lunes, junio 21, 2010

De Saramago y Monsiváis....

Seven Readers!!....

Es muy complicado escribir un post sobre dos autores cuya forma de plantear ideas a través de la escritura ha sido realmente exquisita. Creo que tengo que hacerlo desde la perspectiva del lector, es decir del individuo que toma un libro o un artículo y se deja llevar por las páginas del mismo a través de la pluma de un autor. Creo que se tiene que tener muy marcado el hábito de la lectura para poder entender lo que es la experiencia de absorber las ideas de otro impresas en papel. Creo que solamente quienes amamos el hecho de leer podemos entender ese pequeño gran acto de catarsis que se da cuando un autor termina por influenciarte a tal grado que tu ideología personal sufre una revolución importante y es entonces cuando sentimos una empatía muy importante con esa persona a la que quizá jamás conoceremos personalmente pero que se ha convertido en un personaje determinante e influyente en nuestras vidas.
En realidad el poder de la palabra escrita es impresionante. Quizá por el Vaticano se apresuraba a atacar el pasado domingo a José Saramago en su órgano oficial; quizá por eso los grupos más retrógradas de este país pegarán el grito al cielo cuando miren la foto del ataúd de Carlos Monsiváis cubierto por las Banderas de México, la del movimiento Gay y la de la UNAM en una imagen que muchos llevaremos impresa por siempre en la memoria. Porque están conscientes que estos hombres extraordinarios fueron capaces de transformar muchísimas mentalidades con el poder su prosa, de su palabra escrita. Y porque están conscientes que esta palabra ha contribuido a dar al traste con posiciones dogmáticas y retrógradas defendidas por quienes hoy minimizan la obra tanto del portugués como del mexicano. Pero cualquier intento por defender lo indefendible termina por caerse y tanto Saramago como Monsiváis contribuyeron a hacer de este mundo un lugar en el que las ideas del progreso poco a poco han ido ganando terreno por sobre los viejos y gastados dogmas. Creo que ese es su mayor legado y a la postre será un legado que formará parte del cimiento de una sociedad más justa en un futuro.
Por eso la pérdida de ambos personajes nos ha dolido tanto a quienes fuimos de alguna manera transformados por sus ideas. Porque más allá de haber perdido a dos escritores monumentales, perdemos a dos amigos de letras, a dos personas que nos enseñaron que otro mundo es posible y que nos motivaron a luchar - desde nuestra muy particular trinchera - por su consecución.
El primer libro que leí de José Saramago fue "El Evangelio Según Jesucristo". Le he leído tres veces más desde entonces. El dibujo que de Jesús hizo el portugués en esa monumental obra fue determinante en el replanteo personal sobre la figura "mesiánica" del nazareno. A partir de entonces devoré varios libros de Saramago: "Ensayo Sobre la Ceguera", "El Hombre Duplicado", "Ensayo Sobre la Lucidez" y "Las Intermitencias de la Muerte" sin duda fueron importantes para entender mucho mejor al mundo moderno, a las dudas sobre la identidad del ser humano de nuestros días, a lo que significa la democracia y particularmente - a través de sus artículos periodísticos - sobre la importancia del Laicismo.




Curiosamente a Monsiváis lo conocí primero a través de los medios electrónicos y luego por el poder de su palabra escrita.Monsi parecía estar en todas partes, como si tuviera la consigna de hacer presencia en cualquier lugar a donde le invitaran para luego compartir con su oyentes y/o lectores sobre sus vivencias en la selva de Chiapas o en programas tan insulsos como El Calabozo. Confieso que no he leído muchos de libros de Monsiváis: "Los Rituales del Caos", "Del Rancho al Internet", y "Las Leyes del Querer". Si en cambio, me convertí en un asiduo lector de sus colaboraciones periodísiticas en El Universal, La Jornada y Proceso. Monsiváis ha sido el mejor cronista que he leído en mi vida, un escritor y periodista capaz de transportarnos a cualquier tiempo o lugar del que hablaba en sus crónicas. Guardo como un Tesoro, el número especial de Proceso en el que narró la épica marcha de los Zapatistas a la ciudad de México durante el aciago sexenio del foxismo. Con la pluma de Monsiváis, con su Ironía, con su entretenida forma de describir a la realidad entendí que México es un país diverso, injusto, intolerante, cambiante, pujante y lleno de una vitalidad que a veces termina por ahogarlo. Su descripción de nosotros y de nuestras posibilidades fue y será única.






Esta semana se han ido dos indispensables, pero dejan tras de sí una obra vasta, importante, referencia de nuestro tiempo. Su pérdida duele, pero debemos sentirnos afortunados de haberles leído, de poder hacerlo de nuevo y de haberles escuchado plantear la utopía alcanzable de un mundo mejor.
Escribir un post sobre dos escritores inmensos es complicado. Escribir un post sobre dos amigos que han partido no lo ha sido tanto, porque unos siempre podrá visitarles cada vez que lo necesite, cada vez que tengamos que plantearnos alguna pregunta sobre este mundo en elque nos ha tocado vivir.
Farewell....

Así las cosas hoy lunes....

Salud pues......

6 comentarios:

Anónimo dijo...

hola david, soy agustin. un asiduo lector tuyo desde hace mucho tiempo, pero que casi no deja mensajes (creo que he dejado unos dos o tres en cuatro).
hay una frase que me gusta mucho de saramago, y dice " y si las historias para niños fueran de lectura obligatoria para los adultos, ¿serían ellos capaces de aprender lo que desde hace mucho tiempo han andado enseñando?"
sin duda, dos grandes pérdidas-

saludos desde querétaro.

Xabo Martínez dijo...

Creo que una gran parte de los mexicanos tenemos nuestra version de Monsivais. Puede provenir de alguna platica de las muchisimas que dio para presentar algun libro o alguna revista, lo cual por si sola habla de la gran generosidad que poseia. Luego al formar el museo del estanquillo. Si alguno lo leyo o comenzo leyendolo, (por ejemplo en Amor perdido, que es el primer libro que aborde de el), y donde se encuentra uno con un autor ironico, sapiente, y con el pendular de la critica al poder y a los vicios clericales. Lo considero como el continuador directo de Salvador Novo. Creo que el mejor homenaje que se le puede hace a un autor es leerlo, pero en el caso de Monsivais, el compromiso va mas alla, mucho mas alla.

En el caso de Saramago, no he leido nada suyo,. pero entiendo que se trata en ese caso no solo de un autor, recuerdo que vino a Chiapas. Que estuvo con Sabato en Argentina.

Un saludo

Syl dijo...

Hola , quiero felicitarte por el programa de hoy , fue muy interesante al igual las canciones que lo acomp;aron , tienes una linda voz, sabia realmente poco de Jose Saramago y Monsivais pero gracias a tu programa ahora los conozco un poco mas.

Silvia

David Moreno dijo...

Gracias por escuchar Silvia...

David Moreno dijo...

Gracias por escuchar Silvia...

David Moreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.