Seven Readers!!...
Platiquemos hoy de dos temas...
Transporte ¿Público?....
Los empresarios del transporte concesionado de pasajeros de la ciudad de Mérida han planteado a las autoridades de esta capital estatal, un aumento de las tarifas que cobran a quienes tienen la necesidad de hacer uso de sus servicios. Pretenden aumentar el costo del pasaje a 8 pesos y a 4.50 para estudiantes y personas de la tercera edad.
Por lo tanto, una persona que tiene la necesidad de tomar 2 autobuses para trasladarse a su lugar de trabajo estaría pagando 32 pesos diarios para llegar al lugar donde desempeña sus labores y para ir de vuelta a su hogar. La petición es descabellada y completamente fuera de lugar en tiempos de gran crisis económica como la que hoy se vive en el país.
Si las autoridades encargadas de regular el transporte urbano ceden a la exigencia de los concesionarios, estarían atestando un duro golpe a la economía de las familias meridanas, pero también estarían faltando al compromiso hecho en tiempos electorales de no solamente respetar las tarifas, sino de bajarlas.
Mérida es una ciudad que carece de transporte público, la autoridad renunció hace muchos años al mismo. El esquema de transporte concesionado ha sido completamente rebasado y hoy la necesidades del trazo urbano requieren de un total reordenamiento de ese sistema.
Esta nueva exigencia de los transportistas, podría transformarse en una nueva oportunidad para revisar esas concesiones y comenzar a pensar en un auténtico sistema de transporte público que termine por beneficiar al ciudadano. Un sistema moderno, eficiente, ecológico; que sea manejado directamente por la autoridad y cuyas tarifas puedan ser accesibles para todos. Un sistema que invite al automovilista a usarlo y a dejar el auto en casa. Transporte público que genere nuevas rutas, en el que los usuarios no tengan que realizar un transbordo de autobuses para llegar a sus destinos. Un sistema de transporte público que saque de circulación a las vetustas unidades que hoy transitan por la ciudad y que evite – en la medida de lo posible – que el centro histórico de Mérida sea el punto de Convergencia de la mayoría de las rutas.
Los meridanos tenemos ahora la oportunidad de ver si la autoridad actuará en beneficio de concesionarios del transporte, o finalmente en este tema se pone del lado del ciudadano.
Violencia Radiofónica...
El caso del comentarista de Reporte 98.5 de Grupo Imagen Ángel Verdugo, vuelve a poner en la mesa de discusión el asunto de la responsabilidad que tenemos quienes trabajamos frente a las cámaras o detrás de un micrófono. Los tiempos en México han cambiado y hoy - a pesar de que se han sufrido severos retrocesos - en una buena parte del territorio mexicano, existe libertad de expresión en los medios de comunicación. Pero esa libertad tiene que ser manejada con responsabilidad.
Incitar a la violencia contra los ciclistas fue un grave error de un comunicador como Verdugo. Uno como comunicador puede tener una posición contraria a ciertos grupos o personas, pero en ningún momento se puede utilizar al micrófono para incitar a la violencia en contra de los mismos. Verdugo ha atentado contra la mínima responsabilidad ética que debe poseer cualquier persona que trabaje en los medios de comunicación masiva.
Verdugo ha sido obligado a pedir una disculpa pública al auditorio de 98.5 después de que llamó a aplastar a los ciclistas de la capital del país. Actúa bien la estación al suspenderlo de manera indefinida. La cosa sin embargo no debería quedar ahí: Si el señor Verdugo posee una licencia de comentarista o locutor, esta tendría ser revocada por RTC.
Pero que este hecho nos sirva a todos los comunicadores para recordar que existe una enorme responsabilidad en el trabajo diario. La cámara, el micrófono o la pluma tienen que ser manejadas con responsabilidad y no en función de exabruptos personales que francamente convierten a la libertad de expresión en el más vil de los libertinajes.
Así las cosas hoy miércoles...
Salud pues......
1 comentario:
Hola, David, me enteré hace un segundo de semejante comentario. Es indignante, independientemente de que utilizo de forma cotidiana la bicicleta.
Escribiré al respecto. Saludos.
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