miércoles, diciembre 13, 2006

De Babel...

Seven Readers!!

Cuando solo se ha dormido una hora las cosas siempre suelen verse de maneras diferentes, o mejor dicho, realmente no se ve nada. Así estuve ayer. Tuve que entregar un ensayo final para una de las materias de la maestría, el cual fue terminado a las cinco de la mañana de ayer martes. A las 7, ya estaba en la oficina listo para iniciar una nueva jornada. Si me preguntan que pasó, les diré que no tengo idea. Sólo recuerdo haber grabado un par de guiones, salido al aire a las 10 am, y luego regresar a mi casa a eso de las 2 de la tarde con el ánimo de simplemente dormir. No sé que pasó entre 3 y 6 de la tarde. Tuve que levantarme a esa hora, pues quería alcanzar el banco para cambiar un cheque, solo para encontrarme con la sorpresa de que los bancos son bien guadalupanos y no abren el día 12.
Pero bueno, ya dormí y hoy me preparo para iniciar el último ensayo académico, el cual deberé de entregar el próximo viernes. Y listo, así como comenzó se fue el primer cuatrimestre del posgrado. Aún no sé mi resultado de tres materias, pero espero haberlas pasado. De ello me preocuparé hasta Enero, una vez que entregue el viernes, no quiero saber nada de la escuela por lo menos en tres semanas.

Babel…

La película con la González Iñárritu y Guillermo Arriaga, cierran lo que han llamado como una trilogía, recurre a los temas que han estado presentes en sus dos cintas anteriores: la muerte, el perdón, la redención, el amor, el sacrificio. Pero a ello le añaden una cosa más que en este caso resulta muy importante: el lenguaje.
El lenguaje es un sistema simbólico de comunicación realmente importante. George Mead, sociólogo que sentó las bases de un concepto llamado interaccionismo simbólico, solía decir que gracias al lenguaje se da nuestra capacidad de abstracción de las cosas, en otras palabras, si somos capaces de pensar es que por que somos capaces de hablar, y a través de ese universo simbólico común es como podemos interactuar con miembros de una sociedad que comparten ese mismo sistema.
Sin embargo, solemos pensar que la lengua que utilizamos, dependiendo de la región del planeta en la que vivimos, es también de características universales. Lo es, si en nuestro pequeño universo, pero no solemos darnos cuenta de que somos simplemente una pequeña aguja en un gran pajar; un pajar lleno de esos universos simbólicos, todos con características diferentes y que nuestra lengua no vale nada si nos vamos a otro lado del mundo. Tenemos entonces que recurrir a cuestiones mucho más universales para poder interactuar, y es ahí en donde aparecen las temáticas recurrentes de González Iñarritu ¿Habrá algo más universal que el amor? Parece ser que para el director no, por que incluso la redención y el perdón llegan a través del amor incondincional, el único que provee de la capacidad del perdón.






En Babel, tenemos la misma narrativa fragmentada que el director mexicano presentó en Amores Perros, y luego perfeccionó, con mayor madurez y un mejor manejo del lenguaje cinematográfico, en 21 gramos. Nuevamente estamos ante cuatro historias diferentes que se verán unidas por un hecho. Ese hecho es que una turista norteamericana recibe un disparo en Marruecos. A partir de entonces conoceremos las historias de la pareja que tiene luchar en contra de la adversidad en un país extraño, la de la inmigrante mexicana que cometerá un acto aparentemente inocente pero de funestas consecuencias, la de una familia marroquí y la de una adolescente sordomuda en el Japón. Iñárritu jugará con el huso horario par a irnos contando sus historias, e incluirá una temática más: el concepto de familia. La familia también será un motor importante en el desarrollo de la historia, e Iñárritu la presenta como una unidad con características diferentes, dependiendo de la cultura en la que se encuentra inserta, pero siempre con problemas que la convierten en algo disfuncional, rompiendo con la supuesta perfección que rodea al concepto. Se tendrá que confiar en extraños, para encontrar de nuevo la senda, para encontrar el camino.
El diseño de arte de Brigitte Broch es fundamental, gracias a él, Iñarritu logra transportarnos a continentes diferentes, haciendo de su historia algo creíble. El montaje de Douglas Crise y Stephen Mirrione, juega, por obvias razones, un papel muy importante. Será el responsable de que se mantenga la línea narrativa propuesta por el guión de Arriaga. La fotografía es de Rodrigo Prieto. Tal vez el único punto débil de Babel, sea la música de Gustavo Santaolalla, pues parece que ha perdido su capacidad de sorpresa, pero sigue siendo importante para puntalizar varias escenas.
Babel, cierra un trilogía prodigiosa. Iñárritu va en camino a consolidarse como un autor, pero para llegar a esto habrá que ver como se mueve con un guión escrito por una persona diferente. Si logra mantenerse en esta línea, tal vez estemos ante el trabajo de uno de los cineastas más interesantes de los últimos tiempos.

Así las cosas hoy miércoles de 2 x 1…

Salud pues……

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Habrá algo más universal que el amor?

¡El ADN! 8D jeje... Perdón.

Suerte con su cuatrimestre. - P.

Kix dijo...

:-) Ahh qué buena reseña, querido Dave!

Eso de no dormir a mí me mata, cuando no duermo bien ando como zombie todo el día, pero no te preocupes, que el esfuerzo bien rendirá sus frutos. Saludos!!

AndreaLP dijo...

Suerte con la maestría y que disfrutas de las merecidas vacaciones.

Respecto a Babel, supongo que tendré que esperar a Febero o Marzo que la pueda rentar pues mi maridín no quiso ir a verla. ¿Será que mi karma es no ir al cine por ir al gimnasio?? Noooo.....!!!!!

Saludos.