Del 2 de octubre....

Seven Readers!!!

Supongo que hoy el tema en muchos blogs mexicanos será el 2 de octubre y lo acontecido hace 40 años en La Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Mucho se ha discutido si fue precisamente ahí cuando comenzó el proceso de transición democrática en nuestro país. Se piensa que si, y fueron los estudiantes del 68 los que le dieron génesis a movimientos que han sido realmente importantes en la construcción de una nación y su democracia. Sin el 68, dicen los que saben, no podrían entenderse movimientos como el de 1988.

Sin embargo, yo nunca he dejado de preguntarme cual es realmente la dimensión de lo acontecido hace 40 en términos de su alcance nacional. Le pondré como ejemplo lo que ha sido mi relación con el 68. Hasta antes de 1992 yo sabía muy poco sobre Tlatelolco. No había leído mucho sobre el tema, y en las clases tanto en secundaria como en preparatoria no se mencionaba absolutamente nada en relación con el movimiento estudiantil. Tampoco tenía antecedentes familiares de gente que haya estado envuelta en lo que ahí sucedió. De hecho, tengo la impresión de que en Yucatán, en mi generación, a nadie realmente nos importaba lo de la La Plaza. Y para ello hay una razón fundamental: simplemente no conocíamos lo que ahí pasó.

Mis primeros contactos con 1968 fueron a través de la literatura y el cine. En mi último año de preparatoria me había convertido en un lector despiadado. Devoraba todo lo que caía en mis manos. Y fue así como hasta mí llegó un libro titulado La Plaza escrito por Luis Spota. Ahí fue cuando supe que algo había sucedido en México justo antes de los JO del 68. Luego, llegó Rojo Amanecer, película que vi en el ya desaparecido Cinema 59 del Barrio de Santiago. Recuerdo muy bien ese día: saliendo de entrenar basketball, entrando con los cuates a ver una película más. Y en su momento lo fue pues desconociendo la historia, sin un contexto claro de lo que había sucedido, la cinta de Fons me pareció claustrofóbica y limitada. Recuerdo que saliendo del cine el comentario fue: "por que no nos mostraron nunca a los tanques, o la batalla" y hasta ahí. Nos habremos ido a cenar o cada quien a su casa totalmente ajenos al hecho histórico que ahí había sido recreado.

Pero en 1992 me fui a estudiar al DF y llegué a la UAM. En muchos sentidos la universidad y la Ciudad de México representaron un parteaguas en mi historia personal. Al paso de los años, pienso que el más importante fue el encontrarse con otras formas de ver el mundo, con una diversidad apabullante y con gente formada bajo otros criterios completamente diferentes a los que yo me formé. Fue entonces cuando el 68 me pegó de golpe. Cuando entendí lo que la fecha había significado para muchos en el país, pero principalmente para muchos en la ciudad de México. Y también comprendí las razones por las que esa parte de la historia había sido borrada de lo que se nos contaba en el resto del país. Y entendí que aunque muchos analistas vean al 68 como el génesis de la transición democrática mexicana, la realidad es que ésta ha tomado caminos realmente diferentes en todo el país. Quizá para quien viva en la ciudad de México, el 2 de octubre es una fecha realmente importante, de luto, de tragedia, pero también de esperanza y de cambio. Pero para quienes viven alejados de todo ello, la fecha que casi siempre pasa completamente desapercibida.

Varios años después ya de regreso a la ciudad de Mérida, con otra mentalidad, lleno completamente de ideas nuevas, tuve la posibilidad de hablar en varias ocasiones sobre lo acontecido en Tlatelolco y sobre su importancia. Lo hice a través de la Radio por supuesto. Y hoy, sin ese espacio, me temo que nadie hablará del 68. He monitoreado la radio yucateca y simplemente el tema ha pasado de largo. Sistemáticamente los medios locales siguen ignorando al asunto y le ven como algo lejano, como algo que no nos incumbió y ni nos sigue incumbiendo. Varias generaciones de yucatecos han pasado sin conocer que un 2 de octubre el ejército mexicano masacró a estudiantes simplemente por el hecho de pensar diferente y de querer un proyecto de distinto de nación.

Lo lamentable es que a 40 años de distancia, el 2 de octubre aquí no se ha olvidado: simplemente nunca ha existido. Y si no lo ha hecho, es porque como nación nuestra conciencia histórica se ha formado de una manera realmente dispersa, muchas veces respondiendo a intereses muy regionales en los que de manera sistemática se ocultan cosas o se les hace aparecer como completamente lejanas a nuestra propia realidad.

Yo si creo que el 2 de octubre fue importante en la transición democrática mexicana. Pero creo que esa transición debe entenderse desde diversos puntos de vista. En Yucatán, al no ser esa fecha trascendente, no hemos entrado a la transición desde esa perspectiva. Solo así pueden entenderse gobiernos como los de Patricio Patrón o Ivonne Ortega. Y la realidad es que tenemos y tendremos los gobiernos que nos merecemos, pues estamos cegados por intereses oligárquicos y de grupos que hoy generan simplemente a más ciudadanos desinformados e ignorantes de los distintos caminos que la democracia mexicana ha tomado a lo largo de su historia.

Así las cosas hoy jueves...

PS1....Respecto a uno de los comentarios en el post anterior: No estoy en contra de que se promueva a Yucatán. Vuelvo a insistir: es una obligación de todo gobierno el hacerlo. Lo que me parece lamentable es que se haga a través de programas como Ventaneando. Estoy en contra de que recursos públicos se utilicen para traer a "periodistas" que representan a lo peor de la televisión nacional y que han contribuido a que la televisión sea realmente una basura y cuyos contenidos solamente contribuyen a la desinformación de la que hablaba unos párrafos arriba. Ojalá y en un futuro, esos recursos se utilicen para invitar a gente que realmente vale la pena, y no a tíos que significan a lo más bajo que puede alcanzar la televisión nacional.

Salud pues......