Llego al Callejón del Congreso y me encuentro con varias caras conocidas. Personas inteligentes, ciudadanos, gente libre. Esa me parece que fue la tónica de los asistentes a la protesta del jueves en contra de la represión sufrida por ciudadanos en la Ex-Glorieta de la Paz. A diferencia de otras concentraciones políticas, no existen los autobuses rentados para acarrear personas. La mayoría llega como yo: caminando por voluntad propia. Me queda claro que ésta no es una reunión de acarreados.
Camino sobre la calle 60 y me encuentro a un amigo arquitecto. Con unas cuantas palabras me explica los sin sentidos del llamado "paso deprimido". Luego un ex alumno me cuenta su experiencia del pasado lunes: fue golpeado por varias personas, mientras trataba de rescatar a un compañero de un grupo de gamberros. No fue el único. Las historias de personas lesionadas abundan en esa tarde, ese es uno de sus puntos de unión pues más allá de las lesiones físicas, las personas se sienten que es su condición de ciudadanía la que ha sido agredida.
Me mezclo entre los asistentes y trato de encontrar a algún dirigente, funcionario, Diputado o Senador de algún partido político. No los encuentro. Decisión inteligente la de no asistir. No se si lo han decidido por cuenta propia o porque se los impidieron, pero de esta manera le restan argumentos a quienes pudiesen tachar a la concentración de acto partidista. Si miro a personas en su mayoría de clase media, media alta y alta; poca de gente de estratos sociales más bajos. Calculo el número de los asistentes en 1 500. Veo si, convicción en los rostros de las personas de todas las edades. Me llama la atención el número de jóvenes que seguramente están apenas en los albores de su ciudadanía, comienzan a ejercerla en un momento complicado y eso genera esperanza.
Si se encuentran dirigentes de organizaciones civiles de derecha como el Frente Cívico Familiar. Tratan de permanecer en segundo plano, sabedores - tal vez - de que su intervención también puede generar polémica. Aún así la conductora del evento es también parte de una de esos organismos civiles, pero tengo la impresión que no es la derecha la que manipula a la concentración. Pretenden hacerlo, si, pero esta se les ha salido de las manos: esta es una expresión que, por lo menos por unas horas, tiene una sola ideología: la ciudadana.
La gente se emociona cuando presentan a uno de los arquitectos que fueron golpeados el pasado lunes. Ovación de pie. Luego la gente calla y escucha con mucha atención cuando el Presidente del Colegio de Arquitectos explica los puntos técnicos por los que el túnel no es una obra viable. Por un momento la gente pretende gritar arengas políticas, pero Peniche Gallareta les pone un alto. Es el primer momento de muchos en los que se tratará de frenar cualquier tipo de expresión política. No lograrán frenar a todas esas expresiones, porque al final el acto tiene tintes políticos cuando se plantea la posibilidad de presentar ante el Congreso del Estado la petición de juicio político en contra de Ivonne Ortega y de Angélica Araujo, por su responsabilidad en los lamentables eventos del 4 de julio.
"4 de julio no se olvida" es el nuevo slogan ciudadano que surge de la manifestación. Un minuto de silencio se deja sentir al final de la protesta. Luego - de manera espontánea - surgen las primeras notas del Himno Nacional, que la gente canta con fervor. Se retiran de manera pacífica y ordenada. Al final me quedo con la impresión de que este movimiento tiene dos retos: el primero es mantener su carácter de "ciudadano" y empujar en contra del bipartidismo imperante. Tendrán que permanecer alejados de cualquier partido político - y de las organizaciones de derecha - para ganar en legitimidad, para mantenerse fuera de toda tentación de politizar al movimiento. Y tendrán que luchar contra el factor tiempo, pues ahora tienen el empuje producido por lo reciente de los hechos. El mantener ese empuje es importante para una lucha que puede llevar días o meses, particularmente para que la justicia actúe - si es que lo hace - en contra de los agresores. El desgaste puede llegar y el movimiento perderse, ante los tiempos políticos cuya nube se avecina con gran fuerza.
Así las cosas hoy viernes....
Salud pues...…
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