miércoles, febrero 21, 2007

De American Dreamz & The number 13...

Seven Readers!!

¿Han escuchado ustedes de un país en el que el Presidente no lee periódicos y que va a la guerra por motivos completamente erróneos; un país en el que un participante de un programa de televisión dedicado a la búsqueda ídolos pop, recibe más votos que un presidente electo?
Si, estoy seguro que ustedes han escuchado sobre ese país, por lo que todos los motivos anteriores pueden llegar a ser objeto sátira y burla para así exhibirlos aún más de lo que ya lo están. Tal vez eso haya pensado Paul Weitz al momento de escribir y posteriormente filmarAmerican Dreamz, una película en la que todos esos elementos se reúnen para tratar de ironizar en torno a ellos; sin embargo, la película termina por desaprovecharlos para terminar convertida en un producto realmente mediocre.
Ello tal vez se deba a que el realizador del filme es el responsable de haber escrito y dirigido cosas como American Pie y About a Boy, dos películas diametralmente opuestas, y en las que el director y guionista muestra que puede ser un tipo capaz de realizar un producto total y absolutamente deleznable y una obra realmente interesante. Dreamz navega entre ambos polos, y mientras llega a tener momentos realmente deliciosos, existen otros en los que el filme se convierte en un pesado y aburrido ladrillo.
La película se centra en una ficticia serie de televisión: American Dreamz, que se ha convertido en un fenómeno global. El programa es conducido por Martin Tweed, un británico que produce el programa por razones egocéntricas. Cuando el show, que trata de buscar talentos musicales alrededor de los EU, está por iniciar su nueva temporada eligen a una chica sureña llamada Sally Kendoo, y a un árabe llamado Omer. El filme se centrará en estos tres personajes y en el Presidente del país, quien ha sido recientemente reelecto y, con motivo de esa reelección, decide que es tiempo que comenzar a darse cuenta que es lo que realmente sucede en su país y en el planeta, y mientras se cuestiona a si mismo, es convencido por su Vicepresidente de aparecer en el final de temporada de American Dreamz como jurado invitado, para así redimir su imagen ante un público absorto en su totalidad en el programa de televisión y completamente desinteresado en los problemas del país.
Es evidente que la película satiriza a American Idol, al Presidente Bush y a Dick Cheeney, además de tratar de hacerlo con la riqueza americana, su pobreza (especialmente con ese sector social norteamericano conocido como White Trash), además de ironizar sobre Iraq, los terroristas y en general sobre lo que hoy representa el llamado American Way of Life.




El problema del filme es que su estructura narrativa es demasiado convencional, con un Weitz que siempre posiciona su cámara en planos medios, encadenándolos a través de un montaje semilento, demasiado convencional, lo que provoca que el tono satírico se pierda por completo y por lo tanto el filme tenga no tenga un balance adecuado y termine por convertirse en algo predecible y poco entretenido.
En cuanto a las actuaciones, diré que a pesar de las fallas del filme, estas son de lo más rescatable. Hugh Grant hace una caracterización excelente e irónica de Simon Cowell; Dennis Quaid es un genial George Bush y Willem Dafoe con un soberbio Dick Cheeney (obviamente los nombres de los personajes son otros, pero es evidente a quien están tratando de representar) y Mandy Moore está en el papel de Mandy Moore. Pero quienes destacan por sobre todo son Sam Golzari, como el iraquí que llega al concurso y el grupo de terroristas que tratará de hacer volar al estudio en el que se desarrolla el programa (con todo y presidente incluido)
Es posible que en las manos de un director con mayor talento, más atrevido, el filme hubiese terminado en convertirse en la gran sátira de la cultura americana de principios del Siglo XXI, pero con alguien tan desigual como Weitz, American Dreamz se queda en un intento fallido y bastante desafortunado.

De la 13….

Y la canción número 13 del top 20 es….


