jueves, julio 23, 2009

De The Long Fall Back To Earth...

Seven Readers!!!

Casi todos tenemos de alguna forma u otra a ciertas bandas que terminan por ser parte importante de nuestra existencia. Quizá porque en algún momento produjeron un disco que nos marcó, que significó algo importante en nuestra vida lo que puede darse por muchas razones: nos recuerdan a alguna persona en particular, a uno de esos momentos difíciles o es posible que traigan a nuestra memoria un sin fin de alegrías.
Con Jars of Clay me pasa algo similar. Siento que es un grupo con el que he recorrido un largo camino y sus canciones son hoy parte muy importante de mi propia banda sonora. He sido testigo auditivo de su evolución musical, de como han dejado atrás aquel sonido con fuertes raíces folk para evolucionar hacía un pop fino y elegante, con letras que aún rayan lo poético y con un fuerte contenido ideológico. Y he ahí donde encuentro mi mayor sorpresa, pues quizá hoy como nunca la banda y yo estamos completamente distanciados en términos de ideología y aún así, son capaces de crear pequeños puentes que mantienen unidos nuestros caminos, enlaces que hablan de que aún en la diversidad es posible encontrar puntos de convergencia: nada me parece más democrático.
En ese espíritu he comprado el último CD de Jars: The Long Fall Down to Earth, editado apenas hace un par de meses. Jars no solamente estrena con el disco su propio sello (Gray Matters) sino que plasma una evolución interesante en términos musicales. Los sonidos acústicos han dejado de ser predominantes, pero aparecen por momentos manteniendo el sello primigenio de la banda, pero en este trabajo los loops, las secuencias y otro tipo de sonidos, se combinan con los mismos para generar un sonido diferente, sumamente melódico pero que raya por momentos en lo ambiental con muchas armonías vocales y con Dan Hasseltine - el vocalista - cuya voz suena con una autoridad muy extraña de encontrar en el pop de nuestros días.



Mucho tiempo ha pasado desde 1995 y "Flood" o "Love Song for a Saviour". El contexto es otro y hoy este disco parece estar más enfocado a tratar con cuestiones propias del adulto contemporáneo. The Long Fall, el primer track del disco, es una bella Overtura cuyo piano anuncia que somos lanzados a una frontera del horizonte del pentagrama. Si, al escuchar el tema uno tiene la sensación de comenzar un viaje. Los sonidos de las percusiones y la seguridad de la guitarra anteceden a una voz en segundo plano que susurra: The Long Fall....Y entonces comienza el recorrido musical.
Weapons es el segundo tema. Ligado musicalmente al primer track, Weapons anuncia que se ha tocado fondo en la caída, pero que al mismo tiempo estamos ante la posibilidad de un nuevo comienzo (Hallelujah, we can finally see // How the bitterness was bruising on our skin// We didn't notice that grace had run so thin // Till we're falling apart and the cracks in our hearts let the truth sink in).



Pero es con Two Hands con la que uno se da cuenta que esta intensa conversación musical ha iniciado. Un pop armónico, melódico y sofisticado. Una canción sobre encontrar esos puntos de convergencia tan necesarios en nuestros días (it feels like starting over // it feels like waking up, and you know it's coming // it feels like a brand new day // open your eyes...) y que contiene un ritmo tan energético que te hace pensar inmediatamente en que se está ante un nuevo clásico de la banda.




Abrir los ojos dicen al final del tema. Si, por que es realmente importante no ir por la vida con los ojos cerrados, por que solo así podemos darnos cuenta de lo que realmente importa, de lo valioso. Closer hace hincapié en eso. En como nos perdemos en todo el movimiento de la vida cotidiana, pero en el fondo lo que realmente es importante es estar cerca de aquellos que nos importan.(Well you thought you let go, but you're still hanging on // Mother Earth's slowing down // She's still spinning around and we....are getting dizzy...).




Y el albúm sigue. Entre temas como Safe Land (una canción sobre el hogar) Headphones, Don't stop y la gran Boys (Lesson one) que quizá sea uno de los mejores trabajos en términos líricos de toda la carrera de Jars of Clay. Es aquí en donde uno se da cuenta de la madurez del grupo. Atrás ha quedado el grupo de universitarios, para dar paso a los padres de familia preocupados por esta nueva etapa en la que hoy se encuentran: (Lesson one: do not hide // Lesson Two - there are right ways to fight // And if you have questions // We can talk throught the night // So you know who you are // And you know what you want // I've been where you're going // And it's not that far // It's too far to walk // But you don't have to run // you'll get there in time // Get there in Time....) Una hermosa pieza:




Que forma parte de un disco íntegro, redondo y sólido. Por que si algo no ha perdido Jars of Clay con el paso de los años es esa solidez como banda. Eso que permite que puedan hacer grandes canciones, con letras que parecen tener una continuidad importante con sus trabajos anteriores, que les permiten crecer junto a aquellos que les hemos escuchado desde su primer disco.
Un trabajo alejado de las tendencias marcadas hoy por la música hecha solamente para consumo. Y quizá lo sea por que esta conversación musical de tantos años entre la banda y su público, ha estado siempre marcada por temas interesantes y hasta cierto punto dotados de profundidad e intensidad. Música hecha para pensar, para ejercitar las neuronas; pero al mismo tiempo para apreciar un trabajo musical cuya cuidada producción remite al pop a lo más cercano que puede estar de aquello que se conoce como arte.

Así las cosas hoy jueves...

Salud pues.......

1 comentario:

Anónimo dijo...

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