lunes, julio 05, 2010

De un post sin nombre...

Seven Readers!!..

Es extraño pero de pronto he sentido unas ganas locas de escribir. No tengo ni idea de sobre que, simplemente he sentido la enorme necesidad de golpear las teclas con el ánimo de llenar una página cibernética con letras, con palabras, con signos ortográficos. Quizá estoy como aquella canción de Serrat en la que dice que las musas han pasado de él o como aquella otra de Lerner que decía que no iba a componer, que iba mejor a dejar la escritura para otro día cuando encontrase el centro de su inspiración. Aún así, a veces las letras suelen llamar, gritar, decir que es momento de sentarse detrás del teclado y comenzar a presionar las letras para transmitir algo parecido a una idea.
Supongo que temas hay muchos: el mundial de fútbol y los cuatro equipos que han llegado a semifinales, los complejos de los mexicanos que aparecieron durante el partido Alemania - Argentina, Toy Story 3, las elecciones de este domingo, Abel de Diego Luna, la genial aparición de Andrés Bustamante en Canal 22, mi fanatismo por la Selección de España y mi deseo que se corone premiando así al buen fútbol o porque mi Facebook me recomienda que me convierta en fan de Felipe Calderón y al mismo tiempo de la Selección Mexicana del deporte de las patadas y por ende de mi falta de entendimiento del por que al face le agrada el fracaso.
Supongo que ando en una especie de montaña rusa temática en la que es imposible elegir un solo tema. Al final me sorprendo escribiendo porque ando - como siempre - tratando de alargar el fin del semana, esperando que las horas duren un poco más y así no llegue la fatídica mañana de lunes. Especialmente porque en los últimos días el trabajo ha dejado de ser divertido para convertirse en algo angustiante, estresante y no sé si eso necesariamente sea un indicio de que hay que comenzar a pensar en inexistentes nuevos horizontes laborales. Tal vez eso pueda cambiar con los días, de hecho tengo la enorme esperanza de que así sea.
Releo los dos párrafos que he escrito anteriormente y me doy cuenta que ando como en aquella canción de Ismael Serrano que dice que "últimamente ando perdido, me han vencido viejos fantasmas, nuevas rutinas" fantasmas que se ciernen sobre mi pelona cabeza con un ánimo aterrador, rutinas que se van convirtiendo en una cotidianidad apabullante y con pocas concesiones. Tengo la impresión de que soy un reflejo individual de México: funciono a pesar de mi mismo.
Quizá mis ganas de escribir tengan que ver con esa sensación que suele llegarme con el lunes: la de la incertidumbre, el no saber que es lo que la nueva semana depara que otras tantas sorpresas llegarán con los días. El mundo parece transcurrir con una terrible rapidez, no se detiene y sigue con un curso impecable hacía un futuro que solo dura un instante y que se convierte en un pasado inamovible.
Pero aún así han pasado cosas importantes, momentos que deben ser similares a la sensación de encontrar un Oasis en el desierto: una noche de jueves con cine y una divertida charla con una gran amiga, una fantástica tertulia sabatina con los amigos, una repentina y sorpresiva llamada telefónica al medio día del domingo, una dominical tarde en la que la hice de tío y una madrugada en la que me encuentro escribiendo cosas insensatas simplemente por el placer de comunicarme a mi mismo mis rodeos, mis desvaríos, mis razones y mis sinrazones para luego compartirlos con el mundo con el ánimo de tal vez encontrar un lejano guiño solidario y cómplice en el medio de esta inaudita y maravillosa locura a la que conocemos como vida. Un instante catártico entre quien escribe, quien lee y quien entra en un acto de recíproca comunicación (Berlo estaría orgulloso de mí ahora).
Y finalmente comienzo a sentir sueño. Como si el yugo de la madrugada del lunes me hubiese caído de golpe para sentir un descomunal cansancio que me obliga a dejar la escritura para una mejor ocasión: para una en la que las ideas se encuentren más centradas, para una en la que pueda elegir un solo tema para tratar de desarrollarlo con cierta coherencia, para una en la que me encuentre en un día distinto al lunes. Dormir se antoja como una manera de escape, pero también como un salto directo al futuro tirando en las horas de sueño la sensación del transcurrir del tiempo.
Pero va: es el momento de comenzar a levantar las anclar y pensar que quizá mañana lleguemos "a un nuevo mundo, a un nuevo amanecer" a sentir nuevas sensaciones a ver una espiga crecer, a sentar nuevas raíces, a encontrarse con nuevas esperanzas y a sentir que el mundo puede detenerse en un instante que parezca eterno.
Escribir en esta madrugada ha sido más que un desahogo un acto de redención.

Así las cosas hoy lunes......

Salud pues...

2 comentarios:

Syl dijo...

Cuenta una Anécdota “Que El Diablo estaba vendiendo todas las armas con las que aniquila al ser humano. Y decidió quedarse con una sola. La cual metió en una caja dorada y la tenia exhibida sobre un pedestal de Mármol. Que decía: aquí tengo una arma con la cual voy a aniquilar por completo al ser humano y me voy a apoderar de sus almas.

¿Sabes cual es esa arma tan poderosa con que el Diablo puede extinguir la Raza Humana?

Pues es “La Depresión, El Desaliento”

Que nunca nadie robe tus sueños.

SILVIA

Anónimo dijo...

Bueno pues, bienvenido a tu primer post tipo Seinfield!
clau