jueves, diciembre 13, 2007

De The Billy Chronicles IV (y final)...

Seven Readers!!

El regreso de Monterrey fue bastante tranquilo, a pesar de que rumbo al aeropuerto nos hemos encontrado con un tráfico infernal. Pensé que llegaba tarde a la Terminal, pero me he encontrado con la sorpresa de que había un retraso en el vuelo a Cd. De México. Ello motivó un cambio de hora en la llegada y en el tiempo de espera entre vuelos, así que lo que iba a ser una estadía de 30 minutos, se convirtió en casi 2 horas. 
Por lo tanto, tuve tiempo de subir algo al blog.



Aunque la batería de la lap se terminó. Me dispuse a leer un libro muy interesante: Los nazis en México, y luego a tomarme fotos para matar el aburrimiento. La gente pasaba junto a mí, y me miraba como miran a los loquitos. 



Finalmente a la 1:45 de la tarde el vuelo salía rumbo a Mérida. Llevaba un poster que me había comprado en el concierto (cuidarlo de que no se arrugara, fue todo un rollo), la maleta con algunos souvernirs y sobre todo, con la enorme felicidad de haber visto a Billy Joel en concierto. Ya saben, uno suele ponerse ciertas metas en la vida y, por ridículo que parezca, yo había cumplido una. Por lo menos una de las más importantes, de las menos importantes.

Pero, ah esta vida. Da cosas y suele quitar otras…Antes de irme de Mérida, le dejé a mi hermana a la Tasha para que la cuidase. Supuse que no iba a haber mayor problema, pues mi Sister tiene una perra Schnauzer también, con la que la Tasha hizo buenas migas. 
Mi hermana salió el domingo y dejó a las perras en el patio de su casa, pues tiene una parte techada y siempre se habían quedado ahí…pero, nadie contó con una rendija en el suelo que tenía tierra suelta. Supongo que ambas perras comenzaron a excavar y se salieron por ahí. Los vecinos conocen a la Schnauzer de mi hermana, pero no a la mía. Y se la devolvieron. Todo lo que sé ahora, es que un par de chicas en un Tsuru Rojo, tenían a un perro similar a Tasha y estuvieron preguntando de quien era. Nadie evidentemente supo decirles y cuando mi hermana llegó a su casa y se dio cuenta de todo, las chicas del carro rojo habían desaparecido.
Así que, el viaje fue bueno…pero me he quedado sin compañera, sin amiga incondicional, y bueno...ustedes saben como es eso....





Hoy ha salido un anuncio en prensa, y he tapizado el rumbo por donde se extravió con volantes.
Si ustedes viven en Mérida, y saben de alguien que haya encontrado a una Perrita Schnauzer, negra con manchas grises en el lomo, un mechón blanco en el pecho, que llevaba un collar café y que se perdió por el rumbo de la hacienda Chenkú (en el fraccionamiento que está justo atrás), por favor háganmelo saber. 
Aunque conforme pasan los días, me resigno a que no le volveré a ver. Lo único que espero es que quien la tenga, le quiera tanto como yo…

En fin, así las cosas este jueves…

Salud pues……

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esperemos que la encuentres. Tengo una amiga en Mérida le mandaré un mail con la foto de la Tasha para que la distribuya entre sus conocidos.
No pierdas la esperanza de que te la regresen... esperemos

Defeña Salerosa dijo...

que horrible!!!
Sé perfectamente como te sientes.
Yo perdí a mi gato hace algunos años y me deprimí muy feo. Mi madre se molestó por que dijo que lloré como si alguien (en su idioma, una persona) hubiera muerto. Después me enteré del triste desenlace de mi bebé. Todavía lo extraño, pero ahora ya no sufro al ver sus fotos.

Mucho ánimo, ojalá aparezca.

También mi gata (la mamá de mi gato), se perdió hace un año. Igual tapicé la colonia con volantes y ofrecí dinero como recompensa. Al otro día apareció tan fresca. Se había escondido en el casa del vecino.
De nuevo, ojalá aparezca tu perrita.