sábado, abril 14, 2012

De la Confianza de los Seguidores de AMLO....

Seven Readers!!...

Una de las cosas que se pueden notar al intercambiar ideas con alguna persona que es completamente fanática de Andrés Manuel López Obrador, es que está plenamente convencido de que el tabasqueño será el próximo presidente de México. 
No hay encuesta o razonamiento que los lleve a pensar lo contrario, para ellos el país está a punto de vivir un cambio muy importante. Sienten que México es un país con memoria, que no permitirá el regreso del PRI o la continuidad de PAN y que finalmente está listo para un cambio. ¿Las encuestas? Manipuladas todas. Solamente son válidas las que dan el triunfo al candidato de la izquierda aún se traten de sondeos hechos por internet con todo el sesgo demográfico que éstos poseen. De hecho, internet se ha convertido en el sitio en el que se conoce toda la información realmente confiable sobre lo que pasa en la campaña. Son las redes sociales y los usuarios los que están informando sobre lo que sucede realmente, pues la mayoría de los medios de comunicación tradicionales están coludidos con la derecha (PAN y PRI) y con la oligarquía que está dispuesta a todo para no permitir que el pueblo, a través de López Obrador, llegue finalmente al poder. La razón y la verdad les asiste en todo momento y no hay nada, ni nadie que cambie lo que prácticamente está escrito: el primero de julio México tendrá un Presidente Progresista. 
Sin embargo, valdría la pena preguntarse si esa convicción no se traduce en una ceguera absoluta. Si por querer ver lo que se quiere, no se están cerrando los ojos ante la realidad. Porque si algo es cierto en este país, es que los mexicanos no nos destacamos por ser miembros de una sociedad realmente informada, crítica y que se distinga por apostarle al cambio. Por el contrario, la historia nos demuestra que somos una sociedad poco dispuesta a cambiar, fácilmente manipulable y desinformada al máximo. Somos presa fácil del espectáculo mediático y nos apresuramos a votar por cualquiera que tenga la "imagen de un presidente". No hemos madurado y todo parece indicar que la gente de Andrés Manuel López Obrador no se ha percatado de ello. 
También parecen considerar que la izquierda posee la estructura suficiente en todo el país para poder hacer frente a la avasallante maquinaria electoral con la que cuentan el PRI - en mayor medida - y el PAN. Tendrían que darse una vuelta por Yucatán para entender que no es así. En Yucatán la Izquierda no existe, los partidos y agrupaciones han sido secuestrados desde hace muchos años gente cuyo único interés es vivir del presupuesto. A unos meses de las elecciones al gobierno del Estado, el enfrentamiento es tal que se llegaron a registrar 2 candidatos ante las autoridades electorales: uno apoyado por la dirigencia estatal del PRD, otro por la dirigencia nacional. Van a las elecciones en medio de un enconado enfrentamiento que vaticina un rotundo retroceso en términos electorales el próximo primero de julio. Retroceso que evidentemente se verá reflejado en la elección a nivel federal. 
Evidentemente Yucatán no tiene un peso político importante y la votación que se dé aquí, difícilmente pueda tener incidencia en los resultados presidenciales a nivel nacional (a menos claro que se trate de una elección muy cerrada en la que cada voto cuente) pero los demás partidos prácticamente no tienen ese tipo de problemas en ningún distrito electoral, por lo que es de esperarse que sus cuadros electorales funcionen correctamente.



En esta región del país, la campaña de la Izquierda es inexistente. Apenas hoy supimos del primer espectacular de López Obrador en contra de los varios que tiene el PRI y los algunos del PAN. El optimismo desbordante de los seguidores del político tabasqueño, parece limitarse a lo que se dice y hace en internet y a lo que pueda pasar en regiones más politizadas del país como lo es la central.
A veces parece que ese optimismo ha generado una campaña sin intensidad. Si, el discurso "amoroso" de AMLO no ha logrado calar en gran parte de la población, eso se debe en gran medida a una campaña relajada y que no ha terminado por penetrar con fuerza en el país entero. Es una campaña a la que le falta trabajo y agresividad, pero una agresividad no entendida como guerra sucia, sino como la realización de un trabajo más serio que demuestre en términos reales que se quiere ganar la elección, que no se da un triunfo por adelantado.
A unos 70 días de la elección, es muy posible que todo ese exceso de confianza termine en una enorme y profunda decepción, en un triste despertar a la realidad mexicana.


Así las cosas hoy sábado...

Salud pues......

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