Seven Readers!!!!
El sábado 1 de septiembre la clase política mexicana se regodeaba en el hecho de que el día del Informe Presidencial, había dejado de ser el “día del Presidente”. Lo que no nos dijeron fue que simplemente se trataba de un movimiento de fecha y de escenografía, pues el día de veneración del mandatario en turno se movía al segundo de éste mes, y en lugar del congreso la adulación tendría lugar en el Palacio Nacional
Lo visto el domingo en nuestras pantallas televisivas fue un recordatorio más de las enormes semejanzas existentes entre el PRI de siempre y el PAN actual. Ceremonia de exaltación de supuestos logros, autoelogios desmedidos y 20 interrupciones llenas de carretadas de aplausos, mientras el Pequeño Michoacano se desvivía en exaltarse a si mismo en su discurso. Los fantasmas de López Portillo y Carlos Salinas de Gortari seguramente estuvieron rondando los pasillos del histórico recinto. Abajo, con la banda presidencial puesta para darle mayor solemnidad a la ceremonia del Informe (que no era tal…según presidencia, sino un mensaje a la nación) Calderón se esforzaba en imitar al pie de la letra a sus antecesores. Se trató una ceremonia hecha a la medida: tersa y sin sobresaltos y que fue la continuación del preámbulo establecido el sábado anterior.
Del discurso hay poco que decir: una serie de cifras alegres en materia macro económica, realces a los programas sociales heredados del gobierno anterior (seguro popular y oportunidades) y un supuesto reclamo a Washington por su política migratoria.
En resumen, un acto innecesario especialmente por que el Presidente ya había cumplido cabalmente con el texto constitucional, al asistir a la primera sesión del Congreso y entregarle al mismo, por escrito, el texto en el que se habla del estado que guardan las cosas en el país.
La realidad es que hoy al despertar, la inmensa mayoría de los mexicanos continúa sumida en la extrema pobreza y sin indicios de que su situación tenga posibilidades de mejorar en un mediano plazo. Por el contrario, el país continúa estancado, como lo estuvo durante toda administración foxista y como lo ha estado durante el primer año de Calderón en la Presidencia.
Félix…
Félix ha sido un Huracán realmente sorprendente. En menos de 24 horas pasó de ser una depresión tropical, a un poderosísimo ciclón de categoría V (sus rachas ya alcanzan los 350 km/h). Afortunadamente para nosotros, el norte de la península prácticamente está fuera de su radio de alcance, ya que de seguir su trayectoria estaría tocando tierra muy cerca de la ciudad de Belice. Lo lamentable es que la región sur de Quintana Roo, recientemente golpeada por Dean sufriría daños realmente severos.
En fin, ya veremos que sucede con este nuevo Super Huracán.
Así las cosas hoy lunes….
Salud pues…….
2 comentarios:
Si tan solo al pueblo embelesado le quedara igual de claro.
Saludos
Espero que Félix pase sin tanta pena y mucho menos gloria.
Sobre el informe, nomás me gustaría decir que sí, huele rancio, así como en tiempos de priísmo grave... ahora con esto que creo que puede ser más grave aun.
¡Un besote!
Mariana.
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