De Perfume...

Seven Readers!!


ASH…lo malo de los puentes (o de las vacaciones) son dos cosas: uno se acostumbra con asombrosa facilidad al descanso y dos, además de ser más pesado, el regreso a las actividades diarias suele sentirse peor que un baño de agua fría en el medio de un frente frío. Hoy fue muy difícil mantenerme despierto en la escuela y está siendo muy complicado hacerlo en el escritorio. He terminado de editar un par de cápsulas para mañana y aún falta hacer programación y recopilar info para el programa del viernes, pero he decido hacer un alto y escribir sobre movies. Ah…si, he ido al cine el sábado y ello me ha puesto feliz. Al término de la función, fui a cenar al Friday’s, lugar que solía gustarme por su relativa tranquilidad y que ahora se ha convertido en hogar de post adolescentes universitarios que suelen divertirse haciendo mucho ruido. Aún así, disfruté enormemente de un Sandwich de carne BBQ acompañado de una buena dotación de papas a la francesa. El fin terminó ayer con una larga tarde hamaca y televisión, y hoy…bueno hoy ya ando de nuevo en las tareas cotidianas en las que uno desea que el día dure unas 34 horas…en fin…la semana comienza hoy…


Perfume…

A pesar de haber sido literalmente sobrevalorada, Corre Lola Corre fue sin duda una película bastante refrescante al momento de su lanzamiento comercial, y aunque su premisa era derivativa, nunca fue aburrida. Su director Tom Twyker inmediatamente fue señalado como una especie de diamante en bruto, que de alguna manera intentó solidificar un estilo con ese filme, pero no fue substancial hasta que dirigió Heaven, una película planeada originalmente por el monstruosamente extraordinario Krysztof Kieslowski, con la que el alemán mostró que era capaz de filmar una gran historia con una producción de primer nivel (Y un Giovanni Ribisi realmente extraordinario).
Con Perfume, Twyker parece moverse entre sus primeras escaramuzas fílmicas y la misma Heaven. En algunas escenas en las que una estudiada y balanceada producción resulta vital, la película se mueve al ritmo de Twyker, girando la historia con asombrosa facilidad, apoyándose en efectos especiales y un constante uso del zoom in hasta llegar a un gran plano de detalle que funciona como un indispensable recurso narrativo.. El propio estilo de la historia exuda un tono dramático que requiere de gran precisión para ser alcanzado. Trata de presentar una historia con profundas raíces en una oscura psicología que por momentos no necesita de un ritmo frenético, sino del toque de unas manos gentiles que Twyker simplemente no puede proporcionar. La historia se convierte en algo predecible y autocomplaciente, y la rapidez del filme no permite crear lazos entre público y personajes o presenciar un crecimiento dramático en cada uno de los protagonistas de la película; un ritmo narrativo mucho más lento hubiese contribuido para que los personajes sean mucho más sólidos y profundos.

Sabemos que Jean Baptiste Grenouille ha nacido con la asombrosa facilidad de tener un sentido del olfato sumamente desarrollado, y desde un principio el director se las ingenia para hacernos saber que ésta característica será motivo de gloria y perdición para un personaje cuya oscuridad y ambivalencia están presentes desde su aparición en pantalla. Pero sus motivos nunca quedan claros y su obsesión se pierde en un Thriller que va rayando entre lo más convencional del género. El recién llegado Ben Wishaw hace un trabajo bastante aceptable, pero se queda corto en la construcción de un tipo obsesivo, tal vez por falta de una adecuada dirección (por momentos me recordaba a Anthony Perkins, el Norman Bates de Psycho), y Dustin Hoffman y Alan Rickman se sienten también amarrados y contenidos por el trabajo del director.
A pesar de que tiene sus momentos, Perfume no logra enganchar del todo por su falta de definición entre un cine con pretensiones artísticas y uno dirigido al espectador que consume thrillers en los que la resolución no trae consigo ningún ejercicio de carácter mental.
Por último diré que no he leído la novela que dió origen a esta película, y antes de que alguien me diga que ésta es mejor que el filme, le diré que no estoy de acuerdo. Cine y literatura manejan lenguajes completamente diferentes por lo que su comparación, aunque inevitable, siempre resulta ociosa. Sin embargo todos hemos caído en la tentación de hacer tal comparación y ello se debe más a una cuestión subjetiva (que el libro o el filme nos haya parecido excelso) que a una real apreciación de los valores estéticos y sociales de cada una de dichas manifestaciones artísticas. Si nos detuviéramos a hacer tal apreciación, encontraríamos que son tan diferentes como los de un gran cuadro y una extraordinaria pieza musical.

Así las cosas hoy martes…

PS...El inicio de temporada de Grey’s Anatomy fue sublime…tuvo de todo y sus recursos narrativos y dramáticos hicieron que el melodrama vuelva a enganchar a muchos de sus fans…

Salud pues……