El despido de Carmen Aristegui de MVS no es un asunto menor. Se trata del cierre de un espacio informativo que se había caracterizado por mantener un estilo abierto, crítico y que anteponía por sobre cualquier cosa a los intereses del auditorio que le escuchaba. Es un asunto muy importante y es un golpe durísimo en contra de la libertad de expresión en México.
Por si alguno de ustedes aún no conoce que fue lo que pasó en la última emisión del noticiario de Carmen Aristegui en MVS noticias el pasado viernes, he aquí el vídeo:
El tema en si no fue la Protesta hecha por los diputados del PT, encabezados por Gerardo Fernández Noroña - que me parece estuvo completamente fuera de forma - sino el hecho de que Carmen Aristegui haya hecho una pregunta legítima: "Tiene o no, problemas de Alcoholismo el Presidente Calderón" y pedir - para cerrar con el tema - que presidencia aclare el asunto.
El Alcoholismo de Calderón no es un asunto de carácter privado, como muchos quieren manejarlo, es realmente importante. Alguien que padece tal enfermedad (y hay que hacer hincapie en que se trata de una enfermedad) puede tener serios problemas para tomar decisiones de transcendencia para la nación. Por ello al surgir el tema a la luz pública lo pertinente es que se aclare para despejar cualquier tipo de duda. Cómo bien dijo Aristegui en las democracias del mundo se piden estudios para saber cual es la condición de salud de quien dirige los destinos del país. No hay nada de ofensivo cuando alguien atraviesa por un fenómeno de esta naturaleza - apuntaba Aristegui - y mucho menos cuando se pide que se aclare un asunto que nos concierne a todos.
De acuerdo al comunicado emitido esta mañana por MVS, Carmen Aristegui fue despedida por la siguiente razón:
"El pasado viernes 4 de febrero, la periodista Carmen Aristegui dio por válida una presunción, transgrediendo nuestro código ético y al negarse a ofrecer, como lo solicitó la empresa, una disculpa pública, decidimos dar por terminada nuestra relación contractual".
Pero si escuchamos el audio de lo que sucedió, Carmen nunca dio por válida tal presunción. Por el contrario la puso en duda y le abrió la puerta a Los Pinos para que terminara de una vez por todas con el rumor sobre la enfermedad de Calderón. Si la presidencia hubiese sido inteligente, hubiese bastado con un comunicado - con certificados médicos adjuntos - aclarando el asunto y dando al traste con las afirmaciones hechas por la oposición. Pero no fue así. Información que aún no ha sido confirmada (Aristegui tendría que ser la primera en hacerlo) habla de que la periodista se negó a leer una carta hecha en Los Pinos en la que pedía disculpas por haber presentado la información en torno al alcoholismo de Calderón. Eso fue - según todas esas versiones - lo que le costó el despido por parte de MVS.
En el ambiente periodístico y en el de las redes sociales el despido de Aristegui ha calado hondo. No solamente - insisto - por el golpe a la libertad de expresión si no por que una vez más una empresa de comunicación pasa por alto el derecho de las audiencias. No se trata solamente de una persona que aparentemente sin justificación de peso pierde su empleo, sino que se trata de la pérdida de un espacio en el que el radioescucha podía encontrar pluralidad e inteligencia (la mesa con Sergio Aguayo, Lorenzo Meyer y Denise Dresser; también se pierde) y una visión diferente, ética y bien sustentada de lo que sucede en el país.
Todo parece apuntar a que cada día será más complicado ejercer un periodismo libre en el país. Conforme se vayan acercando las elecciones en el Estado de México a mediados de este año y comiencen las campañas presidenciales a finales de 2011, el control informativo irá en aumento. Los concesionarios de medios privados y el gobierno parecen encaminarse a crear condiciones informativas en las que no se toquen los poderosos intereses que estarán en juego en los meses que vendrán. Lo que han hecho con Aristegui parece ser un mensaje a todos los periodistas del país que se atrevan a cuestionar o a pedir que se aclaren asuntos de vital importancia para la nación. Es una muestra de lo que podrán hacer en los próximos meses.
De confirmarse todo lo que se ha manejado, lo único que queda es exigir la restitución de Carmen Aristegui en su espacio. Es lo más decente que pueden hacer los directivos de MVS para resarcir a su hoy desprestigiada imagen, es lo único que deben hacer si realmente son una empresa que antepone el interés público sobre el privado (algo que debería ser inherente a toda empresa de comunicación).
El panorama para el ejercicio de un periodismo libre en México, hoy se torna negro.
Así las cosas hoy lunes...
Salud pues...…
1 comentario:
Aparte de que Arístegui nunca dio por buena en el video la acusación de los senadores del PT, con lo cual no se puede hablar de difamación ni calumnia por parte de la presentadora; y aparte de que el periodismo libre en México es una quimera; lo de Arístegui en el vídeo es puro periolistismo amarillento. Dar importancia al circo de la manta y el supuesto alcoholismo de Calderón, y no informar absolutamente nada sobre la normativa de funcionamiento interno de la cámara por la que se armó el espectáculo rocambolesco, es de patio de colegio. Si este es el periodismo libre y crítico, así le va la información a México, y así le va a los mexicanos entre Kalimba, las atrocidades del narco y los cuerpos de seguridad del Estado y el supuesto alcoholismo de Calderón. Un futuro muy negro y sin luz; el de siempre.
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