De The Golden Compass...

Seven Readers!!...

No es ningún secreto que siempre me han atraído las películas del género fantástico. Especialmente aquellas que cumplen con los que me parecen son las dos premisas básicas de la fantasía cinematográfica: Dibujar con maestría mundos increíbles, pero en los que invariablemente reconozcamos al nuestro. Y, tal vez como consecuencia del primer punto, plantear dilemas de orden moral que de alguna manera también sean un espejo de nuestros más profundos sueños o de nuestras peores pesadillas. 

El mejor ejemplo de esto, me sigue pareciendo The Lord of The Rings, que sin duda ha sentado precedentes muy importantes en términos de lo que es un filme fantástico, un filme de magia y espada.

A partir del éxito de LOTR, Hollywood se dio a la tarea de adaptar cualquier cantidad de novelas e historias fantásticas con el objetivo de repetir el éxito. Yo he sostenido que en el camino encontraremos cosas muy malas, algunas mediocres y raras joyas (Curiosamente una de las mejores se produjo fuera de Hollywood: El Laberinto del Fauno de Del Toro). The Golden Compass es una de éstas últimas, y es más me atrevería a decir que es la mejor cinta del género desde las realizadas por Peter Jackson. Y lo es, por que cumple perfectamente con las dos premisas básicas del género y dibuja una historia entrañable, construye personajes en ese mismo sentido y logra que el público se emocione a través de una puesta en escena de primer nivel.

Me enteré de la existencia de La Brújula Dorada, hace un par de meses cuando el periódico El País publicó que grupos conservadores católicos norteamericanos llamaban a boicotear el filme. La razón: consideraban que éste era un ataque en contra de la Iglesia Católica (esas simples declaraciones, ya eran motivación suficiente para ver el filme). Y si, es muy posible que una de las instituciones presentadas en la película, puede identificarse con la Iglesia y, sobre todo con muchas de sus posiciones. De hecho, el filme presenta una confrontación entre los hombres de la Academia y aquellos que viven bajo dogmas, con la idea de mantener un control importante en la población. Estos hombres se encuentran agrupados en el filme  en una institución conocida como el Magisterio, son hombres de Sotana, que llevan enormes collares en el cuello y que toman decisiones en cónclaves secretos. Pero lo más importante es que son tipos que tienen un gran miedo a la capacidad de decisión de las personas. Esto llevará al universo paralelo presentado en la película a estar al borde de una confrontación, en la que estará en juego aquello que finalmente nos proporciona libertad a todos: el libre albedrío.

La protagonista principal de esta guerra es una niña: Lyra Belaqua (Dakota Blue Richards). Una niña que sin embargo no lleva una vida ordinaria: siempre ha vivido en las aulas del Jordan College, rodeada de conocimiento, de hombres sabios. Pero la verdadera aventura de Lyra, comenzará cuando escucha una plática acerca del Polvo mágico que se expande en el norte, un polvo que posee la capacidad de unir a varios universos paralelos. De comprobarse la existencia de estos, el Magisterio perdería su capacidad de control y muchos de sus dogmas terminarían por caerse, por lo que resulta imperativo para ellos detener a Lyra y a su Tío, el aventurero Lord Asriel (Daniel Craig) quien se ha embarcado en una expedición para encontrar al polvo y comprobar si sus capacidades son ciertas. El Magisterio recurrirá a una de sus agentes, Ms. Coulter (Nicole Kidman) quien esconde tras un angelical rostro, un fanatismo desbordante que le lleva a cometer cualquier cosa con tal de lograr sus objetivos. 

Lyra irá en el rescate de su tío y de un grupo de niños secuestrados por el magisterio. Lo hará con la ayuda de un grupo de renegados conocidos como los gyptians, de un impresionante Oso Guerrero llamado Lorek Byrnison (a quien Ian McKellen da vida a través de su voz, de manera brillante) de un aeronauta aventurero llamado Farder Coram (Sam Elliot) y de un grupo de brujas cuya lider es Serafina Pekkala (Eva Green).

Pero también contará con la ayuda de un instrumento fascinante: una brújula dorada, a través de la cual Lyra (la única persona con la capacidad de leerla) puede mirar cosas como lo que les sucede a quienes le ayudan en su aventura, el pasado y el futuro. 

Todo ser humano de ese universo, posee un alma, y esta se manifiesta a través de animales conocidos como daemons. Lyra siempre estará acompañada de la suya: Pantalaimon (voz de Freddie Highmore).

La película entonces contará la odisea de Lyra. Chris Weitz, su director, tiene la suficiente capacidad para armar una historia con variaciones rítmicas importantes: pausas importantes y largos planos para cimentar a personajes e historia, y rápidas y violentas secuencias en los momentos en los que la acción así lo requiere. El montaje logra que los espectadores inmediatamente se conecten con los personajes, generando que la catarsis que se da entre lo que se ve en pantalla y quien mira la película. Pero es el subtexto del filme, lo que hace que esta conexión sea aún mayúscula. Mirándolo, uno no puede más que cuestionar a esas instituciones que por siglos ha pretendido dominar la mente de las personas, negándoles la libertad para razonar, para decidir por si mismas, buscando formas y mecanismos de control que garanticen su permanencia en el poder, aunque ésta un poder de orden simbólico. 

Me atrevo a decir que estamos ante el mejor filme de la temporada de estrenos de invierno. The Golden Compass es un gran logro.

Así las cosas este lunes…

PS1…Por cierto, la película está basada en una trilogía de novelas de Phil Pullman. ¿Alguien sabe si estas están disponibles en México? Se me antojan como una buena lectura dicembrina…

Salud pues……