lunes, marzo 23, 2009

De un maestro del cine...

Seven Readers!!...

Es muy curioso como en su mayoría, las nuevas generaciones de aspirantes a críticos de cine se desviven por conocer y comprender a los más extraños directores, representantes todos ellos de corrientes de "vanguardia". Todos parecen desvivirse por lo último de Michel Gondry o Kim Ki Duk, tratando de descifrar cuales son las intenciones ocultas detrás de las alucinantes narrativas de estos directores. 
A mi me estos colegas aspirantes me dan un poco de ternura. 
Y esto es por que por intentar estar en la última moda del séptimo arte, desprecian a verdaderos maestros del oficio de contar historias en el cine; a tipos cuya mayor virtud es la de recurrir al cine en su esencia más clásica, a utilizar con maestría a los elementos básicos de la narración cinematográfica, a darnos por ende verdaderas clases de cine.
¿Miren a su alrededor, mis readers cinéfilos, vean a la mayoría de los ciclos cinematográficos organizados por las instancias culturales e independientes de sus ciudades? ¿Cuántos de ellos están dedicados a un cine supuestamente de arte y vanguardia, y cuántos están dedicados a tipos como Clint Eastwood?.
Saquen sus conclusiones. Pero a mi me parece que deberíamos fijarnos más en un director como Eastwood. Un tipo que con el paso de los años se ha ido convirtiendo en un maestro del cine, en un hombre que brinda lecciones de cine clásico cada vez que se para detrás de una cámara.
Tomen por ejemplo una escena de Changeling, su penúltimo trabajo (el último estrenado el viernes llega Grand Torino). No es precisamente el mejor trabajo del director, pero aún así los elementos del Eastwood autor, están presentes en cada palmo del filme. Hay una escena en particular que prueba esto. Es aquella en la que el personaje principal de la película, Christine Collins, se despide de su hijo para atender una llamada urgente de su trabajo. Hay un close up al rostro de la actriz y luego, un plano que muestra al chico escuchando el radio. Fíjense, si no han visto la película, como Eastwood comienza a mostrar una distancia entre ambos personajes, como va encuadrando la escena de tal manera que todos los objetos se convierten en una barrera entre madre e hijo. Casi al término de la misma viene el punto culminante: la mujer sale de la casa. Eastwood la filma desde un plano americano, mientras utiliza un dolly out en el más puro sentido sígnico del mismo: es un movimiento de alejamiento, de ruptura, de despedida. Pero además, la toma es hermosa: el chico mira desde la ventana decepcionado al ver como su madre se aleja, rompiendo una promesa que le hizo, y solamente vemos la mitad de su cuerpo como un presagio de su futura desaparición. La escena es gris y el momento adquiere una tonalidad meláncolica con esos tonos grisáceos utilizados en casi toda la filmografía del director. Esa, mis estimados seven readers, constituye toda una lección de composición cinematográfica con el propósito de crear un sentido narrativo y por ende un momento catártico entre el filme y el espectador. 




Pero hay más. La película recrea a la perfección a el Los Ángeles de los años 20, con un diseño de arte impecable. Y, como en todo película de Eastwood, la redención es el elemento temático principal, acompañado siempre de dilemas morales y de la muerte. Si, la muerte es un tema recurrente en la filmografía de Eastwood y suele ser el resultado a un dilema ético y moral, al mismo tiempo que  funciona como el detonante para cumplir con el desarrollo de la historia y llevar a los personajes hacía un nuevo Status moral en el que normalmente termina la narración. Cine de autor 1.1.
Pero Changeling no termina por enganchar al espectador de la misma manera que lo hizo Million Dollar Baby, por poner un ejemplo. Tiene algunos defectos en el guión que se reflejan en el resultado del filme. Es evidente que se trata de contar una historia con veracidad y que por ello se abunda en los detalles de la película, pero a veces el guión se siente forzado y discontinuo. 
Aún así la película resulta en una lección de cine, apoyada por las convincentes actuaciones de una madura y soprendente Angelina Jolie y un reparto que se muestra a la altura de la circunstancias con sólidas actuaciones de John Malkovich, Jeffrey Donovan, Michael Kelly y Jason Butler Harner
Clint Eastwood, mis estimados Seven Readers, un director olvidado por los fanáticos del cine de vanguardia, quizá por que no se dan cuenta que en estos tiempos de post video clip, lo más vanguardista resulta en el retorno a las bases. Entonces quizá aprenderemos un poco más de ese maravilloso lenguaje que el del cine.

Así las cosas hoy lunes...

Salud pues.......

2 comentarios:

Raúl H. Pérez dijo...

Me pregunto si el cine foro del Centro Cultural José Martí -de donde soy coloborador- cae en esto que mencionas... Me gusta pensar que no ;)

Totalmente de acuerdo con tu comentario sobre el señor Eastwood y sobre Changeling, muy buena cinta.

Saludos.

Omega Rodo dijo...

Clint Eastwood es grande (Gran Torino es suprema), una lastima que la gente supuestamente conocedora del cine no lo tome en cuenta.