Revisemos dos películas en esta mañana sabatina...
Percy Jackson & The Olympians: The Lighting Thief...
Existe una nueva corriente en la cinematografía hollywoodense, una que tiene que ver con los llamados videojuegos de rol. Hablo de la gran producción de una serie de películas que copian el lenguaje del video juego. Películas en las que un personaje descubre que tiene una misión que cumplir y que irá de nivel en nivel hasta alcanzar su objetivo. El último ejemplo de esto se encuentra actualmente en las carteleras nacionales y se titula en Percy Jackson & The Olympians: The Lighting Thief (Percy Jackson y el Ladrón del Rayo).
Es la historia de un preparatoriano que descubre que su padre es nada más y nada menos que Poseidón y, como la mitología griega cuenta, es entonces un Semidios que tendrá que llevar a cabo una serie de tareas para evitar una confrontación entre los dioses del Olimpo (que si, están vivos y siguen estando llenos de pasiones humanas tal y como lo "estuvieron" en la época de la grecia clásica).
La premisa es simple, pero la película es realmente entretenida. Chris Columbus - su director - es un experto en realizar divertimentos taquilleros y con un trepidante ritmo narrativo. Tiene además un reparto de primer nivel que combina experiencia y juventud: Sean Bean, Kevin McKidd, Uma Thurman, Catherine Keener y Pierce Brosan le aportan a la historia no solamente rostros conocidos, sino una probada capacidad histriónica; mientras que los actores más jóvenes como Alexandra Daddario y Jake Abel, le imprimen un aire resfrescante al filme.
Pero me parece que vale la pena detenerse en quien lleva en sus hombros el papel de Percy Jackson: Logan Lerman. Este es un chico que ya había demostrado un gran talento en la entrañable serie de TV Jack & Bobby, y que hace un par de años probó tener las tablas necesarias para convertirse en una gran actor al estelarizar junto a Russell Crowe y Christian Bale el excelente Western: 3:10 to Yuma. Ahora Lerman tiene la capacidad y el carisma para convertirse en el protagonista de un filme que quizá tenga un par de secuelas más. De hecho, me parece que estamos ante el adolescente más talentoso de su generación por encima de los Potter o los Crepúsculo. El rumor es que será el próximo Peter Parker y creo que valdría la pena verlo en el traje del arácnido.
En resumen: Percy Jackson y el Ladrón del Rayo es una película de video juego entretenida, bien manufacturada y que no defraudará a los fans de cine fantástico.
The Fourth Kind...
Déjenme empezar esta revisión con un comentario de Carl Sagan:
"Un síndrome psicológico común, aunque insuficientemente conocido, bastante parecido al de la abducción por extraterrestes se llama parálisis del sueño. Mucha gente la experimenta. Ocurre en este mundo crepuscular a medio camino entre estar totalmente despierto y totalmente dormido. Durante unos minutos, quizá más, uno se queda inmóvil y con una ansiedad aguda. Siente un peso sobre el pecho como si tuviera a alguien sentado o tendido encima. Las palpitaciones del corazón son rápidas, la respiración trabajosa. Se pueden experimentar alucinaciones auditivas o visuales, de personas, demonios, fantasmas, animales o pájaros".
Es muy probable que todas las alucinaciones presentadas en el The Fourth Kind (El Cuarto Contacto) tengan un explicación en la parálisis del sueño o en algún otro trastorno de orden psicológico y emocional. Pero el director Olantude Osunsanmi prefiere ignorar cualquier tipo de explicación científica para su película. Lo que hace es - tal y como él mismo y Milla Jovovich lo afirman al final de la cinta - es reducir el fenómeno de la abducción extraterrestre a un asunto de fe, de creencias. Y estamos ante un asunto que requiere de algo más que fe para tomarse como una certeza: requiere de pruebas. Claro, en una película de ficción las pruebas no son necesarias porque se trata de un evento ficticio, pero en un semidocumental como el prestando por Osunsanmi, en donde se pretende presentar evidencias del asunto, las pruebas son necesarias. Y las presentadas en el filme son demasiado débiles para tomarlas como verdaderas.
La película cuenta la historia de Abby Tyler, una psicóloga que dice haber sido abducida por extraterrestres mientras trataba a un grupo de personas que también narraban relatos similares. Tyler había sido víctima de una tragedia: argumentaba que su marido había sido asesinado junto a ella mientras dormían. Cargaba con el peso provocado por el trauma del evento y por los daños emocionales que esto había ocasionado en su familia. A pesar de esto, estaba decidida a continuar con su trabajo como terapeuta escuchando casos de personas que - según deduce ella a la mitad del filme - habían vivido experiencias de abducción alienígena. El filme nunca se pregunta si la Dra. Tyler, tenía la capacidad emocional y psicológica para tratar con personas evidentemente trastornadas, ¿Acaso no estamos ante la posibilidad de que ella misma - por su evidente estado emocional - hubiese sugestionado, a través de la hipnosis, a sus sujetos de estudio terminar contando historias de extraterrestres?. ¿No cometió acaso errores de carácter ético y profesional al continuar con su práctica a pesar de su propia situación? El filme nunca se hace cuestiones de esta naturaleza.
