viernes, agosto 17, 2012

De The Newsroom...

Seven Readers!!..

"Esta noche empiezo este informativo con una disculpa al pueblo norteamericano por nuestro fracaso, el fracaso de este programa durante el tiempo que estuvo a mi cargo, en informar y educar con éxito al electorado. Déjenme ser claro: no me disculpo de parte de todos los noticieros de televisión, ni todos los periodistas de televisión deben presentar una disculpa. Hablo por mi mismo. Fui cómplice de la lenta, repetida, inadvertida y no corregida cadena de fallos que nos han traído hasta aquí. Soy uno de los líderes de la industria que manipuló resultados electorales, promocionó el miedo al terrorismo, alimentó a la controversia y no informó sobre los enormes cambios de nuestro país: del colapso del sistema financiero a la verdad sobre nuestra fortaleza, pasando por los peligros a los que realmente nos enfrentamos. Soy un líder de una industria que distrajo su atención, con la habilidad de Harry Houdini, mientras enviaba a cientos de miles de nuestros más valientes hombres y mujeres a la guerra sin la debida diligencia. 
La Razón de nuestro fracaso no es un misterio: le apostamos todo al rating. En la infancia de los medios de comunicación masiva, el Colón y el Magallanes del periodismo televisivo, William Paley y David Sarnoff, fueron a Washington para hacer un trato con el Congreso: El Congreso le permitiría a las cadenas emergentes usar libremente las ondas pagadas con el dinero de los contribuyentes a cambio de un servicio público. Ese servicio consistía en que usarían cada noche una hora de su tiempo de emisión para transmitir información televisada, lo que ahora llamamos "las noticias de la noche". El Congreso, que no pudo prever la enorme capacidad que tendría la televisión para unir a consumidores y anunciantes, falló al no incluir en su trato, un requisito que habría cambiado, para mejorar, el discurso nacional: El Congreso se olvidó de añadir que bajo ninguna circunstancia se permitiría publicidad pagada durante la transmisión de los informativos. Olvidaron decir que "el contribuyente te cedería las ondas gratis, les sacarías provecho durante 23 horas, pero por una hora de la noche trabajarías para el pueblo". Y ahora esos informativos, presentados a través de la historia por periodistas honestos, periodistas como Murrow, Reasoner, Huntley, Brinkley, Buckley, Cronkite, Rather, Rusert...tienen que competir con alguien como yo: el presentador de un noticiero que está en el mismo negocio que los productores de Jersey Shore. Y ese negocio era bueno con nosotros, pero "News Night" renuncia al mismo en este momento. 
A ustedes podría soprenderles el hecho de que algunos de los mejores periodistas de Estados Unidos están trabajando ahora mismo. Mentes excepcionales, con años de experiencia y con un ansia inamovible de reportar las noticias. Pero esas voces son ahora una pequeña minoría y no tienen una oportunidad en contra del circo, cuando éste llega a la ciudad son rebasados. Renuncio al circo. Me voy con el grupo que está siendo destrozado. Me conmueve el hecho de que sigan pensando que pueden ganar y espero que puedan enseñarme un par de cosas. 
A partir de este momento decidiremos qué emitimos y cómo se lo mostraremos con base en una verdad simple: no hay nada más importante para una democracia que un electorado bien informado. Nos esforzaremos por darle a la información un contexto más amplio, porque sabemos que muy pocas noticias nacen justo en el momento en el que se cruzan por nuestro camino. Seremos los campeones de los hechos y el enemigo mortal de las indirectas, la especulación, la exageración y los sinsentidos. No somos meseros en un restaurante que les sirven las historias que ustedes piden, justo como las quieren. Tampoco somos computadoras que solo dan los hechos, porque la información es solo útil en el contexto del humanismo. No me esforzaré por enmascarar mis opiniones personales, pero me esforzaré en presentarles opiniones diferentes a la mía. Ustedes podrían preguntarse quienes somos nosotros para para tomar estas decisiones. Somos McKenzie McHale y yo mismo. La Señorita McHale es nuestra productora ejecutiva. Ella coordina a más de 100 reporteros, productores, analistas y técnicos; y sus credenciales están a la vista de todos. Yo soy el editor de "News Night" y tomo la decisión final en todo lo que se ve y se oye en este programa. 
¿Quiénes somos para tomar estas decisiones? Somos la élite de los medios de comunicación"
Will McCavoy
The NewsRoom



El texto anterior es un extracto del capítulo 3 de la primera temporada de The Newsroom, el nuevo programa de televisión surgido de la mente y pluma del mejor guionista que existe hoy en la industria audiovisual norteamericana: Aaron Sorkin. Si después de leerlo no corren inmediatamente a buscar por donde sea el programa, tal vez eso signifique se han transformado en meros receptores de contenidos y no en consumidores exigentes de los mismos.  
The Newsroom es una durísima crítica al periodismo televisivo ramplón, al que está interesado en servir al anunciante, al político con el que se hace negocio, antes que al público televidente. Es el programa de televisión más inteligente y crítico que Hollywood ha producido en la presente década. De hecho la historia inicia con la década: 2010, y a partir de entonces tomará hechos reales (el derrame petrolero del Golfo de México con cargos a British Pretroleum y Halliburton, las elecciones intermedias en Estados Unidos, el atentado contra la congresista Gabrielle Giffords, etc) para contarnos como se viven al interior de una sala de prensa televisiva que lucha por cambiar, por ser honesta, por ser diferente, por alejarse del mercado y acercarse a la audiencia.



Ver The Newsroom significa tener la posibilidad de reflexionar sobre la manera como la televisión maneja a la información, como la transforma en mercancía para ser vendida. Pero también resulta en excelente ejercicio utópico en el sentido de que permite que el espectador imagine como debería ser un espacio informativo que se transmite a través de un medio que tiene una concesión. Es un programa entretenido, emocionante, brillantemente escrito, dirigido y actuado. Es en si mismo una muestra del enorme poder que tienen los contenidos televisivos cuando son manejados en función de la inteligencia de su audiencia.
Un auténtico logro...

Así las cosas hoy viernes...

Salud pues......

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