Estoy sentado un restaurante del Paseo de Montejo, y desde la web cam de la Lap esta es la vista que tengo ahora a las 6 37 pm del viernes 22 de agosto de 2008.
Como ven, a pesar de ser viernes y estar instalado en una de las principales arterias de la ciudad de Mérida estoy disfrutando de una muy tranquila tarde acompañado de una coca light y música, en espera de dos personas con las que tengo que reunirme para ultimar detalles del radio show de mañana. Si, Como ven a diferencia de otras urbes del país, uno puede aún encontrarse en nuestra ciudad con calma y tranquilidad. Mérida aún no tiene los altos niveles delictivos que si poseen otras urbes de nuestro país. Y es por eso que en el tema de la seguridad la visión que de aquí se tiene del problema es muy diferente a la que se puede tener en otras regiones de nuestro México. No estamos exentos de la inseguridad, y la creciente de casas de juego y apuestas en la ciudad, así como de otros negocios pueden darnos un indicio de que aquí los delitos son de cuello blanco en su gran mayoría. Pero a pesar de eso, nuestra percepción es de que seguimos viviendo en una ciudad bastante segura.
Lo que quiero decir es que todos interpretamos el problema según nos haya ido en la vida y según la zona del país en la que vivamos. Quien vive en el DF tiene que cuidarse todos los días, tiene que tomar medidas diferentes que quien lo hace en Campeche o en Cancún. Por lo tanto nuestra opinión en torno al tema estará influenciada por nuestros contextos y nuestras experiencias con la delicuencia.
Y también las maneras de enfrentar al problema, pasan por ese delicado y diverso filtro que es el de la cultura. Y como siempre, ese es un filtro que nunca se toma en cuenta. Si la cultura fuese uno de los ejes para el diseño de los programas en materia de seguridad (y en general en muchos otros temas) quizá los problemas se resolverían de manera más expedita. Por ejemplo, la impunidad y la corrupción tienen profundas de índole cultural y sus características son muchas veces diferentes en las diversas regiones del país. Tendrían por ende, que considerarse las cuestiones culturales en su combate.
Pero como siempre la cultura está ausente de las discusiones en torno a los problemas más importantes del país. Y una muestra son los 75 puntos planteados por el Consejo Nacional de Seguridad para combatir a la inseguridad en el país. Uniformidad de criterios que no reconocen la enorme arista cultural que el problema tiene consigo (como muestra están los autodenominados representantes de la sociedad civil pertenecientes solo a un sector de la misma). Y una lista de buenos deseos a nivel nacional no rompe con las inercias tan graves que la inseguridad crea y arrastra. Parecería que este tipo de reuniones son de deslumbrón entre los que se incluyen a gente de tan alta valía ciudadana como Mario Marín, Ulises Ruiz, Carlos Romero Deschamps o Elba Esther Gordillo. "Impolutos" personajes que han firmado como partícipes y "testigos" del Convenio del Consejo Nacional de Seguridad. ¿Qué legitimidad puede tener un convenio firmado por tales personas?, Que semejantes monumentos de la limpieza sean los garantes de nuestra seguridad, no son necesariamente buenas noticias para los ciudadanos, ¿en manos de quién estamos entonces?.
No, el sistema mismo parece autoprotegerse enfundado en discursos grises y dirigidos a los reflectores dispuestos a captar imágenes llenas de morbo político: el quién, está junto a quien. El espectáculo de la política, lleno de actores que no quieren entender que las maneras de resolver los problemas del país, tienen que ir de abajo hacía arriba y no procedente de cabezas empeñadas en conservar fueros y cotos de poder que les permitan mantenerse en la línea de la impunidad.
Y la tarde se ha hecho noche. Y la ciudad mantiene su tranquilidad. Y yo me siento en este pequeño rincón de México. De un México que se siente tan lejano y tan cercano a la vez. De un México diverso y tremendamente problemático, lleno de dirigentes perdidos en un barco completamente hundido y al que rescataremos solamente los ciudadanos.
Así las cosas hoy viernes....
Salud pues........
1 comentario:
Ah, mi querido Dave.... qué envidia!! Y sí, tu ciudad es una de las más tranquilas, no por nada ahí mandaron al cabron ese que gobierna el vecino pais del norti.
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