Lo que hace es presentar los vídeos de las sesiones hechas por Tyler para sus pacientes y al mismo tiempo divide la pantalla para mostrar estas grabaciones con la recreación hecha para la ficción por parte del director. Es entonces cuando la película pierde por completo cualquier credibilidad, pues vemos como con la ayuda de efectos cinematográficos sencillos, se pueden recrear situaciones "reales". La posibilidad de que los vídeos presentados como "reales" sean producto de una recreación cinematográfica es entonces más latente (Quizá alguien pueda argumentar que hay evidencia de que son grabaciones caseras, ¿y no somos capaces hoy en día de recrear ese tipo de grabaciones gracias a una buena cantidad de efectos?, practicamente cualquiera con un mínimo de conocimiento de edición, puede hacerlo). Nadie cuestiona a la imagen. Y no lo hacemos por que estamos acostumbrados a que nuestros medios de comunicación estén llenos de credulidad y la famosa frase "una imagen dice más que mil palabras" es empleada casi de manera dogmática en nuestra cultura mediática.
Estamos ante un gran fraude cinematográfico cuyo objetivo es muy simple: apelar a nuestra poca capacidad crítica - fomentada por supuesto desde los propios medios - para tomar como cierta una historia con demasiadas aristas dudosas. Abby Tyler es una mujer marcada por la tragedia y por los efectos psicológicos que rondaron a la muerte de su esposo. Su testimonio tiene que pasar forzosamente por esta cuestión para poder ser escuchado. Para ella los extraterrestres son seres malignos y casi demoníacos y la película sin ningún empacho se adhiere a tal "certeza". Pero ese es un camino muy fácil: el de la creencia. El de la prueba es más complejo, pero sin duda más satisfactorio.
Hay un pasaje en el filme en el que una supuesta entidad extraterrestre se refiere a si mismo como "dios". No es extraño, por siempre los seres humanos hemos creído en entidades superiores que juegan y experimentan con nosotros. Vuelvo a citar a Sagan:
Y esto es lo que hace - con mucha trampa - el fraude titulado: El Cuarto Contacto.
Así las cosas hoy sábado...
Salud pues......
Estamos ante un gran fraude cinematográfico cuyo objetivo es muy simple: apelar a nuestra poca capacidad crítica - fomentada por supuesto desde los propios medios - para tomar como cierta una historia con demasiadas aristas dudosas. Abby Tyler es una mujer marcada por la tragedia y por los efectos psicológicos que rondaron a la muerte de su esposo. Su testimonio tiene que pasar forzosamente por esta cuestión para poder ser escuchado. Para ella los extraterrestres son seres malignos y casi demoníacos y la película sin ningún empacho se adhiere a tal "certeza". Pero ese es un camino muy fácil: el de la creencia. El de la prueba es más complejo, pero sin duda más satisfactorio.
Hay un pasaje en el filme en el que una supuesta entidad extraterrestre se refiere a si mismo como "dios". No es extraño, por siempre los seres humanos hemos creído en entidades superiores que juegan y experimentan con nosotros. Vuelvo a citar a Sagan:
"Los dioses velan por nosotros y guían nuestros destinos, enseñan muchas culturas humanas; hay otras entidades más malévolas, responsables de la existencia del mal. Las dos clases de seres, tanto si se se consideran naturales como sobrenaturales, reales o imaginarios, sirven a las necesidades humanas. Aun en el caso que sean totalmente imaginarios, la gente se siente mejor creyendo en ellos. Así en una época en que las religiones tradicionales se han visto sometidas al fuego abrazador de la ciencia, ¿no es natural envolver a los antiguos dioses y demonios en un atuendo científico y llamarlos extraterrestres?".
Y esto es lo que hace - con mucha trampa - el fraude titulado: El Cuarto Contacto.
Así las cosas hoy sábado...
Salud pues......
2 comentarios:
Pues agradezco como siempre tus reseñas mi querido DAve. Yo ya tiene un buen rato que no me puedo escapar al cine!!! :-(
Pues no se me antojaba la del tal Percy, pero me convenciste, la verè. La otra, que weba...
Clau
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