72 horas después de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México, comparto con ustedes una serie de ideas sobre las cuales podemos reflexionar todos juntos. Largo post a continuación:
Protestas y te vas...
¿Vieron a Peña Nieto el sábado en el Congreso? Bien, lo volverán a ver de nuevo en ese lugar dentro de seis años cuando entregue la banda presidencial. La toma de protesta - señalada ya como la primera pifia discursiva del titular del ejecutivo - duró menos que un jingle comercial. Al término de la misma, el presidente bajó de tribuna a recibir el cobijo de los diputados de su partido. Como en los mejores años del viejo régimen (o el mismo de siempre, que se yo) los "representantes populares" del tricolor se empujaban unos a otros para saludar de mano a Peña Nieto, desesperados quizá porque el titular del ejecutivo recuerde algún rostro, algún gesto, con el ánimo de figurar en la memoria del Presidente, para que tal vez ese recuerdo derive en algún favor o encomienda. La transmisión del Canal del Congreso se centró en el trayecto de Peña Nieto hacía las afueras del recinto. Nunca hubo una toma que mostrara las protestas de los diputados de oposición, tampoco tomas a las pancartas que estos esgrimían. Nadie por la televisión pudo ver algo más que al presidente y su "triunfal" salida. Parecía un aviso de que el priismo de siempre estaba de vuelta.
También por ahí anduvo Calderón...
Cristales Rotos vs Heridos....
¿Qué es más indignante: vidrios rotos o una persona víctima de las balas de goma que se debate entre la vida y la muerte?. Aunque usted no lo crea para muchos el daño que puedan sufrir bancos y comercios genera más indignación que las lesiones que puedan sufrir las personas por parte de la policía. El vandalismo no es justificable, pero cada vez aparece más evidencia de que los actos que en ese sentido se dieron el pasado sábado en calles de la ciudad de México, respondieron a una acción planeada para provocar la reacción violenta de la policía en contra de cualquier persona que se estuviera manifestando, sean estudiantes, amas de casa o personas que estuvieron accidentalmente en el lugar equivocado.
Han aparecido fotografías y videos que señalan a personas que portaban ciertos distintivos como listones rojos en las muñecas o guantes de color negro y que fueron los que iniciaron las agresiones en contra de la policía y realizaron los destrozos en las calles del centro histórico de la capital del país.
El Distrito Federal tuvo meses de grandes concentraciones realizadas para protestar en contra del entonces candidato del PRI o del gobierno anterior. Nunca se rompió vidrio alguno. Resulta entonces muy extraño que justo con el inicio del sexenio se genere una manifestación extremadamente violenta que termine en heridos, detenidos y desaparecidos. ¿A quién beneficia esto? A Enrique Peña Nieto en primera instancia. Los sectores más conservadores de la sociedad suelen asustarse con este tipo de acontecimientos y son los primeros en pedir que se castigue a los "vándalos" - sin hacer diferencia entre estos y los verdaderos manifestantes - pedirán mano dura para evitar que este tipo de actos se repitan, y si algo caracterizó al mexiquense como gobernador fue precisamente el no tentarse el corazón cuando se trata de reprimir a movimientos sociales en pos de la "mantener la paz, el orden y la gobernabilidad". Los hechos del primero de diciembre le dan, en un principio, un margen de maniobra para comenzar a implementar un régimen de carácter autoritario.
Los Medios...
Las portadas de los diarios del 2 de diciembre hablaron por si solas:
La imagen de un presidente sonriente, paternal, seguro de si mismo, inundó las primeras planas de algunos de los principales periódicos del país. Como en los viejos tiempos del priismo, se trataba de destacar por sobre todo la "serenidad" y la "seguridad" con las que Enrique Peña Nieto juró como presidente de la República. Después, las páginas de los periódicos se llenaron con los 13 puntos que Peña Nieto presentó, en su primer discurso como primer mandatario, como punta de lanza a lo que será su administración. No hubo espacio para la crítica y mucho menos para mostrar las imágenes de los hechos ocurridos en los alrededores de San Lázaro.
La Televisión siguió el mismo guión. Televisa y TV Azteca se empeñaron en mostrar el lado protocolario de la ceremonia e ignoraron por completo lo que sucedía en los alrededores de San Lázaro. Incluso una reportera de Televisa que se encontraba en la zona, se aventó una frase que queda para la memoria mediática: "Todo tranquilo por aquí, solo se ha sentido un poquito el gas lacrimógeno". La Televisión abierta mexicana aplicó el famoso "Ni los veo, ni los oigo". Fue un regreso a esos años en los que mientras sucedían hechos de represión o violencia, los conductores de los principales espacios noticiosos del país iniciaban sus informativos con frases como "es un día soleado". Los dos primeros días de diciembre parecen haber marcado el comportamiento de una buena parte de los medios de comunicación del país: estarán completamente alineados con el nuevo régimen.
