lunes, febrero 20, 2012

De The Artist..

Seven Readers!!...

¿Cómo escribir un post sobre The Artist cuando es un filme con tantas lecturas, cuando estamos ante una obra de arte - en toda la expresión del término - que reivindica al quehacer cinematográfico como una expresión de la capacidad del ser humano para emocionar a través del lenguaje audiovisual ?.
Voy a intentarlo. 
Podría empezar tal vez por lo más obvio: The Artist es un homenaje a los primeros años del cine. Uno puede reconocer en la película tintes de Charles Chaplin, de Mary Pickford, de Errol Flynn, de William Powell y una muy clara reminiscencia al gran Orson Welles, entre muchos otros. Incluso durante las primeras secuencias tres nombres sonaban constantemente en mi cabeza: Don Lockwood, Kathy Selden y Lina Lamont. Quizá por que esos tres personajes ya habían narrado con singular maestría el trauma que significó para la industria del cine la incorporación del sonido a su lenguaje (y porque la famosa secuencia muda llamada The Dueling Cavalier protagonizada por Gene Kelly, también tiene una "mención" en el filme). Hay mucho de ellos en George Valentine y en Peppy Miller, los personajes cuya historia cuenta la película,  pero a pesar de eso The Artist va más allá del homenaje para crear un discurso propio en el que la cinematografía y su discurso son manejados con magistral simpleza por el director del filme Michael Hazanavicius.
Lo anterior me llevaría a tocar otra arista: The Artist es una demostración de que lo genial no necesariamente reside en la creación de un discurso vanguardista, sino en el correcto manejo de los cimientos básicos del lenguaje del cine. Hazanivicius los retoma todos: un guión sencillo y original, un espectacular diseño de producción, un fantástico manejo de la elipsis y una planificación puesta al servicio de la historia, utilizando cada de los planos cinematográficos en dos sentidos: narrativo y lúdico. De hecho el sentido lúdico de los encuadres es aún más notorio al tratarse de un filme "mudo" en el que la imagen alcanza - tal y como lo hizo en los primeros años del cinematógrafo - una predominancia narrativa que enamora al espectador desde la fabulosa secuencia de títulos y que lo va llevando - de la mano del montaje - a través de una época muy particular en la que lo que hoy conocemos como cine cambió para siempre.


Entonces se presenta una Paradoja: ¿cómo es posible que un filme tan "básico", esté generando una revolución a su alrededor en el mundo entero? Creo que la respuesta reside en lo universal del conflicto planteado en la película. George Valentine (interpretado de manera espectacular por Jean Dujardin) se enfrenta a un dilema al que todos llegaremos en cierto punto de nuestra vida y que se resume en una leyenda tan antigua como compleja: renovarse o morir. Valentine es un hombre que cree firmemente en el cine sin sonido, un tipo que ha alcanzado el éxito máximo en ese universo de la mímica retratada en pantalla. Para él, el cambio significa una traición a su propio arte y - motivado por el orgullo - no estará dispuesto a ceder en su intento por demostrar que el sonido es simplemente una moda pasajera en el universo de Hollywoodland, un universo en el que lo juventud es sinónimo de éxito y en el que la madurez lo es de fracaso. Una realidad abrumadora y que hunde a Valentine en una profunda depresión de que la quizá pueda salir si dirige su enorme talento a nuevos objetivos, y acepta la ayuda y el amor incondicional de Peppy Miller (maravillosa en el papel, la bellísima Bérénice Bejo) El temor al cambio se convierte entonces en el gran tema del filme, vencerlo resultará en una bellísima odisea.


The Artist se ha convertido  en un reflejo de su propia historia. Es la mejor prueba de que algo que se creía muerto, enterrado y sin posibilidades como el cine mudo tiene mucho que ofrecer en estos vertiginosos  y modernos tiempos, pues la grandes historias cuando están contadas con tal cariño, honestidad y devoción por el cine demuestran que - con o sin palabras - el talento nunca pasará de moda. 
Un logro...

Así las cosas hoy lunes...

PS..Si, yo también me enamoré de Uggie...

2 comentarios:

Raúl H. Pérez Navarrete dijo...

Coincido contigo. Anoche la vi y es genial.

Saludos.

marichuy dijo...

Estaba dudosa de verla, pero creo que me animaré. 
Muy contagiosa tu emotiva reseña.

Saludos