Con el debate de ayer, de nuevo los jóvenes de #YoSoy132 le han dado al país una auténtica lección de democracia, de que las cosas pueden hacerse de otra manera, de que no es necesario un derroche de recursos para realizar un debate entre candidatos presidenciales, de que en el futuro - no por ahora - si podremos prescindir de algunos medios de comunicación masiva, pero que otros - particularmente la radio - siguen siendo indispensables. Nadie fuera del IFE había logrado sentar a tres aspirantes presidenciales en un mismo lugar, nunca antes éstos habían sido sometido a un ejercicio de preguntas y respuestas por parte de posibles electores, jamás se había producido un intercambio directo de ideas entre los candidatos, vamos...nunca habían debatido. Por ello - a pesar de sus fallas técnicas - el inédito ejercicio de anoche resultó en un gran triunfo, porque demostró que con voluntad, el pueblo puede sentar a la clase política y exigirle diversas explicaciones en torno a su quehacer político y a su proyecto para la nación.
El formato fue ágil, diferente. Hubo preguntas por parte del auditorio y los moderadores cumplieron perfectamente con su papel. Quien se adaptó mejor al formato fue Josefina Vázquez Mota, pues la panista utilizó su tiempo con inteligencia y pudo ser más clara en sus propuestas. Al final, la candidata dio al traste con todo lo logrado al aventurar algunos nombres de su posible gabinete como Mario Molina y Esther Orozco. Practicamente no había terminado de nombrar a estas personas cuando vinieron los deslindes y lo que pudo ser un golpe mediático se transformó en una burda maniobra para generar votos (increíble que Vázquez Mota ignorara que Molina es asesor del candidato del Movimiento Progresista al Gobierno del DF, Miguel Mancera). Por su parte Andrés Manuel López Obrador se vio desfasado y lento. Fue evidente que le cuesta mucho esgrimir sus ideas de manera resumida, el tiempo se le acabó en varias de las fases del encuentro, aunque alcanzó a presentar algo de su proyecto de nación, queda la sensación de que desperdició un momento importante para reforzarse como el candidato de los jóvenes mexicanos que piden a gritos por un giro diferente en la conducción de la nación.
Es complicado saber que tanto le costará a Enrique Peña Nieto su inasistencia a un evento que ha sido catalogado como histórico por los principales analistas políticos del país. La ausencia del candidato puntero puede interpretarse como un desdén hacía los jóvenes críticos de la nación o como un grave error de cálculo por parte de quien se ostenta como puntero de las encuestas, pero ¿qué tanto ambas cuestiones pueden incidir en quien - a pesar de todo lo que se ha dicho y conocido sobre Peña Nieto - sigue pensando en votar por el mexiquense? Esa respuesta tendrá que darse el primero de julio.
Pero ahí queda un triunfo más de la juventud y pase lo que pase el día de la jornada electoral ésta sigue generando lecciones para todo el país y al mismo tiempo construyendo un reto para si misma: mantener este ímpetu de cambio más allá del proceso electoral en curso.
Así las cosas hoy miércoles...
PS...!ah¡ lo olvidaba, también estuvo Quadri en el debate...
Salud pues......
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