De un adiós y dos movies...

Seven Readers!!

Charlton Heston fue un ícono del cine mundial. No era el mejor actor, tenía un registro realmente limitado, y fue su gran personalidad lo que le llevó a protagonizar películas épicas y de Ciencia Ficción en las que realmente hizo historia. Muchas de sus cintas son A Must See por quien se dice apasionado por el arte del cinematógrafo. Ahí quedan como su legado: Los Diez Mandamientos, El Planeta de los Simios, The Greatest Show on Earth (una épica sobre….UN CIRCO…con un James Stewart maravilloso igual), y la fantástica Ben Hur. Esta última siempre ha sido una de mis películas favoritas. La ví por primera vez cuando tenía uno 7 u 8 años y Heston se convirtió en uno de mis héroes. Solía mirar con admiración como Judah Ben Hur peleaba en una batalla naval y como siendo esclavo conducía a sus tropas a la victoria; y por supuesto, la genial carrera de carros romanos (antecedente directo de la Pod Racer del Episodio 1 de Lucas) en la que se despachaba todos los contendientes y al malvado Messala (el genial Stephen Boyd) en la que quizá, según comprendí después, sea una de las mejores secuencias de toda la historia del cine (dirigida por el gran William Wyler).

Quizá en años recientes Heston se destacó más por sus posiciones conservadoras y por su apoyo a la ultraderechista NRA (National Riffle Association). Recordado igual por haber sido expuesto por Michael Moore, quien aprovechándose de su Alzheimer, le realizó una entrevista demoledora en Bowling for Columbine. 

Por las razones anteriores, Heston puede ser tremendamente criticado. Pero ahí es cuando uno tiene que hacer una diferencia entre el hombre político y el actor. Y como lo segundo, es como prefiero recordarlo: como el gran Moisés, el genial Judah Ben Hur…el hombre que se enamoró de una simia….el ícono: Charlton Heston.

Jumper….

Creo que hay poco que decir acerca de Jumper. Me parece que es una película entretenida y hasta ahí. En realidad, el asunto pudo dar para más pues la premisa no era del todo mala: las posibilidades de exploración de realidades paralelas y las consecuencias que pueden llegar a traer la manipulación del tiempo y el espacio, siempre pueden generar cualquier cantidad de reflexiones de índole moral, científico y filosófico. Pero claro, eso es mucho pedir de un director como Doug Liman quien en su haber tiene en su haber el mega bodrio titulado Mr. & Mrs. Smith. 

Y entonces el filme transcurre entre efectos especiales, una chica guapa, un ex bailarín que ahora manipula el tiempo (el super talentoso y desperdiciado Jamie Bell) y el reencuentro entre Anakin Skywalker y Mace Windu. Fuera de eso, no pasa mucho con Jumper que se suma a esa serie de movies que solamente han venido a desprestigiar a la SCI FI llevándola al nivel de género palomero.

Semidecepcionante….

Eastern Promises…

Caso opuesto es el último largometraje del genio llamado David Cronenberg (quien, por cierto, ha explorado con gran éxito a la SCI FI y sus posibilidades de reflexión en torno a las realidades alternas en aquel logro al que llamó ExistenZ) titulado Eastern Promises (en español: Promesas Peligrosas). Una película que explora el intrincado y complejo mundo de la mafia rusa establecida en Londres. Parte de un guión maravillosamente escrito por Steven Knight que destaca por su nivel de investigación, especialmente en los rituales y códigos propios del crimen organizado ruso. 

El choque entre éste y la mafia Chechena, tiene como escenario a un Londres frío y oscuro. Una atmósfera que Cronenberg exporta de lo mejor del film Noir y del cine de gángsters, pero siempre imponiéndole un estilo propio y único. 

Si en su anterior filme, A History of Violence, Cronenberg retrataba a la violencia en una situación rural norteamericana, ahora nos cuenta como lo violento ha traspasado las barreras de la localidad, para construirse en una consecuencia más de la globalización, y parece ser que de ella nadie tiene escapatoria. Nuevamente reflexiona sobre personas que hacen de lo violento una forma de vida. Es sin embargo un filme que oculta tras esta atmósfera una buena cantidad de anécdotas de indole moral. Los personajes de Eastern Promises no tienen muchas salidas y parecería que sus destinos están marcados por la lealtad, las relaciones familiares, la homofobia, el racismo y por las dinámicas propias de la mafia rusa. 

Viggo Mortensen realiza una espectacular actuación. Su Nikkolai es un personaje envuelto precisamente en esas dinámicas, pero con una conciencia moral que le impide entrar del todo en las mismas. Es conciente del mal que causa, pero acepta de manera inevitable cual es su destino. Vale la pena observar su manejo del timing y el uso que hace de la inexpresión facial para construir a un tipo que aparentemente carece de emociones, pero quien paradójicamente es capaz de comunicarlas todas con la simple mirada y el silencio, con la construcción de una personalidad aparentemente fría y calculadora, pero llena de sentimientos en el interior. Completan el reparto el espléndido Armin Muheller-Stahl, cómo el brutal jefe de la mafia rusa; Vincent Cassell como el hijo del padrino ruso, quien reprime su sexualidad y cuya impotencia recae en el hecho de no poder agradar a su padre en su carrera criminal; y Naomi Watts como la persona ordinaria sometida a una situación extraordinaria, por el contacto que tiene con el crimen organizado.

Extremadamente violenta, pero con una trama que va más allá de lo gráfico de algunas de sus secuencias; Eastern Promises es un filme que posee los méritos artísticos y temáticos, para convertirse en un clásico del cine de gángsters. De hecho, me parece que hablaremos de ella pronto junto a maravillas como The Maltese Falcon o The Godfather.

Un logro en toda la extensión de la palabra…

Así las cosas hoy lunes…café para todos…

Salud pues…….