Katniss Everdeen es un personaje fascinante. Es el arquetipo del atleta mesiánico que se presenta en algunos casos dentro del cine de ciencia ficción. Una mujer que por accidente descubre que su destino es rescatar a su sociedad de la sumisión en la que se encuentra y que es producida por un régimen totalitario, supresor de toda libertad y que manipula a quienes viven bajo su yugo a través de los medios de comunicación masiva. Katniss Everdeen guarda similitud con otros "revolucionarios" del cine de ciencia ficción, pero su condición de joven mujer la pone en un pedestal muy particular. Son pocos los personajes femeninos que tienen relevancia dentro del género y mucho menos lo son aquellos que se encargan de liderar una revolución. Por ello las disyuntivas de Katniss Everdeen pudieran ser realmente profundas y complejas, es decir la joven tiene que lidiar con el poder absoluto representado por un Presidente que la sabe un símbolo popular y que quiere eliminarla a toda costa, además de rescatar a su familia, sobrevivir a una brutal competencia y ser consciente de que su liderazgo es la única esperanza para todo un pueblo oprimido. Por ello es frustrante que un personaje tan interesante tenga como contexto una película como Catching Fire, un filme que termina convirtiéndose en un producto de fácil digestión y que desaprovecha al máximo las posibilidades dramáticas de su protagonista, para seguir con la moda, principalmente hollywoodense, de generar películas cuya narrativa se acerca en demasía a la del video juego.
Con lo anterior no quiero ni pretendo restarle méritos al lenguaje de los video juegos, pues en algunos casos su narrativa suele ser realmente interesante y con personajes con complicados dilemas morales, pero ello no quiere decir que ésta funcione en un medio con mayor capacidad para explorar las alternativas que surgen a partir de tales conflictos como lo es el cine. Al fin y al cabo el objetivo de un videojuego es que el jugador termine ganando, mientras que la experiencia cinematográfica puede ser mucho más rica al retratar al personaje. El gran problema de Catching Fire surge a partir de la extrema simpleza de su guión y del contexto que éste presenta rodeando a Katniss Everdeen, pues el resto de los personajes navega en superficies planas, con pocos matices y con pocas intenciones dramáticas, lo que hace que el espectador pierda completamente el interés en lo que les sucede. El colmo se da cuando Katniss empieza una poco explicada defensa de Peeta Mellark - su compañero de distrito - para terminar un forzado triángulo amoroso entre la protagonista, el chico y Gale Hawthorne quien aparentemente es el gran amor de Everdeen. Los personajes secundarios se pierden entre lo irrelevante de forzadas subtramas y su poca personalidad.
Al final queda la sensación de que se ha desperdiciado una oportunidad. Es decir no es que Catching Fire sea una mala película, sino que conforme transcurre se va convirtiendo una posibilidad desperdiciada. Entiendo que el "target" del filme sea principalmente un público adolescente, pero creo que los productores subestiman a los chicos al pensar que solamente pueden consumir un producto ligero, con algunas secuencias muy bien logradas y con un triángulo amoroso sin mayor sentido. El final del filme abre la posibilidad a una culminación épica de la historia en la tercera entrega, pero por lo que hemos visto en las dos primera películas, Katniss Everdeen seguirá siendo un personaje memorable que tendrá que lidiar con lo intrascendente del mundo fílmico que la rodea.
Ojalá me equivoque, Katniss Everdeen merece tener un gran final en su recorrido por las pantallas de todo el mundo. Veremos...
Así las cosas hoy jueves...
Salud pues.......
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