Seven Readers!!!
Parte de mi trabajo consiste en analizar filmes para la radio (great job ¿eh?). Es un asunto para el que me he entrenado durante gran parte de mi vida y para él que aún lo sigo haciendo. El problema es que la interpretación de una película es un asunto meramente subjetivo. Y aunque en el trabajo se hayan seguido modelos de análisis teóricos (mi favorito tal vez es el de Cassetti y DeChio) existe siempre una importante carga de subjetividad que se plasma a la hora de emitir una opinión sobre cualquier tipo de cinta. El secreto está en disfrazar esa subjetividad con las partes teóricas aprendidas por años con el estudio de los modelos de análisis fílmico. El resultado puede ser una crítica más o menos buena en la que teoría y subjetividad se mezclan.
Pero hay momentos en los que la subjetividad puede terminar venciendo y sucumbimos simplemente ante lo propuesto en pantalla, sin mediación teórica alguna. Y lo que hay que hacer entonces, es sucumbir ante el gusto propio y dejarse llevar por el mágico poder del cine.
Así que influenciado por el último post de Janis, he decidido sucumbir ante mis subjetividades fílmicas y compartir con ustedes, nada subjetivos seven readers, los 10 momentos climáticos que más me han tocado en la historia de mi consumo fílmico. Se trata, obviamente, de una lista basada por sobre todo en mi gusto y en la que poco tienen que ver los elementos teóricos del análisis fílmico. Durante los próximos 10 posts, iré compartiendo uno a uno esos momentos, los cuales me han hecho casi llorar en una sala de cine…nah…en realidad he llorado con varios. Así que, listos…aquí vamos…
Momento climático número 10…
El año es 1987. El director Howard Deutch filmó un guión del mago del cine para adolescentes de los ochenta John Hughes, titulado Some Kind of Wonderful. Se trataba de una historia que presentaba un típico triángulo amoroso entre Watts, una tombboy (marimacho es la única traducción que se me ocurre) Keith, un tipo amable que de pronto consigue la cita perfecta con la chica más popular de la escuela, ésta última de nombre Amanda Jones.
El momento climático número 10 ocurre justo al final de la trama: Keith (Eric Stolz) y Amanda (Lea Thompson) salen de una fiesta en la que han logrado reconciliar a los renegados con los populares (Cliché…ZAZ) y afuera les espera su chofer que para sorpresa de todos es Watts (Mary Stuart Materson). Deutch entonces filma la escena con simpleza, pero a la vez con la certeza de que cada plano está puesto ahí solamente para emocionarnos. Hay un intercambio de miradas, y Watts decide hacerse a un lado y dejar a la pareja seguir su camino. Claro que Amanda, quien por supuesto tiene buen corazón, se da cuenta que Keith y Watts son el uno para el otro y dejar ir al chico. Lo que sigue es otro cliché, pero que funciona hasta generar gran emoción: una calle desierta en la que Watts camina hecha un mar de lágrimas, Keith corriendo hacía ella hasta alcanzarla y….bueno mirad….es Some Kind of Wonderful…
Mi frase favorita dentro la escena:
Watts (mientras se pone los anillos de diamante que Keith le ha obsequiado): What do you think?
Keith: You look good wearing my future.
…y yo aplaudí emocionado en la sala….
Así las cosas hoy miércoles….
PS1…¿y si hoy ganara México?...
Salud pues……
3 comentarios:
Yeah...es exactamente por eso, aunque la frase tiene otra connotación...
saludos..
Muy padre la Movie...
Pero mira que hoy vine a decirte que aunque no me gusta el fútbol, no sabes el gustazo que me dió que México se suene a Brasil 2-0, ya que brasil apoya el veto a la altura que afecta en La Paz Bolivia... y bueno van y pierden en Venezuela, ja,ja,ja... yes!
Yo no la he visto, pero sólo por esta frase "You look good wearing my future" la voy a alquilar, espero encontrarla.
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