Coming Home de Cinderella




El año es 1988. El hair metal era el rey de las carteleras, y un disco en particular trataba de alejarse del sub género, a pesar de que sus autores eran ampliamente identificados con el mismo: el trabajo era Long Cold Winter de Cinderella.
Se trataba del segundo disco de la agrupación liderada por Tom Kiefer, en el que la banda trataba de explorar los terrenos del rock clásico, apuntalado por el blues y el country. El trabajo tuvo tres sencillos: Gipsy Road (tema del que ya hablamos en el blog anterioremente), la balada Don’t Know What You Got Till It’s gone y la canción que hoy nos ocupa. Coming Home era un tema en el que se representaba perfectamente el movimiento que Cinderella pretendía hacer: una introducción con una fuerte guitarra acústica, la voz de Kiefer subiendo una octava después del primer coro y un requinto con un sonido casi bluesero. En términos líricos la canción era una especie de respuesta a Gipsy Road: mientras que en la primera se hablaba de tomar el camino, en Coming se hablaba de un regreso a la seguridad del hogar, a la tranquilidad de lo conocido.
El tema hizo que el disco, se volviera en algo representativo del grupo, tal vez hasta convertirse en un fenómeno más grande que Cinderella como banda.
La canción llegó hasta el número 20 de las listas de Billboard, haciendo que el disco aumentara sus ventas hasta llegar al doble platino.
Así que aquí tienen a Cinderella con Coming Home…



...I took a ride in a world
I’ll be spinnin’ for the rest of my life
I feel your heart beatin’ baby
Ooo sometimes it cuts like a knife
So are you tough enough for my love
Just close your eyes to the heaven above
I’m coming home
I’m coming home

I’m coming home
Where your love tonight can shine on me
I’m coming home
Where your lovin’ arms can set me free…


Trivia: Cinderella fue recomendada a una gran compañía de discos por un famoso rockero de la época, ¿alguien se acuerda quién fue?...

Así las cosas hoy miércoles…

PS1…!Quien fuera soldado: 46% de aumento al salario de la Tropa¡ ¿Por qué los soldados sí, y el resto de la sociedad no? ¿Será que buscan hacer que ese trabajo sea atractivo para la empobrecida sociedad; es tan necesaria la carne de cañón en el país? ¿Necesita tanto Calderón del ejército para gobernar? ¿En cuanto aumentará entonces el salario mínimo el próximo año? ¿Estamos ante un mega insulto hacía otros sectores sociales?...

ZAZ…largo post again (sorry)

Salud pues……

5 comentarios:

Angie Sandino dijo...

Zaz... (me encanta cuando dices eso)
Cinderella me engatuzo de joven con la presencia de Jeff Labar, escuché que el año pasado le metieron un tour junto a Poison.. te imaginas que padre?.. hoy le decía a Mariana que a Bolivia no nos llegan ni imitadores de la banda el recodo, ni soñar con conciertos de megabandas que hicieron época.

Zaz... solo quería volver a decirlo!
Un beso

tu.politóloga.favorita dijo...

Bonita canción!

Mariana dijo...

¡Sí! ¡Aumento a las tropas! ¡Reducción a la educación! ¡Así llegaremos más lejos! ¿Quién necesita educarse? ¿Quién?

Mmm... no conocía esta canción y en realidad al grupo lo conozco muy poco. Lo que me gusta de tu lista es que además estoy conociendo muchas cosas nuevas-viejas para mí.

¡Saludos!

gatita dijo...

Mi querido maestro, llego tarde pero seguro, me estoy muriendo de sueño, pero te invito un cafecito pa despertarnos..... cuando vi lo del aumento de sueldo...... dijeme a mi misma..... ya la hicimos!!!!.... pero dices que es sólo para la milicia verdad???... y a mi eso de cargar armas nada más no se me da, así que tendré que seguir en el grupo de los pobres ni modo!!!!
Un abrazo y un beso !!!!! MUUUUUA!!!

Kix dijo...

No me parece un mega insulto hacia otros sectores sociales eh. Más bien me parece que es un intento de seguir con una buena imagen con la única institución en el país que no tiene mala percepción en la sociedad.

Oye, siguiendo con el hair metal, me pregunto si Heaven de Warrant estará en tu lista??