"Cuando se nos mueran los maestros,
Nos tocará inventar nuevas reglas del juego.
Equilibrar la fuerza y el cariño.
Envejecer para sentirnos niños"...
Nos tocará inventar nuevas reglas del juego.
Equilibrar la fuerza y el cariño.
Envejecer para sentirnos niños"...
Rafa Pons.
Nunca escuché a alguien hablar con tal candor sobre el cine como lo hacía Gustavo García. Escucharle era simplemente delicioso e instructivo. Era un tipo con una memoria privilegiada, con una enorme capacidad para describir secuencias y escenas para desmenuzarlas con asombrosa facilidad. Con ese aire bonachón, con ese agudo sentido del humor, con esa manera que tenía para captar la atención de su auditorio, Gustavo García se convirtió en un referente obligado de quienes estaban interesados en aprender algo sobre cine.
En mis tiempos en la UAM-X su nombre era legendario. Cuando uno entraba a la carrera de comunicación, la gente que iba trimestres más adelante solía compartir con los más nuevos los nombres de los maestros con los que querías tomar clase. El nombre de Gustavo García casi siempre encabezaba la lista. "Tienes que tomar cine con Gustavo" - decían - "tu vida no será la misma" - exageraban. No sé si la cátedra de García tenía la capacidad de cambiarte la existencia, pero al menos parecía que si te transformaba por completo tu visión sobre el llamado séptimo arte. De ahí que si por mala suerte no aterrizabas en la clase de Gustavo, hacías hasta lo imposible por obtener una permuta con algún despistado compañero que te cediera el lugar en aquel privilegiado grupo.
En aquellos días la UAM-X era una de las pocas universidades en las que, como parte del programa de comunicación, se enseñaba y se hacía cine de verdad. Filmábamos en cámaras de 16 mm y grabamos audio con la calidad profesional que te brindaba la famosa grabadora Nagra. Legendarias eran las salas de edición en las que en unas viejas y gigantescas moviolas, los maestros te enseñaban literalmente a cortar y pegar una cinta de cine, a sincronizar sobre tal cinta el sonido de tus películas o cortos. Supongo que por ello - salvo excepciones italianas - se elegían a verdaderos conocedores para impartir las materias relacionadas con todos los elementos relacionados con la realización, la apreciación y la producción cinematográfica. Gustavo García era una de ellos.
Yo no tuve la fortuna de ser su alumno de manera directa - mis estudios formales los tomé con otra grande: Alicia Polionato - pero atraído por su leyenda me colé en más de una ocasión a las clases de Gustavo. Su cátedra era tan intensa que después continuaba en los pasillos, y luego cuando uno veía una de las películas sobre las que Gustavo había platicado. Entendías al cine como un medio de expresión, como el reflejo de una cultura, pero también como una fantástica forma de entretenimiento.
Con los años seguí leyendo, escuchando y mirando a Gustavo. Ya sea en la prensa, en la radio o en la televisión, escucharle no solamente me remitía a aquellos fantásticos años de la universidad, sino era algo que motivaba a continuar aprendiendo sobre cine, a seguir disfrutándolo con la pasión con la que evidentemente Gustavo lo hacía. Le admiré mucho y de alguna forma se convirtió en un ejemplo a seguir, en un modelo al que había que intentar alcanzar. No sé si con todo el tiempo que llevo hablando y escribiendo sobre cine en diversos medios, me he acercado al menos un poco, un poquito, a lo que Gustavo García hacía, pero si en algún momento consigo tal cercanía podré sentirme satisfecho.
Lamento mucho la muerte de Gustavo García. México se queda sin uno de sus pocos y verdaderos conocedores sobre el arte cinematográfico, sin un hombre que ejercía como pocos el pensamiento crítico sobre el mismo. Deja un enorme legado al que habrá que acudir con regularidad para volver a deleitarse con esa sensibilidad, con ese humor, con esa alegría con la que se acercaba al cine.
Termino el post como empezó: con Rafa Pons y ese reto que queda cuando se nos muere un auténtico maestro.
Nos vemos en el cine, admirado Gustavo García...
Así las cosas hoy jueves...
Salud pues......
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