De Piratas, Ultraderecha y Flanecitos Futboleros...

Seven Readers!!!


El éxito de la primera entrega de Piratas del Caribe se basó en un personaje: Jack Sparrow. El de la tercera, y espero última, cinta de la saga tiene como sustento a un ensamble de actores que le brinda gran personalidad al filme. Es evidente que Gore Verbinsiky comprendió que no podía centrar más la serie en el personaje interpretado por Jhonny Depp, pues el resto de los personajes habían evolucionado de manera natural y exigían de un tratamiento que les permitiera llevar a buen final sus historias. Pero al mismo tiempo Depp sigue siendo el atractivo principal de una película que destaca por su originalidad y buena factura, con efectos especiales al servicio de la historia y con un guión, con ciertos altibajos, pero que plasma un interesante epílogo para la trilogía de filmes inspirada en la famosa atracción de Disney.

Si bien en un principio la trama resulta algo rebuscada y hasta cierto punto oscura (que de haber seguido así, hubiese sido aún más agradable) una vez que Sparrow y sus “amigos” se encuentran, Verbinski filma con el desparpajo y la naturalidad que le caracterizó durante las dos primeras películas. El producto entonces es en sentido estricto una clásica película de aventuras. E insistiré en esto: clásica; por que a pesar de lo moderno de sus efectos visuales, la película tiene un clasicismo impactante que va desde lo arquetípico de sus personajes, hasta en su planificación en la que, por ejemplo, el Full Shot sirve para acrecentar la espectacularidad de las batallas o de los escenarios y, en un sentido totalmente opuesto, el close up solo se utiliza cuando se trata de los pocos momentos íntimos que permiten revelar los pensamientos y sentimientos de los personajes principales. En otras palabras, el lenguaje cinematográfico se utiliza en su total y absoluto sentido clásico, lo que tiene un claro objetivo: conquistar al espectador sin importar cual sea su bagaje visual.
En resumen, At the World’s End es un digno colofón a una serie de películas que ahora han quedado fijas en la cultura popular globalizada en la que hoy vivimos. Espero realmente que hayamos asistido al final, por que se corre el riesgo de, con el ánimo de recolectar más taquilla, convertir a la hoy entrañable historia en algo que carezca de la credibilidad que se ha ganado.

De Ultra derecha…

Ahora resulta que el mega happening que representó la instalación de Spencer Tunnick hace unas semanas en el DF, reunió a miles de "desorientados" cuya dignidad les fue arrebatada por el fotógrafo neoyorkino. Esto según un artículo publicado en un periódico local el pasado sábado y por declaraciones hechas hoy a Milenio por Jorge “Tangas” Serrano Limón.
Sigue siendo realmente asombroso lo medieval que puede resultar el pensamiento de algunos opinadores de los medios. Pero si insisten en manifestar de manera pública su enojo es por que las estructuras en las que cimientan su argumentos son cada vez más endebles y terminan por caer cuando se dan manifestaciones (que pueden ser artísticas, sociales o políticas) como la de Tunnick las exhiben. No terminan por comprender que estamos ante cambios irreversibles en la mentalidad de las personas, y que la libertad consiste en deshacerse de los viejos y gastados dogmas que por mucho tiempo sirvieron como formas de control social y político. Los argumentos que van en contra de esa nueva libertad, esconden un gran temor al cambio y, reitero, a la pérdida de control que históricamente ciertos grupos han tenido sobre la sociedad. Existe un miedo atroz a ser libre y a lo que ello significa, un terror a un mañana que promete un modo de vida muy diferente al que se conoce, el cuál no es necesariamente el mejor que podemos tener, y en el que el pensamiento esgrimido por los dos artículos anteriores corre el gran peligro de desaparecer…para nuestra fortuna…

Flanecito…

México le ganó 4 -0 a Irán. Las Televisoras hicieron una fiesta en dos sentidos: uno como si le hubiésemos ganado a una gran potencia y dos por que Nery Castillo es el jugador que el país esperaba. Ni lo uno, ni lo otro. Irán fue un auténtico flanecito al que cualquiera le ganaba. Hubiera sido mejor jugar contra un equipo de la Primera División Local, que contra los persas, pues cualquier equipo de los nuestros hubiese ofrecido mayor resistencia que la que mostraron los iraníes. Y Nery corrió, trató y luchó…pero habrá que verlo contra rivales de mayor jerarquía para poder valorar lo que podrá aportar al combinado mexicano.

Así las cosas hoy lunes…buena semana para todos…

Salud pues……