La crítica estará ausente e incluso será mal vista, tal y como sucedió con periodistas que aplaudieron a rabiar el llamado "Pacto por México" y que denostaron a todo aquel que se atreviese a mirar con cierto ojo crítico a ese tratado de buenas intenciones y de otras bastante cuestionables como lo son la cédula nacional de identidad y la propuesta de tener un código penal único para todo el país (que probablemente lleve de manera implícita, la criminilización del aborto a nivel nacional).
Por lo menos en materia de medios todo indica que estamos por vivir un peligroso regreso al pasado. Veremos el papel que pueden jugar los medios independientes y las redes sociales, aunque es previsible que se trate de regularles y controlar sus contenidos en un futuro no muy lejano.
Y el tercer día llegó...
Y así llegamos al tercer día, al comienzo de la primera semana de Peña Nieto como presidente. Llegamos con imágenes que parecen extraídas de películas del pasado: padres de familia que desesperados piden informes de sus hijos detenidos en ministerios públicos, aplaudidores presidenciales bajo los reflectores de los grandes consorcios de la comunicación, un PAN cómplice, una izquierda dividida, un AMLO que regresa a su papel de víctima, y un país a la deriva...Bienvenidos al sexenio del Nuevo PRI, un sexenio que ha empezado bajo una lluvia de balas de goma y gases lacrimógenos, bienvenidos a la resistencia...
Así las cosas hoy lunes...
Salud pues......
La imagen de un presidente sonriente, paternal, seguro de si mismo, inundó las primeras planas de algunos de los principales periódicos del país. Como en los viejos tiempos del priismo, se trataba de destacar por sobre todo la "serenidad" y la "seguridad" con las que Enrique Peña Nieto juró como presidente de la República. Después, las páginas de los periódicos se llenaron con los 13 puntos que Peña Nieto presentó, en su primer discurso como primer mandatario, como punta de lanza a lo que será su administración. No hubo espacio para la crítica y mucho menos para mostrar las imágenes de los hechos ocurridos en los alrededores de San Lázaro.
La Televisión siguió el mismo guión. Televisa y TV Azteca se empeñaron en mostrar el lado protocolario de la ceremonia e ignoraron por completo lo que sucedía en los alrededores de San Lázaro. Incluso una reportera de Televisa que se encontraba en la zona, se aventó una frase que queda para la memoria mediática: "Todo tranquilo por aquí, solo se ha sentido un poquito el gas lacrimógeno". La Televisión abierta mexicana aplicó el famoso "Ni los veo, ni los oigo". Fue un regreso a esos años en los que mientras sucedían hechos de represión o violencia, los conductores de los principales espacios noticiosos del país iniciaban sus informativos con frases como "es un día soleado". Los dos primeros días de diciembre parecen haber marcado el comportamiento de una buena parte de los medios de comunicación del país: estarán completamente alineados con el nuevo régimen.
La crítica estará ausente e incluso será mal vista, tal y como sucedió con periodistas que aplaudieron a rabiar el llamado "Pacto por México" y que denostaron a todo aquel que se atreviese a mirar con cierto ojo crítico a ese tratado de buenas intenciones y de otras bastante cuestionables como lo son la cédula nacional de identidad y la propuesta de tener un código penal único para todo el país (que probablemente lleve de manera implícita, la criminilización del aborto a nivel nacional).
Por lo menos en materia de medios todo indica que estamos por vivir un peligroso regreso al pasado. Veremos el papel que pueden jugar los medios independientes y las redes sociales, aunque es previsible que se trate de regularles y controlar sus contenidos en un futuro no muy lejano.
Y el tercer día llegó...
Y así llegamos al tercer día, al comienzo de la primera semana de Peña Nieto como presidente. Llegamos con imágenes que parecen extraídas de películas del pasado: padres de familia que desesperados piden informes de sus hijos detenidos en ministerios públicos, aplaudidores presidenciales bajo los reflectores de los grandes consorcios de la comunicación, un PAN cómplice, una izquierda dividida, un AMLO que regresa a su papel de víctima, y un país a la deriva...Bienvenidos al sexenio del Nuevo PRI, un sexenio que ha empezado bajo una lluvia de balas de goma y gases lacrimógenos, bienvenidos a la resistencia...
Así las cosas hoy lunes...
Salud pues......
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