lunes, noviembre 30, 2009

De una Cusack Week, Planet 51 y la número 13...

Seven Readers!!...

Tengo el presentimiento de que no han lamentado mi ausencia en la última semana. No os preocupeís, yo tampoco lo he hecho. La realidad es que ultimamente siento que las letras de este insensato espacio han reafirmado su total y absoluta intrascendencia. Aún así, hay algo que me vuelve a arrastrar a esta ventana en la que ahora ando escribiendo. Parece ser que uno está condenado a seguir en esto del blog por un largo tiempo. Quizá lo único que ha valido la pena de la última semana es el hecho de que estoy pensando cambiar mi apellido a Cusack. Por una de esas extrañas razones desde que me aventé el churrito llamado 2012, he estado viendo - en su mayoría - puras películas con John Cusack como protagonista. En realidad, desde los días de Better off Dead o Say Anything, soy fan del trabajo de este actor originario de Illinois, pero nunca había tenido un período de tantas filmes hechos por él.
Como ustedes ya leyeron, vi hace unos días la maravillosa Grace is Gone, pero la cosa no quedó ahí. El lunes pasado me aventé Igor, un filme animado en el que Cusack le da voz al personaje principal. Una película que particularmente disfruté quizá porque se aleja un tanto de las tradicionales historias animadas, al presentar una un tanto oscura y con personajes distantes de lo que solemos ver en la animación de nuestros días.




Hace un rato vi Martian ChildUna sencilla película en la que Cusack interpreta a un escritor de Ciencia Ficción quien ha enviudado y adopta a un niño que tiene la particularidad de creer que ha venido de marte. Una película en la que Cusack demuestra su enorme capacidad para crear personajes entrañables. Un filme sobre el amor paternal que puede surgir a partir de la adopción, pero sobre todo una película que muestra el poder de la fantasía y el de de la diferencia.




Y en el colmo de los casos he rentado 1408, que puede quizá ser la película más mala que John Cusack ha hecho en su carrera, pero que demonios: todos tenemos que comer. Aún así este filme sobre un escritor escéptico que entra a un diabólico cuarto de hotel es extremadamente soso y aburrido como para aburrir hasta a Satanás himself.




Al final de esta semana he reafirmado mi admiración por este polifacético actor, especialista en interpretar a tipos bastante comunes y corrientes que tienen que enfrentarse a situaciones extraordinarias. Nadie como Cusack para hacerlo y para construir - insisto - personajes que terminan por convertirse en parte importante de la cinematografía personal.
Quizá John Cusack nunca sea nominado a un Oscar o no aparezca en la lista de los galanes más solicitados de Hollywood, pero he ahí a un tío que ha construido una sólida carrera y cuyas películas seguramente han emocionado y entretenido a dos generaciones de cinéfilos.

Planet 51...

Desde que vi los cortos de esta película quería verla. No solo porque se trataba de una película de Ciencia Ficción Animada, sino porque me llamaba la atención el hecho de que se tratase de una de las primeras producciones españolas del género que se distribuyen a gran escala a nivel comercial.
Y no me ha defraudado. La película es extremadamente divertida, y con un ingenioso guión que se ríe y cambia la historia de la "otredad imaginada" al presentar al ser humano como el alienígena que llega a un planeta para convertirse él en el otro.




La película parodia a la paranoia que en los años cincuenta se vivía en la sociedad norteamericana, por la posibilidad de un contacto con una raza procedente de otro planeta. Lo hace con un guión realmente inteligente y original, lleno de divertidos gags que le brindan a la película de una naturalidad realmente sorprendente.
Sin duda una de las más gratas sorpresas del invierno cinematográfico de 2009.

Número 13...
Crímenes Perfectos de Andrés Calamaro...Negrita

Pocas cosas pueden generar tanto dolor como el amor. Y pocas canciones pueden escucharse tan dulcemente dolorosas como Crímenes Perfectos del Gran Salmón Calamaro.





Una canción compuesta con un lenguaje sencillo, pero apasionado, duro, directo. Cantada sobre una instrumentación agridulce y apasionada. Y es que este un tema lleno de pasión, de abandono, de soledad. Muchos dicen que uno entiende lo que es pasión cuando se escucha al gran músico argentino cantar esta canción en directo. Yo hasta ahora no he tenido esa oportunidad, pero espero poder tenerla y sentir entonces en vivo la dolorosa catarsis que esta canción genera cada vez que la escucho.
Así que aquí la tienen, en una versión en vivo grabada en Argentina en 2005 a la canción número 13 del top 25 personal en Español. De Andrés Calamaro, Crímenes perfectos.



La mejor línea...

"La moneda cayó por el lado de la soledad
y el dolor"...

Así las cosas hoy lunes....buena semana a todos.

Salud pues......

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