirtiéndolos en partes intrínsecas de la narración (el uso de fuentes de luz, los enfoques, la manipulación del tiempo y el fundido a negro utilizado de manera realmente significativa) lo que queda de manifiesto en la secuencia del robo del tren, en donde la luz adquiere un sensacional sentido dramático.
Miren igual lo importante que resultan los espacios, particularmente las puertas, las cuales adquieren tienen un importante sentido semántico y narrativo. Los encuadres de las mismas son exquisitos, la profundidad de campo que puede verse en varias de ellas tiene la función de acercarnos o alejarnos a acciones significativas de los personajes y cada vez que estos entran o salen de una de ellas, es por que van evolucionando de manera significativa en términos narrativos. El aprovechamiento de los escenarios y su inclusión como elemento fundamental de la narración, me parece uno de los grandes logros del filme.
Las actuaciones son importantísimas para el desarrollo de la película. Brad Pitt es la elección perfecta para el personaje de James. Pitt logra proyectar de manera convincente las dualidades que envuelven a la figura del matón. Su mirada tiene una mezcla de deliberada inocencia y sutil malicia. Es la figura central de la acción y Pitt logra convertirse en la misma con facilidad, utilizando a la cámara como cómplice para tal efecto. Es un hombre torturado por su propia persona, y me pregunto si Pitt no se mira a sí mismo en ciertos aspectos de James: la celebridad le consume, pero no puede vivir sin ella. Es inevitable el sentir compasión por Jesse James, pero al mismo tiempo el espectador no puede dejar de preguntarse como es posible sentir alguna empatía por un ser tan feroz y despreciable. Nuestras dualidades son también expuestas al mirar a Jesse James.
Cassey Affleck demuestra que por el mundo camina un Affleck que si actúa (el otro dicen que si dirige, pero no he visto la película que hizo). Logra crear a un personaje patético, molesto, estúpido y cobarde. Un hombre incapaz de ser él mismo y que crece siempre bajo la sombra de otros. A pesar de su nerviosismo y de su natural estupidez, Ford siempre parece estar en control de sus acciones, sin importar que éstas crucen la línea del bien y el mal.
El Asesinato de Jesse James por el Cobarde de Robert Ford es un gran Western. Una obra de arte que nos lleva a un universo extraordinariamente retratado por Andrew Dominik. Finalmente, el filme termina por reflexionar en torno a los aspectos morales de lo que hoy conocemos como fama, a sus consecuencias, sus contradicciones y a lo que ésta genera en la sociedad. He ahí la gran aportación de la película: a pesar de estar ambientada en el siglo XIX, se siente como algo terriblemente actual pues nuestra obsesión por la fama y los famosos es un reflejo de nuestra propia decadencia.
Brillante y exquisita.
Así las cosas hoy jueves…
PS1…Entiendo que hoy en día la innovación en el cine es realmente complicada. Afrontémoslo, hemos visto todo o casi todo. Los lugares comunes son cosa de todos los días. Por ello me no deja de sorprenderme que una película tan llena de los mismos como lo es El Orfanato haya despertado la admiración en más de uno. Parecería que Juan Antonio Bayona se despertó un día y decidió juntar todos los clichés genéricos del cine de terror, mezclándolos con los del de suspenso, y sin ton ni son los reunió en un filme.
Hitchcok ya le advertía a Truffaut (todo aficionado al cine debe de Leer “El Cine Según Hitchcock” del director francés) que no debe confundirse suspenso con miedo o sorpresa. Se trata de cuestiones completamente diferentes (algo que el rechoncho genio inglés siempre entendió perfectamente y por ello creó obras extraordinarias como Los Pájaros o la maravillosa Vértigo) pero que hoy se confunden por culpa de directores como Bayona, que terminan por crear productos fílmicos, tal vez con ánimo “vanguardista”, mezclando una cosa con otra y para colmo recurriendo a posiciones de la cámara o cortes de edición e iluminación ya vistos muchísimas veces en otras cintas similares. Lo mismo con las locaciones: El cliché máximo de la casona embrujada por ejemplo…vamos, hasta copian a reality shows como Celebrity Paranormal de VH1 cuya puesta en escena es idéntica a la de la secuencia en la que Geraldine Chaplin y Ñoño salen en busca de espíritus.
Guillermo del Toro siempre ha declarado que filma muchas películas con el objetivo de recaudar dinero para sus proyectos personales. Esta es la única explicación que encuentro para que alguien que realiza una genialidad como El Laberinto del Fauno decida que su nombre aparezca en este churro.
La película es tan predecible y aburrida, que lo más entretenido es mirar a Belén Rueda correr en playeras...eso si que valió la pena...
ZAZ....largo post...
Salud pues......
5 comentarios:
David
En la peli de Brad Pit me sorprendió gratamente la actuación de Casey Afflek; que buen actor salió, muy superior a su hermano mayor (quien por cierto no lo hace nada mal como cineasta, ¿viste “Desapareció una noche”?, ahí el niño Cassey vuelva a demostrar que como actor no es flor de un día)
Oye tu comentario sobre “El orfanato” me sorprende por dos motivos: El primero, en efecto todo mundo dice que es la maravilla y tu de plano la zarandeas (a mi ni fu ni fa). El segundo, el tono del comentario en si, hasta parece que lo escribí yo -con excepción del apunte referido a la falta de camiseta de Belén Rueda, que actúa bien, me parece.
Salud y buen fin
Ahora sí déjame sacar mi lado BIMBO: tengo que verla por el papuchis de Pitt.
Thanx, desahogada quedé.
Un abrazo y excelente fin!
Yo la quiero ver, también la nueva de los Cohen y Sweeny Todd. Sobre esta de Brad Pitt ya había escuchado gente que la vio en EU y que le encantó y otros que dijeron que estaba para vomitar.
Tendré que hacerme mi propia opinión! Lo que si es que es un papi!
Hola Soy Maria, si desde Queretaro.
Estaba con mi nostalgia por Porvenir y me encontre en internet tus comentarios de "un hijo del pop" de "mis pasadas vacaciones" del 30 de julio del 2005, y cronicas del df" del 25 de agosto del 2006, buenisimos. Hiciste que mi mente volara hasta esos años inmemorables de chakistes, cenas de gala, dia alreves, tamalitos a la olla, me torci de risa!! Como olvidar las noches de serenata y bajarse de las hamacas escalando a todas las de abajo, ajjaja, Nicte, Mona,Maggie, Mig, para darle el beso a la puerta de tu cabaña al novio al son de "reloj no marques las horas...."
Por cierto este agosto es el 20 aniversario pero definitivamente nuestra epoca fue la mejor, aunque definitivamente eramos mas chicas pero mas chicas que ustedes, les veiamos viejos y Jack mas viejo aun! jajajja. Fabulosas memorias y recuerdos inigualables.
No encontre ningun correo tuyo para escribirte directamente, pero mil saludos y besos por todos esos años de desmadre y luego tambien con Jack en pareja tambien los mejores de mi destrampe y libertinaje, la borrachera de Laredos y la cruda despues, los miercoles de cinepolis, las noches y cascaras de papa de mikes, buenos tiempos. Ojala chekes el comentario.
Mil Besos Maria!!
Me han dicho que es buena, así que trataré de verla.
Coincido un poco contigo con el Orfanato, la mera verdad, que una película me guste, no significa que tenga un buen guión o dirección, puedo llgar a ser muy condescendiente a la hora de calificar.
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